José María Arguedas, 1911-1969

jose-maria-arguedas

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

José María Arguedas Altamirano nació el 18 de enero de 1911 en Andahuaylas (Perú). Fue un importante intelectual peruano, antropólogo, etnólogo, escritor, literato, poeta, docente, traductor y destacado estudioso del folclore peruano, que contribuyó de forma especial en la revalorización del arte indígena. Ejerció la docencia en los colegios nacionales Alfonso Duarte, Guadalupe y Mariano Melgar, en la Universidad de San Marcos y en la Universidad Agraria La Molina. También desempeñó el cargo de funcionario en el Ministerio de Educación, de Director de la Casa de la Cultura y de Director del Museo Nacional de Historia. Escribió un buen número de novelas y cuentos que lo convirtieron en uno de los tres grandes representantes de la narrativa indigenista peruana. Entre sus obras destaca, considerándose una obra maestra de la literatura universal, Los ríos profundos, publicada en 1958 y que recibió el Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma en 1959. Como traductor ayudó a difundir la literatura quechua, la antigua y la moderna, algo que compaginó con sus cargos como maestro y funcionario público. Finalmente se quitó la vida, tras una larga depresión, el 2 de diciembre de 1969 en Lima (Perú).

Recordamos al destacado intelectual peruano con una poesía, una oda y dos de las dedicatorias rubricadas en honor a la amistad y relación intelectual con el Maestro Vicente Lombardo Toledano.

Temblor (Katatay)

Dicen que tiembla la sombra de mi pueblo;
está temblando porque ha tocado la triste sombra del corazón
de las mujeres.

¡No tiembles, dolor, dolor¡
¡La sombra de los cóndores se acerca!
—¿A qué viene la sombra?
¿Viene en nombre de las montañas sagradas
o a nombre de la sangre de Jesús?

—No tiembles; no estés temblando;
no es sangre; no son montañas;
es el resplandor del Sol que llega a la pluma de los
Cóndores
—Tengo miedo, padre mío.

El Sol quema; quema al ganado; quema las sementeras.
Dicen que en los cerros lejanos
que en los bosques sin fin,
una hambrienta serpiente,
serpiente diosa, hijo del Sol, dorada,
está buscando hombres.

—No es el Sol, es el corazón del Sol,
su resplandor,
su poderoso su alegre resplandor,
que viene en la sombra de los ojos de los cóndores.
No es el Sol, es una luz.

¡Levántate, ponte de pie; recibe ese ojo sin límites!
Tiembla con su luz;
sacúdete como los árboles de la gran selva,
empieza a gritar.
Formen una sola sombra, hombres, hombres de mi pueblo;
todos juntos
tiemblen con la luz que llega.
Beban la sangre áurea de la serpiente dios.
La sangre ardiente llega al ojo de los cóndores,
carga los cielos, los hace danzar,
desatarse y parir, crear.
Crea tú, padre mío, vida;
hombre, semejante mío, querido.

Oda al Jet (1966) Jetman, haylli

¡Abuelo mío! Estoy en el mundo de Arriba,
sobre los dioses mayores y menores, conocidos y no conocidos.
¿Qué es esto? Dios es hombre, el hombre es dios.
He aquí que los ríos, los adorados, que partían el mundo, se han convertido en el más delgado hilo que teje la araña.
El hombre es dios.
¿Dónde está el cóndor, dónde están las águilas?
Invisibles como los insectos alados se han perdido en el aire o entre las cosas ignoradas.

Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo: no os encuentro, ya no sois, he llegado al estadio que vuestros sacerdotes, y los antiguos, llamaron el Mundo de Arriba.

En ese mundo estoy, sentado, más cómodamente que en ningún sitio, sobre un lomo de fuego,
hierro encendido, blanquísimo, hecho por la mano del hombre, pez de viento.
Si. “Jet” es su nombre.
Las escamas de oro de todos los mares y los ríos no alcanzarían a brillar como él brilla.
El temible filo de nieve de las sagradas montañas, allá abajo resplandece, pequeñito; se ha convertido en lastimoso carámbano*.
El hombre es dios. Yo soy hombre. Él hizo este incontable pez golondrina de viento.

¡Gracias, hombre! No hijo del Dios Padre sino su hacedor.

Gracias, padre mío, mi contemporáneo. Nadie sabe hasta que mundos lanzarás tu flecha.
Hombre dios: mueve este pez golondrina para que tu sangre creadora se ilumine más a cada hora.

¡El infierno existe! No dirijas este fuego volador, señor de los señores, hacia el mundo donde se cuece la carne human;
que esta golondrina de oro de los cielos fecunde otros dioses en tu corazón, cada día.

Bajo el suave, el infinito seno del “jet”; ´más tierra, más hombre, más paloma, más gloria me siento; en todas las flores del mundo se han convertido mi pecho, mi rostro y mis manos.
Mis pecados, mis manchas, se evaporan, mi cuerpo vuelve a la dulce infancia.
Hombre, Señor tu hiciste a Dios para alcanzarlo, ¿o para qué otra cosa?
Para alcanzarlo lo creaste y lo persigues ya de cerca.
cuidado con el filo de este “jet”, más penetrante que las agujas de hielo terrenas, te rompa los ojos por la mitad;
es demasiado fuego, demasiado poderoso, demasiado libre, este inmenso pájaro de nieve.

Cuidado que tu hijo te envíe el latido de la muerte; la mariposa que nació de tu mano creadora puede convertir tu cabeza en cenizas.
Oye, hombre, ¡entiéndeme!
Bajo el pecho del “Jet” mis ojos se han convertido en los ojos de las águila pequeña a quien le es mostrado por primera vez el mundo.
No siento temor. Mi sangre está alcanzando a las estrellas;
los astros son mi sangre.
No te dejes matar por ningún astro, por este pez celeste, por este dios de los ríos que tus manos eternas fabricaron.
Dios Padre, Dios Hijo, dios Espíritu Santo, Dioses Montañas, Dios Inkarrí: mi pecho arde. Vosotros sois yo, yo soy vosotros, en el inagotable furor de este “Jet”.
No bajes a la tierra.
Sigue alzándote, vuela más todavía, hasta llegar al confín de los mundos que se multiplican hirviendo, eternamente. Móntate sobre ellos, dios gloria, dios hombre.
Al Dios que te hacía nacer y te mataba lo has matado ya, semjante mío, hombre de la tierra.
¡Ya no morirás!
He aquí que el “jet” da vueltas, movido por la respiración de los dioses de dioses que existieron, desde el comienzo hasta el fin que nadie sabe ni conoce.

ARGUEDAS, José María. Canto kechwa: con un ensayo sobre la capacidad de creación artística del pueblo indio y mestizo. Lima: Club del Libro Peruano, 1939. “Al maestro Lombardo Toledano, fervorosamente”. Rúbrica, sep. 43 Lima.
ARGUEDAS, José María. Canto kechwa: con un ensayo sobre la capacidad de creación artística del pueblo indio y mestizo. Lima: Club del Libro Peruano, 1939.

Al maestro Lombardo Toledano, fervorosamente. Sep. 43. Lima.

ARGUEDAS, José María. Yawer fiesta. Lima: C.I.P., 1941.
ARGUEDAS, José María. Yawer fiesta. Lima: C.I.P., 1941.

“Al maestro Lombardo Toledano, fervorosamente”. Sep. 43. Lima, Perú.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Novelas

  • 1941: Yawar fiesta. Revisada en 1958.
  • 1954: Diamantes y pedernales. Editada conjuntamente con una reedición del libro Agua y el cuento «Orovilca»
  • 1958: Los ríos profundos Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma en 1959. Fue reeditada en 1978 por la Biblioteca Ayacucho de Caracas con prólogo de Mario Vargas Llosa.
  • 1961: El Sexto Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma en 1962.
  • 1964: Todas las sangres
  • 1971: El zorro de arriba y el zorro de abajo Novela que dejó inconclusa y que fue publicada póstumamente.

Cuentos

  • 1935: Agua. Colección de cuentos integrada por: Agua, Los escoleros y Warma kuyay. Segundo premio en el concurso internacional promovido por la Revista Americana de Buenos Aires. Traducida al ruso, alemán, francés e inglés por La Literatura Internacional, de Moscú.
  • 1955: La muerte de los Arango. Cuento. Primer premio del Concurso Latinoamericano de Cuento en México.
  • 1962: La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.
  • 1965: El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-quechua).
  • 1967: Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico: «El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».19

Recopilaciones póstumas

  • 1972: El forastero y otros cuentos (Montevideo: Sandino). Contiene «El barranco», «Orovilca», «Hijo solo» y «El forastero».
  • 1972: Páginas escogidas (Lima: Universo). Selección de la obra de Arguedas, editada por Emilio Adolfo Westphalen.
  • 1973: Cuentos olvidados (Lima: Imágenes y Letras). Compilación de cuentos perdidos en periódicos y revistas de los años 1934 y 1935, edición y notas de José Luis Rouillon.
  • 1974: Relatos completos (Buenos Aires: Losada). Contiene los siguientes importantes relatos: «Agua», «Los escoleros», «Warma kuyay», «El barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La muerte de los Arango», «Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El sueño del pongo, «El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».

Poesía

Escritos primero en quechua, y luego traducidos al español por el mismo autor, los poemas de Arguedas asumen conscientemente la tradición de la poesía quechua, antigua y moderna, convalidan la visión del mundo que la anima, revitalizando sus mitos esenciales y condensan en un solo movimiento la protesta social y la reivindicación cultural.

  • 1962: Túpac Amaru Kamaq taytanchisman. Haylli-taki. A nuestro padre creador Túpac Amaru. Himno-canción.
  • 1966: Oda al jet.
  • 1969: Qollana Vietnam Llaqtaman / Al pueblo excelso de Vietnam.
  • 1972 – Katatay y otros poemas. Huc jayllikunapas. Poemas en versiones quechua y española. Publicado póstumamente por Sybila Arredondo de Arguedas.

Estudios etnológicos, antropológicos y del folcklore

Estos conforman la mayor parte de su producción escrita (solo un 12 % de esta corresponde a su narrativa).

  • 1938: Canto kechwa. Con un ensayo sobre la capacidad de creación artística del pueblo indio y mestizo. Edición bilingüe preparada en la prisión.
  • 1947: Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Recogidos por los maestros del país y editados en colaboración con Francisco Izquierdo Ríos.
  • 1949: Canciones y cuentos del pueblo quechua.
  • 1953: Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales: Folclor del valle del Mantaro.
  • 1956: Puquio, una cultura en proceso de cambio.
  • 1957: Estudio etnográfico de la feria de Huancayo.
  • 1957: Evolución de las comunidades indígenas. Premio Nacional Fomento a la Cultura Javier Prado en 1958.
  • 1958: El arte popular religioso y la cultura mestiza.
  • 1961: Cuentos mágico-religiosos quechuas de Lucanamarca.
  • 1966: Poesía quechua.
  • 1966: Dioses y Hombres de Huarochirí. Hermosa traducción directa al castellano, de los mitos de la creación del mundo de la recopilación hecha por el sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila a fines del siglo XVI, en la provincia de Huarochirí.
  • 1968: Las comunidades de España y del Perú.
  • 1975: Señores e indios: Acerca de la cultura quechua. Compilación de Ángel Rama.
  • 1976: Formación de una cultura nacional indoamericana. Compilación debida a Ángel Rama y cuyo título «busca interpretar… una preocupación central de Arguedas».

Edición de obras completas

En 1983 la editorial Horizonte, de Lima, editó las obras completas de José María Arguedas en cinco tomos, compilada por Sybila Arredondo de Arguedas.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email
Share on print
Print

Deja un comentario

X