Latinoamérica y la fundación de la Federación Sindical Mundial

Juan Campos

Latinoamérica y la fundación de la Federación Sindical Mundial

Por Juan Campos Vega

1.FSM_grabadoEl 3 de octubre de 1945 se funda en París la Federación Sindical Mundial (FSM). Es la única organización obrera que logra conjuntar, hasta la fecha, a los sindicatos de la inmensa mayoría de los países del mundo, trátese de sindicatos de países desarrollados, coloniales, semicoloniales, dependientes, y de países socialistas.

Las condiciones que hicieron posible la unidad mundial de los trabajadores son diversas; sin duda, un factor fundamental para el acercamiento de las organizaciones de los trabajadores, fue la lucha común contra el fascismo en los prolegómenos y durante la segunda guerra mundial. Sin dejar de señalar algunas de estas condiciones, el presente escrito se orienta a destacar el papel de la clase obrera latinoamericana y caribeña en este importante proceso.

Antecedentes

En varios países de América Latina y el Caribe, las organizaciones sindicales compartían el interés por unificar a los sindicatos del área y del mundo entero. Los esfuerzos más significados en torno a estos propósitos son impulsados desde América del Sur y México.

Sudamérica. En mayo de 1929, en Montevideo, Uruguay, se funda la Confederación Sindical Latinoamericana (CSLA), a iniciativa de la Internacional Sindical Roja (ISR), con organizaciones sindicales dependientes o vinculadas a los partidos comunistas de la región.

Para enero de 1936, meses antes de que acordara su disolución, la CSLA convoca a una asamblea de sus agremiados en Santiago de Chile —aprovechando la realización de la Conferencia Americana del Trabajo, convocada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)—; en ambos eventos participan dirigentes sindicales de varios países de América, particularmente de la región sur, en los que analizan:

Los principales problemas laborales, socioeconómicos y políticos que afectaban a la clase trabajadora en el continente. El diagnóstico fue uno, la inexistencia de la unidad obrera en la región no colaboraba en frenar los abusos de los “patrones” y era imposible exigir mejores garantías sociales y laborales a los estados sin una gran estructura sindical continental. Los obreros reunidos en Santiago firmaron un pacto […] para hacer conciencia entre los trabajadores del continente sobre la necesidad de unirse.[1]

Vicente Lombardo Toledano envía un mensaje a los asistentes a la reunión convocada por la OIT, —que publica en El Universal, de México, el 1 de enero de 1936—, en el que le plantea a los representantes del proletariado latinoamericano y caribeño que:

Sólo la acción conjunta del proletariado puede salvar los destinos de América. No es preciso que los trabajadores todos piensen del mismo modo, que todos sustenten la misma doctrina política, que todos opinen igual respecto de las características de la sociedad futura; no es menester un común denominador ideológico para intentar la defensa colectiva de sus intereses: basta con un programa mínimo de acción, con un programa igual para todos, que garantice sus derechos fundamentales.[2]

3.AL_campesinosLos derechos a los que hace referencia Lombardo, y que enlista en el mensaje, están relacionados con las principales libertades públicas: de asociación profesional, de reunión y de manifestación públicas, de expresión de las ideas, de prensa, y de huelga; los derechos a la tierra para los campesinos, a salarios humanos, a seguros contra el paro y contra los riesgos profesionales, y las demandas de la disolución de las milicias privadas o semioficiales, al margen del ejército regular; así como el respeto a la acción cívica de los trabajadores, a los partidos políticos de la clase obrera y campesina, y el mantenimiento del régimen político del sufragio universal y del voto secreto.[3]

Al finalizar la Conferencia Americana del Trabajo, los delegados de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay, suscriben un manifiesto donde comprometen sus esfuerzos para “abordar de inmediato las tareas indispensables para llegar a constituir cuanto antes una vigorosa organización continental de los trabajadores También consideran indispensable […] trabajar en sus respectivos países. Para atenuar la miseria que aflige al proletariado del continente”.[4], es decir, enfrentan ambos problemas “en la misma dirección del mensaje abierto que envió el dirigente mexicano.[5]

México. La primera central nacional, la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), fue constituida el 12 de mayo de 1918 en Saltillo, Coahuila. En noviembre de ese mismo año, participa en un Congreso, en Laredo, Texas, convocado y dirigido por la Federación Americana del Trabajo (FAT), de la que surge la Confederación Obrera Panamericana (COPA). Estuvieron “representados los siguientes países: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México y los Estados Unidos”.[6]

Las finalidades incluidas en el artículo II del documento “Principios, Objetivos y Reglas”, aprobado es el congreso fundacional de la COPA, establecen que la naciente organización pugnará por:

1. El establecimiento de mejores condiciones para los trabajadores que emigren de un país a otro.

2. El establecimiento de un mejor entendimiento y de mejores relaciones entre los pueblos de las repúblicas Panamericanas.

3. Utilizar todos los medios legales y honorables para la protección y adelanto de los derechos, intereses y bienestar de los pueblos de las repúblicas Panamericanas.

4. Utilizar todos los medios legales y honorables con el propósito de cultivar las más favorables y amistosas relaciones entre los movimientos obreros y entre los pueblos de las repúblicas panamericanas.[7]

Independientemente de las anteriores expresiones, en la práctica se trataba de una política tendiente a “controlar el movimiento sindical latinoamericano y su desarrollo, de acuerdo con los intereses del imperialismo norteamericano; de evitar que se incorporara al movimiento sindical revolucionario”.[8]

La CROM entra en crisis, y surge la “CROM depurada” con numerosos sindicatos que se habían escindido de ella. En el programa de la nueva organización, fundada el 10 de marzo de 1933, cuando se aborda el tema de las relaciones obreras internacionales, se plantea dos puntos alusivos:

35. La separación de la CROM de la Confederación Obrera Pan-Americana.

36. La CROM convocará a todas las agrupaciones obreras de las naciones iberoamericanas a un congreso para la organización de la Confederación Obrera Ibero-Americana, que discutirá y aprobará un programa de defensa y de acción contra el imperialismo en América.[9]

La CROM depurada, invita a otras organizaciones sindicales para constituir una nueva central, por lo que suscriben un pacto de unidad y posteriormente convocan a un congreso obrero y campesino que se reúne del 26 al 31 de octubre de 1933, del que surge la segunda central nacional del proletariado mexicano: la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM, de corta vida, porque junto con las organizaciones que integran el Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP) constituido el 15 de junio de 1935, constituyen la central más grande y combativa de la historia de México: la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

El congreso fundacional de la CTM, realizado del 21 al 24 de febrero de 1936, aprueba una resolución que fija las posiciones de la nueva central en torno a sus relaciones internacionales, en la que resuelve dirigir sendas excitativas:

A todas las organizaciones sindicales del continente americano, sin distinción de ideología y de táctica de lucha, para procurar el entendimiento y la unificación de todo el proletariado de América, especialmente del proletariado de los países de origen latino [10]”, [y] “a la Federación Sindical Internacional y a la Internacional Sindical Roja, haciéndoles ver la necesidad urgente que para el proletariado del mundo entero y para los destinos de la humanidad misma, tiene el hecho de un acercamiento entre las principales fuerzas sindicales existentes [11]”.

La CTM se adhiere a de la Federación Sindical Internacional (FSI) y participa en su Séptimo Congreso, que se realiza en julio de 1936, en Londres. En su primera participación, los delegados de la CTM, junto con los de España, Francia y Noruega, defienden “una posición de unidad y la afiliación de los sindicatos soviéticos”[12] a la FSI.

2AL_vs_FascismoEl 2 de septiembre de 1936, Lombardo, en su carácter de secretario general de la CTM, dirige una carta a las centrales sindicales latinoamericanas en la que después de expresar las principales preocupaciones políticas nacionales e internacionales, los aspectos sindicales y laborales que afectan por igual a todos los pueblos de América Latina y el Caribe, plantea la necesidad de “convocar sin pérdida de tiempo a un congreso obrero latinoamericano, que establezca las bases y los objetivos de una lucha continental a favor de los derechos fundamentales del proletariado y de la verdadera autonomía de las veinte naciones ligadas por el mismo destino histórico”,[13] y les propone constituir un comité organizador que convoque a dicho congreso.

El Congreso Obrero Latinoamericano que da origen a la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), se realiza en México del 5 al 8 de septiembre de 1938. La CTAL sería una organización importante para la fundación y orientación de la FSM.

[1] Patricio Bernardo Herrera González, “En favor de una patria de los trabajadores”. La Confederación de Trabajadores de América Latina y su lucha por la emancipación del continente, 1938-1953, tesis para optar por el grado de doctor en historia, Zamora, Michoacán, Centro de Estudios Históricos de El Colegio de Michoacán, A. C., octubre de 2013, pp. 101-102.

[2] Vicente Lombardo Toledano (en adelante VLT), “Mensaje al proletariado de la América Latina”, Obra histórico-cronológica, t. III, vol. 4, México, CEFPSVLT, 1996, p. 5.

[3] Idem.

[4] Francisco Pérez Leirós, El movimiento sindical de América Latina, Buenos Aires, Imprenta “La Vanguardia”, 1941, pp. 55-56.

[5] Patricio Bernardo Herrera González, “En favor de… op. cit., p. 112.

[6] Amaro del Rosal, Los congresos obreros internacionales en el siglo XX. De 1900 a 1950, México, Grijalbo, 1963, p. 380.

[7] Francisco Pérez Leirós, El movimiento sindical de América Latina, Buenos Aires, Imprenta “La Vanguardia”, 1941, p. 40.

[8] Amaro del Rosal, Los congresos obreros… op. cit., p. 381.

[9] “Programa Mínimo de Acción de la CROM”, revista Futuro, núm.10 (extraordinario), México, D. F., Mayo de 1934, pp. 77.

[10] “Las relaciones internacionales del proletariado mexicano”, CTM 1936-1941, México, CTM, 1941, p. 52.

[11] Idem.

[12] Amaro del Rosal, Los congresos obreros internacionales en el siglo XX. De 1900 a 1950, México, Grijalbo, 1963, p. 300.

[13] VLT, “Carta de la CTM a las centrales sindicales de América Latina”, Obra histórico-cronológica, t. III, vol. 4, México, CEFPSVLT, p. 354.

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6 comentarios en “Latinoamérica y la fundación de la Federación Sindical Mundial”

  1. Ante todo felicitar a Campos Vega por su magistral capacidad de síntesis, esbozar en tan poco espacio la génesis de FSM es digno de motivación. En otro aspecto, me gustaría tener más información física sobre la Federación Sindical Mundial, en mi País estuve vinculado a la misma, a través del recientemente fallecido Ángel Méndez,(El Gato). En la actualidad he sostenido reunión con Rafael, alía el Torombolo. Hasta una próxima comunicación.. G.S.

  2. Ante todo felicitar a Campos Vega por su magistral capacidad de síntesis, esbozar en tan poco espacio la génesis de FSM es digno de motivación. En otro aspecto, me gustaría tener más información física sobre la Federación Sindical Mundial, en mi País estuve vinculado a la misma, a través del recientemente fallecido Ángel Méndez,(El Gato). En la actualidad he sostenido reunión con Rafael, alía el Torombolo. Hasta una próxima comunicación.. G.S.

    • Estimado Guillermo Severino, agradezco y aprecio sus comentarios, y me pongo a sus órdenes para proporcionarles la información que le interesa. Para ello le pido me diga cuál es su país.
      Atentamente
      Mtro. Juan Campos Vega

  3. Hola Compañero Rafael Campos Vega soy Cornelio Andrade Rosas, de Tehuacán Puebla. En este momento estoy en Ciudad Mendoza Ver. me place y mucho poder saludarle muy fraternalmente, compañero. He estado revisando de acuerdo a mi capacidad de comprensión lo que ha sucedido en la vida sindical, sin duda se requiere hacer énfasis en esta nueva etapa del desarrollo.
    Mira Rafael, me estoy adelantando porque me dio mucha alegria verte apenas saludé a ese gran hombre de lucha, revolucionario activo, como siempre me refiero a Miguel Guerra Castillo q espero sigas en contacto con el
    permite leer estas columnas pero reitero mi admiración y espero comentar esto con algunos compañeros y con la familia y preparar algo para que nos puedas visitar. Recibe un abrazo fraterno estimado compañero y al gran compañero Cuahutémoc.
    Esta etapa necesita ser revisada

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