Lombardo inicia el estudio del marxismo

Juan Campos

Lombardo inicia el estudio del marxismo

Por Juan Campos Vega

Un recorrido por los trabajos académicos, artículos periodísticos, debates parlamentarios, conferencias, y participación sindical de Vicente Lombardo Toledano nos permite seguir puntualmente el progreso de su formación intelectual, que pasa del conocimiento superficial del marxismo, a la aceptación parcial de los planteamientos de Carlos Marx, para concluir identificándose plenamente con la filosofía del proletariado.

Karl Marx

En 1919, en su tesis para optar por el título de abogado, presentada en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de México, hace referencia al marxismo basado en fuentes secundarias —en comentarios o análisis de diversos autores respecto de las obras de Carlos Marx y Federico Engels—, debido a la inexistencia en México de las obras de los fundadores del socialismo científico.

Lombardo argumenta que el socialismo en los términos clásicos no existe, pero que parte del Manifiesto del Partido Comunista del que afirma —repitiendo la opinión de su maestro Antonio Caso— que es el documento más importante del siglo XIX. Dice que los fundadores de la Internacional Carlos Marx, Ferdinand Lassalle y Federico Engels, interpretaron la doctrina hegeliana en su sentido materialista; opina que Carlos Marx es el individuo más importante en la historia de las doctrinas morales y políticas del siglo XIX; respecto de las ideas marxistas, asevera que los resultados lógicos de sus enseñanzas constituyen un juicio irreverente sobre la conducta humana, y que las consecuencias de la puesta en práctica de tales ideas, las hace responsables del desquiciamiento social en muchos pueblos de la Tierra y la convulsión de todas las instituciones políticas; para concluir sus comentarios acerca del marxismo, sostiene que al grito de Marx: “¡Agrupaos, proletarios del mundo!” han contestado el “maximalismo”, el “bolchevismo”, los “trabajadores del mundo” y los “espartacos” de Alemania [1].

Al abordar los efectos prácticos de la teoría marxista, y expresar su opinión acerca del socialismo y del marxismo: considera que el socialismo puro —del que considera que su mayor representante es Pierre-Joseph Proudhon—, es una doctrina justa, que sería un factor decisivo para la reconstrucción mundial que se inicia, si no fuera porque ha sido encubierta por otras teorías audaces, que son falsas como doctrinas científicas, pero más halagadoras para las clases obreras, debido a Marx y a sus discípulos, ejemplifica con el tema de la demanda del reparto de utilidades de las empresas, que tiene su origen en la teoría marxista de la supervalía [plusvalía], que ha sido construida basada en una falsa teoría del valor, que tanto Marx como sus comentadores han presentado, para no hacer discutible su origen, como resultado de las más estrictas pesquisas científicas [2]”.

La bibliografía que utiliza para desarrollar el tema —como era de esperarse por la inexistencia de traducciones al español— no incluye una sola de las obras de Marx o de Engels, y “en las notas marginales de su discusión sobre Marx apenas figuran dos trabajos secundarios bien oscuros [3]”: La reforme économique et social (1918), del economista Georges Valois —seudónimo de Alfred-Georges Gressent (1878-1945)—, quien después vinculó tradicionalismo y fascismo en su obra L’économie nouvelle (1919), y La filosofía Alemana desde Kant (1906), de Richard Falckenberg.

Friedrich Engels

A partir de esos trabajos, rebate uno a uno los postulados marxistas de tiempo de trabajo necesario y tiempo de trabajo adicional, y sin dejar de reconocer que Marx en algunas ocasiones ha realizado críticas muy justas y muy penetrantes, afirma que analizó la cantidad, pero se olvido de la calidad del trabajo, del aporte intelectual del individuo o individuos que dirigen la producción y también del interés personal del empresario, al que considera elemento necesario para la consumar el proceso de producción. A partir de esos planteamientos, Lombardo califica a la teoría de la plusvalía de colosal absurdo y razonamiento pueril. Además, al referirse a las características del país en ese momento, llega a la conclusión de que es necesario, después de tantos años de luchas intestinas, no solamente dar libertad, sino incluso ayudar a todos los que realizan esfuerzos productores, porque México necesita de la presencia de los capitales extranjeros que de seguro no estarían dispuestos a invertirse en México si no cuentan con amplias garantías de libertad [4]”.

En toda su tesis se refleja su concepción contraria al marxismo, y a la vez, “su posición filosóficamente idealista, con énfasis sobre la libre voluntad y el deber moral [5]”, característica del periodo temprano de su transformación ideológica y política.

Dos años después, en julio de 1921, entre sus actividades sindicales se encuentra —debido a su condición de dirigente magisterial—, su elección como delegado a la Tercera Convención Nacional de la CROM, que se realiza en Orizaba, Veracruz. En otro ámbito, pero siempre relacionado con la vida de los sindicatos, organiza y dirige el Grupo Solidario del Movimiento Obrero en febrero de 1922; dicho grupo está constituido por artistas, escritores e intelectuales, y su objetivo consiste en vincular a este sector con los trabajadores organizados en la CROM.

Un mes después, en su libro Ética. Sistema y método para la enseñanza de la moral en las escuelas elementales y profesionales, descalifica nuevamente al marxismo, y también enjuicia al anarquismo y al liberalismo; mientras del último sostiene que es “totalmente falso”, respecto de los dos primeros matiza su opinión, los considera falsos, pero afirma que algo encierran de verdad “como todas las reivindicaciones profundas de la humanidad en contra de sus tiranos [6]”. En ese momento los cambios en su pensamiento son apenas perceptibles, en esencia mantiene el énfasis “en la libre voluntad y la naturaleza absoluta de la idea [7]” de claro corte idealista filosófico.

En septiembre de 1923, en la Quinta Convención Nacional de la CROM, realizada en Guadalajara, Jalisco —en la que es electo miembro del comité central para las cuestiones educativas y culturales—, se opone a la enseñanza racionalista, basada en postulados pedagógicos de orientación anarquista, por considerarla anacrónica, incompleta, sectaria e infecunda, y propone que la enseñanza sea científica y democrática.

LeninA fines de 1923, es designado gobernador provisional del estado de Puebla (diciembre de 1923-marzo de 1924); en ese breve lapso, logra que los trabajadores de las panaderías pacten con sus patrones el primer contrato colectivo de trabajo que se suscribe en México, y hace pública su primera referencia conocida en torno a Vladímir Ilich Lenin, en una declaración que se incluye en el Boletín del Gobierno Libre y Soberano del Estado de Puebla, en ella opina con un criterio diferente a sus opiniones pasadas respecto del marxismo:

MacDonald [8] ha dado desde luego la solución que exigían la justicia y el sentido práctico: reconocer al Soviet como legítimo gobierno nacional de Rusia, entablando relaciones diplomáticas y comerciales con él. Por caso extraño, este reconocimiento coincide con la muerte de Lenin, alma del gobierno ruso. La reacción difunde por el mundo la idea de que Lenin, y con él el Soviet, habían claudicado de sus ideas, citando en apoyo de esta fábula las transacciones a que se vio obligada Rusia para no permanecer ahogada por sus enemigos, que le pusieron cerco de hambre, y ahora pretenden que el reconocimiento otorgado por el gobierno inglés tiene poco valor en vista de las nuevas orientaciones rusas. No hay tal; el reconocimiento del Soviet por Inglaterra es una tesis que el Partido Laborista viene sosteniendo desde años atrás, y Lenin ha muerto cuando su gobierno era el que mayor tiempo llevaba de duración entre todos los que actualmente existen en el mundo civilizado [9].

En noviembre de 1924, asiste a la Sexta Convención Nacional de la CROM, que se realiza en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde propone la reforma a la educación nacional, basada en los principios de la ciencia y en los ideales de la Revolución Mexicana.[10]

Vicente Lombardo Toledano
Vicente Lombardo Toledano

Lombardo, que por una parte, había estudiado filosofía en la Escuela de Altos Estudios, y por la otra, mantenía vínculos con la realidad en la que se desenvolvía la vida de los trabajadores, entra en conflicto con las ideas aprendidas en la universidad, que chocan con la realidad; el conflicto lo enfrenta con la decisión de seguir estudiando, de conocer a fondo la filosofía del socialismo científico a la que su maestro, Antonio Caso, hacía referencia como una filosofía contraria a la de Hegel, pero que jamás les analiza y explica a sus alumnos.

En su primera salida al extranjero, realizada durante los meses de abril a julio de 1925, en la que asiste en representación de la CROM, en calidad de observador, a la Séptima Conferencia Internacional del Trabajo que se celebra en Ginebra, Suiza, Lombardo se compromete con el director de la Oficina Internacional del Trabajo, Albert Thomas, a promover que México ingrese a la Organización Internacional del Trabajo (OIT); además, establece relaciones con los dirigentes del movimiento sindical europeo como Léon Jouhaux, Francisco Largo Caballero y Jan Oudegeest [11].

En su paso por Nueva York y también en su estancia en París, Lombardo, sabedor de que en México solamente se podía conseguir una reproducción adecuada del Manifiesto del Partido Comunista de Carlos Marx y Federico Engels, ya que las demás traducciones de las obras de los fundadores del marxismo eran de muy mala calidad, abre sendos créditos en una librería de cada una de estas ciudades, lo que le permite recibir los textos de Marx en otros idiomas; relata cómo inicia su aprendizaje del marxismo cuando no domina el idioma inglés: El capital me llevó seis meses de estudio constante, con diccionario al canto, y los demás textos del marxismo los tuve que estudiar en inglés y en francés, porque las traducciones al español eran tan malas que no se entendían [12]”.

[1] Vicente Lombardo Toledano (en adelante VLT), “El derecho público y las nuevas corrientes filosóficas”, Obra histórico-cronológica, t. I, vol. 1, México, CEFPSVLT, 1994, pp. 56-57 y 94.

[2] Ibid., pp. 104-105.

[3] Robert P. Millon, Vicente Lombardo Toledano. (Biografía Intelectual de un marxista mexicano)”, México, s/ed., 1964, p. 8.

[4] VLT, “El derecho público… op. cit., pp. 105, 107-108.

[5] Robert P. Millon, Vicente Lombardo Toledano… op. cit., p. 9.

[6] VLT, “Etica”, Obra histórico-cronológica, t. I, vol. 1, México, CEFPSVLT, 1994, p. 165.

[7] Robert P. Millon, Vicente Lombardo Toledano… op. cit., pp. 12-13.

[8] Se refiere a J. Ramsay MacDonald, secretario de Relaciones Exteriores del gobierno inglés y jefe del Partido Laborista.

[9] VLT, “El Partido Laborista triunfa en Inglaterra”, Obra histórico-cronológica, t. I, vol. 2, México, CEFPSVLT, 1994, pp. 10-11.

[10] Rosa María Otero y Gama, Vicente Lombardo Toledano. Datos biográficos, México, UOM, 1988, pp. 17.

[11] Idem.

[12] José Natividad Rosales y Víctor Rico Galán, “Lombardo: un hombre en la historia de México”, revista Siempre!, núm. 578, México, D. F., 22 de julio de 1964.

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