Miguel Aroche Parra, 1915-2016

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava, el Lic. Javier Arias, y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Miguel Aroche Parra nació en el estado de Guerrero (México), el 25 de agosto de 1915, y falleció el 19 de julio de 2016. Fue un destacado político y escritor mexicano, miembro del Partido Comunista Mexicano (PCM), aunque fue expulsado de este partido. Tras esto,  participó en el Congreso de Unidad Marxista de 1950, que dio origen al Partido Obrero Campesino de México (POCM), que en 1963 se fusionó con el Partido Popular Socialista (PPS). Miguel Aroche Parra también fue director del periódico Noviembre, órgano oficial del POCM. Tras la Derrota ferrocarrilera de 1959, fue recluido como preso político en la prisión del Palacio de Lecumberri y en la de Santa Martha Acatitla, de la Ciudad de México. Tras del POCM y el PPS en 1963, Miguel Aroche Parra y Carlos Sánchez Cárdenas se opusieron al nombramiento de Jorge Cruickshank García como presidente del PPS, situación que motivó su expulsión del partido y de 26 miembros más del Comité Central. Finalmente fue miembro del Movimiento de Acción y Unidad Socialista, diputado en la LVI legislatura de 1988-1991, y miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática.

Obra escrita: La derrota ferrocarrilera de 1959: aportes para un análisis objetivo de las últimas luchas obreras (1960), 28 poemas de amor y vida (1968), 53 poemas del 68 mexicano (1972), El Che, Genaro y las guerrillas: estrategia y táctica de la revolución en México (1974), Los secuestros de Figueroa, Zuno y la muerte de Lucio Cabañas (1976), Unidad antiimperialista, unidad proletaria (1985) y En busca de la Aurora (1999).

El Centro de Estudios rinde homenaje al poeta y político Miguel Aroche Parra con tres poesías y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Azul

Azul.
Azul, el potro del viento,
azul, el mar aún rugiendo,
azul, el llanto copioso del sentimiento,
azul, tu boca y tus manos y tu cuerpo,
azul, azul de contento,
azul de nubes, tenue, inconsútil azul,
azul por fuera y por dentro,
azul la tarde, la playa,
azul la gaviota en vuelo,
azul cuanto veo, cuanto toco, cuanto siento,
azul, el canto loco del amor que ofrezco, del amor que imploro,
azules tus besos netos,
tus caricias desgranándose entre muros, a la sombra azul de lirios,
azul el sol que se pone,
azul tu voz y mi voz,
azules en la penumbra, solos, muy solos, los dos
.

Dedicatoria y poesías seleccionadas de 28 poemas de amor y vida

AROCHE Parra, Miguel. 28 poemas de amor y vida. México: Editora y distribuidora nacionales de publicaciones, 1968.

IV – 26 – 1968. Al compañero Vicente Lombardo Toledano, cariñosamente. Firma de Miguel Aroche Parra.

Poesías

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Carlos Manuel Cox Roose, 1902 – 1986

*Desterrados apristas en México, 1929. De izquierda a derecha: Pavletich, Carlos Manuel Cox, Magda Portal, Serafín Delmar, Haya de la Torre, Enríquez y Vásquez Díaz.

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava, el Lic. Javier Arias, y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Carlos Manuel Cox Roose nació en la ciudad de Trujillo (Perú), el 2 de agosto de 1902, y falleció en Lima (Perú) el 18 de julio de 1986. Fue abogado, docente, economista, escritor, diputado y destacado político aprista peruano. Inició sus estudios en la Facultad de Letras y en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Trujillo. Continuó sus estudios en derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, pero no pudo concluir sus estudios debido a su activa participación en el movimiento estudiantil contra el gobierno de Augusto B. Leguía.

Carlos Manuel Cox acabó siendo desterrado a México, en donde se sumó a las actividades de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), que tenía como objetivo formar una red de movimientos sociales y políticas anti-imperialistas en América Latina, fundada por su amigo también peruano Víctor Manuel Haya de la Torre. A la caída del Presidente Leguía, Manuel Cox regresó a Perú y participó en la organización del partido APRA peruano, y fue nombrado primer secretario general. También fue diputado por la provincia de la Libertad, aunque desaforado, pero su exacerbada oposición al gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerroesto le valió el presidio y el exilio junto con la bancada Aprista. Cuando regresó a Perú, formó parte del Frente Democrático Nacional que promovió la candidatura presidencial de José Luis Bustamante, quién obtuvo el triunfo. También fue elegido por segunda ocasión diputado por la provincia de Trujillo, pero paso a la clandestinidad como consecuencia del hecho sangriento del Callao en octubre de 1950, que originó el destierro de su partido con el golpe de Estado del general Manuel A. Odría. Manuel Cox cayó preso político en 1950 y permaneció en el Panóptico (tipo de arquitectura carcelaria) hasta 1953. Gracias a las gestiones del su esposa Hilda Cassinelli, salió libre aunque deportado a los Estados Unidos de América, donde trabajó como obrero en una fábrica. Finalmente fue rescatado como intelectual por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y nombrado funcionario de la Comisión Permanente con sede en Buenos Aires, Argentina. Durante su residencia en México, se especializó en la Escuela de Economía (ahora Facultad) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cuando regreso al Perú tras asumir el poder Manuel Prado Ugarteche, se restablecieron los derechos políticos al APRA. También ejerció la docencia en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Marcos (USM) y obtuvo el grado de Doctor en Historia, en la Facultad de Letras de la (USM). Fue miembro del Grupo Norte, que reunió a los intelectuales del norte del país y miembro de la Comisión del Perú ante la Asamblea General de la ONU. Sus últimas participaciones políticas fueron como senador en el primer periodo de gobierno de Fernando Belaunde Terry, diputado por tercera ocasión y senador en el segundo periodo de Belaunde.

De su obra escrita: Los salarios en los ferrocarriles de México (1931), En torno al imperialismo (1933), Ideas económicas del aprismo (1934), Petróleo en Sudamérica (1941), Dinámica económica del aprismo (1948),  y Utopía y realidad en el Inca Garcilaso (1965).

El Centro Lombardo Toledano rinde homenaje al destacado político e intelectual Carlos Manuel Cox con dos dedicatorias que firmó para el Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

COX Roose, Carlos Manuel. Ideas económicas del aprismo: regionalismo económico reivindicación indígena. Lima: Cooperativa Aprista Atahualpa, 1934.

Al compañero y amigo Vicente Lombardo Toledano con la permanente expresión de mi afecto. Rúbrica de Carlos Manuel Cox.

En torno al imperialismo: ensayos. Lima, Perú: Editorial Cooperativa Aprista Atahualpa, 1933. Colección antimperialista, serie Indoamérica.

Al compañero Vicente Lombardo Toledano, valeroso y capaz director del movimiento renovador mexicano de los trabajadores manuales e intelectuales, homenaje de amistad y simpatía. Firma del Carlos Manuel Cox, Lima-Perú – 1934.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

123 Aniversario del Natalicio de Vicente Lombardo Toledano

123° Aniversario del Natalicio de Vicente Lombardo Toledano

Por Emilio García Bonilla

Vicente Lombardo Toledano nació el 16 de julio de 1894 en la Posada Buenavista de Teziutlán, Puebla. Realizó sus primeros estudios en la escuela laica Liceo Teziuteco, posteriormente en la Ciudad de México ingresó al Internado Nacional y a la Escuela Nacional Preparatoria. Cursó de forma simultánea las carreras de Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional, donde formó parte de la Generación de 1915 o de Los Siete Sabios junto a Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, entre otros.

Destacó en los ámbitos cultural, sindical y político, logrando el reconocimiento nacional e internacional por sus ideas, obra y lucha.

En la Federación Sindical Mundial, grabado de Alberto Beltrán

Fue el mejor intérprete e impulsor de la Revolución Mexicana de 1910. Desentrañó su profundo significado y amplió sus metas. Fue una revolución popular –dijo–, democrática, nacionalista y antimperialista. La primera de ese carácter en el siglo XX. Que produjo la Constitución política más avanzada de su tiempo, al crear un nuevo concepto jurídico de la propiedad, considerándola como una concesión a los particulares, sujeta siempre a las modalidades que dicte el interés público, y no como un derecho natural del individuo. Esta concepción revolucionaria de la propiedad es la que permitió la reivindicación de los recursos naturales de la nación como los hidrocarburos; los minerales del suelo, del subsuelo y de nuestro mar territorial; las comunicaciones e industrias que se encontraban en manos extranjeras. Así, cabe recordar como ejemplo representativo la expropiación petrolera del 18 de marzo de 1938 decretada por el general Lázaro Cárdenas.

Su inteligencia y acción creadora lo llevó a ocupar, desde muy joven diferentes cargos públicos y responsabilidades políticas: fue gobernador de Puebla a los 29 años de edad; oficial mayor del gobierno del Distrito Federal  y regidor del ayuntamiento de la Ciudad de México; diputado federal en dos períodos legislativos por el Partido Laborista en los años veinte; candidato a la Presidencia de la República en 1952 y diputado federal en el período legislativo 1964-1967 por el Partido Popular Socialista, fundado, y dirigido por él desde su creación en 1948 y hasta el 16 de noviembre de 1968.

Fue conductor del movimiento obrero, militó en la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), organizó la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), fundó y presidió la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) de 1938 a 1963 y participó en la fundación de la Federación Sindical Mundial, de la que fue uno de sus vicepresidentes.

Fundó y dirigió medios impresos, como el diario El Popular y las revistas Futuro y Nueva Democracia. También inspiró, propició y creó instituciones educativas y culturales como la Escuela Nacional Preparatoria Nocturna, el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Obrera de México que hoy lleva su nombre; en 1972 se creó por decreto presidencial el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”, con base en su vasta y selecta biblioteca, teniendo como sede la casa que fue su domicilio particular y familiar.

Impulsó el muralismo mexicano, poniendo a disposición de los grandes pintores encabezados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco los muros de la Escuela Nacional Preparatoria de la que fue su director.

Nos legó por lo menos dos guiones cinematográficos: Ha caído una estrella y El nervio del mundo. Incursionó en la poesía con sus poemas “Presente y Futuro”, “El hombre ha encontrado su camino”, “Este mi afán”, entre otros. Fue un filósofo, sociólogo, periodista, ensayista, orador, polemista, conferencista, antropólogo, innovando la concepción del homo sapiens y postulando a éste como el homo creator. También es destacable su trabajo arqueológico, antropológico y lingüístico, sobre todo en su tesis doctoral Geografía de las lenguas de la Sierra de Puebla.

En 1964, en ocasión de su cumpleaños número 70 fue objeto de un gran homenaje en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en aquella ocasión señaló:

Quienes empezamos a meditar sobre lo que México era cuando estalló la Revolución, descubrimos la magnitud del drama en que vivía, y esta revelación decidió el curso de nuestra existencia. Se presentó entonces para los jóvenes de mi generación un dilema: labrar nuestro porvenir como individuos, buscando nuestra felicidad al margen de la profunda convulsión que sacudía al pueblo, o vivir dentro de ella y tratar de contribuir al logro de las metas que pretendía alcanzar. Yo opté por el segundo camino, después de dudas y vacilaciones, cuando salí de la escuela, porque son tentadores la riqueza y los bienes que proporciona. Pero hecha la elección, mi vida como mexicano y como hombre de mi tiempo no me ha dado sino alegrías, porque no puede haber un incentivo mayor que el de sentirse parte, aunque sea infinitamente pequeña, de la grandiosa batalla por el acceso de toda la humanidad a los beneficios de la civilización, de la cultura y de la verdadera libertad que consiste en hacer del pensamiento una palanca para mover el mundo y transformarlo.[1]

Al referido homenaje asistieron personalidades y representantes de instituciones culturales, educativas, de organizaciones políticas y sindicales, así como diplomáticos acreditados en México de las embajadas de la Unión Soviética, Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia. Se recibieron saludos y felicitaciones de organizaciones de una veintena de países de América, Europa y Asia. En representación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el profesor Donaciano Serna Leal destacó que Vicente Lombardo Toledano “que podía haber permanecido encerrado en su torre de marfil, mirando desdeñosamente la realidad como tantos otros, ha preferido el riesgo de la lucha y el peligro de la trinchera. Y pudiendo haberse filiado, como muchos que olvidan su origen proletario, a las clases poderosas, se decide por acaudillar a los humildes y guiar a los desheredados; su talento lo ha puesto íntegro al servicio de la causa del pueblo; su esfuerzo múltiple y fecundo lo ha dedicado al servicio de obreros, campesinos, maestros, burócratas y estudiantes, al lado de quienes ha librado rudas batallas.”[2]

En el Centenario de su Natalicio, el 16 de julio de 1994, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres de México “como un reconocimiento al ilustre mexicano, fiel defensor de las causas sociales y los ideales populares”. En el decreto del entonces presidente de la República se señaló que “hizo de su vida fecunda y destacada labor en beneficio de la patria, teniendo siempre como motivo fundamental de sus acciones el fortalecimiento de la justicia social en pro de los trabajadores mexicanos. Fue impulsor decisivo de la expropiación petrolera de 1938, con firme espíritu nacionalista en favor de la independencia económica del país.”[3] Se dijo además que:

El egregio mexicano promovió vigorosamente la vida política nacional, con plena convicción de que los postulados fundamentales de nuestra Constitución Política deben ejercitarse de manera permanente a partir del principio democrático rectoral que establece que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo y que todo poder público dimana del pueblo. […] Durante toda su vida política generó vertientes participativas en favor de las diversas clases sociales y muy especialmente para impulsar el uso de los derechos políticos por parte de los obreros y trabajadores del país, convencido de que la democracia como sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, es el único conducto legítimo para alcanzar los grandes objetivos del proyecto nacional.[4]


[1] Vicente Lombardo Toledano, “Lo que la vida me ha enseñado”, discurso pronunciado el 1° de agosto de 1964, en Obra Histórico-cronológica, tomo VI, volumen 15, México, CEFPSVLT, 2012: p. 98.

[2] “Discurso del profesor Donaciano Serna Leal en representación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación”, en Homenaje a Vicente Lombardo Toledano 1894-1964, México, Universidad Obrera de México, 1964: pp. 22-23.

[3] Decreto del Presidente de la República, 13 de julio de 1994, en Marcela Lombardo (ed.), Homenajes de la República a Vicente Lombardo Toledano, México, CEFPSVLT, 2005: pp. 102-103

[4] Ídem.

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