El Frente Popular Mexicano

Emilio

Por Emilio García Bonilla

Frecuentemente se menciona la evolución del partido oficial en México como un simple cambio de nombre, sin tomar en cuenta su transformación estructural y programática, particularmente importante fue la formación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) por su contexto y la influencia que tuvieron los dirigentes políticos y sindicales que participaron en el proceso de su conformación.

No debemos perder de vista el contexto en que el Partido Nacional Revolucionario se transformó en PRM: el gobierno de Lázaro Cárdenas llevaba a cabo políticas para profundizar el proceso revolucionario del país, con la consecuente reacción de sectores bien definidos, arrebatándole el poder y la toma de decisiones al expresidente Plutarco Elías Calles. El mundo se encontraba al borde de una nueva conflagración mundial debido al avance y expansión del nazifascismo. En México, la ideología socialista se difundía lo mismo desde las escuelas que entre los agremiados en la Confederación de Trabajadores de México y entre los obreros, artistas e intelectuales cercanos al Partido Comunista. No es de extrañarnos entonces que al nuevo partido se le llegara a considerar como una expresión del Frente Popular preconizado en el VII Congreso de la Internacional Comunista, y hasta llegara a proponerse la adopción del nombre de “Partido Socialista Mexicano”.

En su momento, Lombardo consideró que el Partido de la Revolución Mexicana surgió “no como un partido permanente, sino como una alianza entre la clase obrera, la clase campesina, el ejército y los sectores de la clase media dedicados a la política”, necesaria para “hacerle frente a todos los enemigos del gobierno y de la revolución”.[1] Además, valoró que “las mejores páginas de la historia de México, las que contienen las más brillantes luchas populares, demuestran que el Frente Popular en mi país ha sido la única técnica empleada contra la reacción interior y contra el imperialismo”.[2] La idea del Frente Nacional Democrático como línea política estratégica se gestó en Lombardo en la década de los treinta.

La CTM y el Frente Popular

A partir de la fundación de la Confederación de Trabajadores de México en febrero de 1936, Vicente Lombardo Toledano participó activamente para materializar el Frente Popular Mexicano. De tal forma, en el propio congreso constituyente de la CTM se nombró una comisión para que participara en el comité organizador del Frente Popular Antiimperialista que era una iniciativa del Partido Comunista de México, aunque se buscaría que quedara bajo la dirección del movimiento obrero.[3] Se dijo que se impulsaba la formación del Frente Popular “no por espíritu de imitación de lo que acontece en otros países, sino por causas objetivas de la situación nacional, ocasionadas por el ataque de las fuerzas reaccionarias del interior y las maquinaciones del fascismo internacional”.[4]

Por su parte, en septiembre de 1936,  el nuevo comité ejecutivo nacional del PNR publicó un manifiesto donde se mencionaba que la democracia a que aspiraba ese organismo “se concibe en términos de una creciente influencia de los obreros y los campesinos organizados, en la dirección política y económica de la comunidad”, por lo que se señaló que el partido mantendría una política de puertas abiertas frente a todas las organizaciones de obreros y de campesinos.[5]

En el Segundo Consejo Nacional de la CTM, celebrado en octubre de 1936, se acordó tomar las riendas de la conformación del Frente Popular, por lo que invitarían a los organismos sociales y políticos representativos de los sectores obrero, campesino y político para unirse “con el sólo propósito de luchar por la realización de un programa determinado […] a fin de dar de este modo a las luchas en favor de la independencia nacional, un carácter firme y claro.”[6]

El 10 de octubre de 1936, dirigentes de la CTM sostuvieron una reunión con Luís I. Rodríguez, entonces secretario particular del presidente Cárdenas, entre otros puntos abordaron el del “Frente Popular Mexicano. Su gran papel social e histórico. Su composición y su programa”, además intercambiaron opiniones sobre la relación entre la acción política de los trabajadores y el PNR, señalando también la necesidad de que hubiera un constante contacto entre la CTM y el gobierno “para el estudio y la discusión de los principales problemas de importancia general”, como la urgencia de un plan concreto “para fomentar la riqueza del país ante la crisis económica y política internacional que se avecina”.[7]

En noviembre de 1936, la dirigencia de la CTM se dirigió al Comité Ejecutivo Nacional del PNR e iniciaron las pláticas correspondientes junto con los miembros del Comité Organizador de la Unificación Campesina.[8] A mediados de 1937, Vicente Lombardo Toledano ya declaraba que la Confederación de Trabajadores de México había conseguido que el PNR, la Confederación Campesina Mexicana y el Partido Comunista aceptaran formar parte del Frente Popular Mexicano, el cual consideró como una necesidad debido a que “sólo la unión de los diversos sectores del pueblo de México, país semicolonial, será la fuerza que impida la explotación del pueblo por los elementos conservadores aliados al imperialismo extranjero”. Señaló además que una vez integrado el Frente, se invitaría a otros sectores “de menor importancia”, como la clase media y la pequeña burguesía, que aún no estaban organizadas.[9]

En las elecciones para diputados federales y senadores en 1937 el PNR invitó a la CTM y la Confederación Campesina Mexicana para que postularan candidatos “sin necesidad de sujetarse a los requisitos del partido”,[10] el Partido Comunista apoyó las candidaturas obreras y campesinas donde los comunistas tenían influencia.

Los preparativos para formalizar la conformación del Frente Popular Mexicano se retrasaron por la primera ruptura en el interior de la CTM, la cual se dio en su IV Consejo Nacional.

La “Unidad a toda costa”

Las diferencias entre velazquiztas y comunistas que se hicieron patentes en el congreso constituyente de la CTM se agravaron en su IV Consejo Nacional que tuvo lugar a finales de abril de 1937; en él, los delegados comunistas intentaron hacerse del control de los órganos de dirección. Lombardo Toledano criticó esa actitud porque era contraria a la estrategia del Frente dentro de la cual había nacido la CTM. Para Lombardo, las agrupaciones que formaban la central no tenían por qué ser homogéneas o subordinadas a una ideología única, siempre y cuando pudieran mantenerse unidas por una táctica común.

Los comunistas retiraron a sus delegados del consejo y a sus tres secretarios del comité nacional. Se separaron de la CTM aproximadamente 200 mil trabajadores de los sindicatos controlados por el PC o bajo su influencia, entre ellos el de ferrocarrileros y el Sindicato Mexicano de Electricistas.

Lombardo informó a los dirigentes de la Internacional Comunista sobre la división de la CTM como un retroceso en la construcción del Frente Popular. Earl Browder, secretario general del Partido Comunista de Estados Unidos y miembro del comité ejecutivo de la Internacional Comunista, vino a México en junio para convencer a los comunistas de la unidad necesaria en el movimiento obrero dada la difícil situación que se vivía tanto en el mundo como en el país, pues el 28 de mayo había estallado la huelga de los petroleros contra las empresas extranjeras.

Los dirigentes del Partido Comunista de México reconocieron sus errores y su actitud sectaria y aceptaron volver a la CTM en agosto bajo la consigna “Unidad a toda costa”, reconociendo “los acuerdos del IV Consejo y la autoridad del comité nacional que encabeza el compañero Lombardo”, reiterando su disposición para colaborar en la formación del Frente Popular y apoyar al gobierno de Cárdenas.[11]

(Primera parte de “Vicente Lombardo Toledano y la formación del Partido de la Revolución Mexicana”, trabajo presentado como ponencia en el 2° Congreso Internacional de Historia y Ciencias Sociales, Michoacán, junio de 2017.)


[1] Vicente Lombardo Toledano, entrevista con James Wilkie y Edna Monzón, 3 de diciembre de 1964, en Obra Histórico-cronológica, Tomo VI, suplemento, México, CEFPSVLT, 2016: pp. 139-140.

[2] FHUOM, Legajo 304, [mediados 1937], Entrevista a Vicente Lombardo Toledano por Douglas Montagu Jacobs, mecanuscrito.

[3] Ibídem: pp. 53-56.

[4] “Fundación del Partido de la Revolución Mexicana”, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 2, México, CEFPSVLT, 2011: p. 539.

[5] Citado en “Convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente”, 18 de enero de 1938, en FHUOM, Legajo 308.

[6] “Circular de información de la CTM a sus organizaciones filiales”, 23 de diciembre de 1936. en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 1, México, CEFPSVLT, 2011: pp. 226-227.

[7] FHUOM, Legajo 283. 10 de octubre de 1936, Sin autor, Memorándum “Licenciado Luís I. Rodríguez”. Rodríguez sería el primer presidente del PRM.

[8] Comunicación del CEN del PNR al Comité Nacional de la CTM, 20 de enero de 1937, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 1, México, CEFPSVLT, 2011: pp. 319-320.

[9] FHUOM, Legajo 304, [mediados 1937], Entrevista a Vicente Lombardo Toledano por Douglas Montagu Jacobs, mecanuscrito.

[10] Ídem.

[11] “¡Unidad a toda costa!” [Resolución adoptada por el pleno del Comité Central del Partido Comunista de México, celebrado del 26 al 30 de julio de 1937], en Guadalupe Pacheco Méndez, Arturo Anguiano Orozco, y Rogelio Vizcaíno A., Cárdenas y la izquierda mexicana, México, Juan Pablos Editor, 1975, pp. 297-307.

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