Andrés Henestrosa, 1906 – 2008

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Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Andrés Henestrosa Morales nació el 30 de noviembre de 1906 en San Francisco Ixhuatán, estado de Oaxaca (México), y falleció en la Ciudad de México el 10 de enero de 2008. Ilustre intelectual zapoteco, desempeñó labores como bibliófilo, escritor de fabulas, artículos, leyendas y relatos, como docente, historiador, lingüista, orador, político y periodista mexicano. Realizó su educación básica en Oaxaca, pero sólo sabía hablar en lengua zapoteca, así que a la edad de 15 años viajó a la Ciudad de México donde ingresó en la Escuela Normal de Maestros, institución donde obtuvo el conocimiento y dominio del español. Continuó sus estudios de bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria para luego pasar a la escuela Nacional de Jurisprudencia donde no llegó a graduarse. Al mismo tiempo estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde conoció a Antonio Caso, quien le animó a publicar su libro sobre leyendas y fábulas zapotecas: Los hombres que dispersó la danza publicada (1929). De su obra literaria destacan, además, Los caminos de Juárez, Retrato de mi madre y Los hombres que dispersó la danza y algunos recuerdos, andanzas y divagaciones. En 1936, la Fundación Guggenheim le concedió una beca cuyas investigaciones tuvieron como resultado la hispanización del idioma zapoteco, la creación de su alfabeto y un Diccionario zapoteco-español. Como político llegó a diputado y senador, y fue un acérrimo colaborador de José Vasconcelos, para el que durante su campaña a la presidencia de la República Mexicana, Henestrosa, escribió relatos inéditos sobre sus giras electorales por territorio mexicano. Como periodista escribió para periódicos mexicanos como el Excelsior, El Día, El Universal, Novedades y en las revistas Aspectos, Hoy, Casa del Tiempo, Época, Mar Abierto, De Ambos Mundos, Revista de América, la Revista de la Cámara de Diputados, la Revista de la Universidad, y fue fundador de la revista Las Letras Patrias y dirigió las revistas El libro y El Pueblo. También ejerció la docencia en Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de México y en la Escuela Normal de la Secretaria de Educación Pública.
Recibió premios y distinciones por su actividad periodística, legislativa y literaria como el Premio Elías Sourasky (1973), el Premio Nacional de Periodismo (1983), la Medalla Ignacio Manuel Altamirano, de la Secretaría de Educación Pública (1992) y la Medalla René Cassin, de la Tribuna Israelita (1992). Y en su honor se instauraron la Medalla Andrés Henestrosa, de Escritores Oaxaqueños, A.C. (1992) y la Medalla de la Comisión del Deporte Andrés Henestrosa.

Recordamos a Andrés Henestrosa con dos de sus poesías y dos de las dedicatorias que rubricó para su amigo el Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Ven a mí…

Ven a mí, acércate,
acércate más, más cerca.
Dame tu mano
y por el camino de mi mano
pásate y éntrate en mi corazón.
Escucha lentamente para que
puedas entender estas palabras
que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire,
como si fueran pequeñas balsas
próximas a naufragar su contenido.
Acógelas.
Sé tú como una blanda orilla de mar
a donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás
lo que es limpio, lo que es bello,
lo que transparente brota de mí
como una flor.
Acógelas, sé tú como una blanda orilla,
donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Pero ¡ay de mí!, si estando tú
en mi corazón, yo abro los ojos
y te busco en el viento y en la nube,
y otra vez me encuentro solo,
completamente solo bajo el viento.

Cuando yo muera

Niña, cuando yo muera
no llores sobre mi tumba;
toca sones alegres, mi vida,
cántame La Sandunga.

Toca el Bejuco de Oro,
la flor de todos los sones;
canta La Martiniana, mi vida,
que alegra los corazones.

No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.

Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
toca sones alegres, mi vida,
música que no muere.

No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.

HENESTROSA , Andrés. Los hombres que dispersó la danza. México: Imprenta Universitaria, 1946.

A Lombardo Toledano, que tanto sabe de estas cosas. Andrés Henestrosa.

HENESTROSA, Andrés. El retrato de mi madre: fragmento de una carta Ruth Dworkin. México: Ediciones los Presentes, 1950.

A don Vicente Lombardo Toledano, su constante admirador y amigo. Andrés Henestrosa.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: www.centrolombardo.edu.mx
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

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