Colección: Futuro Editado por: Universidad Obrera de México
Ciencias Sociales: Ciencias Políticas.
Descripción:
Revista editada desde 1933 a 1946 por el Mtro. Vicente Lombardo Toledano y dedicada a cuestiones económicas, políticas, jurídicas, morales, religiosas y artísticas de México, principalmente, pero también del panorama internacional. La revista Futuro, es una fuente de primera mano, elaborada por la intelectualidad revolucionaria y progresista de la época, con aportaciones de ilustres tales como Xavier Icaza, Verna Carleton, Vicente Sáenz, Víctor Marx, Pablo Picasso, Rafael Alberti, Pablo Neruda, Blanca Lydia Trejo, Diego Rivera, Herminia Zur Mühlen, Luis Cardoza y Aragón, Klee, entre muchos otros y otras
Índice y autores:
NOTAS BREVES (Pág: 3)
HOMENAJE A ESPAÑA (Pág: 5) Editorial ESPAÑA EN GUERRA (Pág: 6) Andrés Iduarte HABLAN LOS INTELECTUALES DE TODO EL MUNDO (Pág: 11)
MENSAJE AL PROLETARIADO ESPAÑOL (Pág: 20) Vicente Lombardo Toledano, Earl Browder, Norman Thomas EL ÚLTIMO DUQUE DE ALBA (Pág: 21) Rafael Alberti LA VOZ DE MÉXICO EN GINEBRA (Pág: 22) Narciso Bassols LA MUJER ESPAÑOLA LUCHA CONTRA EL FASCISMO (Pág: 23) Ofelia Domínguez Navarro DOS REVOLUCIONES (Pág: 25) Francisco Zamora UN FÍGARO HABLÓ DE “LA PASIONARIA” (Pág: 27) María de la Luz Cuevas GOOD BYE PANAMÁ (Pág: 28) León Felipe ESPAÑA, PROBLEMA Y DESTINO DE AMÉRICA (Pág: 31) Juan Marinello
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Revista. Colección: Futuro. Octubre de 1936, México DF (México). Editado por: Universidad Obrera de México
Ciencias Sociales: Ciencias Políticas.
Autores destacados:
Editorial Andrés Iduarte
Vicente Lombardo Toledano, Earl Browder, Norman Thomas Rafael Alberti Narciso Bassols Ofelia Domínguez Navarro Francisco Zamora María de la Luz Cuevas León Felipe Juan Marinello
Descripción:
Revista editada desde 1933 a 1946 por el Mtro. Vicente Lombardo Toledano y dedicada a cuestiones económicas, políticas, jurídicas, morales, religiosas y artísticas de México, principalmente, pero también del panorama internacional. La revista Futuro, es una fuente de primera mano, elaborada por la intelectualidad revolucionaria y progresista de la época, con aportaciones de ilustres tales como Xavier Icaza, Verna Carleton, Vicente Sáenz, Víctor Marx, Pablo Picasso, Rafael Alberti, Pablo Neruda, Blanca Lydia Trejo, Diego Rivera, Herminia Zur Mühlen, Luis Cardoza y Aragón, Klee, entre muchos otros y otras
El número 14 de la revista FUTURO, publicado en abril de 1937, cuenta con artículos escritos por Víctor Manuel Villaseñor, Emilio Prados, Xavier Icaza, Narciso Bassols o Armando Blásquez. Este número trata temas como la Guerra Civil Española, el movimiento obrero en México, la C.T.M., la burguesía, la clase media en México, la legislación agraria y el imperialismo en Centroamérica.
Índice y autores:
MANUEL L. QUEZON: DICTADOR FILIPINO (Pág: 3) James S. Allen DOS ROMANCES DE LA GUERRA CIVIL (Pág: 6) Emilio Prados LAS LECCIONES DEL FRENTE POPULAR ESPAÑOL (Pág: 8) Víctor Manuel Villaseñor LA CARESTÍA Y EL MOVIMIENTO OBRERO (Pág: 13) Editorial DICCIONARIO POLÍTICO DE LA BURGUESÍA MEXICANA (Pág: 14)
EL PERFIL DEL MES (Pág: 16)
“MI CONTRIBUCIÓN AL NUEVO RÉGIMEN” (Pág: 17) Alberto J. Pani LA C.T.M. FRENTE AL ALZA DE LOS PRECIOS (Pág: 20)
DECÁLOGO DE LA CLASE MEDIA MEXICANA (Pág: 25) Xavier Icaza MÉXICO ANTE ESPAÑA (Pág: 28) Narciso Bassols LA LEGISLACIÓN AGRARIA Y LOS GANADEROS (Pág: 31) Manuel Mesa A. LA SEUDO-DEMOCRACIA CUBANA (Pág: 34) Francisco Zamora VASCONCELOS INJURIA A MÉXICO (Pág: 36) Armando Blásquez EL IMPERIALISMO EN CENTROAMÉRICA (Pág: 38) José María Callejas CARÁTULA de Luis Audirac. Dibujos de Carmen C. de Antúnez [y otros].
James S. Allen Emilio Prados Víctor Manuel Villaseñor Editorial
Alberto J. Pani
Xavier Icaza Narciso Bassols Manuel Mesa A. Francisco Zamora Armando Blásquez José María Callejas
Descripción:
El número 14 de la revista FUTURO, publicado en abril de 1937, cuenta con artículos escritos por Víctor Manuel Villaseñor, Emilio Prados, Xavier Icaza, Narciso Bassols o Armando Blásquez. Este número trata temas como la Guerra Civil Española, el movimiento obrero en México, la C.T.M., la burguesía, la clase media en México, la legislación agraria y el imperialismo en Centroamérica.
Manuel Navarro Luna nació el 29 de agosto de 1894, en Jovellanos (Cuba); y falleció el 15 de junio de 1966, en La Habana. Fue un destacado periodista, revolucionario, político y distinguido poeta cubano.
Manuel Navarro Luna tuvo una infancia difícil, apenas a unos meses de haber nacido, su padre Zacarías Navarro Pérez, capitán del ejército español, fue asesinado por sus compañeros cuando descubrieron que apoyaba la lucha por la independencia cubana, lo que supuso que con sólo seis meses tuviera que marcharse de su ciudad natal a Manzanillo.
De niño, acudió a modestas escuelas de barrio, donde pudo hacer sus primeros estudios de primaria en letras y música. Esto le llevó a ser uno de los fundadores de la Banda Infantil de Música de Manzanillo. Sin embargo, a edad temprana, no le quedó más remedio que abandonar la escuela y dedicarse a todo tipo de oficios, principalmente al de barbero. A pesar de todo, Manuel Navarro Luna estudió de manera autodidacta, para superarse y contribuir a la causa cubana por la libertad.
Como periodista, Manuel Navarro Luna dirigió La Defensa y La Montaña, y fundó una filial de la Asociación de la Prensa y la Biblioteca Pública José Martí. También colaboró en las publicaciones Revista de Avance, Letras, Social, Renacimiento, Unión, La Gaceta de Cuba, Verde Olivo y Hoy.
En 1915 publicó sus primeros poemas en las revistas Penachos y Orto. También publicó poesía en la Revista Bohemia, y en 1919, publicó su primer libro Ritmos Dolientes. La temática de Manuel Navarro Luna fue principalmente revolucionara e inspirada en grandes figuras como Antonio Maceo y Mariana Grajales, protagonistas de la lucha por la independencia de Cuba.
Como revolucionario, Manuel Navarro Luna leyó su soneto Socialismo en el acto del Día Internacional de los Trabajadores organizado por Agustín Martín Veloz. Ingresó en la Defensa Obrera Internacional en 1929 y se unió al Partido Comunista de Cuba en 1930, luchando contra la dictadura machadista y la amenaza nazi. Esto le valió para ser perseguido y encarcelado en los años siguientes. A pesar de todo, formó parte del Comité de Auxilio del Pueblo Español durante la Guerra Civil Española, y en 1940, pudo trabajar en la primera alcaldía comunista de Cuba a cargo de Paquito Rosales, en el Departamento de Cultura de Manzanillo.
A pesar de ser perseguido durante la dictadura de Fulgencio Batista, Manuel Navarro Luna colaboró con la revolución y participó en el triunfo revolucionario de 1959, formando parte de las milicias nacionales.
Recordamos a Manuel Navarro Luna con dos de sus poesías y una dedicatoria firmada al Mtro. Vicente Lombardo Toledano en su libro La tierra herida (1943).
Poesía de Manuel Navarro Luna
CANTO DE LOS SURCOS
El ojo pegado a la raíz estremecida del llanto; la garganta doblada sobre la corriente de un estertor partido; la boca, endurecida y helada, cubierta por un vértigo sucio, por un espumarajo de tinieblas. El pecho herido…! El pecho herido sobre un cauce de sombras…! Y las manos caídas…! Las manos que podían cargar gritos maduros y despedazarlos…! Las manos que podían abrir los vientres de la luz…!
Campesino…! Campesino cubano…!
El río, con la sangre podrida, echa su pelambre de limos fétidos y su cansancio turbio en la orilla asustada y trémula del día, y se arrastra después como un apetito desvelado: apetito sin órbitas bajo cuyas lenguas acribilladas se despiertan los ataúdes…!
Con la sangre podrida, siembra su voz podrida en la carne sin llamas del silencio podrido; y la voz, que flamea después sobre las espaldas de los mástiles arrodillados, la voz henchida y plena, dura y desolada, renace, y brilla, como una sementera de llagas.
El río con la sangre podrida…!
Por las venas del agua corren semilleros de fiebres; el huracán nocturno construye espectros alucinados, y se alzan en los surcos temblorosos de remordimientos, los cráneos de los niños que murieron sin saber que eran niños…!
Agua de los sepulcros…! Agua de los sepulcros…! Agua de los sepulcros…! Se filtra por la negrura que se corrompe en el sueño oloroso a cadáveres, y lame las cicatrices verdes del espanto, y lame la carroña amortajada de la noche.
Agua para la sed de los niños…! Agua para la sed de los hombres…!
¡La llamarada grita en el crecido lecho de las cóleras fatigadas: canto que sube por el hombro ensangrentado de la tierra para trizar la frente del mundo; trepidación de escombros donde se desploma la sangre paralizada de las banderas; vórtice de truenos donde se despedaza el rumbo de los soles…!
Pero aquí no se escucha más que el rudo son de la pupila siniestra; aquí no se escucha más que la podredumbre del monte…! El niño… no sabe que es niño…! El hombre… no sabe que es hombre…!
CANTO DE LA AGONÍA
Horizonte de lágrimas…! Escándalo de cruces que se posan sobre siembras de tumbas…!
Los niños, ya no cierran los ojos. Se abraza al niño negro, que es más fuerte, el niño débil, que es el blanco. Y se enredan en el dolor espeso, obscuro y torvo de la tierra crucificada y escuchan el ruido de su sangre molida por la muerte.
Por los surcos desamparados, corren las calaveras de los niños que no tuvieron nombres; —nadie supo jamás cómo esos niños muertos se llamaron… nadie supo jamás si alguna vez vivieron:…! la calavera del niño blanco…! la calavera del niño negro…!
El bohío…! Ese tallo de sombras, ese copo de sombras anudado a la madrugada delirante con la voz del gemido; esa mancha estucada en el temblor de las soledades inermes: Mugre del campo…! Greña de la abulia…!
El bohío…! Clava sus desamparos en las ramas yertas del hambre y muerde las palideces vacilantes de los niños que juegan, muriendo, con las ramas.
Puño de la miseria, pico desesperado de la angustia sin migajas de lumbre; escara de la noche, hipo de la última tiniebla…!
Por entre filos alarmados de telarañas rondan los esqueletos, y se alimentan con un caldo obscuro de agonías, mientras la tos desgrana esputos rencorosos en los graneros de los rincones, o sobre los bordes, sin pestañas, donde jamás estuvo una palpitación perdida.
El campesino muere…!
Sin luz, sin pan, sin agua limpia…! Muere, para morir, negado al suelo renegrido que es como la espuma de la muerte. Y el campesino, muere…!
Abrazado a una estrella que los hombres ataron a un muro de ignominias, fue como un garfio enloquecido cuando se puso en pie el denuedo de las trompetas.
Fue como un garfio enloquecido clavado en el pulmón de la tormenta.
Fue chispa disparada a un centro de negrura: harapo guerreador, cólera en puntas…!
Sobre un charco de muertes sangró por la luz atribulada. La úlcera de enconos que supura en la carne de los esclavos ofendidos cortó los hierros a las violencias azuzadas. Y los andrajos iracundos se levantaron de un lecho de lacerias para ya acabar de morir…!
El pantano famélico abrió la boca desdentada y pestilente para morder el ímpetu que corrió tras la luz prisionera. Y el ímpetu, harapiento y escuálido, se derribó sobre el frío de sus propios temblores.
Pero subió sobre su cuerpo; subió sobre su sangre; subió sobre la muerte… Y fue como una crecida de clarines, como el músculo desbordado de la venganza frente a una verde iluminación de palmeras…!
Corrió… Corrió tras una estrella, tras un resplandor encadenado… ¡Para morir sin luz, sin pan, sin agua limpia…!
Campesino…! Campesino cubano…!
Dedicatoria de Manuel Navarro Luna al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.
Para el admirado compañero Vicente Lombardo Toledano, una de las grandes, de las mejores figuras humanas de América. Fraternalmente, (firmado) Manuel Navarro.
Principales publicaciones de Manuel navarro Luna
Corazón Abierto (1922)
Refugio (1927)
Surco (1928)
Siluetas Aldeanas (1929)
Cartas de la Ciénaga (1932)
Pulso y Onda (1936)
La Tierra Herida (1943)
Odas Mambisas y Odas Milicianas (1963)
Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
Efemérides con fines de difusión cultural e histórica.
Artículo escrito por el Doctorando Josep Francesc Sanmartín Cava, en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.
Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava, el Lic. Javier Arias, y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.
Barrie Stavis nació el 16 de junio de 1906, y falleció el 2 de febrero de 2007. Fue un destacado escritor y dramaturgo estadounidense, autor de obras sobresalientes sobre hombres que luchan por sus ideas, sufren y que en ocasiones son eliminados, aunque al final siempre sobreviven sus ideas. En sus obras incluyó a personajes como el abolicionista estadounidense John Brown y el líder laboral Joe Hill. Destaca también su obra dedicada a Galileo Galilei, Lamp at Midnight (1966), sobre la lucha que Galileo mantuvo contra la Inquisición de la Iglesia Católica, para que sus ideas y pensamiento científico se aceptaran. Su obras han sido traducidas a 28 idiomas y representadas en los principales teatros del mundo. Cada año, la Conferencia Nacional de Teatro, distingue a destacados dramaturgos con el premio: Barrie and Bernice Stavis Playwriting Award. Comprometido a sus ideas políticas, viajó como voluntario en 1937 para luchar en la Guerra Civil Española y se alistó en la armada estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
El Centro de Estudios rinde homenaje al destacado dramaturgo Barrie Stavis con una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.
STAVIS, Barrie. Lamp at midnight: play in three acts. New York: Dramatic Composition, 1948.
5/1/48 (1948) For Vicente Lombardo Toledano. Sincerely. Barrie Stavis
Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
El Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, rinde homenaje a Josep Renau Berenguer en el 110 aniversario de su nacimiento.
Nace en la ciudad de Valencia (España), el 18 de mayo de 1907, como primogénito del matrimonio del profesor y restaurador de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Don José Renau Montoro y la señora Matilde Berenguer Cortés. Desde muy temprana edad, su padre pone en sus manos lápices y pinceles que despiertan en él un mundo insospechado de oportunidades. El padre, al darse cuenta de las dotes artísticas de Josep, lo inscribe en la escuela de San Carlos a la edad de 13 años, tres años antes de la fecha mínima estipulada para ingresar al plantel.
Renau, desde los primeros años muestra un carácter inquieto y ávido de conocimiento, lo que le lleva a consultar toda clase de publicaciones de vanguardia llegadas del extranjero. Esta actitud hace que tenga un sólido conocimiento de las tendencias artísticas en boga de su tiempo, así como de las corrientes políticas que se debatían y desarrollaban, convirtiéndolo en un luchador incansable por las causas sociales desde el inicio de su carrera artística. Josep Renau siempre supo imprimir su ideología política en sus obras, al grado que él mismo se auto-definía como “Un Comunista Pintor”.
En su carrera artística empieza a cosechar triunfos desde muy joven. Se gradúa en la Academia de San Carlos en 1927, hecho que no impidió que dos años antes ganara su primer concurso en diseño de carteles. Esto se repite muchas veces en los años siguientes, hasta ser nombrado Artista exclusivo de la poderosa compañía cinematográfica española Cifesa y coordinador gráfico de las revistas Orto, Cuadernos de cultura, Estudios y otras.
En 1931, se afilia al Partido Comunista Español, al año siguiente participa en la creación de la sede española de la “Association des Ecrivains et Artistas Revolutionaíres”. En 1936, conforma como codirector, junto con Max Aub, el periódico Verdad, diario político de unificación editado por los partidos comunista y socialista.
1936 es un año convulso, en julio se levantan los militares e inician la Guerra Civil Española, Renau es llamado al Ministerio de Educación y es nombrado Director General de Bellas Artes, con la encomienda especial de salvaguardar todo el patrimonio artístico de España. A él se debe la evacuación del Museo del Prado, alcanzado por la metralla franquista que arrojó una decena de bombas incendiarias y obuses de gran calado. También se encargó de proteger los tesoros de Toledo, Valencia y Cataluña.
Como director de Bellas Artes, participa en la creación de pabellón español de la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de París, en donde diseña panales propagandistas y fotomontajes, así como convence a los artistas españoles residentes en París para que realicen obras que sean expuestas en dicho pabellón. Naciendo de esta forma el “Guernica” de Pablo Picasso.
En 1937, recibe a los integrantes de la Comitiva Mexicana que asistirían al II Congreso de Intelectuales Antifascistas, conociendo entonces a David Alfaro Siqueiros y al Diplomático Fernando Gamboa. Ambos fueron determinantes para Renau cuando solicitó su exilio a México, después de que la II República Española perdiera la guerra contra los golpistas.
En 1939, después de pasar varias semanas en el campo de concentración Francés de Argeles-sur-Mer, sale con dirección a Toulouse para reunirse con su familia y solicitar el exilio en la embajada de México de París.
El 6 de mayo de 1939, se embarca en el vapor Holandés Veedam rumbo a Nueva York, y de ahí viaja en autobús hacia Nuevo Laredo. El 24 de mayo, entra a territorio mexicano por esta localidad.
En México, Renau realiza una fructífera carrera artística y partidista. En el ámbito del muralismo comienza coproduciendo el “Retrato de la Burguesía” con David Alfaro Siqueiros, Luis Arenal y Antonio Pujol en el Sindicato de Electricistas. A continuación, decora para el Sr. Manuel Suarez el restaurante Lincoln de la Ciudad de México, la cantina y el salón comedor del Casino de la Selva de Cuernavaca, Morelos y el restaurante Caballo Bailo.
En el caso del cartel, fue él quien revolucionó la forma de hacer propaganda gráfica en México, al introducir la técnica del Pince de Aire y permitir de esta forma el uso masivo de la reproducción de los carteles por el proceso de offset. Llego a ser el referente máximo en el diseño de carteles, sobretodo en la industria Fílmica Nacional, contribuyendo con sus retratos a la construcción de los ídolos y divas de la época de oro del cine nacional. Su acervo de obras para esta industria, llegó al orden de 300 piezas durante los 19 años que residió en México.
No sólo produjo carteles cinematográficos, los hizo para instituciones gubernamentales, sindicatos, cúpulas empresariales e industrias. Pero, sobre todo, los más llamativos fueron los de carácter político que apoyaban las luchas populares y a los exiliados antifranquistas residentes en el país.
Otro de los grandes campos de su fértil trabajo, fue la ilustración de portadas para libros y revistas, ilustrando ejemplares para la revista LUX del Sindicato de Electricistas y la revista Futuro de la Universidad Obrera de México. También diseñó numerosas portadas para los libros escritos por el Lic. Vicente Lombardo Toledano, y las editoriales Atlántida y Prometeo, estas dos últimas controladas por asilados residentes en el país.
Colaboró de forma entusiasta con la prensa antifranquista, produciendo el surgimiento del periódico España Popular órgano del Partido Comunista Español en México, y con artículos e ilustraciones para el semanario España y la Paz, el periódico Las Españas, España Peregrina y Nuestro Tiempo.
Al romper relaciones con el Sr. Manuel Suarez, Renau se avoca a producir una serie de fotomontajes que había iniciado en 1952 y que, al darla por terminada en 1966, titularía “The American way of life” o “Fata Morgana”. Es esta la obra de Renau más reconocida internacionalmente.
En febrero 1958, Renau sale de México para no regresar nunca, fija su residencia en Berlín, República Democrática de Alemania, donde continúa su trabajo de pintura Mural. Trabaja también para la televisión y publica fotomontajes e ilustraciones en la prensa de aquel país para el semanario Eulenspiegel.
Renau muere el 11 de octubre de 1982, en el Hospital Regierungs Krakenhouse de Berlín, y está enterrado en Fríedríchfelde, donde descansan los restos de los combatientes antifascistas.
Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.
Javier Bueno nació en Madrid (España) en 1891, hijo de la actriz Soledad Bueno y del periodista Manuel Nakens, según parece ser. Fue periodista autodidacta, escritor de gran ingenio, con gran cultura literaria y política, miembro de UGT y líder del movimiento obrero. Aunque fue un declarado marxista, su espíritu libertario lo llevó a figurar como un claro anti-estalinista y anti-burócrata.
Destacó como director del diario socialista asturiano “Avance”, periódico de referencia para la clase obrera de la región de Asturias. Abrió en la editorial un apartado para que los trabajadores pudieran denunciar sus problemas, montando toda una red informativa de corresponsales y colaboradores espontáneos. Por esta razón, el periódico adquirió tal fama que llegó a convertirse en el diario de mayor tirada de la región de Asturias, convirtiéndose, a su vez, en un referente de la lucha de clases que lo llevaría a su cierre en varias ocasiones, junto con numerosas multas y encarcelamientos.
Relato de las torturas que sufrió Javier Bueno en una de sus detenciones:
En la madrugada del 6 de octubre soy detenido y el 8 por la tarde llevado desde la comisaría al cuartel de Guardias de Asalto. Allí sigo en mangas de camisa, y así mismo he de remangarme para fregar los retretes del local, misión que se me señala. Estoy sano. Algún guardia dice mirando el ánimo con que trabajo y mis brazos desnudos: “Eres un fuerte ¿eh?”, “Como Hércules”, contesto yo . El día 14 aún logro distinguirme como cavador. El día 16 me llama a declarar en el proceso contra Teodomiro Menéndez el juez capitán señor Janáriz (o comandante, no estoy seguro) que actúa en el cuartel. Una vez que he declarado le expreso mi voluntad de presentarle una denuncia por malos tratos. Me dice que volverá a llamarme por la tarde, ya para deponer respecto de mi propia detención y si le presento la denuncia me la admitirá. Pero el mismo día 16 por la tarde, antes de que el capitán señor Janáriz lleve a cabo su intención de llamarme a declarar, soy trasladado a la cárcel de Oviedo. Dos o tres días después pido asistencia para una llaga que tengo abierta en el brazo derecho y otros dos flemones a punto de abrirse. Me es tan molesto moverme, que los compañeros que me sirven el rancho hacen lo posible por ayudarme en el sencillo menester de recibirlo. … El doctor Combarros, médico militar, que fue quien diariamente me curó en Oviedo con esmero y cordialidad que tengo muy presentes, hasta que me llevaron a Madrid, ante la inquietud mía porque tardaban en cicatrizar las llagas en que “el más lego en cuestiones médicas ve una furunculosis vulgar”, me dice textualmente: “No se preocupe; esta clase de lesiones no cierran hasta que se elimina todo el tejido magullado”. Sé que es hombre muy cabal, incapaz del cómodo expediente de olvidar lo que se dice. Se acuerda. Se me traslada a Madrid y el médico de aquella cárcel diagnostica en mi presencia, dictando al practicante apellidado Mozos, quien lo asienta en libro registro que sin duda subsiste, “heridas de tantos centímetros, con pérdida de substancia y en período de cicatrización”. Nada de llagas furunculosas.
Luchó y fue periodista de trinchera en el bando republicano durante la Guerra Civil Española, quedando cojo de una pierna. Del frente asturiano tuvo que huir a Francia para luego regresar a Madrid donde sería atrapado por los legionarios de las tropas franquistas, y donde finalmente sería fusilado el 26 de septiembre de 1939.
Recordamos al autor por su amistad con el Mtro. Vicente Lombardo Toledano gracias a una dedicatoria rubricada en su libro Tableaux d’Espagne.
A Lombardo Toledano. Fuerte guía revolucionario. Javier Bueno, 4. 6. 38 (1938)
Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
Homenaje a Pablo Neruda en el aniversario de su natalicio, por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.
El Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano, rinde homenaje a Pablo Neruda (Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto), el más grande y destacado poeta del siglo XX, nacido en Parral de la Región de Maule (Chile), el 12 de julio de 1904. Fue un destacado escritor, diplomático, político y miembro del Comité Central del Partido Comunista chileno. De las distinciones que recibió destacan: El Premio Nobel de Literatura (1971), Premio Nacional de Literatura de Chile (1945) y el de Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Oxford. Colaboró para la revista FUTURO, que fundó y dirigió su amigo el Mtro. Vicente Lombardo Toledano. Murió en Santiago de Chile, el 23 de septiembre de 1973.
Recordamos al autor con cinco colaboraciones para la revista Futuro: cuatro poesías sobre Simón Bolívar, la Guerra Civil Española y Chile, y una nota del autor sobre la muerte de Stephan Zweig y Eugenio Petrov. Por último, también queremos rendir homenaje a la amistad entre Pablo Neruda y Vicente Lombardo Toledano mediante una dedicatoria que el autor dedica a su amigo en la obra Presencia de Ramón López Velarde en Chile.
UN CANTO PARA BOLÍVAR
Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire de toda nuestra extensa latitud silenciosa, todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada: tu apellido la caña levanta a la dulzura, el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar, el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar, la patata, el salitre, las sombras especiales, las corrientes, las vetas de fosfórica piedra, todo lo nuestro viene de tu vida apagada, tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios, tu herencia ea el pan nuestro de cada día, padre.
Tu pequeño cadaver de capitán valiente ha extendido en lo inmenso su metálica forma, de pronto salen dodos tuyos entre la nieve y el austral pecador saca a la luz de pronto tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.
¿De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos? Roja será la rosa que recuerde tu paso. ¿Cómo serán las manos que toquen tu ceniza? Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen. ¿Y cómo es la semilla de tu corazón muerto? Es roja la semilla de tu corazón vivo.
Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti. Junto a mi mano hay otra, y hay otra junto a ella, y otra más, hasta el fondo del continente oscuro. Y otra mano que tú no conociste entonces viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya. De Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro, de la cárcel, del aire, de los muertos de España llega cafa mano roja que os hija de la tuya.
Capitán, combatiente, donde una boca grita Libertad, donde un oído escucha, donde un soldado rojo rompe una frente parda, donde un laurel de libres brota, donde una nueva bandera se adorna con la sangre de nuestra nueva tierra, Bolívar, capitán, se divisa tu rostro. Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo. Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado. Los malvados atacan tu semilla de nuevo, clavado en otra cruz está el hijo del hombre.
Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra, el laurel y la luz de tu ejército rojo a través de la noche de América con tu mirada mira. Tus ojos que vigilan más allá de los mares, más allá de los pueblos oprimidos y heridos, más allá de las negras ciudades incendiadas, tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace; tu ejército defiende las banderas sagradas: la Libertad sacude las campanas sangrientas, y un sonido terrible de dolores precede la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos. La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron, de nuestra joven sangre venida de tu sangre saldrá paz, pan y trigo para el mundo que haremos.
Yo conocí a Bolívar una mañana larga, en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento. Padre, lc dije, ¿eres, o no eres o quién eres? Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo: “Despierto cada cien anos cuando despierta el pueblo”.
Pablo Neruda. (Leído en la Universidad de México el 24 de julio de 1941, aniversario del natalicio de Bolívar)
Revista FUTURO, no. 70, diciembre 1941. p. 20. Ubicada en la hemeroteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
DEL CANTO GENERAL DE CHILE
TOCOPILLA
De Tocopilla al Sur, al Norte, arena, cales caídas, el lanchón, las tablas rotas, el torcido hierro. ¿Quién a la línea pura del planeta áurea y cocida, sueño, sal y pólvora agregó el utensilio deshecho, la inmundicia? ¿Quien puso el techo hundido, quien dejó las paredes abiertas, con un ramo de papeles pisados? ¡Lóbrega luz del hombre en ti destituido, siempre volviendo al cuenco de tu luna calcárea, apenas recibido por tu letal arena! Gaviota enrarecida de las obras, arenque petrel ensortijado, frutos, vosotros, hijos del espinel sangriento y de la tempestad, ¿habéis visto al chileno? ¿Habéis visto al humano, entre las dobles líneas de frío y de las aguas, bajo la dentadura de la línea de tierra, en la bahía? Piojos, piojos ardientes atacando la sal, piojos, piojos de costa, poblaciones, mineros, desde una cicatriz del desierto hasta otra, contra la costa de la luna, fuera, picando el sello frío sin edad,
Más alláde los pies del alcatraz cuando agua ni pan ni sombra tocan la dura etapa, el ejercicio del salitre asoma o la estatua del cobre decide su estatura. Es todo como estrellas enterradas como puntas amargas, como infernales flores blancas, nevadas de luz temblorosa o verde y negra rama de esplendorespesados. No vale allí Ia pluma sino la mano rota del oscuro chileno, no sirve allíla duda. Sólo la sangre, sólo ese golpe duro que en la vena pregunta por el hombre. En la vena, en la mina, en la horadada cueva sin agua y sin laurel.
Oh, pequeños compatriotas quemados por esta luzmás agria que el baño de la muerte, héroes oscurecidos por el amanecer de la sal en la tierra ¿dónde hacéis vuestro nido, errantes hijos? ¿Quién os ha visto entre las hebras rotas de los puertos desérticos?
Bajo la niebla de salmuera o detrás de la costa metálica, o tal vez, o tal vez bajo el desierto ya, bajo su palabra de polvo, ¡para siempre! Chile, Metal y Cielo, y vosotros, chilenos, semilla, hermanos duros, todo dispuesto en orden y silencio como la permanencia de las piedras.
QUIERO VOLVER AL SUR
Enfermo en Veracruz, recuerdo un día del Sur, mi tierra, un día de plata como un rápido pez en el agua del cielo, Loncoche, Lonquimay, Carahue, desde arriba esparcidos, rodeados por silencio y raíces, sentados en sustronos de cueros y maderas. El Sur es un caballo echado a pique coronado con lentos árboles y rocío, cuando levanta el verde hocico caen las gotas, la sombra de su cola moja el gran archipiélago y en au intestino crece el carbón venerado. ¿Nunca más, dime, sombra, nunca más, dime, mano, nunca más dime, pie, puerta, pierna, combate, trastornarás la selva, el camino, la espiga, la niebla, el frío, lo que, azul, determinaba cada uno de tus pasos sin cesar consumidos? ¡Cielo, déjame un día de estrella a estrella irme pisando luz y pólvora, destrozando mi sangre hasta llegar al nido de la lluvia!
Quiero ir detrás de la madera por el río Toltén fragante, quiero salir de los aserraderos, entrar on las cantinas con los pies empapados, guiarme por la luz del avellano eléctrico, tenderme junto al excremento de lu vacas, morir y revivir mordiendo trigo.
Oceano, tráeme un día del Sur, un día agarrado a tus olas, un día do árbol mojado, trae un viento polar azul a mi bandera fría!
Pablo Neruda.
Revista FUTURO, no. 70, diciembre 1941. p. 20. Ubicada en la hemeroteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
GENERAL FRANCO EN LOS INFIERNOS
Desventurado, ni el fuego ni el vinagre caliente en un nido de brujas volcánicas, ni el hielo devorante, ni la tortuga pútrida que ladrando y llorando con voz de mujer muerta te escarbe la barriga buscando una sortija nupcial y un juguete de niño degollado, serán para ti nada sino una puerta obscura, arrasada. En efecto. De infierno a infierno, qué hay? En el aullido de tus legiones, en la santa leche de las madres de España, en la leche y los senos pisoteados por los caminos, hay una aldea más. un silencio más. una puerta rota. Aquí estás. Triste párpado, estiércol de siniestras gallinas de sepulcro, pesado esputo, cifra de traición que la sangre no borra. Quién, quién eres, oh miserable hoja de sal, oh perro de la tierra, oh malnacida palidez de sombra. Retrocede la llama sin ceniza, la sed salina del infierno, los círculos del dolor palidecen. Maldito, que sólo lo humano te persiga, que dentro del absoluto fuego de las cosas no te consumas, que no te pierdas en la escala del tiempo y que no te taladre el vidrio ardiendo ni la feroz espuma. Solo, solo para las lágrimas todas reunidas, para una eternidad de manos muertas y ojos podridos, solo en una cueva de tu infierno, comiendo silenciosa pus y sangre por una eternidad maldita y sola. No mereces dormir aunque sea clavados de alfileres los ojos: debes estar despierto eternamente entre la podredumbre de las recién paridas, ametralladas en Otoño. Todos, todos los tristes niños descuartizados. tiesos, están colgados, esperando en tu infierno ese día de fiesta fría: tu llegada. Niños negros por la explosión, trozos rojos de seso, corredores de dulces intestinos, te esperan todos, en la misma actitud de atravesar la calle, de patear la pelota, de tragar una fruta, de sonreír o nacer. Sonreír. Hay sonrisas ya demolidas por la sangre que esperan con dispersos dientes exterminados. y máscaras de confusa materia, rostros huecos de pólvora perpetua y los fantasmas sin nombre, los oscuros escondidos, los que nunca salieron de su cama de escombros. Todos te esperan para pasar la noche. Llenan los corredores como algas corrompidas. Son nuestros, fueron nuestra carne, nuestra salud, nuestra paz de herrerías, nuestro océano de aire y pulmones. A través de ellos las secas tierras florecían. Ahora, más allá de la tierra, hecho substancia destruida, materia asesinada, harina muerta, te esperan en tu infierno. Como el agudo espanto o el dolor se consumen, ni espanto ni dolor te aguardan. Solo y maldito seas, solo y despierto seas entre todos los muertos y que la sangre caiga en ti como la lluvia y que un agonizante río de ojos cortados te resbale y recorra mirándote sin término.
Pablo Neruda.
Revista FUTURO, no. 29, julio de 1938, pág. 38. Ubicada en la hemeroteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
CANTO SOBRE UNAS RUINAS
Esto que fue creado y dominado, esto que fue humedecido y usado, visto, yace —pobre pañuelo— entre las olas de tierra y negro azufre. Como el botón o el pecho se levantan al cielo, como la flor que sube desde el hueso destruido, así las formas del mundo aparecieron. Oh párpados, oh columnas, oh escalas! ¡Oh profundas materias agregadas y puras cuanto hasta ser campanas, cuanto hasta ser relojes! Aluminio de azules proporciones, cemento pegado al sueño de los seres! El polvo se congrega, la goma, el lodo, los objetos crecen y las paredes se levantan como parras de oscura piel humana. Allí dentro, en blanco, en cobre, en fuego, en abandono, los papeles crecían, el llanto abominable, las prescripciones llevadas en la noche a la farmacia mientras alguien con fiebre, la seca sien mental, la puerta que el hombre ha construido para no abrir jamás, Todo ha ido y caído, brutalmente marchito. Utensilios heridos, telas nocturnas, espuma sucia, orines justamente vertidos, mejillas, rosas, lana, alcanfor, círculos de hilo y cuero, todo todo por una rueda vuelto al polvo, al desorganizado sueño de los metales, todo el perfume, todo lo fascinado, todo reunido en nada, todo caído para no nacer nunca. Sed celeste, palomas con cintura de harina: épocas de polen y racimo, ved como la madera se destroza hasta llegar al luto: no hay raíces para el hombre —todo descansa apenas sobre un temblor de lluvia. Ved cómo se ha podrido la guitarra en la boca de la fragante novia— ved cómo las palabras que tanto construyeron ahora son exterminios: mirad sobre la cal y entre el mármol deshecho la huella —ya con musgos— del sollozo.
Madrid, 1936. Pablo Neruda.
Revista FUTURO no. 18, agosto de 1937, pág.12. Ubicada en la hemeroteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
ZWEIG y PETROV
La muerte de Stephan Zweig y la muerte de Eugenio Petrov son sellos y cifras de nuestro tiempo. De un tiempo que agoniza y que nace.
Con el suicidio de Stephan Zweig mueren muchos otros hombres, mueren de largo suicidio, de evasión, de deserción, de cobardía. La muerte de Zweig es natural, es la muerte de un tiempo que no tiene qué hacer. La muerte de un hombre que no tiene qué hacer sobre la tierra en el momento de las grandes tareas. La muerte de un escritor —de un escritor— cuando todo se ha escrito, cuando tenemos que escribirlo todo, cuando el tiempo comienza de nuevo a nacer.
Eugenio Petrov muere combatiendo y escribiendo: ametrallado, despedazado, esparcido en el huracán de nuestra guerra. El es grande. Solamente él es grande.
Él es toda la grandeza. Corre al corazón de la tempestad a combatir, a escribir, a extraer la noticia heroica, a iluminar a su pueblo mostrándole que no combate solo. Su muerte hace nacer una época, riega con una sangre impetuosa la semilla de nuestro nuevo tiempo.
Esta gran guerra de la humanidad deja sembrada a la URSS de miles de héroes. Sus fronteras se enredan de sangre y de laurel.
Entre ellos, para nuestra condición de escritores, ningún héroe máspuro y másalto que Eugenio Petrov. Su muerte borra otras muertes cobardes, como la primavera la negra cicatriz del tiempo muerto. Su sangre sube desde la tierra hasta los altos árboles, y encima de los altos arboles queda viviendo su nombre escrito con inmenso fuego.
Por Pablo Neruda.
Revista FUTURO, no. 78, agosto 1942. p. 16. Ubicada en la hemeroteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
Todas los números de la revista Futuro se encuentran en la Hemeroteca Histórica del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.
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