En combate, la vida de Lombardo Toledano. Reseña crítica.

En combate, reseña crítica, imagen 1

En combate, la vida de Lombardo Toledano. Reseña crítica.

Por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

en-combate-la-vida-de-lombardo-toledano-resena-critica.

En combate, la vida de Lombardo Toledano es un libro organizado en cinco partes que se titulan: Parte I, Cambio de épocas e ideas. Parte II, Cruzadas. Parte III, La guerra: ¿umbral de un mundo mejor? Parte IV, Animadversiones y confrontaciones. Parte V, En los frentes de la paz fría. Contiene además una introducción y un epílogo. Consta de 567 páginas. La edición es pulcra, cuidada. Se trata de una obra biográfica muy ambiciosa, de la autoría de Daniela Spenser.

Aspira a llenar un vacío, porque, dice la autora, antes de ésta “Nunca se ha hecho una biografía de Lombardo Toledano de cuna a tumba”[1]. Otra aspiración, declara, consiste en “desmitificar a Lombardo, quien ha sido denigrado y vilipendiado, o ensalzado”[2], pero no valorado de manera adecuada. Para conseguirlo, se propone desarrollar “una investigación rigurosa”, que provoque una reflexión, y pretende también que su trabajo sea “una puesta en el contexto nacional e internacional, ponerlo en su justa dimensión”.[3] Loables propósitos, sin duda.

Imposible exagerar la importancia de las fuentes en que hurgó por diez largos años de arduo trabajo, archivos norteamericanos, soviéticos, británicos, suizos, checoslovacos, y holandeses, entre otros. Algunos de ellos se habían mantenido cerrados a cualquier escrutinio, como es el caso de la documentación de las agencias de inteligencia de Estados Unidos y la URSS. También hay que decir que esos materiales quedarán al alcance de todos los estudiosos que en lo sucesivo quieran consultarlos, porque, según me conversó la autora, ha decidido donarlos todos al Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”, acto generoso digno del mayor reconocimiento. Entre otros, Spencer cita en su obra el archivo del Federal Bureau of Investigation, FBI; de la Central Intelligence Agency, CIA; el Department State y la Office of Strategic Services, de Estados Unidos y el el Rossiiskii Gosudarstvennyi Arkhiv Sotsial’no-Politicheskoi Istorii (rgaspi, Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica)

Las dificultades que enfrentó la autora.

Me parece necesario asentar que Daniela Spenser, en quien reconozco a una excelente escritora, siempre bien documentada y dueña de un estilo ágil y ameno, tiene en claro que asumió un desafío muy elevado, que implicó arduos problemas a resolver[4], empezando, estimo, por los que ofrece por sí mismo el personaje que seleccionó para escribir sobre él, porque siendo Lombardo un gran tema, como lo es, resulta asimismo muy difícil de abordar y llevar adelante con éxito. ¿Por qué lo digo? Por dos razones principales:

La primera es la complejidad de la vida del personaje con sus múltiples facetas: intelectual de primer orden; teórico y pensador marxista; luchador por un futuro mejor para la humanidad; dirigente sindical, y político revolucionario, entre otras. Porque valorar los méritos de Lombardo Toledano en cada uno de esos campos exige un buen nivel de conocimiento en ellos, y no es frecuente encontrar quien pueda incursionar con decoro en tan variadas disciplinas y actividades.

Pero la segunda razón es la principal y radica en el carácter intensamente controversial que tiene su obra, característica común, por cierto, de todas las grandes obras ligadas con un compromiso social, sobre todo cuando esa causa es polarizante, como lo es la lucha de clases, que abre grandes expectativas a un gran sector de la población, pero toca y lastima muchos y poderosos intereses. Además, hay que tomar en cuenta que el tiempo de Lombardo fue uno de intensa agudización de las contradicciones económicas, políticas y sociales de la sociedad, nacional y mundial, y que en esa época concreta vivió, actuó y combatió con brillantez y sin tregua.

Lombardo, una figura naturalmente controversial.

Su vida y su obra son controversiales, como las de todo luchador con compromiso social.

En esas condiciones, era natural que un personaje como él generara discípulos y se ganara admiradores; pero también, de manera simultánea, numerosos enemigos; algunos, fanáticos prejuiciados; oportunistas y convenencieros, otros, y otros más, los dueños del gran poder económico que domina el mundo y que, por lo mismo, también controlan el poder político global. Son los que tienen la fuerza suficiente para lanzar contra el objeto de su ira una feroz campaña de descrédito y calumnias que, por cierto, en el caso de Lombardo mantuvieron activa por más de medio siglo, sólo para tender, después, un denso manto de desmemoria y olvido sobre tan descollante personaje y su muy valiosa obra. Es parte del costo que El combatiente[5], tuvo que pagar, y que ahora nubla densamente su figura y su obra para mayor dificultad de quienes tomamos a cuestas el trabajo de investigarlo desde un punto de vista académico.

Un combatiente en plena lucha hoy, como el Cid.

De allí que, como bien dice Spenser, Lombardo Toledano haya sido denigrado y vilipendiado, por unos, y ensalzado por otros, tantas veces; y también de allí que sea tarea virtualmente imposible la de forjar un amplio consenso respecto a lo que significaría “valorarlo de manera adecuada”, o ponerlo en su “justa dimensión”. Porque su tiempo no está tan distante del actual, ni los combates que libró, los principales, son querellas concluidas. Están presentes y se siguen librando hoy mismo. Así pasa con las batallas de ideas, como la de encontrar y dirimir cuál es la interpretación más adecuada del marxismo y su aplicación a la transformación de la sociedad en el mundo y en México, con rumbo a una sociedad superior, sin explotadores ni explotados, por ejemplo. Y así acontece también por cuanto hace a las contiendas prácticas, sociales y políticas, como la lucha por la liberación de los pueblos de México y América Latina respecto del imperialismo.

Sus principales combates son combates no finiquitados aún. Por eso está vigente y luchando hoy mismo, como el Cid.

Son combates vivos, no finiquitados, y Lombardo Toledano, hay que tenerlo en cuenta, es un personaje vivo también, porque sus ideas y experiencias están frescas y, por eso, a semejanza del Cid, ocupa un sitio destacado en la trinchera, hoy mismo, en nuestros días. Esto hace que el concepto de su “justa dimensión” en este caso no pueda ser unívoca, sino muy distinta para cada uno de los bandos en combate.

¿Con qué parámetros se valora una obra de esta naturaleza?

Siendo que reseño y analizo aquí de manera crítica el libro citado, debo emitir mi opinión valorativa al respecto. Para el efecto, debo reiterar que mi óptica no es ni puede ser “imparcial” respecto a Lombardo Toledano, nadie lo espere así, por dos razones: primera, porque, como ya quedó asentado creo que nadie puede serlo respecto a personajes como él; se está de un lado o de otro. Y segunda, porque como es bien conocido, soy su admirador consciente y me asumo su discípulo en tanto militante por un futuro superior, que soy y he sido en toda mi vida. Pero al mismo tiempo, dedicado profesionalmente a actividades académicas –entre ellas de manera destacada el estudio de la vida y la obra del mismo personaje—ejerzo estas tareas con el máximo rigor metodológico, puesto que estoy convencido de que la militancia en una causa superior no implica desapego a la metodología científica del conocimiento, sino que exige máximo apego, sobre todo en el caso de quienes profesamos la filosofía del materialismo dialéctico.

Procedo enseguida a fijar los parámetros en los que, estimo, debe sustentarse una opinión fundada respecto a la biografía de un personaje tan complejo, prolífico y controversial como Vicente Lombardo Toledano.

Parte de estos parámetros tienen que ver con los aspectos estético-literarios y con la amplitud y pertinencia de las fuentes investigadas, y son aspectos importantes que no deben desdeñarse.

¿Logró la autora desentrañar a su personaje en sus rasgos profundos?

Pero pienso que en estos casos interesa sobre todo dilucidar si el autor o autora logró desentrañar a su biografiado en sus rasgos profundos, en sus logros y caídas, en sus victorias y derrotas, en sus méritos y limitaciones, y en sus aportes y legado para la posteridad; todo lo anterior, viendo a la biografía, imbricada en la historia, como una disciplina rigurosa; o, parafraseando a un famoso historiador, como “una investigación racional sobre el curso de las transformaciones humanas”[6], realizada al margen de cualquier manipulación políticamente intencionada de los hechos. Bajo los parámetros establecidos, mi opinión respecto a la obra En combate: la vida de Lombardo Toledano es que la autora, en efecto, alcanzó su propósito de escribir la primera biografía de Lombardo Toledano de cuna a tumba. Que forjó una pieza de buena calidad literaria y que realizó una investigación diligente y mucho más amplia que cualquiera otra, hasta hoy, poniendo a la vista fuentes que hasta ahora permanecieron ocultas.

Los difíciles objetivos de la autora.

Pienso también que no alcanzó su objetivo de “desmitificar a Lombardo” para mostrarlo en su justa dimensión, por la sencilla razón de que ese propósito es inalcanzable respecto a un personaje como el indicado. Está vigente, en plena lucha, y sus malquerientes abundan, igual que sus seguidores. Un juicio valorativo válido para todos, no existe.

Además, pienso que, persiguiendo una meta quimérica, la doctora Spenser se perdió de la oportunidad de penetrar a profundidad en la personalidad de Lombardo Toledano y desentrañarlo. No logró reflejar en su libro la esencia del pensador marxista y teórico revolucionario, ni la del luchador por la emancipación de México respecto del imperialismo; tampoco del intelectual destacado, hombre de una cultura universal; ni del internacionalista, solidario con todos los pueblos del mundo; no pudo encontrar ni conocer a fondo al latinoamericanista profundo; al dirigente obrero vencedor de mil batallas; al político que dedicó su vida a luchar por una sociedad superior en México y el mundo, ni consiguió recoger y plasmar los resultados de su permanente e intensa interacción con la sociedad nacional e internacional.

La gran biografía de Lombardo, tarea pendiente.

Autora del libro En combate.
Daniela Spenser, autora del libro, historiadora.

En conclusión, me parece que la gran biografía de Vicente Lombardo Toledano, que incluya el análisis profundo de su vasta y compleja obra y su interacción con las distintas fuerzas de la sociedad, y su legado, sigue siendo una tarea cuya realización permanece pendiente. Toca pasar la estafeta a otros investigadores que, en este tema, puedan aportar al caudal infinito del conocimiento humano y su aplicación a la transformación de la sociedad hacia un futuro mejor.

[1] Daniela Spenser, “En combate, única biografía de cuna a tumba de Vicente Lombardo Toledano”, entrevista concedida a Ericka Montaño Garfias, Periódico La Jornada, lunes 19 de febrero de 2018, p. 8

[2] Ibídem.

[3] Ibídem.

[4] “Escribir la biografía de Lombardo Toledano no ha sido fácil”, dice la autora en la introducción de su obra.

[5] Así fue denominado Vicente Lombardo Toledano por numerosos escritores, artistas, hombres de ciencia y líderes obreros de México que le otorgaron la Condecoración del Combatiente, el 28 de Febrero 28 de 1946.

[6] Hobsbawm, Eric. El desafío de la razón. Manifiesto para la renovación de la historia. Discurso de cierre del coloquio de la Academia británica sobre historiografía marxista, 13 de noviembre de 2004. Se puede consultar en la página Web: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=8906.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email
Share on print
Print

Deja un comentario

X