LAS REVOLUCIONES DE MÉXICO (segunda parte)

LAS REVOLUCIONES DE MÉXICO (segunda parte)

Por Emilio García Bonilla

La Revolución Democrática, Antifeudal y Antiimperialista

Lombardo analiza con especial atención las causas y características de la tercera revolución mexicana por ser la más reciente y la que estaba vigente en el tiempo en que escribió. Encuentra que la causa principal de las contradicciones que dieron pie a esta revolución fue el latifundismo, el cual identificó con una forma de feudalismo.

portada_ap1910La concentración de las tierras hizo que las masas populares quedaran enfrentadas con la clase terrateniente, porque “la mayoría de la población económicamente activa estaba formada por peones”, quienes “vivían eternamente endeudados con el señor de la tierra, con el señor feudal” para quien trabajaban en jornadas de doce horas como mínimo, estando sujetos además a su jurisdicción pues el hacendado obraba como juez sin posibilidades de apelación; por si fuera poco, los peones “carecían de libertad para abandonar la hacienda”.[1]

El latifundismo también implicó la contradicción entre la burguesía mercantil y la naciente burguesía industrial porque la producción de las haciendas se limitaba a los mercados regionales imposibilitando la integración de un mercado nacional único, porque el poder adquisitivo de las masas rurales “era casi nulo”, y porque “el rendimiento de las tierras era bajísimo” debido a los rudimentarios métodos y medios de producción, en tanto, la incipiente burguesía industrial “pasaba ya de los talleres artesanales a los obrajes y a las primeras fábricas que empleaban los instrumentos mecánicos”.[2]

Una tercera contradicción producto del latifundismo se dio “entre el sistema democrático de gobierno establecido en la Constitución de la República, y la dictadura de la clase terrateniente que dominaba a los círculos dirigentes del país.” La prohibición de partidos políticos, la represión y censura política, el desinterés de la mayoría de los ciudadanos de votar en las elecciones, eran aspectos de lo anterior.[3]

20Una última contradicción que encuentra Lombardo enfrentaba a “los intereses de la nación con el capital extranjero invertido en el país”, debido a que en manos de extranjeros estaban tierras que habían sido de la Iglesia pero también que habían pertenecido a comunidades indígenas que fueron despojadas para beneficiar a los favoritos del régimen y a los extranjeros mediante la aplicación a modo de la Constitución o con la creación de leyes con ese fin.[4]

En su interpretación, Lombardo destaca que a finales del siglo XIX el capitalismo había entrado en su etapa imperialista, caracterizada, como la definió Lenin, por la exportación de capitales a los países atrasados. En el caso de México, los monopolios británicos y estadounidenses invirtieron principalmente en los ferrocarriles, la minería, las fundiciones y la industria petrolera.[5]

Nuestro autor señaló que se dio una alianza entre el capital extranjero y los terratenientes conservadores, lo cual era totalmente sui generis pues los capitalistas extranjeros ya habían llegado a la fase del imperialismo mientras que los terratenientes nacionales defendían, según Lombardo, una forma de feudalismo. Como quiera que sea, esa alianza frenó el desarrollo del capitalismo en México quedando relegada de la vida económica y política la burguesía nacional que iba emergiendo.[6]

De esa burguesía nacional relegada destacó la burguesía rural progresista, que se oponía a los latifundistas feudales, y que estaba formada por terratenientes con mentalidad burguesa que estaban relacionados con la industria minera en manos de mexicanos y con las industrias metalúrgicas y textiles. Fueron estos terratenientes progresistas (como Madero y Carranza) los que se pusieron a la cabeza del movimiento revolucionario.[7] Así, la revolución no fue un movimiento apoyado sólo por las masas populares sino también por “los sectores más avanzados de la burguesía mexicana que se hallaban en el campo”,[8] fue entonces, una revolución democrático-burguesa pero con características particulares: las luchas por las tierras le dieron el carácter de antifeudal, y la oposición al capital extranjero la definió como antiimperialista.

Si bien no hubo un programa único a lo largo de la revolución armada que definiera las características y reivindicaciones del movimiento, Lombardo nos dice que al examinar los manifiestos, planes y proclamas que surgieron al calor de la revolución, e incluso en los que se publicaron años antes de 1910, como el Programa del Partido Liberal de 1906, es posible observar que todos tenían rasgos comunes pues expresaron las exigencias del pueblo en el ámbito político-democrático, contra el latifundismo, por mejores condiciones laborales, y en menor medida contra la acción del imperialismo.[9]

Todas o casi todas las reivindicaciones expresadas en los planes revolucionarios quedaron incluidas en la Constitución de 1917. Lombardo considera que con el Congreso Constituyente de Querétaro murió el pensamiento liberal:

porque la filosofía liberal se basa en el individuo, en la persona física como base y objeto de las instituciones sociales; en cambio este liberalismo renovado, progresista, muy avanzado de la Asamblea de Querétaro invierte los términos. En 1857 se dijo: primero la persona, después la familia, después la nación. En Querétaro, en 1917, se dijo: primero la nación después el individuo.[10]

En la nueva Constitución, al lado de las garantías individuales quedaron las garantías sociales, expresadas en los artículos 27 y 123, la Carta Magna fue el resultado de la primera revolución democrática, antifedual y antiimperialista en el mundo. El objetivo inmediato de terminar con el sistema feudal en México se logró, además se establecieron “limitaciones para la participación de los extranjeros en el aprovechamiento de los recursos naturales del país”.[11] En este sentido, el artículo 27 constitucional es fundamental pues expresa el sentido antifeudal y antiimperialista de la Revolución al oponerse al latifundismo y expresar la defensa del territorio nacional ante los extranjeros.

muralismoLombardo Toledano analizó e interpretó a la Revolución Mexicana no con fines académicos, sino para encausarla hacia nuevos objetivos que permitieran un mejor nivel de vida para los mexicanos, y mayor soberanía e independencia económica para la nación.

Vale la pena repensar a la Revolución Mexicana a partir de las ideas que le dieron origen y sustento, producto de condiciones materiales y contradicciones sociales que hubo que superar para aspirar a nuevas perspectivas de desarrollo. Negar la rica historia de nuestro país y nuestro pueblo, bañada en sangre y lágrimas, y rememorar nuestro pasado sólo como pasajes anecdóticos y pintorescos, es condenarnos como nación.


(Ponencia presentada con el título “Vicente Lombardo Toledano, teórico de la Revolución Mexicana” en el III Coloquio Internacional y VI Coloquio Nacional “La Revolución Mexicana. Nuevas fuentes, instituciones, actores sociales y culturas”, realizado en la ciudad de Puebla del 16 al 18 de noviembre de 2016.)

[1] VLT, “La Revolución Mexicana. Causas”, conferencia dictada en el Paraninfo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en Morelia Michoacán, el 4 de abril de 1960, en Causas, objetivos y realizaciones de la Revolución Mexicana, México, CEFPSVLT, 2009: p. 9.

[2] Ibíd.: pp. 9-10.

[3] Ibíd.: p. 10.

[4] Ídem

[5] Ibíd.: p. 12.

[6] Ibíd.: p. 16-17.

[7] Ibíd.: p. 17.

[8] Ibíd.: p. 18.

[9] VLT, “La Revolución Mexicana. Primeros objetivos”, conferencia dictada en el Paraninfo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en Morelia Michoacán, el 5 de abril de 1960, en Causas, objetivos y realizaciones de la Revolución Mexicana, México, CEFPSVLT, 2009: pp. 22-33.

[10] Ibíd.: p. 34.

[11] VLT, “La Personalidad de México”, capítulo de ¿Moscú o Pekín? La vía mexicana hacia el socialismo (1963), en Obra Histórico-cronológica, Tomo VI, Vol. 11, México, CEFPSVLT, 2011: p. 81.

Andrés Henestrosa, 1906 – 2008

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Andrés Henestrosa Morales nació el 30 de noviembre de 1906 en San Francisco Ixhuatán, estado de Oaxaca (México), y falleció en la Ciudad de México el 10 de enero de 2008. Ilustre intelectual zapoteco, desempeñó labores como bibliófilo, escritor de fabulas, artículos, leyendas y relatos, como docente, historiador, lingüista, orador, político y periodista mexicano. Realizó su educación básica en Oaxaca, pero sólo sabía hablar en lengua zapoteca, así que a la edad de 15 años viajó a la Ciudad de México donde ingresó en la Escuela Normal de Maestros, institución donde obtuvo el conocimiento y dominio del español. Continuó sus estudios de bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria para luego pasar a la escuela Nacional de Jurisprudencia donde no llegó a graduarse. Al mismo tiempo estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde conoció a Antonio Caso, quien le animó a publicar su libro sobre leyendas y fábulas zapotecas: Los hombres que dispersó la danza publicada (1929). De su obra literaria destacan, además, Los caminos de Juárez, Retrato de mi madre y Los hombres que dispersó la danza y algunos recuerdos, andanzas y divagaciones. En 1936, la Fundación Guggenheim le concedió una beca cuyas investigaciones tuvieron como resultado la hispanización del idioma zapoteco, la creación de su alfabeto y un Diccionario zapoteco-español. Como político llegó a diputado y senador, y fue un acérrimo colaborador de José Vasconcelos, para el que durante su campaña a la presidencia de la República Mexicana, Henestrosa, escribió relatos inéditos sobre sus giras electorales por territorio mexicano. Como periodista escribió para periódicos mexicanos como el Excelsior, El Día, El Universal, Novedades y en las revistas Aspectos, Hoy, Casa del Tiempo, Época, Mar Abierto, De Ambos Mundos, Revista de América, la Revista de la Cámara de Diputados, la Revista de la Universidad, y fue fundador de la revista Las Letras Patrias y dirigió las revistas El libro y El Pueblo. También ejerció la docencia en Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de México y en la Escuela Normal de la Secretaria de Educación Pública.
Recibió premios y distinciones por su actividad periodística, legislativa y literaria como el Premio Elías Sourasky (1973), el Premio Nacional de Periodismo (1983), la Medalla Ignacio Manuel Altamirano, de la Secretaría de Educación Pública (1992) y la Medalla René Cassin, de la Tribuna Israelita (1992). Y en su honor se instauraron la Medalla Andrés Henestrosa, de Escritores Oaxaqueños, A.C. (1992) y la Medalla de la Comisión del Deporte Andrés Henestrosa.

Recordamos a Andrés Henestrosa con dos de sus poesías y dos de las dedicatorias que rubricó para su amigo el Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Ven a mí…

Ven a mí, acércate,
acércate más, más cerca.
Dame tu mano
y por el camino de mi mano
pásate y éntrate en mi corazón.
Escucha lentamente para que
puedas entender estas palabras
que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire,
como si fueran pequeñas balsas
próximas a naufragar su contenido.
Acógelas.
Sé tú como una blanda orilla de mar
a donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás
lo que es limpio, lo que es bello,
lo que transparente brota de mí
como una flor.
Acógelas, sé tú como una blanda orilla,
donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Pero ¡ay de mí!, si estando tú
en mi corazón, yo abro los ojos
y te busco en el viento y en la nube,
y otra vez me encuentro solo,
completamente solo bajo el viento.

Cuando yo muera

Niña, cuando yo muera
no llores sobre mi tumba;
toca sones alegres, mi vida,
cántame La Sandunga.

Toca el Bejuco de Oro,
la flor de todos los sones;
canta La Martiniana, mi vida,
que alegra los corazones.

No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.

Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
toca sones alegres, mi vida,
música que no muere.

No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.

HENESTROSA , Andrés. Los hombres que dispersó la danza. México: Imprenta Universitaria, 1946.

A Lombardo Toledano, que tanto sabe de estas cosas. Andrés Henestrosa.

HENESTROSA, Andrés. El retrato de mi madre: fragmento de una carta Ruth Dworkin. México: Ediciones los Presentes, 1950.

A don Vicente Lombardo Toledano, su constante admirador y amigo. Andrés Henestrosa.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: www.centrolombardo.edu.mx
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Nacionalismo revolucionario y economía mixta

Nacionalismo revolucionario y economía mixta

Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

Nacionalismo revolucionario y economía mixta fueron dos expresiones relevantes hacia fines de la década de los sesentas.

El contexto internacional.

Numerosas colonias de Asia y África se habían emancipado, gracias a las luchas de sus pueblos. El contexto internacional, sobre todo la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial y las acciones desplegadas por la Unión Soviética, crearon las condiciones. La URSS, en efecto, desplegó una campaña diplomática en favor de la liberación de las colonias, y les ofreció un valioso apoyo económico, científico y tecnológico.

Cómo desarrollar las fuerzas productivas de los países dependientes.

Tomó un lugar destacado entre los más grandes economistas del siglo XX
Tomó un lugar destacado entre los más grandes economistas del siglo XX

Logradas sus independencias, surgió la gran preocupación: ¿Cómo podrían estos países recién independizados desarrollar sus economías atrasadas por siglos de saqueo y sobrexplotación externa?

Científicos y especialistas en economía política examinaban el asunto. Sus teorías se discutían en los principales foros académicos y políticos del mundo. Uno de los que más aportó fue Oscar Lange, de nacionalidad polaca. Se trató de un docto economista marxista, y un político cimero, que llegó a ocupar la vicepresidencia de su país.

La propuesta de Oscar Lange resumida por Lombardo.

Vicente Lombardo Toledano resumió en seis puntos el contenido de la propuesta de Lange para el desarrollo de los países que no alcanzaron la cima del modo de producción capitalista:

“1. Las inversiones públicas, o sea, las inversiones que el Estado realiza, son el factor más importante del desarrollo económico, porque la burguesía en los países atrasados no se ha desarrollado suficientemente y carece de medios para tomar a su cargo la transformación de las viejas formas de la producción en una economía moderna.

“2. La nacionalización de las empresas privadas, especialmente las del capital extranjero, que adopta diversas formas y que en algunos países se ha ido extendiendo a las empresas privadas en manos de nacionales.

“3. La creación de un amplio frente nacional que abarca diversos sectores… para impulsar el desarrollo económico con independencia del extranjero.

“4. La canalización de las inversiones privadas en las ramas productivas para acelerar el desarrollo.

En septiembre de 1956, el presidente Nasser procedió a nacionalizar el Canal de Suez
En septiembre de 1956, el presidente Nasser procedió a nacionalizar el Canal de Suez.

“5. La reforma agraria, que no sólo tiene por objeto mejorar las condiciones de vida de los campesinos y obreros agrícolas, sino también obligar a los antiguos terratenientes a que realicen inversiones de tipo industrial.

“6. La planificación del desarrollo económico[1]

El nacionalismo revolucionario, países donde se aplicó.

Numerosos países empezaron a aplicar por ese tiempo la fórmula, que Lange llamó “nacionalismo revolucionario”, y sus economías comenzaron a desarrollarse con ímpetu.

Fue el caso de Egipto, en tiempos de Gamal Abdel Nasser. También de la India, durante el gobierno de Jawaharlal Nehru, e Indonesia durante el mandato de Ahmed Sukarno. Los suyos fueron gobiernos nacionalistas, resueltos a sacar a sus países de la dependencia respecto del imperialismo y hacerlos avanzar hacia una época de prosperidad.

Primer ministro de la India desde la independencia hasta su muerte
Primer ministro de la India desde la independencia hasta su muerte

La propuesta de Lange se demostró eficaz.

El análisis de Lange fue correcto al considerar que descansar el desarrollo de las fuerzas productivas en el Estado era la única vía al alcance de los países del entonces llamado tercer mundo. Porque con la aparición del imperialismo, la senda del capitalismo clásico que habían seguido Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y Japón, entre otros, quedó cerrada para nuevos actores. Porque las inversiones externas, lejos de ayudar, descapitalizan a los países que someten y los condenan al atraso eterno. Por eso, les es indispensable nacionalizar las principales fuentes de riqueza.

También consideró que el desenvolvimiento económico no puede quedar al libre albedrío de los capitalistas, sino que debe ser planificado por el Estado nacional. Además, el Estado mismo debe quedar en manos de un conjunto de clases sociales y fuerzas patrióticas, no entreguistas, que integren un gran frente nacional, porque sólo un Estado así puede poner en marcha un programa de desarrollo nacionalista revolucionario que incluya la indispensable Reforma Agraria a fondo.

Pero el análisis de Lange también fue correcto porque tuvo en cuenta que las antiguas colonias, igual que las neocolonias, con sus modos de producción precapitalistas, carecían (y carecen) de la base material que les permita poner en marcha el modo de producción socialista con posibilidades de éxito. Y para colmo, la correlación interna de fuerzas tampoco consentía esa posibilidad.

Líder de la independencia de Indonesia.
Líder de la independencia de Indonesia.

Coincidencias entre la propuesta de Lange y la vía de desarrollo surgida de la Revolución Mexicana.

Como se ve, la propuesta de Lange coincide plenamente con la senda que desde décadas atrás venía recorriendo México. Desde los tiempos de Obregón y, sobre todo, Cárdenas, mismo que los constituyentes de 1916-17 habían fundamentado ya en el muy avanzado artículo 27 de la Carta de Querétaro. El camino de la intervención del Estado en la economía, que a querer o no también siguieron los gobiernos de López Mateos, Díaz Ordaz, Luis Echeverría y el mismo López Portillo. La vía que exige el establecimiento de una economía que descanse en la propiedad estatal y que admita la propiedad privada, pero sujeta a condiciones y reglamentaciones.

Por eso, retomando la experiencia mexicana al respecto, Lombardo, sin duda el más destacado estudioso y teórico de este asunto en el mundo, escribió, con relación a los meritorios trabajos de Lange y otros colegas suyos:

“Antes de que los economistas europeos hubieran puesto su atención en las características del desarrollo de los países atrasados, que sólo aparece después de la Segunda Guerra Mundial, con la rebelión de los países coloniales por su independencia política, México ya había iniciado el camino del desarrollo nacional revolucionario.”[2]

Pasar de economías precapitalistas al nacionalismo revolucionario, un paso progresista.

Ejerció la vía de desarrollo surgida de la Revolución Mexicana.
Ejerció la vía de desarrollo surgida de la Revolución Mexicana.

Desde luego que Lombardo tenía razón. México era probablemente el país del mundo donde más había avanzado ese proceso. Aunque hay que recordar que aquí se le venía llamando indistintamente “capitalismo de Estado”, “vía surgida de la Revolución Mexicana” o “vía mexicana de desarrollo de la economía”.

Analizando los resultados que esa vía de desenvolvimiento económico venía arrojando, el notable pensador marxista analizó:

“¿Ha sido un paso progresista el tránsito de las formas precapitalistas de producción a las formas de producción del nacionalismo revolucionario? Evidentemente. Porque lo fundamental, como hemos repetido hace muchos años, es pasar no sólo de la condición de país exportador de materias primas a la de país industrial, sino crecer con independencia del imperialismo.”[3]

Y volviendo al caso de México, agregó:

“Y, como el imperialismo es una fuerza económica, ante todo, la principal tarea revolucionaria es la de liberar a México del imperialismo, crear su propia economía, colocar a la llamada iniciativa privada como un factor complementario de la economía estatal, establecer condiciones severas para las inversiones directas provenientes del extranjero y preferir los créditos de gobierno a gobierno o el crédito internacional para nuestro desarrollo, sin condiciones políticas.”[4]

Falso que los políticos priístas hayan inventado el nacionalismo revolucionario.

 Vicente Lombardo Toledano, pensador marxista y dirigente político de la clase trabajadora.
Vicente Lombardo Toledano, pensador marxista y dirigente político de la clase trabajadora.

A posteriori, muchos críticos superficiales de aquella compleja etapa han dicho, entre otras falsedades, que los políticos priístas inventaron el “nacionalismo revolucionario”. Quienes eso afirman no se han tomado la molestia de investigar los hechos. Lo cierto es que a una parte de la fracción nacionalista de la burguesía gobernante en nuestro país le gustó la terminología surgida con los estudios de Lange y sus colegas y adoptó para sí el nombre de nacionalismo revolucionario, dado que evocaba a la Revolución Mexicana, de la que todavía se consideraban herederos. Por eso se puso de moda esa expresión, en nuestro país.

Economía mixta, expresión predilecta de la burguesía nacionalista.

Pero fue otra denominación la que predominó dentro de esa misma fracción de clase: “economía mixta”. Esta expresión que le convino más a aquella burguesía nacionalista, pero las más de las veces, temerosa ante al imperialismo y hostil y represiva frente al pueblo; burguesía contradictoria, en muchos aspectos, en aquel mundo dominado por una fuerte confrontación entre los países del campo socialista y las potencias imperialistas, época de la llamada “guerra fría”.

Según su peculiar interpretación, la economía mixta vendría a ser una especie de organización económica de un tercer tipo, diferente al socialismo y al capitalismo, con lo que la clase gobernante, por cobardía, pero también por intereses de clase, pretendió mostrarse equidistante de unos y otros. Aunque, como se ve, con la expresión citada hacían a un lado la verdadera naturaleza del fenómeno que venimos refiriendo, la del mecanismo que hace posible el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales dirigido a independizarse del imperialismo.

La vía de la intervención del Estado en la economía, vigente hoy.

Más allá del nombre que se le quiera dar, la vía de la intervención del Estado en la economía sigue siendo hasta hoy, en plena etapa de la globalización neoliberal, la única que permite el desarrollo de las fuerzas productivas de una sociedad precapitalista, con rumbo a la independencia plena, económica y política.

América Latina está en plena batalla por su emancipación.

Ésta es la batalla que se está librando en toda América Latina, incluido México. Y la que se está librando también en otras latitudes, en general en el mundo no desarrollado. Los pueblos luchan por construir un Estado dominado por clases y sectores sociales patrióticos, y no entreguistas, que ponga en marcha lo que hoy se llama un programa antineoliberal, y el imperialismo y sus servidores internos, tratan, hoy como ayer, de impedirlo a toda costa.

 

[1] Vicente Lombardo Toledano, “¿Cuál es el camino? Uno es el del socialismo y otro es el de la jauría”. Artículo publicado en la revista Siempre! El 30 de noviembre de 1966.

[2] Ibidem.

[3] Ibídem.

[4] Ibídem.

Jacobo Cárcamo, 1916 – 1959

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Jacobo Cárcamo fue un intelectual hondureño, escritor y poeta, nacido el 28 de noviembre de 1916 en el municipio El Arenal (Honduras). Inició sus estudios primarios en El Arenal, que continuó y concluyó en la Escuela Modesto Chacón de Olanchito en Yoro. A la par que realizaba sus estudios secundarios en el Instituto Central de Varones de Tegucigalpa se desempeñó como reportero del diario El Cronista y publicó su primer libro de poesías “Flores del alma” (1935); poesías que tuvieron una buena acogida entre los intelectuales y literatos hondureños. Esto le perfiló como un poeta prometedor para la literatura de su país natal y, en 1938, publicó su segundo libro de poesías “Brazas azules”. En 1942, siendo ya un consagrado poeta, decidió partir a México para realizar sus estudios universitarios, gracias a una beca lograda a través de su amigo Marco Carias Reyes, secretario privado del dictador Tiburcio Carias Andino. Beca a la que renunció por la indignación que sentía, al ver desde México a su patria mancillada.

En México se unió al frente de oposición al gobierno del tirano Carias Andino, conformado por intelectuales hondureños de la talla de Rafael Heliodoro Valle, Alfonso Guillén Zelaya, Félix Canales Salazar, José Ángel Ulloa. En 1955 publicó en México su libro “Laurel de Anáhuac” y recibió la noticia, desde su añorado país Honduras, de que el Consejo Superior Universitario le había otorgado el Premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa”. Premio que recibió por conducto del embajador y poeta de Honduras en México Porfirio Hernández. Además del premio, también se le entregó una invitación para volver a Honduras realizada por el rector Ernesto Argueta. Finalmente falleció el 2 de agosto de 1959 en Chapingo (México).

El Centro de Estudios rinde homenaje al poeta hondureño Jacobo Cárcamo poniendo a disposición cinco de sus poesías y la dedicatoria que rubricó para su amigo del círculo de intelectuales mexicanos el Mtro. Lombardo Toledano.

AUNQUE NO ESTOY CONFORME…

Aunque no estoy conforme,
Yo agradezco a la vida porque he vivido pobre.
Tal vez si fuera rico
Tendría el alma dura
Y sordos los oídos
Y cerrados los ojos.
Tal vez si fuera rico,
Mi verso -caracol humano-
No sería esta recia repercusión de pueblos
Enloquecidos de hambre.
¡Aunque no estoy conforme,
Yo agradezco a la vida!

ANTÍFONA DEL PUÑO

Una mano abierta…
Nada más triste que una mano abierta…
Es la mano que pide,
La mano que se humilla
Por el sol negro de un mendrugo
O por el ojo rojo de un centavo.

Oh el entusiasmo vertical
De un puño en alto…
Es como un mástil de orgullos
Dispuesto a defenderse,
Es como un botón e rebeldías
Listo para reclamar.

Nada más bello,
Nada más elegante
Que alzar como una grímpola de fuego
La protesta redonda de una mano cerrada.

CARBON

Los ojos verdes de tanto ver canciones,
El cabello un ejército de negros alfileres
Que defiende el cuartel de las ideas…
Las manos como fuertes sensitivas
Que con el roce del dolor del mundo
Contraen sus diez hojas para formar dos puños;
¿Y el corazón? El corazón buscadlo
Bajo las ropas de una niña hermosa
O en el bolsillo sucio de un obrero.

ANTÍFONA DEL INDIO

Indio americano…
Melancólico…
Retostado…
Jadeante…

Irrespetado por el sol,
Traicionado por la tierra,
Explotado por los blancos.

Indio
De la lágrima oculta
Y del quejido silencioso,
Que llevas en la cara y en el gesto
El sello de la raza.

Mañana,
Cuando la aurora de la justicia
Extienda sus paracaídas de luciérnagas,
No serás indio:
Serás hombre!

Camarada triste,
Explotado,
Sudoroso,
Recoge tus gritos no gritados
Para que salgan por tu boca hinchada
Como un coro de soles.
Ten el ojo abierto…
Ten el puño listo y espera la señal.

TREBOL ROJO

I
Esos que llamas callos de tus manos
Son un mundo de estrellas apagadas
Que se habrán de encender en el futuro.

II
El surco es una larga boca negra
Que en épocas de siembra te sonríe
Y en tiempos de cosecha te desprecia.

III
Antes cuando sufrías llorabas…
Ahora no…
Ahora tienes los ojos ocupados
En ver lo que hay a la vuelta de tus penas.

pino-jacbo-carcamo
CARCAMO, Jacobo. 7 de marzo y 8 de abril: pino y sangre. México: Vórtice, 1955.

Al doctor don Vicente Lombardo Toledano, el profundo afecto de Jacobo Cárcamo. Uruguay # 21. México, D. F.       

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: www.centrolombardo.edu.mx

Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Referencias: Servicios Bibliotecarios del Centro Lombardo Toledano y el Blog Jacobo Cárcamo.
Poesías albergadas en Biblioteca Virtual de Poesía Hondureña.

  • Imagen de Jacobo Cárcamo albergada en el diario La Tribuna.

Alfredo Barrera Vásquez, 1900 -1980

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Alfredo Barrera Vásquez fue un destacado intelectual mexicano nacido el 26 de noviembre de 1900 en Maxcanú, estado de Yucatán (México), y falleció el 28 de diciembre de 1980. Desde la niñez aprendió a hablar como bilingüe en maya y español. Fue un incansable escritor que ayudó a promover los estudios en antropología, lingüística, escritura, calendario y literatura maya, con destacadas aportaciones sobre la historia de México y Yucatán. Estudió hasta el bachillerato en Europa, y regresó en 1977 a Mérida, Yucatán, para ingresar en la Escuela de Bellas Artes. Posteriormente se trasladó a la Ciudad de México para continuar sus estudios en pintura y grabado; ingresando, además, en la Escuela Nacional Normal de Maestros. En 1922 regresó a Mérida donde ejerció la docencia en la Escuela de Bellas Artes y en la Facultad de Ingeniería. Finalmante, continuó sus estudios en Filosofía Letras, en la Ciudad de México, y viajó a España para para terminar sus estudios en letras españolas. Cuando regresó de España en 1937, fue nombrado director del Museo Arqueológico e Histórico de Yucatán, fundó la Academia de la Lengua Maya, la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona, el Centro de Estudios Mayas, el Centro de Estudios Antrológicos, el Instituto de Etnografía, Historia y Bibliografía de Yucatán, y consolidó la creación del Instituto Yucateco de Antropología e Historia. También fue nombrado por la UNESCO Jefe de Programas para el estudio de las lenguas vernáculas en la educación, y fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Academia Franciscana de la Historia en Washington, Estados Unidos de América.

En homenaje al eminente autor, el Centro de Estudios publica dos de las dedicatorias que Alfredo Barrera Vásquez rubricó en honor a su amigo Vicente Lombardo Toledano.

BARRERA Vásquez, Alfredo. Cuentos mayas. México: Costa-Amic, 1947. (Colección “Lunes”, 29).

Al Lic. V. lombardo Toledano con la admiración del autor.

el-libro-de-los-cantares-de-dzitbalche-alfredo
BARRERA Vásquez, Alfredo. El Libro de los cantares de Dzitbalché. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, Secretaria de Educación Pública, 1965. (Serie Investigaciones, 9)

Al Sr. Lic. Vicente Lombardo Toledano con mi respeto, mi admiración, mi devoción. México, Yuc. 4. 1966.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

OBRA

  • Traducción del maya al castellano del Códice de Calkiní. Gobierno de Campeche. 1957.
  • “Baltasar Mutul, autor de un libro de Jesucristo y de un discurso sobre misa en lengua maya” en maya research 2pp 299-301 (1935)
  • “El códice Pérez” (Basado en la compilación del filólogo mayista del siglo XIX, Juan Pío Pérez. Revista mexicana de estudios antropológicos vol.3 no.1 (1939)
  • “La identificación de la Deidad E. de Schellhas” en cuadernos mayas no.2 Mérida (1939a)
  • “Sobre la significación de algunos nombres de signos del Calendario Maya” en los mayas antiguos pp 81-85 México (1941)
  • “El pulque entre los mayas” en cuadernos mayas no.3 Mérida (1941a)
  • “Horóscopos mayas o el pronóstico de los libros, 20signos del tzolkín, según los libros del Chilam Balam de Káua y de Maní” en registro de cultura yucateca, año 1, no.6 pp4-33 México (1943)
  • “Canción de la danza del arquero flechador” en Tlalocan vol.1 no.4 pp 273-277 Sacramento, California (1944)
  • “La lengua maya de Yucatán, enciclopedia yucatanense 6:205-292” (1944)
  • “Traducción de cantares mayas del S.XVIII, publicados en revista Tlalocan, Vol I, No.4” (1946)
  • “El libro de los libros del Chilam Balam de Chumayel” en colaboración con Silvia Rendón (1948)
  • “The mayan chronicles” in Carnagie Institution of Washington Publication 585 pp 1-86 Washington D.C. (1949)
  • “El libro de los cantares de Dzitbalché” una traducción con notas e introducción, Investigaciones INAH (1965)
  • “Diccionario Maya Cordemex Maya-Español/Español-Maya” Coordinador del proyecto (1980)
  • “Estudios lingüísticos, 2 volúmenes” (19–)

Referencias: Servicios Bibliotecarios del Centro Lombardo Toledano y wikipedia.

LAS REVOLUCIONES DE MÉXICO (primera parte)

LAS REVOLUCIONES DE MÉXICO (primera parte)

Por Emilio García Bonilla

Vicente Lombardo Toledano es uno de esos personajes de quien todos hemos oído su nombre alguna vez pero poco sabemos de su obra. Esto tiene un trasfondo político, ya que además Lombardo Toledano en vida y aún después de muerto ha sido uno de los hombres más calumniados y tergiversados.

Nacido en 1894, cuando inicia la Revolución Mexicana tenía 16 años y estudiaba en el Internado Nacional de la Ciudad de México. Señaló que la noticia que leyó en la prensa del hecho de sangre en la casa de los hermanos Serdán fue el detonante para que comenzara a pensar en la patria y sus problemas, por lo que intelectualmente Lombardo se consideró como un hijo de la Revolución Mexicana.[1]

Simultáneamente cursó dos carreras en la Universidad Nacional: Derecho y Filosofía, aunque su actividad abarcó ámbitos diversos, fue la política a la que más atención le dedicó, pues decía que era “la ciencia que descansa en todas las ciencias. Es la arquitectura por antonomasia. La que construye la sociedad humana. Y la política revolucionaria, la que crea un nuevo tipo de hombre, superior a todos los del pasado”.[2]

Así que Lombardo fue un político revolucionario, y como tal fue uno de los principales ideólogos de la Revolución Mexicana en su etapa constructiva, en el entendido de que se destacó no únicamente como teórico, fue además un hombre de acción, fundador de instituciones, líder sindical y dirigente político. Sus postulados básicos fueron tres: elevar el nivel de vida del pueblo de México, el desarrollo independiente de la nación y la ampliación del régimen democrático.

revolucionesEn esta ponencia me centraré en la interpretación que hizo de las Revoluciones de México. Lombardo señaló que se trata de una sola revolución en tres tiempos: la Independencia, la Reforma y la iniciada en 1910. Cada una ha complementado a la anterior en la lucha del pueblo mexicano contra la miseria y la opresión, y cada una ha dado lugar a un nuevo marco jurídico, una constitución política.

Las tres revoluciones fueron sustentadas por frentes nacionales de fuerzas sociales discrepantes entre sí pero unidas por un objetivo común: en la revolución de Independencia, la liberación política de México; en la de Reforma, liquidar la estructura colonial de la nación y hacer del Estado la única autoridad del país; y en la iniciada en 1910, impulsar el progreso económico y social dentro del marco de la democracia burguesa.[3]

Para Lombardo: “la historia no se puede considerar como una relación de hechos, sino como el examen crítico de las causas que engendran los acontecimientos y de sus frutos, dando preferencia a las fundamentales”.[4] En este sentido es muy interesante conocer cuáles fueron las contradicciones sociales que dieron lugar a cada uno de los movimientos revolucionarios de nuestro país, según el análisis realizado por el filósofo teziuteco.

La Revolución de Independencia

Lombardo señaló que la patria mexicana nació con el movimiento independentista. Si bien la revolución armada estalló en 1810, sus causas se fueron gestando en las últimas décadas del régimen virreinal, haciéndose cada vez más evidentes las contradicciones que lo llevaron a su fin, pues era muy “honda la división entre los privilegiados y los desposeídos de toda clase de bienes y libertades”.[5]

imagen5El régimen colonial “había paralizado la vida del país con sus monopolios materiales y políticos y con el aislamiento internacional de la Nueva España”.[6] La metrópoli estableció límites a la producción agrícola y artesanal, cobraba tributos civiles y eclesiásticos, el comercio interior se regulaba con alcabalas y el exterior era monopolio estatal, se prohibió a las colonias comerciar entre sí, se prefirió a los peninsulares para los principales cargos civiles, eclesiásticos, educativos y militares, además la Inquisición perseguía a los que diferían con el régimen. Todo lo anterior había sido implementado por España para impedir que la Nueva España se desarrollara y pudiera aspirar a su independencia, pero las medidas a la larga fueron contraproducentes pues luego de casi tres siglos el régimen se hizo insostenible.

Pero las condiciones económicas y sociales por sí solas no puedan generar cambio alguno. Es necesario que esas condiciones se expresen como contradicciones irreconciliables, pues sólo éstas pueden ser motores de cambios radicales en la sociedad. Así, encontramos varias contradicciones insalvables: la que se manifestó entre el régimen feudal que iba en decadencia y el régimen capitalista que emergía: las ideas feudales eran sostenidas por las clases privilegiadas, y las ideas liberales por los revolucionarios influidos por la ilustración; la contradicción entre el enorme crecimiento de la población y el escaso desarrollo de la producción económica, es decir, entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las formas de producción de la Colonia; la contradicción que se dio entre la nación mexicana que luchaba por nacer y el dominio español que se resistía a ser desplazado, es decir, entre los peninsulares y los criollos, mestizos, indios y castas; y finalmente, la contradicción entre el alto y el bajo clero.[7]

La lucha de clases se confundió con una lucha de razas en la que los peninsulares se empeñaron en defender al régimen colonial caduco, mientras que criollos, mestizos, castas, indígenas y negros, quienes formaban la nueva nación mexicana con una conciencia de lo propio, enarbolaron las ideas modernas y democráticas de la revolución francesa y la Ilustración. Así, en plena guerra comenzaron con la reforma social y la lucha contra los privilegios: Hidalgo declaró abolida la esclavitud en México, mientras que Morelos decretó la desaparición de las divisiones por motivos raciales para que todos fueran nombrados sólo con el título de americanos.[8]

Una vez consumada la Independencia se dieron las principales reformas: se suprimió el tributo que pagaban los indios, se prohibió la coacción para el pago de los diezmos, el capital que antes salía directamente para la metrópoli se quedó en México permitiendo su circulación, además “la libertad de producir todo género de mercancías, de comerciar y de expresar el pensamiento en todos los órdenes de la vida, impulsó considerablemente el desarrollo de las fuerzas de producción económica y amplió el horizonte de nuestro país”.[9]

Si bien, después de once años de lucha se consiguió la independencia política respecto a España, prevaleció buena parte de la estructura económica colonial, esto llevó a las contradicciones que desencadenaron en la segunda revolución.

La Revolución de Reforma

caratulaLa segunda revolución mexicana fue eminentemente liberal, contra el régimen del monopolio de la tierra y de la conciencia en manos de la Iglesia católica, y a favor de los derechos del hombre, de la libertad de comercio interior y exterior y de una República democrática y representativa de acuerdo con el sistema federal.[10] La postura de los liberales, “los partidarios del progreso” se contrapuso al de los conservadores, “obstinados en conservar el pasado”. De esta manera, los principios de libertad e igualdad se enfrentaron al sistema de fueros y privilegios heredados de la colonia, pero principalmente se atacó a la Iglesia que acaparaba “más de las dos terceras partes de la tierra laborable del país”.[11]

Los liberales, influidos por las ideas de la Ilustración y la Enciclopedia buscaron que fueran reconocidos los derechos individuales del hombre como base y objeto de las instituciones sociales,[12] pero también la Revolución de Reforma pretendió con su clara oposición a los privilegios legales y materiales de la Iglesia darle al Estado el carácter de autoridad única e incorporar en el mercado nacional las propiedades eclesiásticas, para ello se emitieron las Leyes de Reforma y se promulgó la Constitución de 1857.[13]

No obstante que las Leyes de Reforma desamortizaron los bienes de la Iglesia, las grandes extensiones de tierras sólo cambiaron de dueño y “no se transformaron desde el punto de vista que representaban para la producción económica. Así, el latifundismo dejó de ser eclesiástico y pasó a ser civil, pero siguió condicionando el desarrollo de las fuerzas productivas”.[14] Esa fue una de las causas de la tercera revolución.


(Ponencia presentada con el título “Vicente Lombardo Toledano, teórico de la Revolución Mexicana” en el III Coloquio Internacional y VI Coloquio Nacional “La Revolución Mexicana. Nuevas fuentes, instituciones, actores sociales y culturas”, realizado en la ciudad de Puebla del 16 al 18 de noviembre de 2016.)

[1] VLT, “Apuntes autobiográficos y acerca de la Revolución”, entrevista con James W. Wilkie y Edna Monzón, 6 de mayo de 1964, en Obra Histórico-cronológica, Tomo VI, suplemento, México, CEFPSVLT, 2016: p. 12.

[2] VLT, “Mensaje de la FSM al Congreso Latinoamericano de Juventudes” (1960), en Escritos a la juventud, México, CEFPSVLT, 2013: p. 41.

[3] VLT, “La izquierda en la historia de México” (1962), en La Izquierda en la Historia de México, 3ª ed., México, CEFPSVLT, 2004: p. 53.

img180[4] VLT, “La perspectiva de México: una democracia del pueblo” (1955), en Vicente Lombardo Toledano, ideólogo de la Revolución Mexicana, Vol. 3, México, CEFPSVLT, 2010: p. 245.

[5] VLT, Contenido y trascendencia del pensamiento popular mexicano. Mensaje de la Universidad Obrera de México a la UNESCO (1947), edición facsimilar, México, CEFPSVLT, 2010: p. 8.

[6] Ibíd.: p. 12.

[7] Marín Rebollo, Héctor, “Contradicciones antagónicas que originaron la Guerra de Independencia en México”, conferencia presentada en la sede nacional del Partido Popular Socialista, 27 de febrero de 2010.

[8] VLT, Contenido y trascendencia…, op. cit.: p. 10.

[9] VLT, “La Revolución Mexicana. Causas”, conferencia dictada en el Paraninfo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en Morelia Michoacán, el 4 de abril de 1960, en Causas, objetivos y realizaciones de la Revolución Mexicana, México, CEFPSVLT, 2009: p. 7.

[10] VLT, Contenido y trascendencia, op. cit.: p. 16.

[11] VLT, “La bandera mexicana y el proletariado” (1936), en Vicente Lombardo Toledano, ideólogo de la Revolución Mexicana, Vol. I, México, CEFPSVLT, 2009: p. 174.

[12] VLT, “Una solución al conflicto entre lo propio y lo ajeno. Lo nacional y lo universal en la historia de México” (1964), en Obra Histórico-cronológica, Tomo VI, Vol. 14, México, CEFPSVLT, 2012: p. 109.

[13] VLT, “La Revolución Mexicana. Causas”, op. cit.: p. 8

[14] Ídem.

José Revueltas, 1914-1976

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

José Maximiliano Revueltas Sánchez, conocido como José Revueltas, fue uno de los más ilustres intelectuales mexicanos. Nació el 20 de noviembre de 1914 ,en Santiago Papasquiaro, en el Estado de Durango (México), y falleció en la Ciudad de México, el 14 de abril de 1976. Destacó como escritor, periodista y luchador social. Entre sus aportaciones literarias encontramos cuento, novela, guión y teatro, trabajos por los que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1943, y el Premio Xavier Villaurrutia en 1967. También fue un excelente ensayista teórico-político con celebradas obras que trataron sobre el sistema político y la democracia mexicana, el proletariado, el marxismo y la revolución. Militó en el Partido Comunista Mexicano,  en el Partido Obrero y Campesino de México y en el Partido Popular Socialista. Como periodista colaboró en el periódico El Popular y en la revista Futuro, fundadas y dirigidas por Vicente Lombardo Toledano. Participó de manera notable en el contexto del Movimiento Estudiantil de 1968, lo que le valió una condena de 16 años de prisión, pero fue liberado dos años después bajo palabra.

En Homenaje a José Revueltas, el Centro de Estudios recuerda al autor con una dedicatoria rubricada al Mtro. Vicente Lombardo Toledano y con diez de sus artículos publicados en la revista Futuro.

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REVUELTAS, José. Los Muros del agua. México: Artes Gráficas Comerciales, 1941.

Para el gran jefe de la clase obrera, compañero Lombardo Toledano con el respeto y cariño de José Revueltas. Febrero 1942 (México).

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Descargar (PDF, 15.08MB)

  1. “Significación de la reciente huelga eléctrica”. FUTURO (México), No. 34, diciembre, 1938. págs. 41-43 (PDF pág. 1).
  2. “Polonia frente al nazismo”. FUTURO (México), No. 40, junio, 1939. págs. 26-28 (PDF pág. 4).
  3. “Carlos Marx, 1883-1940”. FUTURO (México), No. 49, marzo, 1940. Págs. 30-31 (PDF pág. 7).
  4. “El testimonio de Gorki”. FUTURO (México), No. 52, Junio, 1940. págs. 35-36 (PDF pág. 9).
  5. “14 de julio bajo la cruz gamada”. FUTURO (México), No. 53, julio, 1940. págs. 21-22 (PDF pág. 11).
  6. “Naturaleza de la independencia nacional“. FUTURO (México), No. 55, septiembre, 1940. págs. 18-19 y 48-49 (PDF pág. 13).
  7. “La calumnia de Últimas Noticias”. FUTURO (México), No. 76, junio, 1942. Págs. 20-22 (PDF pág. 17).
  8. “China, un pueblo ejemplar”. FUTURO (México), No. 80, octubre, 1942. p. 18-19 (PDF pág. 19).
  9. “La trayectoria de Díaz”. FUTURO (México), No. 81, noviembre, 1942, p. 8-9 (PDF pág. 21).
  10. “Lombardo Toledano, nombre de un tiempo”. FUTURO (México), No. 82, diciembre, 1942. p. 14 y 47 (PDF pág. 23).

Revista Futuro ubicada en la “Hemeroteca Histórica” del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Obra publicada

Novela
  • Los muros de agua, 1941
  • El luto humano, 1943
  • Los días terrenales, 1949
  • En algún valle de lágrimas, 1957
  • Los motivos de Caín, 1958
  • Los errores, 1964
  • El apando, 1969
Cuentos
  • Dios en la tierra, 1944
  • Dormir en tierra, 1961
  • Material de los sueños, 1974
Teatro
  • Israel, 1947
  • El cuadrante de la soledad: piedra dramática, 1971
  • El cuadrante de la soledad: (y otras obras teatrales), 1984

Poesía

  • El propósito ciego, 2001
Ensayo político
  • México: democracia bárbara, 1958
  • Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, 1962
  • El conocimiento cinematográfico y sus problemas, 1965
  • Apuntes para una semblanza de Silvestre, 1966
  • México 68: juventud y revolución, 1978
  • Cuestionamientos e intenciones, 1981
  • Dialéctica de la conciencia, 1982
  • México: una democracia bárbara, (y escritos acerca de Lombardo Toledano), 1983
  • Escritos políticos: el fracaso histórico del partido comunista en México, 1984, 3 volúmenes
  • Ensayos sobre México, 1985
Periodismo
  • Visión del Paricutín (y otras crónicas y reseñas), 1983
Guiones
  • La otra, 1946, guión cinematográfico sobre cuento de Rian James, escrito con Roberto Gavaldón
  • La diosa arrodillada, 1947, adaptación y diálogos sobre obra de Ladislao Fodor, escritos con Roberto Gavaldón
  • En la palma de tu mano, 1950, adaptación y diálogos sobre argumento de Luis Spota, escritos con Roberto Gavaldón
  • Perdida, 1950, guión cinematográfico, escrito por Fernando A. Rivero.
  • La noche avanza, 1951, adaptación y diálogos sobre argumento de Luis Spota, escritos con Roberto Gavaldón y Jesús Cárdenas
  • La ilusión viaja en tranvía, 1953, guión cinematográfico sobre argumento de Mauricio de la Serna, escrito con Mauricio de la Serna, Luis Alcoriza, Juan de la Cabada y Luis Buñuel (sin crédito)
  • Tierra y libertad, 1981, guión cinematográfico escrito en 1955
  • Los albañiles: un guión rechazado, 1984, guión cinematográfico escrito en 1966 sobre Los albañiles novela homónima de Vicente Leñero
  • El apando, 1995, guión cinematográfico escrito con José Agustín en 1973 sobre novela homónima, para película dirigida por Felipe Cazals
  • Zapata, guión cinematográfico, 1995
Otros
  • Los procesos de México 68: tiempo de hablar, 1970, con: Raúl Álvarez Garín y Eduardo Valle Espinoza
  • Cartas a María Teresa, 1979
  • Las evocaciones requeridas: memorias, diarios, correspondencias, 1987, 2 volúmenes
  • Las cenizas: obra literaria póstuma, 1988

Selecciones, antologías, recopilaciones

  • Obras literarias, 1967, 2 volúmenes
  • Antología personal, 1975
Antologías, selecciones, recopilaciones
  • El sino del escorpión y otros textos, 1995
  • La palabra sagrada: antología, 1999, selección de José Agustín
  • Estatuas y cenizas, 2002

Referencias: Servicios Bibliotecarios del Centro Lombardo Toledano, wikipediaRevista Futuro.

  • Imagen destacada de Jose Revueltas albergada en la web de la redio NOFM.

48° aniversario luctuoso de Vicente Lombardo Toledano

48° aniversario luctuoso de Vicente Lombardo Toledano

Por Emilio García Bonilla

El 16 de noviembre de 1968 fallece en la Ciudad de México el doctor Vicente Lombardo Toledano, destacado como pensador, dirigente político y líder sindical, demostrando a lo largo de una trayectoria de medio siglo una consecuente correspondencia entre su acción y su pensamiento.

Nacido el 16 de julio de 1894 en Teziutlán, Puebla, formó parte de la Generación de 1915, también llamada de los Siete Sabios. Desde su época de estudiante universitario comenzó a relacionarse con los más destacados integrantes del mundo de la cultura y las artes, círculo que se amplió con el paso de los años, tal como lo constata la colección de 1341 libros con dedicatoria que se resguardan en la biblioteca del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales que lleva su nombre.

"Boceto para un retrato en mural" de David Alfaro Siqueiros
“Boceto para un retrato en mural” de David Alfaro Siqueiros

Ideólogo de la Revolución Mexicana en su etapa constructiva, buena parte de su obra la dedicó a analizar ese proceso histórico a fin de encausarlo hacia nuevos objetivos que permitieran un mejor nivel de vida para los mexicanos, y mayor soberanía e independencia económica para la nación. Entre sus mayores contribuciones en este ámbito podemos mencionar su participación en el proceso que culminó con el decreto de nacionalización de la industria petrolera en 1938, dirigiendo la lucha de los trabajadores petroleros como secretario general de la Confederación de Trabajadores de México.

Internacionalmente se destacó como organizador y presidente de la Confederación de Trabajadores de América Latina, desde la cual impulsó el frente antifascista continental en plena Segunda Guerra Mundial, al término de la cual participó en la fundación de la Federación Sindical Mundial, de la que fue uno de sus vicepresidentes. También fue reconocido por su labor solidaria con la República Española, la Revolución Cubana, entre otras causas.

Fundó instituciones como la Federación Nacional de Maestros, la Confederación de Trabajadores de México, la Universidad Obrera de México, el Partido Popular Socialista y la Unión General de Obreros y Campesinos de México, también importantes medios impresos como el diario El Popular y la revista Futuro. En 1952 fue candidato a la Presidencia de la República, recorriendo el país en una exitosa campaña financiada por sus propios simpatizantes.

A su muerte se recibieron decenas de telegramas provenientes de todo el país y de muchas partes del mundo, así como expresiones de condolencia de parte de destacados personajes. En el sepelio hablaron: Jorge Cruickshank en nombre del comité central del Partido Popular Socialista, Antonio Savañy en representación de la Federación Sindical Mundial y David Alfaro Siqueiros, quien recordó que siendo Lombardo director de la Escuela Nacional Preparatoria en 1922, “fue el apoyo más decidido y más infalible ideológicamente de nuestro movimiento; indudablemente que a él se le debe más que a nadie, más que inclusive a las personalidades más prominentes en ese momento en la vida burocrática gubernamental del país, nuestro muralismo mexicano. Ese movimiento extraordinario que nos permitió unirnos al pueblo, no solamente de nuestro país, sino del mundo entero.”[1]

El general Lázaro Cárdenas escribió en sus Apuntes: “Ilustre intelectual, fue un constante luchador por la causa social del país y por la liberación de los pueblos oprimidos. […] Deja un saldo afirmativo por sus concepciones sociales conocidas mundialmente; se significó por su honestidad y su gran capacidad de trabajo. […] No participó en mi campaña política a la Presidencia de la República, pero fue amigo del gobierno que presidí, que apoyó con su organización obrera, sin que el gobierno le haya prestado ayuda económica, ni él llegó a solicitarla para su organización, ni pidió puestos para sus amigos o agremiados.”[2]

José Alvarado publicó en las páginas de la revista Siempre!, de la que Lombardo fue colaborador semanal desde su primer número:

No es posible entender bien a Lombardo Toledano si no se le sitúa en su generación. Hombre de su tiempo y de su mundo, como él mismo prefería definirse; ese tiempo y ese mundo explican su vida y su obra, la prodigiosa aventura de su existencia y las múltiples facetas de una actividad infatigable sólo detenida por la muerte, que lo llevó de líder obrero a candidato a la Presidencia de la República; de maestro de ética a promotor de huelgas, y de filósofo a peregrino por el mundo.

[…] En algunos momentos él sintió vivir dentro de sí a todo México; siempre se consideró un residente en la Tierra. Más, aparte de todo esto, es un hijo legítimo de la Revolución Mexicana, consciente y gozoso de serlo, esa revolución en cuya nómina civil figura acaso en el lugar más destacado.[3]

Lombardo fue diputado del Congreso de la Unión en tres legislaturas, destacándose sus esfuerzos por democratizar el Poder Legislativo como verdadero cuerpo representativo de la nación mexicana y de sus diferentes expresiones políticas. Por eso, en la Cámara de Diputados se le rindió homenaje en la sesión del 19 de noviembre de 1968, haciendo uso de la palabra los diputados Ezequiel Rodríguez Arcos del Partido Popular Socialista, Adrián Tiburcio González del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, y Ángel Bonifaz Ezeta del Partido Revolucionario Institucional, éste último destacó que:

Fotografía de la campaña presidencial de 1952.
Fotografía de la campaña presidencial de 1952.

El reconocimiento de las virtudes excepcionales que Vicente Lombardo Toledano puso al servicio de sus concepciones filosóficas, políticas y sociales, no podría tener el valor de la solidaridad con las mismas, ni mucho menos implicar afinidades tácticas ni estratégicas, con las organizaciones políticas de que fue sin duda, sin regateos, de propios y extraños, mucho menos de extraños, el militante más distinguido, el de visión más penetrante, más clara y lúcida.

Pero la divergente militancia política no justificaría permanecer al margen del reconocimiento de sus virtudes y los méritos de su vida, la laboriosidad de su gran talento, la firmeza de sus convicciones, el entusiasmo dinámico de sus actos permitieron a su personalidad, rica, múltiple y facetada, incursionar con éxito magisterial, sin posible sospecha de haber caído en el mero diletantismo, en territorios muy amplios de la cultura; los del derecho, la historia y la filosofía en los que aplicó con rigor su poderosa dialéctica materialista.

Deja escrita Vicente Lombardo Toledano una obra facunda, que será imprescindible tener presente cuando se busque una visión cabal del México contemporáneo y en la que sólo el porvenir descubrirá si hubo a no anunciaciones proféticas, mejor aún, si hubo a no traiciones arteras.[4]

El 16 de noviembre de 1993, en el 25 aniversario de su deceso, el nombre de Vicente Lombardo Toledano quedó inscrito con letras de oro en el muro de honor de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y en ocasión del Centenario de su nacimiento, el 16 de julio de 1994, por decreto presidencial sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.

El Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales que lleva su nombre, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, se creó en 1972 a partir del legado que Vicente Lombardo Toledano hiciera de su biblioteca, y tiene su sede en la casa que habitara durante cuarenta años. En 2016 se concluyó con la edición de la Obra Histórico-cronológica, que reúne en 94 volúmenes la mayor compilación realizada de sus escritos, conferencias, discursos, entrevistas, artículos y libros, la cual está a disposición de todos los interesados en conocer los procesos más importantes de los que Lombardo fue testigo, actor y no pocas veces también protagonista.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=zRo-LdW3swA]


[1] David Alfaro Siqueiros, “Un maestro por su sabiduría y cultura”, en revista Nueva Democracia, Año 2, No. 6, México, enero de 1969: p. 184.

[2] Lázaro Cárdenas, Apuntes: Tomo IV, pp. 126-127, 17 de noviembre de 1968.

[3] José Alvarado, “Lombardo Toledano, su mundo y su tiempo”, en Siempre!, México, No. 806, 4 de diciembre de 1968.

[4] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XLVII Legislatura, México, 19 de noviembre de 1968.

Juan Bosch, 1909-2001

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Juan Emilio Bosch Gaviño, conocido en el ambiente intelectual y político por Juan Bosch, nació el 30 de junio de 1909 en La Vega (República Dominicana), y falleció en su país natal el 1 de noviembre de 2001, en la ciudad de Santo Domingo.

Juan Bosh fue un destacado historiador y escritor destacado en cuento, ensayo, novela y narración. Como político llegó a Presidente de la República Dominicana en 1962, cargo que asumió hasta 1963, cuando su gobierno fue derrocado. Colaboró con otros exiliados cubanos, fundó el Partido Revolucionario Dominicano en oposición al Presidente Trujillo, y también fundó el Partido de la Liberación Dominicana. Finalmente destacó por y su notable participación en la elaboración de la Constitución cubana promulgada en 1940. A lo largo de toda su trayectoria recibió un amplio reconocimiento en forma de condecoraciones, premios y reconocimientos por sus aportaciones a la cultura dominicana, a la literatura en lengua española y por su obra política.

Recordamos a Juan Bosh con uno de sus artículos para la revista Futuro: La lección de Puerto Rico; y con dos de las dedicatorias a su amigo el Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Descargar (PDF, 1.3MB)

BOSCH, Juan. Hostos el sembrador. La Habana: Trópico, 1939.
BOSCH, Juan. Hostos el sembrador. La Habana: Trópico, 1939.

Al Maestro V. Lombardo Toledano, esta vida de Maestro, con devoción Bosch, México, nov 29-1941

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BOSCH, Juan. Dos pesos de agua: cuentos. La Haba: [s.n], 1941

A Vicente Lombardo Toledano, líder del pensamiento y de la acción revolucionaria de América, con la vieja admiración de Bosch. L Habana oct 941 (1941)

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

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