Las hibridaciones con CTS

Las hibridaciones con CTS

Por Eduardo Vizcaya Xilotl

Seres mitológicos habitan las narraciones sobre el origen de la humanidad y de los animales, como es el caso de los titanes Prometeo y su hermano Epimeteo. En el Protágoras de Platón se cuenta que una vez que los animales y el hombre fueron creados por los dioses a partir de tierra y fuego, Epimeteo se encarga de la distribución de cualidades entre los animales, dotándolos para la lucha por la vida, pero al llegar al hombre se da cuenta que su provisión se ha agotado. Interviene entonces Prometo, quien roba el fuego del Olimpo y lo entrega a los hombres, para que éstos puedan desarrollar las artes y la técnica.

Si nos atenemos a la etimología de sus nombres, ya se ve un sesgo interesante, induciendo desde su mismo nombre características típicas de cada uno, pues Prometeo quiere decir el que piensa antes, el que prevé. Por su parte, Epimeteo significa retrospectiva, el que reflexiona más tarde, pensamiento tardío; y en tan mal concepto se le tiene, que hasta se habla del “síndrome de Epimeteo”, lo que se entiende como sinónimo

de falta de previsión, de improvisación, de no calcular las consecuencias de los propios actos y, en fin, de tomarse los asuntos serios con la trivial ligereza que suele garantizar casi siempre la propia ruina y, con frecuencia, no pocas calamidades ajenas. (Quintana, 2004: 17)

y ello se justifica, pues, como se sabe, las decisiones de Epimeteo acarrean posteriormente el castigo eterno para su hermano (eso sin profundizar, por ahora, en su relación con Pandora y su famosa caja).

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La “fuente de Prometeo” en la Facultad de Ciencias, UNAM (1994).

Aventurando otra posible interpretación, a estos hermanos titanes se les puede considerar como unos humanistas, pues en el caso de Epimeteo, aunque su respuesta es quedar pasmado ante lo sucedido de dejar inerme al hombre por haberse extralimitado otorgando capacidades a los animales, no es cínico ni indiferente. Al contrario, se le describe altamente preocupado, quizás con culpa, ante lo sucedido. Por su parte, Prometeo actúa rápido y es considerado por ello figura tutelar de la humanidad al otorgarle el fuego, que es entendido metafóricamente como conocimiento. El que se le asocie con la ciencia proviene de ahí.

La ciencia moderna, la que arranca a partir del siglo XVII, se construyó considerando al mundo como un rompecabezas que puede ser armado y desarmado a voluntad, algunas veces de manera literal, otras sólo a nivel conceptual, pero en ambos casos a partir del supuesto de que el conocimiento de los componentes -las partes de un sistema- puede dar una explicación cabal de la totalidad que se analiza. Bajo este enfoque se han alcanzado logros impresionantes, pero considerar que esa estrategia y sólo esa es suficiente es lo que se conoce como reduccionismo. Articulado a tal enfoque metodológico, se han decantado una serie de pares de conceptos que llaman la atención en su dicotomía aparente o porque parecen mantener una tensión entre sí: movimiento/reposo, sonido/silencio, determinismo/azar, vida/muerte, salud/enfermedad, mente/cuerpo, naturaleza/cultura, orden/desorden, permanencia/cambio, etc., en los que el pensamiento moderno usualmente ha privilegiado sólo uno de ambos extremos, negando categóricamente al otro o levantando barreras supuestamente impermeables entre ambos lados.

linaresAsociado a dicho enfoque moderno, se consideraba que más ciencia y más tecnología conducirían ineludiblemente al bienestar social, lo que usualmente se tradujo como progreso. En contraste con dicha visión, durante la segunda mitad del siglo XX (Cutcliffe, 2003) se configuró el campo interdisciplinar de Estudios CTS (ciencia, tecnología y sociedad), que estuvo motivado por diversos resultados adversos. Desde entonces:

La pretensión de que la aplicación del conocimiento científico habría de tener siempre consecuencias positivas ha cedido su lugar a la incertidumbre, al riesgo, y en muchos casos a formas novedosas de exclusión social. (Linares y Murguía, 2010: 12)

Actualmente se tiene una serie de efectos indeseados o paradójicos, donde la ciencia y la tecnología se encuentran altamente involucradas, por ejemplo: desechos tóxicos que son generados en cantidades industriales; riesgos asociados al manejo de la energía nuclear; propagación de cultivos transgénicos orientados en gran medida sólo por el lucro; ingente cantidad de ilícitos cometidos a través de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) a la par de las enormes posibilidades de construir sociedades educadas; retorno de enfermedades infecciosas que se consideraban erradicadas a la par del incremento en la esperanza de vida; crisis de cobertura y atención en los sistemas de salud, educación y de seguridad social en su conjunto. ¿Acaso se podrían haber anticipado todos esos efectos perniciosos?, ¿pudo Prometeo prever que al robar el fuego le esperaba un castigo eterno, pero que la decisión lo ameritaba? De manera similar, ¿acaso Epimeteo no podría haber usado su experiencia previa y por eso no otorgarle ningún don al ser humano?, en caso afirmativo, se puede argumentar que sus capacidades retrospectivas pueden ser muy útiles, e incluso necesarias, en la toma de decisiones, pues la memoria de lo ocurrido sirve para orientar, al descartar opciones que históricamente han sido inviables.

El tipo de preguntas anteriormente formuladas encuentran en el campo de CTS un lugar natural para generar respuestas, ya que como menciona Manuel Medina en el prólogo del libro Ideas, máquinas y valores: cutcliffe

la pertenencia al dominio general de CTS viene dado por: i) la comprensión constructiva y el estudio de la ciencia y la tecnología en su contexto social, político y cultural, ii) la valoración crítica de los desarrollos científicos y tecnológicos y iii) las formas democráticas de intervención en los mismos. (Medina en Cutcliffe, 2003: x)

Si bien cada inciso amerita una discusión aparte, por ahora se puede decir que el tercero nos llevará a las reflexiones sobre las experticias y las maneras en que se están modificando. Lo que aquí se propone es una hibridación entre las capacidades de ambos titánes, en el marco de CTS y por tanto con un espíritu fincado en el ejercio democrático, dado que las capacidades para prever de Prometeo como la visión retrospectiva de Epimeteo son necesarias para encarar los cambios sociales, culturales, ambientales, y que se dan tanto en escalas micro-locales como a nivel mundial; pero no son suficientes, porque los cambios socioambientales y culturales anteriormente señalados están generando, a su vez, reconfiguraciones profundas tanto de la ciencia y la tecnología como de los contextos en que se desarrollan, transformando las prácticas científicas cotidianas y convocando al encuentro de enfoques diversos y transversales, como es el caso de los estudios CTS.

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Coloquio en torno a la obra de T. S. Kuhn: “Revoluciones científicas y crisis sociales”, diciembre de 2012, Facultad de Ciencias, UNAM. Mesa inaugural: Pablo González Casanova, Rosaura Ruiz Gutiérrez, Manuel Peimbert Sierra, Ruy Pérez Tamayo y Germinal Cocho Gil. Moderador: Eduardo Vizcaya.

Un ejemplo paradigmático de lo anterior, que exhibe las limitaciones del reduccionismo y aboga por enfoques complejos, nos lo da Richard Levins (lamentablemente fallecido el 19 de enero de 2016) quien propugnaba lo siguiente:

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Rechacemos la separación entre el trabajo teórico y el trabajo práctico, entre explicaciones fisiológicas y explicaciones psicológicas, entre causas ambientales y causas genéticas, entre fenómenos aleatorios y fenómenos deterministas. Cada vez que dividimos el mundo en pedazos para colocarlos bajo diferentes disciplinas, estamos cometiendo no solamente errores intelectuales y científicos, sino haciendo daño también a las posibilidades de enfrentar los problemas grandes que afronta la humanidad actualmente. […] el científico es un trabajador, pero también es diferente a otros trabajadores, y la diferencia principal es que tiene interés en el producto de su esfuerzo. […] Entramos en la ciencia, en general, por dos razones: interés intelectual en la materia, más el deseo de hacer algo en beneficio de la humanidad. (Levins, 2015: p.19-20)

En el caso de las tecnologías contemporáneas, se hacen necesarias nuevas conceptualizaciones para comprender el tipo de valores (axiología) implicados, e intervenir con formas viables, pues “el demos se constituye solamente cuando se ve a sí mismo bajo la tensión del conflicto y la cooperación, de la diferencia de voces y autoridades, de agencias y planes de vida”. (Broncano, 2010: 45-46)

a-marcos Un caso importante se presenta en la informática, donde las barreras se difuminan y donde se tiene una transición que va de considerar “sistemas técnicos con consecuencias sociales” a “sistemas sociales técnicamente implementados” (Marcos, 2010: 19-20). Las consecuencias de dicha transición requieren la hibridación de al menos tres vertientes: a) la recuperación y actualización de algunos de los debates que se generaron desde la filosofía de la tecnología, comenzando, quizá, con alguna visión restrospectiva; b) conceptos originalmente acuñados o gestados en las ciencias sociales o en la filosofía política y ahora presentes en los debates tecnológicos, como los relativos a ciudadanía, democratización del conocimiento, participación ciudadana, gestión, equidad, etc. (Linares y Murguía, 2010); y c) los aspectos dinámicos y estructurales provenientes del estudio de las redes y sistemas complejos (físicos, biológicos y sociales), para discutir la robustez, la arquitectura organizacional, la diversidad, la tolerancia a fallos, etc. (Cocho, 2013).

Referencias

Broncano, F. 2010. “La autoridad (técnica) de la democracia” en Linares, J. E. y A. Murguía (coords.) 2012. Tecnociencia y democracia. Problemas y perspectivas hacia la participación ciudadana. México: UNAM, Seminario de Investigación sobre Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural.

Cocho Gil, G. 2013. “Complejidad, criticalidad y humanismo creativo”. En Vizcaya, E., Pacheco, L. y O. Miramontes (eds.), Ciencia y Sociedad: Pinceladas. [e-book] México: CopIt-arXives.

Cutcliffe, S. 2003. Ideas, máquinas y valores. Los Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Barcelona: Anthropos/UAM-Iztapalapa.

Levins, R. 2015. Una pierna adentro, una pierna afuera. [e-book] CopIt-arXives y EditoraC3.

Linares, J. E. y A. Murguía (coords.) 2012. Tecnociencia y democracia. Problemas y perspectivas hacia la participación ciudadana. México: UNAM, Seminario de Investigación sobre Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural.

Marcos, A. 2010. Ciencia y acción. Una filosofía práctica de la ciencia. México: FCE, Breviarios 567.

Quintana de Uña, D. 2004. El síndrome de Epimeteo: Occidente, la cultura del olvido. Santiago de Chile: Editorial Cuarto propio.

 

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