La Mitología en el Cine



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Presentamos un nuevo podcast sobre Mitología en la Narrativa Audiovisual. En este programa nos preguntaremos y adentraremos en el valor que tienen los mitos de la Antigüedad como fuente de inspiración de las nuevas narrativas audiovisuales. Pues estamos convencidos de la fuerza simbólica que conservan los mitos antiguos y del valor que tienen las verdades e inquietudes antropológicas de los mitos para nuestro presente cultural y creativo.

Desde el comienzo de la cultura el ser humano ha sido narrativo, dada su capacidad para comunicarse. La narración ha sido la manera de comprender la vida divina, el mundo natural y la existencia humana. De hecho, la palabra narración o relato es denominada en griego como “mythos”. En el fondo de la cultura mitológica se puede encontrar la sustancia o la esencia de lo que es narrar. Los mitos tienen un sentido de apertura, de encuentro: abren el mundo que parece que se oculta y manifiestan el sentido profundo y radical de la realidad, buscando explicar la totalidad de la existencia. De este modo, aquí podemos ver que las narraciones a lo largo de la Historia han cumplido un papel vital para la existencia del ser humano. Por ello, es importante estudiar el alcance de las narrativas audiovisuales en la actualidad vinculándolas a los mitos, para entender de qué manera nos ayudan a comprender nuestra existencia y el mundo en el que vivimos.

En este podcast tenemos el privilegio de contar con la compañía de grandes intelectuales y artistas. Desde Argentina nos acompaña Graciela Maturo, escritora, poetisa y profesora de Teoría de la Literatura. Desde México estará presente Josep Sanmartín Cava, investigador predoctoral en industrias de la comunicación y culturales del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y sociales Vicente Lombardo Toledano. Y desde España estarán presentes Jacinto Choza, Filósofo y Catedrático de la Universidad de Sevilla, Álvaro Pla, Politólogo, y el que les está hablando ahora mismo, Rafa Monterde, que soy investigador predoctoral en Filosofía Política de la Universidad Católica de Valencia.

Presenta tu comunicación y/o póster en el Congreso: “La Mitología en la Narrativa Audiovisual: Cine“. 


  • Imagen publicitaria de Jasón y los argonautas (1963), película dirigida por DON CHAFFEY, y producida por Columbia Pictures, John Dark, Charles H. Schneer y Ray Harryhausen
  • Música del programa: You & Me de Borrtex

Eliseo Martínez Zelada, 1915 -1997

Eliseo Martínez Zelada nació el 28 de junio de 1915, en Jerez, Jutiapa (Guatemala), y falleció el 7 de agosto de 1997, en la ciudad de Guatemala. Fue un abogado, diplomático, periodista, escritor y poeta guatemalteco, miembro de la ‘Generación del 40’.

Eliseo Martínez Zelada se graduó en 1940 como abogado y notario por la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde además participó activamente en la Asociación de Estudiantes Universitario (AEU).

En política, durante el gobierno de Julio César Méndez Montenegro, Eliseo Martínez Zelada se desempeñó como Secretario Privado del presidente Juan José Arévalo Bermejo y como Embajador de Guatemala en Bolivia.

Como periodista, Eliseo Martínez Zelada, en 1946 dirigió la publicación Informaciones Nacionales, y en 1945 colaboró en la Revista de Guatemala, fundada y dirigida por Luis Cardoza y Aragón en 1945.

En el ámbito de la literatura, Eliseo Martínez Zelada llegó a presidente de la Asociación de Autores y Amigos del Libro Nacional fundada en 1962; y el 10 de mayo de 1975 fue declarado Hijo Benemérito del Departamento de Jutiapa por parte del Círculo de Cultura Municipal Yupiltepeque.

Recordamos a Eliseo Martínez Zelada con cuatro de los poemas publicados en Kaleidonía: poemas (1948), y dos dedicatorias al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Poesías de Eliseo Martínez Zelada

Evocación de los hombres que todavía no han nacido

Más que los sueños seculares que ya nos dijeron adiós,
más que las lágrimas que no se han llorado
estáis escondidos en el alma del mundo.

Yo siempre sintonicé vuestra presencia en todos los silencios.

Esperé en los linderos que hunden su voz en las distancias,
creí que fuerais los balandros que venían asoleando sus olvidos.

Cuando aquél “hasta la vista” en la orilla del trasmundo
yo era a penas una mirada de amor entre mi padre y mi madre,
y ya en las nubes traíamos leña para encender más estrellas.

Cuando repetisteis mi grito en las barrancas
sentí un raro sonreír de pañuelos extranjeros
y quise volverme con los ecos de vuestro lejano acento.

Seguid hablando en voz baja
por los caracoles pegados a los navíos piratas,
o en voz alta por la lengua de las cataratas enormes,
en voz imprecisa por las botellas verdes
que fueron despedazadas en los mares.

Sé que vendrán primero los cantos y los gritos silvestres,
los bostezos de los centinelas indios,
la voz del campesino insigne y del obrero inmortal.

Hay un latido en la noche de un vientre joven;
un niño revolucionario navega
en el ensueño de la futura madre.

Nocturno de las 2 ciudades

Rielan canales de sombra y de calladas armonías.
El árbol más alto madura el canto más profundo.

El huerto de miel de luna
da millones de fanales en flor.
La urbe de oro condecora la ausencia de la vida.

La muda risa del gas-neón abajo
y sólo ceniza de recuerdos allá arriba
desde el cigarro pensativo nevando.

Duerme el hambre y la miseria de las multitudes.
Es un intestino de leguas que sueña pan.

Hay los que lloran y bañan lechuzas en sus almas,
y los que ríen pero bañan reptiles en el llanto;
pero hoy todos se han ido en la pendiente dulce,
sin presenciar mi fuga de azotea en azotea
de la otra ciudad de mi propio corazón.

Barrendero nocturno

Palabra es él de la bocacalle más triste
en que arrastra su canto de arena y sombra.

Voz y palor de los cirios urbanos
es alma del mar nocturno estafado y desnudo.

“Quiérela siempre. Yo ya he partido”
leyó en un papel ajado de tragedia y lodo.

Peregrino insigne, preciso en el relente,
él jamás pudo llegar a ninguna parte.

En la farsa de sonrisas y de buenas tardes
a él nadie se alegró de verlo.

Por eso un día se irá como el día que iba riendo,
barriendo las estrellas.

Mujeres de Guatemala

DE GUATEMALA

Asomado a tu cántaro clamoroso
lleno de países callados
y de altos minutos sin orillas,
por ti, señora, almiranta de los destinos cardinales
de esta tierra viajera,
mi corazón tañe su cuerno de jade entusiasmado.

Hay un instante inhabitado y lejos
donde nace tu maravilla;
donde tu nombre vaga en una superstición pagana
y tu voz en la jerigonza de los dioses legendarios.

No preguntes por qué amarro a mi sombra
las huellas de tu pie desnudo
donde pasaron a gatas mis alondras;
yo siempre te llamé en todas partes,
escondido en las respuestas
de todos los gallos alboreros.

Tus manos arriba del horizonte
alcanzan los años que se fueron
y los mecen en las altas maromas del presente.
Por ti los días descienden
como aviadores borrachos hacia la muerte,
y tus niños vinieron tristes o alegres
según tus viejas actitudes y oraciones nocturnas.

Aquí el trópico es árbol que se agacha
a quitar la nieve de tu senda,
y tus ojos abren dos túneles de música
en la noche de los adolescentes.

DE QUEZALTENANGO

Levantas más alto el paisaje americano,
en macetas de volcanes que duelen a la joroba del mundo.
Tú en la armonía silvestre de las sierras perennes
naciste pastora de altitudes y de embriagueces gigantes.
Tus brazos guardan entre paréntesis
todas las leyendas de tu raza milenaria.
Tu alegría es siempre y no tiene nombre.
Bañas los veranos
como bañar a tus hermanitos en el río;
y el temblor de tu vestido
abre caminos de luz en el futuro.

DE ANTIGUA

Siempre fue tu nombre cansado eco de letanías errantes.
Yo te vi atravesar la ancha soledad de tus avenidas
y alejarte mar adentro en el misterio
de tu ciudad inmemorable.

Tú misma fuiste el ángel rosado
en el sueño niño del Hermano Pedro,
madrina en el bautismo de tus ponientes viajeros,
paloma náufraga venida en alta lágrima de Almolonga.

Que nunca sepa tu corazón lo que canta más allá de tu silencio.
Que nunca se acabe la alegre tristeza que te envuelve.
Que tú misma seas la cauda y la amanecida
de nuestro vuelo en la velocidad de los astros.

Dedicatorias de Eliseo Martínez Zelada

Portada de Kaleidonía de Eliseo Martínez Zelada
Martínez Zelada, Eliseo. Kaleidonía: poemas. México: El Cristal Fugitivo, 1948.

Para el maestro Vicente Lombardo Toledano, forjador de la gran claridad futura del hombre americano, con la simpatía de (firma) Eliseo Martínez Zelada. México, D. F., 20 mar /48 (1948)

Portada de Colombia en el llanto
Martínez Zelada, Eliseo. Colombia en el llanto: crónica auténtica del movimiento popular de abril de 1948. México: B. Costa-Amic editor, 1948.

Para el maestro y grande amigo Vicente Lombardo Toledano, con la vieja estimación de (firma) E.M. Zelada. México, D. F. 3 / julio / 48 (1948)

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Página web: www.centrolombardo.edu.mx
Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO

Publicaciones destacadas de Eliseo Martínez Zelada

  • Kaleidonía (Guatemala, Talleres de Poesía, 1970)
  • La crónica de viajes Semblante de Europa (Guatemala, Editorial Universitaria, 1972)
  • Los ensayos Gámez Carrillo y el impresionismo (Guatemala, Unión Tipográfica, 1975)
  • Antes que criollos el pueblo forjó la independencia (Guatemala, Asociación de Escritores de Guatemala, 1979)
  • Y la recopilación Crónicas y poemas (Guatemala, Editorial del Ejército, 1972).

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


  • Referencias: Servicios Bibliotecarios del Centro Lombardo Toledano, y la Ficha biográfica elaborada por el Dr. José Edgardo Cal Mordoya (Juliapa, 1973). Doctor en Historia por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (Rapaba). Catedrático de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala, del Postgrado en Historia de la Universidad de Costa Rica y miembro de número de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala.
  • Imagen de Enrique Othón Díaz recuperada de la revista Síntesis Gráfica, dirigida
    por Arcelia Yañiz (julio de 1967).

Lombardo y la formación del Partido de la Revolución Mexicana

Por Emilio García Bonilla

En la segunda mitad de 1937 la actividad del movimiento sindical iba pasos adelante de cualquier organismo político, incluido el partido oficial, por lo que  en octubre de ese año, en una sesión plenaria de la directiva del PNR, el presidente del comité ejecutivo nacional, Silvano Barba González, expuso la necesidad de reorganizar al partido sobre bases de mayor firmeza, incluyendo los principios “que deben presidir la concentración de todos los elementos populares como el sostén político más fuerte y de mayor garantía para los destinos del proletariado nacional”, agregando que esas ideas las había tratado con el presidente de la República quien compartía la misma inquietud y estuvo de acuerdo en comenzar a preparar una convención nacional para realizar las reformas necesarias a la constitución del partido.[1]

Los cuatro sectores: obrero, campesino, militar y popular

En diciembre de 1937, el presidente Lázaro Cárdenas hizo un llamamiento para renovar al partido del gobierno y darle una estructura diferente, una filosofía más avanzada y un programa de mayores alcances históricos: “es indispensable que los campesinos de toda la nación sigan incorporados en las filas de la organización política con actos determinativos de su voluntad; que los obreros manuales ingresen al Partido, a fin de que con su larga práctica societaria, su disciplina sindical y su reconocido espíritu colectivista aparte de su masa numérica, contribuyan con los demás elementos del Partido a la defensa decidida de las conquistas proletarias. […] Y venga también el ejército, no como masa deliberante o como corporación clasista que recordara una doctrina odiosa inherente a una casta especial, sino como una reintegración ciudadana que con disciplina colectiva y alto pensamiento de patriotismo y dignidad, que es la norma del ejército, siga respaldando las opiniones mayoritarias y velando por el mantenimiento e integridad de la Constitución y de la ley.”[2]

Para ese momento, Cárdenas se refirió al nuevo partido como “Partido Nacional de los Trabajadores y Soldados”, señalando además que al organismo político debían incorporarse las mujeres “a efecto de que se elimine para siempre la injusticia tradicional de relegar a términos inferiores a la mitad del componente humano”, y los jóvenes “para que se plasme anticipadamente la personalidad de los futuros ciudadanos y que al entrar a la vida pública se encuentren debidamente preparados y orientados en un sentido útil a los demás”. El presidente de la República consideró conveniente modificar los estatutos partidistas para garantizar “la hegemonía de las agrupaciones sociales que ingresen al nuevo instituto, […] y para que los distintos gremios laborantes que a él pertenezcan, así como el sector femenino en lo particular, tengan la seguridad de obtener una representación proporcional en todos los puestos de elección popular y en los directivos del propio partido.”[3]

De inmediato Vicente Lombardo Toledano en nombre de la CTM fijó su posición sobre la integración del nuevo partido, señalando que: “En México no vamos a sovietizar al gobierno; en México vamos a hacer una simple alianza popular para defender los intereses de la Revolución Mexicana, los intereses mexicanos, vamos a hacer un partido popular dentro del cual el proletariado tendrá un sitio de importancia.” Consideró que la participación de la CTM en el nuevo partido tendría que basarse “en el mantenimiento íntegro de su personalidad, fuerza y autoridad”.[4]

En el mismo mes de diciembre de 1937, se celebró un consejo nacional extraordinario de la CTM en el que se aceptó el llamado de Cárdenas para integrar un nuevo organismo político, pues “fue la CTM la que en más de una ocasión invitó a los campesinos y a las demás fuerzas populares del país a vincularse en un organismo político que sirviera eficazmente los propósitos de todos y cada uno de esos agrupamientos humanos”.[5]

Se integró una comisión de estudio, integrada por Luis I. Rodríguez, Esteban García de Alba, Alfonso Sánchez Madariaga, León García y el general Edmundo M. Sánchez, representantes de los cuatro sectores, para proponer las modificaciones pertinentes a los estatutos del PNR y redactar el proyecto de pacto constitutivo, principios y programa del nuevo organismo. La comisión en los documentos elaborados denominó al nuevo organismo “Partido Socialista Mexicano”.[6]

Proyecto del Pacto Constitutivo del Partido Socialista Mexicano. (Fondo Histórico de la Universidad Obrera de México)

El 18 de enero, el Comité Ejecutivo Nacional del PNR expidió la convocatoria dirigida a los sectores sociales para integrar el instituto político en una asamblea nacional constituyente. En el texto se señalaba que el gobierno desde su inicio había seguido una línea “de franca y abierta tendencia proletarista [sic]”, por ello se consideraba necesario transformar radicalmente la organización y funcionamiento del partido “para lograr una más completa identificación con el régimen y con las masas laborantes del país”. La asamblea convocada se reuniría el 30 de marzo en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México y tendría por objeto discutir y aprobar los documentos básicos del nuevo Instituto Político de la Revolución que sustituiría al PNR.[7]

A cada sector se le asignó un número de delegados: al obrero 96 (70 para la CTM, 16 para la Confederación Regional Obrera Mexicana y 10 para la Confederación General de Trabajadores), además cada central sindical designaría a un delegado en representación de su directiva; al sector campesino también le correspondieron 96 delegados, tres por cada entidad federativa, lo mismo que al sector popular; a los militares se le asignaron cinco delegados en representación del personal de las dependencias superiores y un delegado por cada corporación. También serían delegados los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PNR y tres representantes de cada bloque del partido en las Cámaras, quienes formarían parte del sector popular.[8]

Un mes antes de la asamblea se realizó el Primer Congreso Ordinario de la CTM, en su sesión inaugural celebrada el 22 de febrero de 1938, Vicente Lombardo Toledano externó su opinión de lo que debía de ser el nuevo partido: no sería un partido de clase, sino del pueblo mexicano, dentro del cual el proletariado asumiera la mayor responsabilidad histórica, reclamando el derecho de estar siempre a la vanguardia y con la facultad de cumplir con su deber antes que cualquier otro sector, debiendo ser la avanzada de la revolución en contra de la reacción y el fascismo.[9]

Asamblea Constituyente

La III Asamblea Nacional Ordinaria del PNR fue la Asamblea Constituyente del PRM, celebrada con la asistencia de casi 400 delegados. El pacto firmado por los cuatro sectores convocados establecía que las organizaciones campesinas y obreras que ingresaban al nuevo organismo, conservarían su autonomía y la dirección de sus respectivos agremiados en cuanto al desarrollo de su acción social y en la realización de sus finalidades específicas.[10]

Credencial de Vicente Lombardo Toledano a la asamblea constituyente como representante del sector obrero. (Fondo Histórico de la Universidad Obrera de México)

En la redacción de la declaración de principios fue clara la influencia del sector obrero, principalmente de la CTM y de su dirigente, Vicente Lombardo Toledano, transformando cualitativamente al nuevo partido cuyo lema fue: “Por una democracia de los trabajadores”. Se reconoció “la existencia de la lucha de clases, como fenómeno inherente al régimen capitalista de la producción, y el derecho que los trabajadores tienen, de contender por el poder político, para usarlo en interés de su mejoramiento”; se señaló que “todas las conquistas realizadas por nuestro movimiento social son el resultado de la lucha permanente del pueblo”; además, el partido consideró “como uno de sus objetivos fundamentales la preparación del pueblo para la implantación de una democracia de trabajadores y para llegar al régimen socialista.” Asimismo se declaró que “el Partido se propone, dentro de un estricto sentido revolucionario, servir lealmente la causa de la emancipación proletaria, con la suprema aspiración de que triunfe la justicia social.”[11]

También en el Programa quedaron asentadas varias de las demandas de los trabajadores, como “la progresiva nacionalización de la gran industria, como base de la independencia integral de México y de la transformación del régimen social”, el establecimiento de un seguro obrero, el respeto al derecho a huelga, el establecimiento de instituciones de crédito para servicio de las organizaciones laborantes, el fomento de cooperativas de consumo y producción, un plan para dotar de vivienda a bajo precio a obreros y campesinos, impartir educación a toda la niñez proletaria y brindar oportunidades a los trabajadores para convertirse en obreros calificados,  y “organizar la economía del país sobre el principio de que la producción y la distribución se orienten hacia la verdadera satisfacción de las necesidades populares, estableciéndose un plan de orientación e intervención de la economía, con la cooperación permanente del Estado y los sectores organizados del pueblo”.[12]

Se declaró que el partido lucharía “con toda energía por la liberación económica del país, hasta hacer que desaparezca totalmente su fisonomía semicolonial”, destacándose que el PRM:

luchará intensamente en contra del fascismo y de cualesquiera otras formas de opresión que adopte la clase privilegiada de la sociedad, con perjuicio de las libertades de la clase trabajadora y de los otros sectores del pueblo, víctimas del régimen social que prevalece. Luchará también con todo empeño en contra de la guerra imperialista y de todas las formas de agresión a los pueblos que pugnan por su autonomía económica y política, haciendo conciencia en las masas respecto de lo que el fascismo representa y persigue, para evitar en México, o en cualquier otro país, el progreso de las fuerzas contrarrevolucionarias.[13]

En el congreso constituyente del nuevo partido de la revolución Lombardo Toledano, en nombre de la CTM y del proletariado mexicano, reiteró que en las condiciones del momento no se estaba buscando un partido exclusivamente para beneficio de los obreros, sino un partido para todo el pueblo de México, pero además expresó su inquietud por que el PRM no se convirtiera en un apéndice del gobierno, en un órgano burocrático del Estado, sino que fuera el genuino representativo de todos los sectores del pueblo, para ello era necesario que todos sus miembros y organizaciones aportaran de su esfuerzo para salvar al país.[14] Lombardo destacó la necesidad de que el pueblo estuviera debidamente representado por sus gobernantes: “Queremos representantes que vivan realmente la vida de cada sector, y que desde los ayuntamientos del país hasta el jefe del Poder Ejecutivo sean realmente mandatarios de la clase trabajadora y de todos los sectores del pueblo organizados en un anhelo común: el de salvar la Revolución Mexicana.”[15]

La posición de los comunistas frente al nuevo partido se convierte en indicativo del avance político que representó su conformación y de los principios ideológicos y programáticos que le dieron sustento, mismos que iban de acuerdo con la línea del Frente Popular. Así, Hernán Laborde, secretario general del Partido Comunista, unos meses después de constituirse el PRM, opinó que ese organismo “es el frente popular en las condiciones específicas de México, y alrededor del cual podemos y debemos agrupar a todos los mexicanos para la lucha contra los enemigos interiores y exteriores de México”.[16]

Finalmente, Lombardo coincidió en que el Partido de la Revolución Mexicana era un frente popular con características propias: “No es una institución nacida en virtud del deseo de copiar lo extraño; es el fruto de la tierra mexicana, es una necesidad impuesta por la hora en que vivimos, con el objeto de continuar la herencia mejor del pasado y garantizar a la revolución de nuestra patria un camino libre de los obstáculos en el futuro”.[17]

Consideraciones finales

El periodo de 1933 a 1938 fue de gran importancia para el movimiento obrero mexicano pues se realizaron importantes esfuerzos unitarios tanto con la creación de las grandes centrales sindicales como con la fundación de los sindicatos nacionales de industria, así como con los esfuerzos por constituir un frente popular donde los trabajadores organizados estuvieran en la vanguardia.

La tensión política en México como consecuencia de la expropiación petrolera en marzo de 1938 era tal que hizo pensar incluso en una intervención militar para salvaguardar los intereses de las compañías extranjeras expropiadas. Ese fue el momento coyuntural, la emergencia que permitió la formación del frente popular en México, es decir, del Partido de la Revolución Mexicana, constituido el 30 de marzo con sus ya famosos cuatro sectores: obrero, campesino, popular y militar.

El nacimiento del Partido de la Revolución Mexicana en los momentos en que el país experimentaba su más vigorosa lucha antiimperialista no fue ninguna coincidencia. Las condiciones para la unidad orgánica de las organizaciones obreras y campesinas fueron madurando hasta llegar el momento en que la unidad se hizo necesaria. Como vimos, tanto de parte del PNR como de la CTM se fueron dando pasos que culminaron en la asamblea constitutiva del PRM.

A partir de entonces el proceso revolucionario entró en una etapa de reflujo en la cual las centrales obreras dentro el partido tuvieron que defender y sostener los logros alcanzados en los años anteriores. El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, el inicio del gobierno de Manuel Ávila Camacho en 1940 y la salida de Vicente Lombardo Toledano de la secretaría general de la CTM en 1941, marcaron el inicio de una nueva etapa en la historia política y sindical de México.

(Segunda parte y última de “Vicente Lombardo Toledano y la formación del Partido de la Revolución Mexicana”, trabajo presentado como ponencia en el 2° Congreso Internacional de Historia y Ciencias Sociales, Michoacán, junio de 2017.)


[1] Silvano Barba, citado en “Convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente”, 18 de enero de 1938, en FHUOM, Legajo 308.

[2] Lázaro Cárdenas, “Manifiesto del Presidente de la República”, 18 de diciembre de 1937, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, vol. 2, México, CEFPSVLT, 2011: pp. 539-542

[3] Idem, p. 142.

[4] Vicente Lombardo Toledano, “El criterio de la CTM sobre el nuevo partido”, discurso del 18 de diciembre de 1937, citado por Héctor Ramírez Cuéllar, Lombardo, un hombre de México, México, El Nacional, 1992: p. 159.

[5] “Fundación del Partido de la Revolución Mexicana”, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 2, México, CEFPSVLT, 2011: p. 538.

[6] FHUOM, Legajo 315, 1938, “Proyecto de Pacto constitutivo del Partido Socialista Mexicano”.

[7] FHUOM, Legajo 308. 18 de enero de 1938, “Convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente”.

[8] Idem.

[9] Vicente Lombardo Toledano, “La CTM ante la amenaza fascista”, discurso del 22 de febrero de 1938. Citado por Rosendo Bolívar Meza, Lombardo, Su pensamiento político, México, Universidad Obrera de México, 2006: p. 151.

[10] “Pacto constitutivo del Partido de la Revolución Mexicana”, 30 de marzo de 1938, en Memoria Política de México, http://www.memoriapoliticademexico.org/

[11] “Declaración de principios del Partido de la Revolución Mexicana”, 30 de marzo de 1938, en Memoria Política de México, http://www.memoriapoliticademexico.org/

[12] “Programa del Partido de la Revolución Mexicana”, 30 de marzo de 1938, en Memoria Política de México, http://www.memoriapoliticademexico.org/

[13] Idem.

[14] Vicente Lombardo Toledano, “Discurso en la fundación del Partido de la Revolución Mexicana”, 30 de marzo de 1938, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, vol. 2, México, CEFPSVLT, 2011, pp. 543-550.

[15] Ibídem, p. 548.

[16] Hernán Laborde, “Discurso en la Arena México”, 16 de septiembre de 1938. Citado por Rosendo Bolívar Meza, Lombardo, Su pensamiento político, México, Universidad Obrera de México, 2006: p. 153.

[17] Vicente Lombardo Toledano, “Los trabajadores y la sucesión presidencial”, discurso de 1939. Citado por Rosendo Bolívar Meza, Lombardo, Su pensamiento político, México, Universidad Obrera de México, 2006: p. 152.

El Frente Popular Mexicano

Por Emilio García Bonilla

Frecuentemente se menciona la evolución del partido oficial en México como un simple cambio de nombre, sin tomar en cuenta su transformación estructural y programática, particularmente importante fue la formación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) por su contexto y la influencia que tuvieron los dirigentes políticos y sindicales que participaron en el proceso de su conformación.

No debemos perder de vista el contexto en que el Partido Nacional Revolucionario se transformó en PRM: el gobierno de Lázaro Cárdenas llevaba a cabo políticas para profundizar el proceso revolucionario del país, con la consecuente reacción de sectores bien definidos, arrebatándole el poder y la toma de decisiones al expresidente Plutarco Elías Calles. El mundo se encontraba al borde de una nueva conflagración mundial debido al avance y expansión del nazifascismo. En México, la ideología socialista se difundía lo mismo desde las escuelas que entre los agremiados en la Confederación de Trabajadores de México y entre los obreros, artistas e intelectuales cercanos al Partido Comunista. No es de extrañarnos entonces que al nuevo partido se le llegara a considerar como una expresión del Frente Popular preconizado en el VII Congreso de la Internacional Comunista, y hasta llegara a proponerse la adopción del nombre de “Partido Socialista Mexicano”.

En su momento, Lombardo consideró que el Partido de la Revolución Mexicana surgió “no como un partido permanente, sino como una alianza entre la clase obrera, la clase campesina, el ejército y los sectores de la clase media dedicados a la política”, necesaria para “hacerle frente a todos los enemigos del gobierno y de la revolución”.[1] Además, valoró que “las mejores páginas de la historia de México, las que contienen las más brillantes luchas populares, demuestran que el Frente Popular en mi país ha sido la única técnica empleada contra la reacción interior y contra el imperialismo”.[2] La idea del Frente Nacional Democrático como línea política estratégica se gestó en Lombardo en la década de los treinta.

La CTM y el Frente Popular

A partir de la fundación de la Confederación de Trabajadores de México en febrero de 1936, Vicente Lombardo Toledano participó activamente para materializar el Frente Popular Mexicano. De tal forma, en el propio congreso constituyente de la CTM se nombró una comisión para que participara en el comité organizador del Frente Popular Antiimperialista que era una iniciativa del Partido Comunista de México, aunque se buscaría que quedara bajo la dirección del movimiento obrero.[3] Se dijo que se impulsaba la formación del Frente Popular “no por espíritu de imitación de lo que acontece en otros países, sino por causas objetivas de la situación nacional, ocasionadas por el ataque de las fuerzas reaccionarias del interior y las maquinaciones del fascismo internacional”.[4]

Por su parte, en septiembre de 1936,  el nuevo comité ejecutivo nacional del PNR publicó un manifiesto donde se mencionaba que la democracia a que aspiraba ese organismo “se concibe en términos de una creciente influencia de los obreros y los campesinos organizados, en la dirección política y económica de la comunidad”, por lo que se señaló que el partido mantendría una política de puertas abiertas frente a todas las organizaciones de obreros y de campesinos.[5]

En el Segundo Consejo Nacional de la CTM, celebrado en octubre de 1936, se acordó tomar las riendas de la conformación del Frente Popular, por lo que invitarían a los organismos sociales y políticos representativos de los sectores obrero, campesino y político para unirse “con el sólo propósito de luchar por la realización de un programa determinado […] a fin de dar de este modo a las luchas en favor de la independencia nacional, un carácter firme y claro.”[6]

El 10 de octubre de 1936, dirigentes de la CTM sostuvieron una reunión con Luís I. Rodríguez, entonces secretario particular del presidente Cárdenas, entre otros puntos abordaron el del “Frente Popular Mexicano. Su gran papel social e histórico. Su composición y su programa”, además intercambiaron opiniones sobre la relación entre la acción política de los trabajadores y el PNR, señalando también la necesidad de que hubiera un constante contacto entre la CTM y el gobierno “para el estudio y la discusión de los principales problemas de importancia general”, como la urgencia de un plan concreto “para fomentar la riqueza del país ante la crisis económica y política internacional que se avecina”.[7]

En noviembre de 1936, la dirigencia de la CTM se dirigió al Comité Ejecutivo Nacional del PNR e iniciaron las pláticas correspondientes junto con los miembros del Comité Organizador de la Unificación Campesina.[8] A mediados de 1937, Vicente Lombardo Toledano ya declaraba que la Confederación de Trabajadores de México había conseguido que el PNR, la Confederación Campesina Mexicana y el Partido Comunista aceptaran formar parte del Frente Popular Mexicano, el cual consideró como una necesidad debido a que “sólo la unión de los diversos sectores del pueblo de México, país semicolonial, será la fuerza que impida la explotación del pueblo por los elementos conservadores aliados al imperialismo extranjero”. Señaló además que una vez integrado el Frente, se invitaría a otros sectores “de menor importancia”, como la clase media y la pequeña burguesía, que aún no estaban organizadas.[9]

En las elecciones para diputados federales y senadores en 1937 el PNR invitó a la CTM y la Confederación Campesina Mexicana para que postularan candidatos “sin necesidad de sujetarse a los requisitos del partido”,[10] el Partido Comunista apoyó las candidaturas obreras y campesinas donde los comunistas tenían influencia.

Los preparativos para formalizar la conformación del Frente Popular Mexicano se retrasaron por la primera ruptura en el interior de la CTM, la cual se dio en su IV Consejo Nacional.

La “Unidad a toda costa”

Las diferencias entre velazquiztas y comunistas que se hicieron patentes en el congreso constituyente de la CTM se agravaron en su IV Consejo Nacional que tuvo lugar a finales de abril de 1937; en él, los delegados comunistas intentaron hacerse del control de los órganos de dirección. Lombardo Toledano criticó esa actitud porque era contraria a la estrategia del Frente dentro de la cual había nacido la CTM. Para Lombardo, las agrupaciones que formaban la central no tenían por qué ser homogéneas o subordinadas a una ideología única, siempre y cuando pudieran mantenerse unidas por una táctica común.

Los comunistas retiraron a sus delegados del consejo y a sus tres secretarios del comité nacional. Se separaron de la CTM aproximadamente 200 mil trabajadores de los sindicatos controlados por el PC o bajo su influencia, entre ellos el de ferrocarrileros y el Sindicato Mexicano de Electricistas.

Lombardo informó a los dirigentes de la Internacional Comunista sobre la división de la CTM como un retroceso en la construcción del Frente Popular. Earl Browder, secretario general del Partido Comunista de Estados Unidos y miembro del comité ejecutivo de la Internacional Comunista, vino a México en junio para convencer a los comunistas de la unidad necesaria en el movimiento obrero dada la difícil situación que se vivía tanto en el mundo como en el país, pues el 28 de mayo había estallado la huelga de los petroleros contra las empresas extranjeras.

Los dirigentes del Partido Comunista de México reconocieron sus errores y su actitud sectaria y aceptaron volver a la CTM en agosto bajo la consigna “Unidad a toda costa”, reconociendo “los acuerdos del IV Consejo y la autoridad del comité nacional que encabeza el compañero Lombardo”, reiterando su disposición para colaborar en la formación del Frente Popular y apoyar al gobierno de Cárdenas.[11]

(Primera parte de “Vicente Lombardo Toledano y la formación del Partido de la Revolución Mexicana”, trabajo presentado como ponencia en el 2° Congreso Internacional de Historia y Ciencias Sociales, Michoacán, junio de 2017.)


[1] Vicente Lombardo Toledano, entrevista con James Wilkie y Edna Monzón, 3 de diciembre de 1964, en Obra Histórico-cronológica, Tomo VI, suplemento, México, CEFPSVLT, 2016: pp. 139-140.

[2] FHUOM, Legajo 304, [mediados 1937], Entrevista a Vicente Lombardo Toledano por Douglas Montagu Jacobs, mecanuscrito.

[3] Ibídem: pp. 53-56.

[4] “Fundación del Partido de la Revolución Mexicana”, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 2, México, CEFPSVLT, 2011: p. 539.

[5] Citado en “Convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente”, 18 de enero de 1938, en FHUOM, Legajo 308.

[6] “Circular de información de la CTM a sus organizaciones filiales”, 23 de diciembre de 1936. en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 1, México, CEFPSVLT, 2011: pp. 226-227.

[7] FHUOM, Legajo 283. 10 de octubre de 1936, Sin autor, Memorándum “Licenciado Luís I. Rodríguez”. Rodríguez sería el primer presidente del PRM.

[8] Comunicación del CEN del PNR al Comité Nacional de la CTM, 20 de enero de 1937, en CTM 1936-1941, edición facsimilar, Vol, 1, México, CEFPSVLT, 2011: pp. 319-320.

[9] FHUOM, Legajo 304, [mediados 1937], Entrevista a Vicente Lombardo Toledano por Douglas Montagu Jacobs, mecanuscrito.

[10] Ídem.

[11] “¡Unidad a toda costa!” [Resolución adoptada por el pleno del Comité Central del Partido Comunista de México, celebrado del 26 al 30 de julio de 1937], en Guadalupe Pacheco Méndez, Arturo Anguiano Orozco, y Rogelio Vizcaíno A., Cárdenas y la izquierda mexicana, México, Juan Pablos Editor, 1975, pp. 297-307.

Rodolfo Jiménez Barrios, 1910 – 1983

Rodolfo Jiménez Barrios nació el 11 de enero de 1910, en Jucuapa, Usulután (El Salvador), y falleció el 22 de junio de 1983. Fue abogado, docente, escritor, ensayista, político y poeta salvadoreño.

Realizó sus estudios de primaria y secundaria en el Instituto Nacional de San Salvador. Continuó sus estudios universitarios en derecho en la Universidad de El Salvador, aunque se tuvo que exiliar a México, donde finalizó sus estudios graduándose en derecho. Años más tarde, se tituló como catedrático. A su vuelta a El Salvador, fundó y dirigió la Facultad de Economía de la UES.

En México, ejerció como fiscal y juez de instancia. En El Salvador llegó a alcalde de Jucuapa, y a diputado electo, lo que le permitió ayudar a las causas populares salvadoreñas.

Como escritor, Rodolfo Jiménez destacó en el ensayo y la poesía, logrando el premio La Flor Natural Rosa de Oro de Cuernavaca, al quedar en primer lugar en el certamen.

Sus restos descansan en el cementerio municipal de Jucuapa, en el departamento de Usulután.

Recordamos a Rodolfo Jiménez con el himno que creó para la escuela Saúl Flores de Jucuapa, tres de sus intervenciones en la revista Futuro y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

CORO

Enseñanza de fulgido anhelo
en la vida una excelsa virtud
a ti vamos cantando gozosos
la Saúl, la Saúl, la Saúl

I ESTROFA.

Nuestra escuela nació con un nombre
que es ejemplo de esfuerzo y saber
te cantamos maestro querido,
adalid, de la luz y el deber.

II ESTROFA

La enseñanza es camino seguro
que conduce en la tierra a triunfar
y con ella del alma rompemos
las ignaras cadenas del mal.

III ESTROFA

Venid todos pequeños y adultos
a luchar y a estudiar en la Saúl
que aquí nace y se forja el ser libre
“corazón, pensamiento y virtud”.

(vuelve al coro)

Futuro. Abril de 1934, Ciudad de México (México)

JORGE UBICO PROPONE LA UNIÓN CENTROAMERICANA (Pág: 21)

Futuro. Enero de 1938, México DF (México)

LA CIENCIA EN EL SALVADOR (Pág: 37)

Futuro. Marzo de 1938, México DF (México)

EL IMPERIALISMO JAPONÉS EN CENTROAMÉRICA (Pág: 39) (Pág: 37)

Todos los números de la revista Futuro se pueden consultar aquí.

Portada del libro: Jiménez Barrios, Rodolfo. Misión de las masas estudiantiles en centro América. México: Imp. Romero, 1935.
Jiménez Barrios, Rodolfo. Misión de las masas estudiantiles en centro América. México: Imp. Romero, 1935.

Al maestro Lombardo Toledano, este “piminuto” del más insignificante de sus discípulos y que mejor en… (Firmado) Jiménez Barrios” México, D. F. dic. 1935

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

OBRA DE RODOLFO JIMÉNEZ BARRIOS

  • De excelente orador
  • Forense. El requinto de Rodolfo
  • Senderos abandonados
  • La tirania de Martínez
  • La poesía social de Pablo Neruda
  • Himno de la escuela Saúl Flores de Jucuapa

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


Obra Parlamentaria de Vicente Lombardo Toledano

La labor parlamentaria de Vicente Lombardo Toledano está dividida en dos períodos, dos épocas distintas, separadas la una de la otra por casi cuarenta años. A pesar de esa particularidad, Lombardo fue en la Cámara de Diputados un representante de la clase trabajadora en las tres legislaturas de las que formó parte.

Sus participaciones en tribuna como diputado del Partido Laborista Mexicano (1925-1928) y del Partido Popular Socialista (1964-1967), demuestran su claridad de ideas y su calidad como polemista, aclarando conceptos con la capacidad del catedrático universitario que era y del estudioso de la ciencia política que nunca dejó de ser. Más allá del tema coyuntural que originaba el debate, Lombardo hacía uso de la palabra para orientar y asumir una postura crítica, pero fundamentada.

El Centro Lombardo ha editado en tres volúmenes dicha labor, bajo el título Obra Parlamentaria de Vicente Lombardo Toledano.

Para el primer volumen, correspondiente a la etapa laborista, se respetó la forma en que las intervenciones de Vicente Lombardo Toledano quedaron asentadas en el Diario de los Debates, donde los taquígrafos dejaban constancia fiel de las sesiones parlamentarias, permitiendo darnos cuenta de las interrupciones, diálogos, señalamientos, acusaciones y aclaraciones que generaban los intensos debates en esa época inmediata a la fase armada de la Revolución Mexicana.

Durante décadas, a partir de la fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929, y hasta el año de 1963, el sistema electoral mexicano estuvo diseñado para que el partido en el gobierno se mantuviera en él. Esporádicamente alguno de los partidos lograba el triunfo de uno o más de sus candidatos, pero sin poner en riesgo al partido en el poder. La reforma que crea los diputados de partido permite integrar en forma plural la XLVI Legislatura (1964-1967), mediante el acceso permanente de representantes de los partidos políticos minoritarios a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

Para Vicente Lombardo Toledano, la reforma significó volver –cuatro décadas después de la primera ocasión en que fue electo diputado federal– a formar parte del Poder Legislativo y participar en la actividad parlamentaria como representante del Partido Popular Socialista (PPS). Su presencia contribuyó a revitalizar la labor legislativa. Prueba de lo anterior es que muchas de sus propuestas fueron aceptadas posteriormente, y que otras siguen siendo demanda de amplios sectores de la población.

Lo novedoso de la presente edición es que ordena temáticamente los textos legislativos, lo que facilita su lectura y comprensión al enmarcarlas en su contexto relacionándolos entre sí, ya que en las ediciones pasadas sólo se habían presentado de forma cronológica.

Así, el volumen número dos, recoge las iniciativas, intervenciones y debates sobre temas diversos que se relacionan con la integración, funcionamiento y responsabilidades de los poderes públicos de la federación y las entidades federativas, así como con aspectos medulares vinculados al municipio libre y a la necesidad de convertirlos en una realidad en la vida política del país.

En el tercer volumen se recogen las iniciativas partidarias, así como las intervenciones, opiniones, propuestas y debates sobre aspectos relacionados con temas económicos, políticos, sociales, científicos y culturales.

Se destaca que para Vicente Lombardo Toledano, la política económica nacional es el elemento fundamental para la lucha por la independencia plena de la nación, el desarrollo económico y social, y la ampliación y fortalecimiento de la vida democrática.

Lombardo estuvo convencido de que los avances logrados en este ámbito fueron producto de las circunstancias, es decir, que el gobierno intervino ante cada problema concreto para resolverlo, pero que no existió un plan estructurado, política y jurídicamente, que viera hacia el futuro. Por ello decidió impulsar, mediante la diputación del PPS, un conjunto de iniciativas para avanzar en este campo, y para hacer que las decisiones patrióticas logradas hasta el momento se convirtieran en política permanente del Estado mexicano.

El Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano” presentará la reciente edición de la Obra Parlamentaria de Vicente Lombardo Toledano como parte de las actividades que se realizan en el marco de su 50 aniversario luctuoso. La cita es el martes 26 de junio de 2018, a las 17:00 horas, en la sala de lectura de la biblioteca de esta institución.

Félix Gordón Ordás (1885 – 1973)

Félix Gordón Ordás nació en la ciudad de León, España el 11 de junio de 1885, y falleció en la Ciudad de México el 22 de enero de 1973. Fue médico veterinario, diplomático, escritor y político republicano español.

Realizó sus estudios de veterinaria en su ciudad natal, concluyéndolos en 1905.

Durante la Segunda República Española fue electo diputado por el Frente Popular en 1931, 1933 y 1936. Durante la presidencia de Diego Martínez Barrio, en 1933 ocupó el cargo de Ministro de Industria y Comercio.

En 1936 fue nombrado embajador en México, una vez iniciada la guerra civil española realizó importantes gestiones ante el gobierno de Lázaro Cárdenas y organizaciones sociales, como la Confederación de Trabajadores de México (CTM) dirigida por Vicente Lombardo Toledano, en defensa de la República. También fue representante de España ante los gobiernos de Panamá, Cuba y Guatemala.

El 1° de septiembre de 1937, el embajador Gordón Ordás entregó a Vicente Lombardo Toledano la condecoración de la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, otorgada por el gobierno español “por los servicios que ha prestado a la causa de la República”.

Al final de la guerra en España, con la imposición de la dictadura franquista, Félix Gordón se exilió en México, donde formó parte de la Junta Española de Liberación, y de 1951 a 1960 se desempeñó como presidente del gobierno de la República en el exilio.

Entre sus libros publicados se encuentran: Policía sanitaria de los animales domésticos, Mi evangelio profesional (1918), La ganadería lanar en México, Al borde del desastre: economía y finanzas en España. 1939-1951 (1952), Mi política en España (1961-1963, en 3 volúmenes) y Mi política fuera de España (1965-1972, en 4 volúmenes).

Como una muestra de la amistad y colaboración entre Félix Gordón Ordás y Vicente Lombardo Toledano, presentamos las dedicatorias en cuatro de sus libros.

Félix Gordon Ordás. Al borde del desastre. Economía y finanzas de España (1939 – 1951). México: Impresora Guitian, 1952.

“Para el abogado y político ilustre Lombardo Toledano como reiteración de Amistad, admiración y de gratitud (rúbrica) Gordón Ordás”

 

Félix Gordon Ordás. Planes de acción y de gobierno. México: [s.n.], 1959.

“Para mi amigo muy querido don Vicente Lombardo Toledano en recuerdo muy grato de las campañas que aquí hicimos juntos en defensa de la República  Española (firma) Gordón Ordás”

 

Félix Gordon Ordás. Mi política en España. México: Talleres Gráficos Victoria, 1961-1963.

“Al ilustre político y escritor, Lic. Vicente Lombardo Toledano, gran amigo de la República Española, cuya causa ha defendido siempre, con fe y entusiasmo infatigables, con Un fuerte abrazo lleno de afecto, (rúbrica) Gordón Ordás S/C Av. Ixtaccihuatl, 49ª, 3er piso México 11, D. F.”

 

Félix Gordon Ordás. Mi política fuera de España. México: [s.n.] (México: Talleres Gráficos Victoria), 1961.

“Para el gran líder obrero don Vicente Lombardo Toledano en testimonio de sincera amistad y de profunda admiración por su obra ingente. (rúbrica) Gordón Ordás”

 

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO

Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Por Emilio García Bonilla en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del CEFPSVLT.

Antropología integrativa y teoría evolutiva contemporánea: una propuesta teórico-metodológica

Escuela Nacional de Antropología e Historia

Los días del 14 al 18 de mayo de 2018 la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) se encargó de organizar el curso ‘Antropología Integrativa: abrazando la diversidad metodológica y una teoría evolutiva contemporánea’, a través del Posgrado y la Licenciatura en Antropología Física y a cargo de Agustín Fuentes, director del Departamento de Antropología de la Universidad de Notre Dame, EE. UU. El curso se dirigió a estudiantes de licenciatura, posgrado e investigadores y durante  las sesiones el profesor Fuentes expuso su propuesta teórica y metodológica; el curso contó en cada una de éstas con un taller en el que los asistentes pudieron intercambiar ideas, resultados e inquietudes. Como complemento del curso se dictó la conferencia magistral: ‘Raza, racismo, antropología y evolución,’ en el auditorio Fray Bernardino de Sahagún del Museo Nacional de Antropología, la cual contó con otros especialistas del tema para su discusión. En suma, se trató de una semana muy importante para esta disciplina ya que la propuesta del Dr. Fuentes, al margen de las posibles y esperables críticas, fue un elemento sumamente estimulante para todos los asistentes; algunos de los puntos a destacar los relataré a continuación.

El primer día del curso el profesor Fuentes pidió a los asistentes presentarse y compartir sus intereses académicos, actividad que le permitió ver la amplitud de temas e inquietudes abordadas por los antropólogos físicos/biológicos mexicanos en la actualidad. A partir de allí el investigador pudo darse una idea de cuáles serían los temas que mayor interés atraparían a lo largo de la semana. Dentro de la inquietud temática destacaron los estudios sobre genómica y ADN, la biología y antropología del desarrollo, la bioarqueología; además de enfoques como la primatología, el comportamiento, la demografía y la cognición. Muestra de que el abanico de posibles preguntas de investigación dentro de la antropología biológica mexicana es amplio y diverso. Creo que el profesor Fuentes fue capaz de capturar esta gran panorámica de intereses entre los antropólogos mexicanos.

Prof. Agustín Fuentes (Universidad de Notre Dame)

Durante la primera sesión se realizó un repaso enfocado al pensamiento evolucionista, por un lado, en el que destacó la propuesta de la Síntesis Evolutiva Extendida. Por otra parte, Fuentes retomó algunas de las ideas esgrimidas hace cerca de cien años por el destacado antropólogo Franz Boas. Este autor sentó las bases de lo que en su tiempo se dio por llamar el ‘particularismo histórico’, metodología antropológica que estableció desde un inicio que los diversos grupos poblacionales están adaptados a las condiciones y presiones particulares que su propio devenir histórico ha delineado. No hay en esta perspectiva sociedades más o menos desarrolladas, ni mentes ‘primitivas’ o ‘civilizadas’; estas son ideas muy relevantes del pensamiento boasiano, las cuales permitieron confrontar los postulados de los antropólogos ingleses que desarrollaron la corriente del ‘evolucionismo unilineal’ (ver: L.H. Morgan, E.B. Tylor, G.V. Childe).  De la propuesta de Boas surgió, asimismo, la ‘antropología-de-los-cuatro-campos; enfoque interesado por integrar las cuatro disciplinas antropológicas: arqueología, lingüística, etnografía y antropología física. A casi un siglo de esta propuesta, Agustín Fuentes es uno de los más claros exponentes de un enfoque ‘neo-boasiano’, en el que no sólo se postula una ‘antropología integrativa’, sino también la importancia del enfoque evolucionista.

Franz Boas

Dicho de otra manera, y retomando las ideas de Eric Wolf (1964), “la antropología –apunta Fuentes– es la más humanista de las ciencias, a la vez que es la más científica de las humanidades” (Wolf 1964; Fuentes 2016); este carácter dual de la antropología biológica ubica a ésta en un punto de intersección –o bisagra– entre las ciencias y las humanidades. Un artículo publicado hace apenas unos días por Susan Antón, Ripan Malhi y el propio Fuentes (2018) señala que la “antropología biológica estudia la variación y evolución de los humanos y primates no-humanos vivos, así como de nuestros ancestros, razón por la cual el campo debería encontrarse en una posición ideal para atraer científicos con formaciones diversas desde diferentes perspectivas y experiencias” (Antón et al. 2018), aunque no siempre sea así.

Durante la segunda sesión se profundizó particularmente en la Síntesis Evolutiva Extendida como un marco teórico ampliado respecto del neodarwinismo, en donde destaca herramientas teórico-metodológicas que constituyen una versión más completa y compleja del marco evolucionista contemporáneo (Laland et al. 2015). En este punto el ponente enfatizó la relevancia de la teoría de construcción de nicho, en particular, y del enfoque constructivista-humanista, en general; como el marco epistemológico sobre el cual debe ser estudiado el fenómeno humano. De cara a desarrollar su propuesta Fuentes apuntó la relevancia del concepto de ‘nicho humano’, el cual, de acuerdo con el autor, se trata de un contexto de posibilidades en el que las sociedades humanas por medio de una de las más distintivas características de la especie, la cultura, se desarrolla, evoluciona, se complejiza y transmite historias, experiencias, saberes, tradiciones y memorias. Dicho de otro modo, el concepto de ‘nicho humano’ es crucial en una perspectiva científico-humanista-constructivista sobre el estudio de la evolución humana, fundamentada en un enfoque bioantropológico. Una forma en la que esto puede resumirse es que la evolución humana debe estudiarse a partir de la comprensión de los procesos y patrones que subyacen a la variabilidad de los diferentes grupos humanos y que, a su vez, han derivado en lo que conocemos hoy como ‘Homo sapiens’; lo que contrasta claramente con el interés por estudiar únicamente el resultado –la(s) consecuencia(s)– de esos procesos y patrones.

Museo Nacional de Antropología

La tercera sesión, como ya lo apunté, fue la conferencia magistral y una mesa redonda en el Museo Nacional de Antropología –inmejorable recinto para discutir sobre temas de relevancia como la raza, el racismo y la evolución. Luego de una destacadísima presentación, el profesor de la Universidad de Notre Dame apuntó, entre otras cosas, que la raza es una categoría analítica que no da cuenta de la diversidad inmensa que existe en la especie humana de acuerdo a la distribución de las frecuencias alélicas. Según el investigador, “existen mayores diferencias entre dos grupos diferentes de chimpancés que en toda la especie humana”, lo que contrasta de manera notable con las diferencias fenotípicas que es posible observar en los diferentes grupos humanos. En otras palabras, todos los seres humanos –al margen de la apariencia, etnicidad, religión, etc.– contamos con los mismos genes –¡exactamente los mismos genes!– que componen nuestro genoma, lo que varía son las diferentes variantes en las que esos genes se expresan: las frecuencias alélicas; diferencias que responden a la historia evolutiva –migraciones, entrecruzamientos, cuellos de botella, efectos fundadores, y otros motivos y mecanismos– que ha ocurrido en los últimos millones de años de evolución homínida. El porcentaje de diferencia en el genoma de los humanos es únicamente del 1%, el resto (el 99%) es idéntico en los más de 7 mil millones de personas que viven hoy en este planeta. Otro punto valioso de rescatar fue el señalamiento de que “la raza y el racismo existen”, pero en ningún caso estas categorías tienen una base biológica; por el contrario, son resultado de construcciones sociales, históricas, políticas y económicas que responden a las experiencias propias del grupo en cuestión. No existen poblaciones aisladas o “puras” biológica o genéticamente, los seres humanos hoy día somos el resultado de la historia biológica y cultural de nuestros ancestros. Fuentes señaló que en su país –Estados Unidos– el tema de la raza juega un papel social importante, ya que si bien a su entender ésta no es una categoría biológica, no obstante su uso social tiene efectos que, de hecho, se expresan a nivel biológico. Por ejemplo, existen marcadas brechas sociales en las tasas de mortalidad, enfermedad, encarcelamiento, acceso a la educación, movilidad social, entre muchas otras, que no son consecuencia directa de las características propias del individuo, sino de los efectos secundarios que tiene esta perpetuación de estructuras sociales jerarquizadas con base en ciertos rasgos y apariencias físicas.

La discusión posterior incorporó la presencia de la Dra. María Nieves Colón (LANGEBIO-CINVESTAV)  y del Dr. Francisco Vergara Silva (Instituto de Biología-UNAM).

Dra. María Nieves-Colón (LANGEBIO_CINVESTAV)

En esta parte de la presentación los investigadores realizaron un intercambio de ideas sobre aspectos relevantes de las ciencias genómicas, que en ocasiones tienden a presentar sus resultados de tal manera que se revindican ciertas ideas y postulados racistas y raciológicos. La Dra. Nieves señaló la importancia de distinguir entre raza y ancestría, conceptos que tienen significados muy distintos entre sí. Como se dijo antes, la categoría de raza tiene su base en una construcción social; por su parte, la ancestría es, de hecho, el resultado de diversos procesos biológicos, culturales e históricos. En ese sentido, la investigadora señaló el sesgo de algunos estudios genómicos que cuentan con una sobrerrepresentación de las poblaciones europeas y norteamericanas, mientras que grupos humanos alejados de los centros económicos, políticos, culturales hegemónicos prácticamente no aparecen en dichos estudios, lo que genera resultados poco representativos de la variabilidad biológica humana.

Dr. Francisco Vergara-Silva (IBUNAM)

Por el otro lado, el Dr. Vergara recuperó el concepto de ‘mestizo’ utilizado por Fuentes durante su presentación. Este concepto es una categoría identitaria fundamental en la población mexicana en general y en la conformación nacional desde hace casi un siglo. Y aunque los tres investigadores coincidieron en que este concepto sí tiene una base biológica –a diferencia de la noción de raza–, es cierto que existe un espacio dentro de las ciencias sociales en el que resulta interesante para debatirse entre antropólogos, sociólogos, historiadores y filósofos.

En la cuarta y última sesión no hubo presentación por parte del profesor Fuentes, sino que consistió en la exposición del proyecto de investigación de los asistentes con respecto a cómo esta propuesta teórico-metodológica modificó o no algún aspecto concreto de la misma. Lo que más llamó mi atención fue la motivación que cada uno de los participantes mostró por compartir su trabajo. Considero que los días previos estimularon de manera importante la reflexión y revisión del trabajo individual tanto para estudiantes de posgrado y licenciatura como para los investigadores asistentes. Una frase que sintetiza la propuesta del Dr. Fuentes es que una antropología biológica contemporánea debe buscar la forma de estudiar e investigar la historia evolutiva humana, fundamentada en un enfoque biocultural preocupado por desgranar  aquellos elementos que constituyen las diferentes naturalezas humanas. En otras palabras, la principal misión de nuestra disciplina sería comprender la diversidad y variabilidad humanas.

Es preciso indicar que la propuesta aquí descrita no escapa de posibles críticas, las cuales, por supuesto, buscan robustecer los argumentos que la sostienen. En ese sentido, señalo dos de las que fueron destacadas por los asistentes durante las sesiones: i) la dificultad de financiar proyectos transdisciplinares ambiciosos; ii) que no en todos los casos una antropología integrativa es necesariamente la metodología más pertinente, por lo que no puede decirse que para todos los temas y preguntas de investigación debe ser empleada esta metodología. En este mismo sentido, es interesante reflexionar sobre el contraste entre el enfoque antropológico y el biológico/biomédico. En el primer caso se defiende la premisa de que la variabilidad es la condición hegemónica en las sociedades y grupos humanos, desde nuestros ancestros más remotos hasta hace unos cuantos cientos de miles de años. Mientras que las otras perspectivas –la biológica y la biomédica– tienen como punto de arranque la normatividad, por lo que todo aquello que escape del ‘patrón’ representa una desviación de la norma.

Finalmente destaco la organización de los estudiantes del posgrado y la licenciatura en antropología física de la ENAH, de manera particular reconozco públicamente a Andrés Gualito, Jani Galland y Paulina Ruíz Martín, por la excelente gestión del curso y por la amable atención con los asistentes. En suma, fue un evento que debe repetirse con otros investigadores y especialistas de nuestra disciplina.

 

Bibliografía

Antón, S., Mahli, R. y Fuentes, A. (2018) ‘Race and Diversity in U.S. Biological Anthropology: a decade of AAPA iniciatives’. American Journal of Physical Anthropology, vol. 165, pp. 158-180.

Fuentes, A. (2016) ‘The Extended Evolutionary Synthesis, Ethnography and the Human Niche’. Current Anthropology, vol. 57(13), pp. S13-S26.

Laland, K. et al. (2015). ‘The Extended Evolutionary Synthesis: its structure, assumptions and predictions. Proceedings of the Royal Society B 282:20151019. http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2015.1019.

Wolf, E. (1964) ‘Anthropology’. New York: Norton.

 

 

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA CTAL

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA CTAL[1]

Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

La CTAL, objeto de fuerte debate entre los historiadores y analistas del movimiento obrero.

2018, año de realización de este XII Taller, es también el del 80 aniversario de la fundación de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) Esto nos brinda un marco propicio para reflexionar sobre esta importante organización, que desarrolló sus actividades en una etapa singular de la historia latinoamericana y mundial y, durante los veinticinco años de su existencia, combatió, haciendo valiosos aportes a la teoría y la práctica de la lucha sindical y cosechando notables logros. En 1963 dejó de existir, al haber concluido su misión histórica.

Además, a pesar de que cumple ya ochenta años de fundada y cincuenta y cinco de haber concluido sus funciones, se trata de un corpus social vigente, por cuanto aún hoy enciende pasiones entre los historiadores y analistas del movimiento obrero. Sus detractores critican a la CTAL con lenguaje ácido, atribuyéndole culpas y defectos sin fin, porque, como bien señala la admirada investigadora cubana, doctora Dulce María O’Halloran:

“contra ella se concitaron los sectores más reaccionarios y las fuerzas del capital financiero, las cuales le declararon la guerra a muerte”[2];

Pero, por otra parte, numerosos y destacados estudiosos encomian los méritos de dicha central obrera. Es decir, el debate sobre la CTAL, que empezó hace ocho décadas, llega con fuerza a nuestros días; así sucede con todo lo que, por sus ideas y sus ejemplos, pervive.

En esta exposición, abordo el análisis solamente de algunos aspectos de su teoría y su práctica. En todos ellos encuentro ricas enseñanzas, y experiencias útiles para la lucha actual de la clase trabajadora y los pueblos, los latinoamericanos, sobre todo.

La CTAL, su perfil, ideales y objetivos

La CTAL se sustentó en los principios de la unidad de los trabajadores, la lucha de clases y el internacionalismo proletario: Entre sus objetivos, se propuso buscar los medios más eficaces para la unificación de la clase trabajadora de la región porque “sólo así, unidos, los obreros podrían constituir una fuerza capaz” de llevar adelante por sí mismos la lucha por sus objetivos históricos e influir de manera poderosa en el acontecer de sus países, de la región latinoamericana y el mundo.[3]

Defender los derechos laborales, pero no sólo eso, también transformar a la región y construir una democracia de tipo nuevo

Se trataba de defender sus intereses laborales, sí, pero no sólo eso, sino también luchar por la independencia de América Latina respecto del imperialismo, por la transformación profunda de la región en lo económico, político y social para el desarrollo de sus fuerzas productivas, la elevación del nivel de vida de los pueblos y por un nuevo tipo de democracia, más avanzada que la democracia representativa burguesa.

Contexto en que existió y luchó la CTAL

La Revolución Mexicana de 1910 fue una revolución antifeudal y antimperialista, como la definió Vicente Lombardo Toledano.

El contexto en que surgió, existió y combatió la CTAL, mexicano, latinoamericano y mundial, fue de intensa agudización de las contradicciones económicas, políticas y sociales y, por lo mismo, fue muy dinámico y rico en acciones de los pueblos y reacciones de los enemigos de los pueblos. Observaremos aunque sea de manera breve algunos elementos contextuales que incidieron en sus ideales, objetivos y acciones, como la Revolución Mexicana de 1910, la lucha de los pueblos de América Latina por su liberación respecto del imperialismo estadounidense, la amenaza del fascismo y la Gran Revolución socialista de Octubre.

La Revolución Mexicana de 1910

En México donde se fundó la central, ya había ocurrido la Revolución de 1910, que fue democrático burguesa y antimperialista, y, por tanto, la primera Revolución de Liberación Nacional. Ya se había promulgado la Constitución de 1917, la más avanzada del mundo en aquél momento. Gobernaba Lázaro Cárdenas del Río, un presidente nacionalista revolucionario, progresista y antimperialista. Y por serlo, era acosado constantemente por la clase social derrotada por la Revolución, integrada por una oligarquía terrateniente y por el capital extranjero, estadounidense en su mayoría, pero también inglés y alemán; por eso, contra Cárdenas no sólo conspiraba y actuaba la derecha local, sino también el imperialismo yanqui e inglés, y el ya emergente fascismo. Por eso, el movimiento sindical de la época, defendía con enjundia al gobierno cardenista, al mismo tiempo que le exigía dar pasos hacia adelante en el proceso de radicalización de la revolución.

Lombardo y la CTAL. Libro de Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

La liberación de América Latina respecto del imperialismo, un objetivo medular de la CTAL

América Latina en su conjunto estaba bajo el dominio casi total del imperialismo yanqui, pero luchando con energía, sus mejores fuerzas, por su emancipación. Y a esa batalla contra el imperialismo norteamaricano se habría de sumar la CTAL como una nueva y poderosa fuerza. Por eso, ya desde la convocatoria al Congreso Obrero Latinoamericano, que fundó la CTAL, se establece como objetivo de la reunión

“buscar los medios más eficaces para su unificación (se habla de la clase trabajadora de la región) con el alto propósito de defender mejor su causa y contribuir al logro de la completa independencia y progreso…”[5] de nuestras naciones.

En ese mismo sentido, el Congreso constitutivo de la CTAL se pronunció por el respeto a la autonomía económica y política de todos los países, es decir, por el respecto al derecho de nuestros países a la liberación, a la conquista de su plena independencia económica y política con respecto del imperialismo. En el Acta Constitutiva se dice que

…la tarea principal de la clase trabajadora de la América Latina consiste en conseguir la plena autonomía económica y política de [nuestras] naciones… y en liquidar las supervivencias semifeudales que caracterizan a [estos] países, con el propósito de elevar las condiciones económicas y morales en que se hallan las grandes masas de sus pueblos[6].

La CTAL y la lucha contra el fascismo

Pero también, cuando se fundó la CTAL era el momento en que surgía el fascismo en la Alemania Nazi, en la Italia de Mussolini, y en la España de Francisco Franco, apenas previo al desencadenamiento de su furia contra la humanidad entera. El fascismo era una fuerza peligrosa que hasta entonces había sido desconocida en América pero que ya empezaba a intervenir en la región. Por eso, la CTAL declaró una guerra frontal contra el fascismo.

Una democracia de trabajadores que aspira a crear un mundo nuevo, otro objetivo de la CTAL

Vicente Lombardo Toledano, en su calidad de dirigente de la CTM de México, central anfitriona del citado Congreso Obrero Latinoamericano, sintetizó los tres objetivos ya enumerados, al declarar que se trataba de luchar por la unidad de los trabajadores de América Latina que era urgente porque, sólo así, unidos, los obreros podrían constituir una fuerza capaz de enfrentar de manera victoriosa los viejos problemas derivados de las tiranías de la región y, a la vez, combatir al imperialismo –enemigo fundamental de nuestros pueblos- y combatir también con éxito a una peligrosa fuerza que hasta entonces había sido desconocida en América pero que ya empezaba a intervenir en la región: el fascismo. El dirigente sintetizó los tres objetivos señalados:

“combatir al fascismo y al imperialismo, a todas las formas de opresión”. Además, propuso luchar por la democracia; pero no la democracia liberal convencional , sino una “democracia de trabajadores que aspira a crear un mundo nuevo”..[7]

Objetivos e ideales democrática y colectivamente formulados.

Las intervenciones de los delegados al Congreso Obrero Latinoamericano aportaron, de la manera más democrática, a la elaboración conjunta de la definición definitiva de los ideales y propósitos de la nueva central unitaria. Provenían de distintos países, militaban en corrientes sindicales diversas, pertenecían a organizaciones distintas y se refirieron a las experiencias de sus respectivos lugares de origen; pero en su mayoría coincidieron a la hora de identificar los grandes problemas de la región: la dependencia neocolonial respecto del imperialismo, la explotación del pueblo y los trabajadores y la amenaza del fascismo. Por tanto, casi todos se pronunciaron por luchar por la independencia respecto del imperialismo, combatir la explotación de clase y contra el fascismo, objetivos que se fueron perfilando con nitidez.

Lázaro Peña, de Cuba, sus valiosas intervenciones

Extraordinario dirigente obrero cubano

Una intervención que refleja en buena medida las de la mayoría, fue la del dirigente obrero cubano Lázaro Peña:

“En Cuba –como en cualquier otro pueblo de Latinoamérica- el capital predominante no es precisamente el nativo. También allá la industria azucarera, que es la principal del país, se encuentra en manos de compañías extranjeras, principalmente norteamericanas. No hay banca nacional. El ferrocarril es propiedad de compañías inglesas. El 83 por ciento de las tierras laborables están en manos de grandes latifundistas y compañías extranjeras.[8]

Lázaro Peña también se refirió a la grave situación económica del proletariado y a la elevada importancia de la unidad amplia e incluyente de los trabajadores, que podría hacer cambiar las cosas a favor de la clase obrera y los pueblos, al adquirir el movimiento sindical una fuerza superior, nunca antes conocida.

La CTAL y la Revolución de Octubre

La CTAL también vivió la época en que la Gloriosa Revolución Socialista de Octubre alentaba con su ejemplo los anhelos, la imaginación y las luchas de los pueblos del mundo, al tiempo en que desarrollaba las fuerzas productivas de la Unión Soviética de manera vertiginosa, a pesar de las constantes y violentas agresiones por parte del imperialismo, y la CTAL defendió a la Unión Soviética y se solidarizó con sus luchas.

La CTAL, anticapitalista, partidaria del socialismo

Además, la CTAL, desde su Acta Constitutiva, se pronunció claramente por la desaparición del régimen capitalista de la faz de la Tierra y su sustitución por el sistema socialista, que expresa la aspiración del cambio revolucionario más profundo de la clase trabajadora en su conjunto: la desaparición de la burguesía como clase social dominante en el escenario del mundo, la emancipación de la clase obrera, y la trasformación de las relaciones de producción y de distribución en el seno de la sociedad, es decir, la transformación radical en las esferas de la economía, de la política y de las relaciones sociales propiamente dichas

La CTAL merece el reconocimiento de la clase obrera y los pueblos

Cuántas cosas más podrían decirse acerca de la CTAL y su gloriosa existencia; cuántos análisis, cuántos ensayos, cuántos libros están por escribirse al respecto. La CTAL, sostuvo principios avanzados y justos, y su práctica fue plenamente congruente con sus concepciones teóricas. Por eso merece el reconocimiento y el homenaje de la clase trabajadora y los pueblos.

 

[1] Tema expuesto en el XII Taller Científico Internacional Primero de Mayo celebrado del 23 al 26 de abril de 2018 en el Palacio de los Torcedores, La Habana, Cuba, bajo el auspicio del Instituto de Historia de Cuba y coorganizado por el CEFPSVLT y la Universidad Autónoma de Chapingo.

[2] O’Halloran González, Dulce María. La Confederación de Trabajadores de América Latina, 1938-1948. (Mimeo), pág. 65.
[3] Convocatoria para el Congreso Obrero Latinoamericano, en CTAL, 1938-1948. Resoluciones de sus asambleas. Ediciones de la CTAL. México, 1948.

[4] Ricardo Melgar afirma que la concepción de la CTAL sobre la democracia se limita “al ejercicio de los derechos fundamentales del hombre”, pero se equivoca. La organización se refiere al tema en numerosos documentos y en ninguno restringe su propuesta a lo que dice este autor, sino que siempre es mucho más rica, avanzada y profunda. (Ricardo Melgar, El movimiento obrero latinoamericano. Historia de una clase subalterna 1988, Alianza Editorial, Madrid, pág. 337)

[5] Convocatoria para el Congreso Obrero Latinoamericano, en CTAL, 1938-1948. Resoluciones de sus asambleas. Ediciones de la CTAL. México, 1948.

[6] Acta Constitutiva de la Confederación de Trabajadores de América Latina”, 8 de septiembre de 1938, en CTAL, 1938-1948. Resoluciones de sus asambleas. México, 1948.

[7] Obsérvese que no se refiere al concepto burgués de la democracia representativa liberal, sino a una con un contenido de clase distinto, una democracia de trabajadores que aspiran a construir un régimen de tipo nuevo; el concepto se iría enriqueciendo con el tiempo en otros documentos de la CTAL. Obsérvese también que el lenguaje que se utiliza en este caso, y en general en los documentos de la CTAL, no es uno que se limite a repetir formas anquilosadas, ni es dogmático, sino fresco y explicativo a la vez.

[8] “Sensacional discurso pronunciado por el líder Lázaro Peña”, en el periódico Hoy, La Habana, Cuba, 10 de septiembre de 1938, citado por O’Halloran, en Op. Cit. pág. 47.

 

CEDAR: Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista

El CEDAR: Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista, perteneciente a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y dirigido por el Dr. Jorge Martínez Contreras, colabora con el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano en cuestiones de evolucionismo, primatología y filosofía de la biología.

Dando inicio su actividad el 07 de diciembre de 2010, ha desarrollado diversas actividades académicas en estrecha colaboración con el Centro Lombardo Toledano. Entre sus actividades académicas destacan los Congresos y publicaciones realizadas entre ambas instituciones, que se pueden consultar en el Repositorio del Centro.

Entre las actividades académicas del Centro Darwin destaca el Congreso Internacional Cedar-V: Evolución Biológica y Cultural, que ya cuenta con dos ediciones.

Entre las publicaciones destacan los siguientes libros:

CULTURA Y EVOLUCIÓN

EN BUSCA DE LO HUMANO

VOL. I. ESTUDIOS EN HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BIOLOGÍA

VOL. II. ESTUDIOS EN HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BIOLOGÍA

NATURALEZA Y DIVERSIDAD HUMANA: ESTUDIOS EVOLUCIONISTAS

PRIMATES: EVOLUCIÓN, CULTURA Y DIVERSIDAD

SENDEROS DE LA CONSERVACIÓN Y DE LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA. EVALUACIÓN CRÍTICA Y ÉTICA

El principal objetivo del Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista es el estudio de la evolución para poder entender a la especie humana, como resultado de la selección natural y adaptado, en gran parte gracias a la tecnología, a ambientes específicos, así como una herramienta filosófica y científica indispensable para la compresión y explicación del origen y desarrollo de la cognición y de la cultura.

Del mismo modo, resulta imprescindible estudiar al resto de seres vivos, los ecosistemas que compartimos, así como la lucha por la conservación de los espacios naturales. En definitiva, el estudio del evolucionismo desde una perspectiva que también contemple la Filosofía de la Biología y de la Ciencia.

Entrevista realizada al Dr. Jorge Martínez Contreras para el Blog de la UAM

Objetivos del CEDAR:

  • Documentación en amplios temas relacionados con el evolucionismo.
  • Difusión de documentos y de eventos.
  • Creación de redes científicas y de difusión temática.
  • Organización de coloquios y congresos nacionales e internacionales.
  • Organización de cursos y de diplomados.
  • Publicación de trabajos tanto especializados como de divulgación.
  • Impulso de seminarios y de foros de discusión.

Contacto:

Telefono: (+5255) 5804 4600 / Ext 3505, 3506, 3507 y 3508.
cedarv@xanum.uam.mx.

El mundo intelectual de Vicente Lombardo Toledano

Por Emilio García Bonilla

La biblioteca original de Vicente Lombardo Toledano contiene más de 25 mil títulos, entre ellos destacan 1340 libros con dedicatoria autógrafa al dirigente obrero, lo cual quiere decir que entre 1918 y 1968, Lombardo Toledano recibió por lo menos un libro autografiado por su autor cada dos semanas durante 50 años.

Es posible realizar una radiografía de las relaciones intelectuales de Lombardo Toledano a partir de ese acervo de dedicatorias, donde encontramos artistas, escritores, intelectuales, y, en menor medida, políticos y dirigentes sindicales, ya que éstos últimos no tienen como actividad principal la publicación de libros. En el Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano se realiza un proceso de identificación de los autores de los mencionados libros, incluso con la elaboración de una nota biográfica de cada uno de ellos.

De izquierda a derecha, Vicente Lombardo Toledano, Juan Marinello y Martín Luis Guzmán.

Al realizar una revisión no minuciosa, saltan a la vista nombres como: Luís Castillo Ledón, Manlio Fabio Altamirano, Xavier Icaza, José Gorostiza, Frank Tannenbaum, Isidro Fabela, Baltasar Dromundo, José Muñoz Cota, Carlos A. Madrazo, Gonzalo Aguirre Beltrán, Luís Cardoza y Aragón, lo cual nos permite identificar los diferentes ámbitos de acción de Lombardo Toledano, así como las disciplinas del saber que cultivó.

Como dato a destacar, mencionaré que el personaje que más obras dedicó a Lombardo Toledano fue Alfonso Reyes, con 17 libros. Más cercano ideológicamente, el intelectual comunista cubano Juan Marinello le dedicó 9 libros, en tanto que su cuñado, el dominicano Pedro Henríquez Ureña le entregó siete de sus libros autografiados, y su otro cuñado, Alfonso Caso hizo lo propio con cinco de sus obras.

Este último personaje, perteneció a la Sociedad de Conferencias y Conciertos, grupo que en el ámbito universitario fue mejor conocido como de los Siete Sabios. De estos, también le dedicaron un libro de su autoría a Lombardo Toledano: Manuel Gómez Morín, Antonio Castro Leal y Teófilo Olea y Leyva. Cercano a ese grupo fue Narciso Bassols, quien le dedicó dos libros.

Antonio Caso, maestro de Lombardo, le dedicó dos de sus obras. Curiosamente no existe ningún libro de José Vasconcelos con dedicatoria para Lombardo Toledano. Destaca que el intelectual revolucionario Andrés Molina Enríquez le dedicó dos de sus obras, en su libro Esbozo de la historia de los primeros diez años de la Revolución Agraria de México (de 1910 a 1920) escribió: “Testimonio de especial consideración al Sr. Lic. Don Vicente Lombardo Toledano, esforzado emancipador de las clases obreras y alto exponente de la intelectualidad mexicana. México, febrero 3 de 1933.

Quien fuera presidente de la República, Emilio Portes Gil, le obsequió a Lombardo tres libros autografiados. Por su parte, el general Juan Barragán Rodríguez, quien participó en la Revolución Mexicana y fue de los fundadores del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), organismo que llegó a presidir, coincidiendo con Lombardo en la cámara de diputados dentro de la XLVI Legislatura (1964-1967), le dedicó su obra Historia del Ejército y de la Revolución Constitucionalista de esta manera:A uno de los siete sabios: “Greco – mexicano,” el ‘maestro entre los maestros’ Don Vicente Lombardo Toledano, de quien tuve el honor de ser su compañero en la que será memorable la XLVI Legislatura del H. Congreso de la Nación, tengo el placer de dedicarle los tomos I y II de mi obra histórica sobre la Revolución Constitucionalista.

Entre los artistas que autografiaron libros a Lombardo están los muralistas David Alfaro Siqueiros y Luís Arenal; el también pintor y grabador Erasto Cortés, el dibujante y pintor Miguel Covarrubias, y Gerardo Murillo, el famoso Doctor Atl, todos ellos con un libro dedicado. Este último escribió en su libro Las artes populares en México (1922): A Vicente Lombardo Toledano – hombre de empuje, saturado de fe y de inteligencia / esta obra llena de defectos, pero hecha con la intención de glorificar al pueblo de México.

Francisco Mujica, Luis I. Rodríguez, Vicente Lombardo Toledano, Javier Icaza, Alejandro Carrillo. Febrero 8. 1936

Asimismo, los poetas Enrique González Rojo (1 libro), German List Arzubide (seis libros), Efraín Huerta (dos libros), Jaime Torres Bodet (dos libros), y el poeta chileno Pablo Neruda le dedicó un libro. Por su parte, el escritor Andrés Henestrosa le dedicó dos libros, en Los hombres que dispersó la danza (1946), escribió: “A Lombardo Toledano, que tanto sabe de estas cosas. Andrés”. Ermilo Abreu Gómez le dedicó tres libros a Lombardo Toledano.

José Revueltas le dedicó su obra Los muros del agua (1941), en donde escribió: “Para el gran jefe de la clase obrera, compañero Lombardo Toledano con el respeto y cariño de José Revueltas. Febrero 1942 (México).”

De entre los políticos republicanos españoles y exiliados por la dictadura franquista que dedicaron obras a Lombardo Toledano podemos mencionar al poeta Rafael Alberti (1 libro), a Marcelino Domingo (1 libro), quien escribió en 1938: “A Vicente Lombardo Toledano, en quien el proletariado mexicano tiene un guía austero y de alto pensamiento. Con firme cordialidad Marcelino Domingo”. Félix Gordón Ordás, quien era embajador de la República Española en México cuando estalló la guerra civil y que presidió el gobierno republicano en el exilio, dedicó a Lombardo cuatro de sus obras, en una de ellas escribió: “Para mi amigo muy querido don Vicente Lombardo Toledano, en recuerdo muy grato de las campañas que aquí hicimos juntos en defensa de la República Española”.

Wenceslao Roces, por su parte, dedicó a Lombardo su traducción de los escritos económicos varios de Marx y Engels, mientras que el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez le dedicó dos obras; en Las ideas estéticas de Marx escribió: “Al lic. Vicente Lombardo Toledano, que tanto ha hecho por las ideas de Marx. Con la admiración y el afecto de Adolfo Sánchez Vázquez. 1966”.

En los años previos a la Segunda Guerra Mundial llegó a México el suizo Hannes Meyer, con el patrocinio del gobierno de Manuel Ávila Camacho editó en 1943 El libro negro del terror nazi en Europa, que autografió a Lombardo Toledano.

También hubo refugiados y exiliados centroamericanos, como el guatemalteco Víctor Manuel Gutiérrez, dirigente de la Confederación General de Trabajadores de Guatemala y diputado por el Partido Guatemalteco del Trabajo, perseguido luego del golpe de Estado en 1954, llegó a México acogido por Lombardo Toledano, a quien le dedicó nueve de sus obras.

De entre los estadounidenses que dedicaron libros a Lombardo, destacan los dirigentes del Partido Comunista de ese país: William Z. Foster y James W. Ford.

Vicente Lombardo Toledano y Diego Rivera (1948).

El historiador Agustín Cue Cánovas, en uno de los cinco libros que dedicó a Lombardo, escribió: “Para el señor licenciado Vicente Lombardo Toledano, con el gran afecto que mi padre le profesaba”, y es que incluso es posible encontrar parentescos y relaciones político-familiares al revisar el acervo que estamos comentando, tal es el caso del profesor Everardo Gámiz, quien dedicó a Lombardo un libro en 1952, y fue abuelo de Arturo Gámiz, quien dirigió el grupo de jóvenes guerrilleros que atacaron el cuartel de Ciudad Madera Chihuahua el 23 de septiembre de 1965.

También es interesante el caso de Sadot Fabila Hernández (1 libro dedicado), Alfonso Fabila (6 libros) y Réné Avilés (1 libro), todos ellos familiares del escritor René Avilés Fabila.

Finalmente quiero mencionar que, a medio siglo del fallecimiento de Lombardo Toledano, prácticamente todos los 660 autores identificados que le dedicaron una o más de sus obras están todos desaparecidos, con excepción de uno, quien le dedicó tres libros, y en uno de ellos titulado Estudio de la técnica social (1958), publicado hace ya 60 años, escribió: “Para el maestro Vicente Lombardo Toledano con aprecio y temor a su crítica. Pablo.” Me refiero a Don Pablo González Casanova, por cierto, pariente político de Lombardo.

En suma, a través del acervo histórico “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” es posible acercarnos al mundo intelectual en el que se desenvolvió dicho personaje, las relaciones y amistades que entabló, el aprecio y el respeto que le profesaron, y conocer las diferentes etapas de su actuar en relación con lo que sucedía en el mundo: las corrientes artísticas, los conflictos internacionales, el desarrollo del saber humano, los debates ideológicos, etcétera. Es la constancia del paso de un ser humano de su tiempo por el mundo.

 

(Texto presentado como ponencia en el VI Coloquio “El Historiador ante la Memoria Social”, realizado en la Biblioteca “Miguel Lerdo de Tejada”, el 8 de junio de 2018.)

Enrique Othón Díaz Melo, 1903-4 – 1967

Enrique Othón Díaz Melo nació el 3 de julio de 1903 o 1904[1], en la ciudad de Oaxaca, estado de Oaxaca (México); y falleció el 11 de junio de 1967, en la Ciudad de México. Fue un importante político, militar, cineasta, periodista, escritor y poeta. Se le reconoce como uno de los miembros de la generación del “Medio Siglo”, grupo destacado de intelectuales oaxaqueños, dedicados principalmente a la literatura.

Se dice de Enrique Othón, que recibió su educación básica en el Colegio del Espíritu Santo, dirigido por Carlos Gracida, donde pudo alternar con Fernando Iturribarría. No existen registros claros sobre sus estudios, pero, según los periodistas Néstor Sánchez y Arcelia Yañiz, su educación fue mayormente autodidacta, ya que tuvo que abandonar la escuela para ayudar a su familia, aunque eso no le impidió seguir formándose en las letras.

Como político y militar, Enrique Othón Díaz formó parte del Bloque de Obreros Intelectuales, apoyó el gobierno de Cárdenas y, en 1929, fungió como secretario del grupo Rebeldía, ayudando a su constitución como entidad organizada afiliada a la Confederación de Partidos Socialistas de Oaxaca (CPSO), de tipo marxista. El grupo Rebeldía defendió una mejor educación y el reparto agrario, defendiendo a la clase trabajadora de Oaxaca, luchando contra el abuso del alcohol y por la creación de pequeñas industrias que sirvieran para la rehabilitación de las masas indígenas.

Como educador, Enrique Othón participó como miembro de la Sociedad de Amigos del Libro Mexicano y del Grupo “En Marcha”, y desarrolló labores educativas en el Partido de la Revolución Mexicana y como profesor en la Universidad Obrera, creada y dirigida por el Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Como periodista, de muy joven Enrique Othón se hizo cargo del suplemento dominical del diario El Oaxaqueño, fue uno de los fundadores de la revista 18 de marzo, que sirvió para la comunicación entre Petróleos Mexicanos y sus trabajadores. También fue responsable de la redacción del Boletín del programa Nacional Fronterizo y colaboró con la revista Crisol y en el periódico Nacional.

Como cineasta, Enrique Othón Díaz produjo varios documentales sobre la vida y las costumbres indígenas mexicanas.

Como escritor, Enrique Othón escribió novela, cuento, poesía y teatro. El contenido de su obra siempre tuvo carácter social, denunciando los abusos del poder, las injusticias que los hacendados y los militares cometieron contra el pueblo mexicano y, en especial, contra los indios, obreros y campesinos. Su estilo, se ajustó a lo defendido por el grupo Rebeldía: “un arte sencillo, vigoroso y rebelde”; “una literatura eminentemente socialista y humana que combatiera todos los prejuicios y todos los fanatismos; un arte revolucionario, agitador y orientador”. También retrató la situación educativa y la miseria en la que vivían los maestros rurales en tiempos de la Revolución. En 1931, publicó Canto ingenuo. La escuela rural, en 1933 publicó Madre tierra. Poemas al Ejido, en 1937 publicó Montaña virgen como Protesta. Seis aguafuertes, en 1938 publicó S.F.Z. Escuela. La novela de un maestro, editada por el grupo “En Marcha”, en 1955 publicó Dos poemas y La creciente: comedia dramática en tres actos. Dejó dos novelas inéditas: Alud y La luz viene de lejos.

La renovación social no puede aplazarse impunemente, y es nuestro deber responder al llamado angustioso de la época, constituyéndonos en paladines de la transformación que extiende sus abanicos luminosos en el horizonte magnífico donde apunta una aurora esplendente de justicia social. (Párrafo del Manifiesto del grupo Rebeldía)

Enrique Othón Díaz también escribió ensayo, tratando, sobre todo, la historia y folklore oaxaqueños.

Recordamos a Enrique Othón con uno de los poemas publicado en Dos poemas (1955), y tres dedicatorias al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

ELEGIA DE LAS VOCES OCULTAS…

Fue a la hora en que el mundo
con torpeza de niño
comienza a perseguir el alba como una mariposa,
cuando la noche
con sandalias de musgo
se arrebujó en tu carne
y se durmió en tus huesos
con un pesado sueño de plomo y de murciélago.

¡Vivías!
Vivías, y sobre tus dos piernas,
bajo los arcos audaces de tus cejas,
encima del cauce de tu pecho
corría bronco y mugiente el río de la vida!…

Mas de pronto
tus ojos se llenaron de tierra,
zozobraron sus luces,
se adelgazó tu voz,
se dobló tu coraje
y hecho un solo y eterno latido
te hundiste en lo insondable
como buscando
un paréntesis de quietud infinita.

Te fuiste así,
sereno y fuerte,
inadaptado,
en cita prematura
con lo que llena la distancia de galaxias y astros
a la hora precisa en que la vida
iba a madurar sus frutos en tus sienes,
a hacer fértil tu abrasada parcela,
poderosa angustia,
sosegada tu llamada,
claro y fecundo tu destino…

Sucumbiste a destiempo,
sin soslayar el alba,
triste,
joven e irrealizado,
tan harapo encendido,
impetuoso y rebelde…

Te fuiste,
buscándolo,
señero y melancólico,
por los viejos caminos de ceniza y silencio,
de palúdica angustia y estelar esperanza
que domina la muerte.

¡Cazador de imposibles:
ya sólo eres un dardo
perdido por rutas desmesuradas de universos.
Ya tu sangre es venero
fecundando la tierra.
Ya sólo eres un canto
subterráneo y callado.

Te fuiste cuando apuntaba el alba!…

Y yo, de momento,
me quedé como desenraizado,
como voluta de humo
que de tanto torcerse y retorcerse
no tiene ni una lágrima.

Quise agarrarme a lo alto
y fue como si quisiera hacerlo de las nubes.
Busqué el suelo para apoyarme en él
y sólo fue una fuga de materia
brindándome el vacío.

Quise gritar
pero mi grito
corrió a estrellarse en una sorda
muralla de granito.
Mi pecho se desgarró
como una tela
de seda envejecida
sin ruido, sin sangre y sin alientos…

Fue atroz el puñetazo del destino.
Fue el mar metido de golpe entre mi tórax.

Ya asentada la furia de ese oleaje,
fuerte y en nave de confianza,
iré con tu recuerdo en busca de destinos;
será tanta mi fe, que desde hoy,
mis ojos irán rastreando al Hombre
por todos los caminos inciertos de la tierra,
que desde hoy, en ellos,
habrá un hervor de lumbre,
un tránsito sin tregua
de vientos, tormentas y esperanzas…

Por eso a tu llamado viril de última hora,
cuando sin terror ni congoja
me buscaste en el filo de la tumba
para estrechar mi mano
en un adiós afirmativo de raíces,
tan sólo te respondo
con un vasto silencio de montañas,
con ímpetu de ríos en crecida,
con la pujante fuerza de las savias!…

Y evoco tu figura.
Abro como un gajo de flor de amanecer
tu niñez y la mía,
la que vivimos juntos
entre un temblor intermitente de preguntas
y un gozo inexpresable de la vida.

Recuerdo ese pasado
como recuerda un ciego
la ráfaga de luz de una mañana.
Cuando nuestros sentidos
se abrían en floración consternadora y asombrada;
cuando arrojábamos nuestras palabras
al caracol de la montaña
ara recrearnos con su eco;
cuando con anzuelo de gozo,
pescábamos estrellas
surcando la piel fosforescente de las aguas
dormidas en los caños;
cuando aprendimos
a saborear la miel espesa de la tierra,
a paladear raíces,
a sorprender las voces sabias y calladas
balbuceando en las cenizas de todos los abuelos que tuvimos.

¡Qué inmensidad azul
de sueños, de ímpetus,
de tierras y montañas!

¡Qué grito lacerante
de razas y de siglos
latiendo como un feto en nuestra entraña!

¡Qué galope de vida!

¡Qué ardor de arena,
de cielo y mar; de galápagos,
lagartos y de trópico!

¡Qué tempestad de vida
cimbrando los alambres de las venas,
batiendo las persianas de las almas,
cegando los faros de los ojos!…

¡Qué ansia, qué fiebre, qué avidez!
¡Qué vuelo de pájaros negros en locura!
¡Qué levantarse de osamentas de las tumbas
por donde se fueron caminando los ancestros!

¡Qué impotencia de darse y encontrarse!
¡Qué ineptitud de afanes y de fuerzas!
¡Qué insolvencia de voces,
qué clamor de banderas, de surcos y esperanzas!

¡Qué condena implacable y calosfriante!
¡Qué fatal perdición
desde el instante en que un golpe de mar
rompió las amarras de tu barco y de mi nave
apenas atracados a la vida
n el sereno estuario
del vientre de la madre que tú sabes!…

¡Qué avalancha en nosotros
de mandatos, paisajes y de razas!

¡Qué golpe insoportable de horizontes!
¡Qué vastedad de vida,
de encomiendas,
de obra,
de muerte prematura y de destinos!…

Por eso nos sabíamos perdidos e impotentes
y buscábamos
en el magma ardoroso de las copas
la fuerza necesaria
para soportar el peso de montañas que heredamos;
para que las manos pudieran no quemarse
con esa carne ardiente de luceros;
para engrosar la voz y hacerla varonil y fuerte;
para hacer de piedra y argamasa la garganta;
para templar el corazón
en la fragua quemante de la vida;
para que los gritos admonitores de los siglos
que irrumpían a toda hora en nuestro pecho,
no rompieran las cuerdas vocales
como una telaraña
y las arterias no estallaran
y la voluntad no se quebrara
y el peso de nuestro prodigioso y aterrador destino
no sellara en sombras
la encendida romería del corazón y de la fe
a toda hora palpitante y repicador como campana!…

Estábamos perdidos.
Perdidos y aturdidos
por ese peso descomunal de continentes;
perdidos y aturdidos
porque fuimos la jaula
de los pájaros de todos nuestros bosques,
de la esperanza de toda nuestra raza
y por haber anclado en ti y en mí
la flota de todos los dolores
y el llanto sempiterno de los nuestros!…

¡Estábamos perdidos y salvados!
Perdidos y salvados por el peso
de cielos y montañas,
de siglos y más siglos
que acabaron por hacernos
el corazón convexo y cóncavo
para estirarlo en un camino eterno de universos!

Estábamos perdidos y salvados
porque se nos metieron dentro las montañas
y los soles
y los astros
y un lloro de milenios
y las imprecaciones
y las blasfemias
y los espantos
y las negruras
y los ayes
y la desesperación
y la risa
y la bondad
y las promesas
de la absurda, estéril,
grávida y sublime tormenta de la Vidal…

Una raya de luz
en sombra de horizonte es ya tu vida.
Redimida y limpia llama
en alborada preñada de presagios.
Rumor de larvas genitrices
en la matriz augusta de la tierra.


Te digo ya calmado,
seguro de mi mismo:
“Hasta muy pronto, hermano!”

Y seas recordado
con respeto amoroso
porque te fuiste en el fondo de una copa
en hora nueva,
cuando el Hombre comienza
a soslayar la verdad de su destino
entre un cortejo de lágrimas del pueblo
y entre la gratitud humilde de los tuyos!.

(1948)

Libros dedicados por Enrique Othón al Mtro. Vicente Lombardo Toledano

Portada del libro SFZ-33 escuela: la novela de un maestro de Enrique Othón
Othón Díaz, Enrique. SFZ-33 escuela: la novela de un maestro. México: Grupo en Marcha, [s.f.].

Para el compañero Vicente Lombardo Toledano, con mis votos sinceros   por su completo restablecimiento y mi vieja admiración por su gran obra social revolucionaria. Afectivamente (firmado) E. Othón

Portada del librod e Enrique Othón La Creciente
Othón Díaz, Enrique. La creciente: comedia dramática en tres actos, la acción en la ciudad de México, el año de 1941. México: Continente, 1955.

Para el maestro Vicente Lombardo Toledano, con mi admiración y mi inquebrantable lealtad y afecto. (Firmado) E. Othón

Othón Díaz, Enrique. Dos poemas. México: [s.n.], 1955.

Para el maestro Vicente Lombardo Toledano, con la sincera inquebrantable estimación de (firmado) E. Othón

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


NOTAS:

[1] El año exacto de su nacimiento no está claro. Según el Diccionario de escritores mexicanos nació en 1903, pero según la semblanza escrita por el abogado Manuel Zárate Aquino, nació en 1904.

2001: Una Odisea del Espacio 50 años después

imagen del monolito en la habitación en 2001: una odisea del espacio

¿Por qué suena “Así habló Zaratustra” de R. Strauss cuando aparece el Niño de las Estrellas en 2001: Una Odisea del Espacio?

José Sanmartín Esplugues y José Alfredo Peris Cancio 

El 6 de abril hizo exactamente 50 años que se estrenó 2001: Una Odisea del espacio en el Cinerama Theatre Broadway de la ciudad de Nueva York. La película fue dirigida y producida por Stanley Kubrick. El guión fue escrito por el propio Kubrick y por el novelista Arthur C. Clarke. Tanto uno como otro quisieron que fuera un filme cuya interpretación quedara absolutamente abierta. Como alguna vez reconocieron, si se entendiera la primera vez que se ve, hubiera sido para ellos un completo fracaso.

Nosotros no pretendemos clarificar en este artículo las claves del filme —son muchas y muy variadas—. Sólo queremos ofrecer nuestra interpretación de uno de los aspectos sobre los que más se ha escrito (y seguirá haciéndose): la presencia de unos enigmáticos monolitos[1]. E Intentaremos mostrar la íntima conexión que existe entre lo que Kubrick nos muestra en pantalla y lo que ahora mismo es objeto de controversia científico-filosófica: ¿ha llegado el momento del reemplazo del ser humano por un ente posthumano, libre de nuestras lacras?

1.  El ser humano y la técnica

Imagen del monolito de 2001
El primer monolito (Infografía)

La primera vez que aparece el monolito en escena, un homínido —miembro de un grupo que ha sido expulsado violentamente por otro de una charca en la que estaban bebiendo— se ensimisma. Observa cuidadosamente un hueso. Ha dejado en suspenso sus reacciones ante los estímulos externos: sus instintos. Se ha metido dentro de sí mismo. La razón comienza a abrirse camino. El proceso de humanización inicia su andadura.

Del ensimismamiento al uso de instrumentos

Más tarde, valiéndose de este hueso, el individuo en cuestión atacará al líder del grupo enemigo. Ha aprendido a emplear como instrumentos elementos naturales que tiene a su alcance: un simple hueso se ha convertido en una prótesis de su mano. Así nace la técnica física.

El uso de un hueso como instrumento le permitirá asimismo alterar las relaciones sociales. Hará que cambie la relación de poder. Variará la jerarquía. La técnica física tendrá consecuencias sociales de largo alcance.

El prehumano del inicio de la película ha empezado a humanizarse merced a su capacidad de ensimismarse, razonar y usar instrumentos. Ahora es un protohumano: un humano-en-sus-inicios. Sus productos, como un boomerang, volverán sobre él mismo: lo reconfigurarán al permitirle alejarse progresivamente de la naturaleza.

homínido de 2001: una odisea del espacio
El arma ‘hizo’ al hombre según la antropología tremebunda (Infografía)

Para ilustrar ese alejamiento, volvamos al filme. Mediante la técnica, tras vencer al enemigo, el protohumano en cuestión se adueñará nuevamente de la charca. Facilitará así la satisfacción de una de sus necesidades básicas: beber. Pero lo hará… tras matar. Para ello se habrá valido de un elemento natural, un hueso. No habrá tenido que producir nada. Sólo deberá haber discurrido previamente acerca de su posible empleo: de cómo usarlo.

El hueso que se transforma en nave espacial

Más tarde este protohumano lanza al aire el hueso-instrumento, que se transforma en una nave espacial. Mayor simbolismo no cabe. El ser humano no quedará constreñido a emplear técnicamente elementos naturales. Su gran aventura ha consistido en ser capaz de producir elementos artificiales. Ha llegado a fabricar lo que no hay en la naturaleza[2].

El mono desnudo

Kubrick, al rodar estas escenas, muestra ser un hijo de su tiempo. Estamos en los momentos de auge de la hipótesis del mono desnudo[3]. El ser humano es un primate que se ha abierto camino en la vida gracias al empleo de herramientas y, en particular, instrumentos de muerte: armas.

Lo que hizo humanos a nuestros ancestros fue, en definitiva, su facilidad para matar mediante recursos técnicos. Ésa —como decimos en una nota a pie de página— fue la hipótesis central de lo que Sanmartín (1987) llamó “antropología tremebunda”. Según este tipo de antropología el hombre es un ser asesino por naturaleza. Su propio origen —dicen— así lo delata.

Y nada más lejos de la probable realidad: nuestros ancestros prehumanos estaban, por naturaleza, inclinados al desarrollo de la capacidad de ensimismarse y de reflexionar, de razonar en suma. Un producto de la razón es adquirir la habilidad o destreza de emplear objetos como instrumentos.

Pero en lo acabado de decir se encierra un salto de proporciones gigantescas: se pasa de razonar porque así lo determina o predetermina la naturaleza humana a aprender a usar herramientas o instrumentos, y a hacerlo según fines u objetivos. Es decir, se salta de la naturaleza humana a su producto: la cultura. Una cultura vertebrada por la técnica (física o social).

El origen del ser humano no delata, en definitiva, que fuera un asesino por naturaleza. Aprendió a ser un asesino mediante el desarrollo de la técnica, que no es otra cosa que el gran eje en torno al cual gira la cultura como producto de la razón humana que se ejercita en la soledad del ensimismamiento.

El prehumano era un callejón sin salida desde un punto de vista biológico

Ciertamente, a la hipótesis del mono asesino por naturaleza subyace una creencia ampliamente extendida entre los antropólogos y filósofos en general de principios de siglo —y nos atrevemos a decir: también de ahora mismo—. Es ésta: el ser prehumano, desde el punto de vista biológico, se caracterizaba por sus enormes deficiencias frente a otras especies animales[4]. Hubo autores —como Scheler o nuestro Ortega— que llegaron a verlo como un ser enfermo, un callejón sin salida biológicamente hablando, al que salvó de la extinción su capacidad de ensimismarse, de dejar en suspenso sus reacciones instintivas ante estímulos externos y comenzar a reflexionar el porqué de las cosas y el cómo hacer uso de ellas[5].

Así, mediante la reflexión y su producto, la cultura —vertebrada, como venimos subrayando, sobre todo por la técnica— se inició, a la vez, el proceso de humanización y de control de la naturaleza.

El primer monolito

Pues bien, el primer monolito parece ser el inductor de este cambio de ser pre-humano a ser humano: de ser animal condenado a la extinción a ser animal reflexivo capaz de usar —más tarde, inventar (eso es lo que significa el hueso que, tirado al aire, se convierte en nave espacial)— instrumentos mediante los cuales podrá encontrar la salida al cul de sac biológico en que se encontraba.

Y, es más, podrá darle la vuelta a la evolución. Él ya no estará obligado por selección a adaptarse a la naturaleza.

La supranaturaleza

El ser humano superpondrá crecientemente a la naturaleza un entorno fabricado. La naturaleza le llegará filtrada a través de ese entorno. De ese modo, el ser humano ya no se adaptará a la naturaleza. Al revés, a través del entorno técnicamente producido, hará que la naturaleza se adapte a él.

Dicho de otro modo —con terminología orteguiana (Ortega, 1939)— mediante la técnica irá construyendo un entorno del que estará ausente todo aquello que hacía del ser humano un ser menesteroso o necesitado. A ese proceso se llama “dominio” o “control” de la naturaleza”.

La ciencia y el dominio de la naturaleza

El nacimiento y desarrollo de la nueva ciencia en tiempos de Galileo-Bacon significará potenciar el conocimiento ya no de cómo usar, sino de por qué se producen cosas y eventos naturales. El objetivo de la nueva ciencia es claro: conocer el porqué para poder suprimir o reducir —o, por el contrario, mantener e, incluso, incrementar— determinados aspectos de la naturaleza. El éxito de la nueva ciencia la convertirá en la gran esperanza del progreso humano.

La Ilustración y el progreso humano

Esa será la hipótesis sobre la que se sustentará el edificio de la Ilustración: mediante la razón matemática se disiparán las tinieblas de la superstición y de la ignorancia. Mediante le técnica, orientada por la ciencia, se considera que controlaremos o dominaremos la naturaleza y, sobre todo, inventaremos artilugios que facilitarán la producción como base del crecimiento económico.

En suma, si mediante el ensimismamiento y el nacimiento de la técnica se produjo el primer gran salto evolutivo que llevó a los prehumanos a convertirse en protohumanos, el desarrollo científico-técnico entre los siglos XVII y XVIII pondrá las bases del otro gran salto evolutivo: la razón y la técnica se convierten en los elementos claves del progreso humano en todos los órdenes.

2.  El amanecer del superhombre

Las últimas escenas del filme han sido consideradas tradicionalmente como muy enigmáticas. Nosotros no creemos que lo sean tanto.

Imagen del cuarto de la ilustración de 2001: una odisea del espacio
El Siglo de las Luces (Infografía)

Tras un larguísimo recorrido a bordo de una nave espacial —regida por un ordenador sobre cuyo comportamiento volveremos en otra entrada—, el único astronauta superviviente, David Bowman, aparece en una estancia. Hay críticos cinematográficos y filósofos que dicen que se trata de una habitación de hotel. Podría ser. Lo que es evidente es que está decorada al modo del Siglo de las Luces —de la Ilustración—. Y, de este modo, conectamos lógicamente con el final del apartado anterior.

Bowman se tiende en el lecho. Comienza a experimentar acelerados cambios hasta llegar a una vejez extrema.

Bowman es la humanidad hecha persona

Nosotros pensamos que Bowman no es un ser humano: es la humanidad misma en su integridad. Lo que contemplamos en la pantalla es el envejecimiento de la humanidad. Un aviso de que el ser humano está a punto de morir: de que, como diría Nietzsche (1967), “el hombre es algo que debe ser superado”.

El último monolito

Y, en ese instante, a los pies de la cama donde yace Bowman aparece un nuevo monolito que, poco a poco, va ocupando toda la pantalla en un fundido al negro.

Cuando volvemos a contemplar el lecho, sobre él, en una burbuja a modo de útero artificial, hay un niño.

“Amanecer” de Strauss

Imagen de Richard Strauss
Richard Strauss compuso “Así habló Zaratustra” (Infografía)

 

La música comienza a adueñarse del filme. Los contrabajos generan un obstinato[6] pianissimo. Las trompetas entran en acción y exponen el tema. Timbales. Trompetas. Música briosa. Silencio… y unos cuantos segundos en que el órgano suena en solitario. Así es el “Amanecer”. Así es la fanfarria de menos de dos minutos de duración con la que se inicia “Así habló Zaratustra” de Richard Strauss.

Mientras suena esta composición, el útero conteniendo el niño —el llamado “Niño de las Estrellas”— nos contempla desde la pantalla recorriendo el cielo.

El niño de las estrellas

Imagen de Friedrich Nietzsche
Friedrich Nietzsche autor de “Así hablaba Zaratustra” (Infografía)

¿Por qué eligió Kubrick “Amanecer” de Richard Strauss para este momento de su filme? Pensamos que es evidente. Nada es casual en la película de este genial director. “Amanecer” forma parte de “Así habló Zaratustra”, un poema sinfónico, compuesto en 1896, por Strauss bajo la inspiración de la obra del mismo título publicada por Friedrich Nietzsche en 1883.

Y, ¿cuál es la tesis de Nietzsche en este libro”. Ésta:

El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre […] La grandeza del hombre está en ser puente y no un fin; lo que hay en él digno de ser amado es el ser un tránsito y un crepúsculo (Nietzsche, 1967: 20)[7]

El superhombre de Nietzsche

Imagen del bebé de 2001: una odisea del espacio
El Niño de las Estrellas (Infografía)

El “Niño de las Estrellas” parece ser el superhombre de Nietzsche. Amanece el superhombre.

Quedó atrás —tendido en su cama hecha de ciencia y técnica— el hombre.

Pensamos que la presencia de este último monolito significa, por una parte, el fin de una humanidad cuya existencia ha estado vertebrada por la técnica y, por otra, … el amanecer de algo distinto, de un superhombre.

La línea que va del golpe del hueso contra el cráneo del enemigo… a la mano que desactiva el ordenador que dirige la nave en la que viaja Bowman con otros astronautas —“HAL” es el nombre del supercomputador— ante sus lamentos, que suenan casi humanos… parece exigir imperiosamente volver a empezar, nacer de nuevo, hacer posible un superhombre.

Superhombres o entes posthumanos

Desde luego, no estamos queriendo decir que el niño de las estrellas sea un ente “posthumano” en el sentido que se da actualmente a este término[8].

Podría ser, sin más, el clímax —por el momento— de lo humano. En el filme no está claro.

Y no lo está porque ni Kubrick, ni su colaborador en el guion —el novelista Arthur C. Clarke— quisieron que la película fuera unívoca. Llegaron a decir que, si lo fuera y, en consecuencia, pudiera entenderse sin grandes dificultades la primera vez que se viera, habrían fracasado en su ensayo cinematográfico.

3.  El significado del monolito

Y llegamos así a una de las cuestiones claves del filme de Kubrick: ¿qué son los monolitos? ¿Qué significa su presencia?

Se han dado, al menos, tres interpretaciones desde que se estrenó el filme.

La primera. Los monolitos meramente representan saltos evolutivos. Son tan sólo un recurso fílmico del que se vale Kubrick para reflejar en la pantalla que se está produciendo un cambio decisivo —¿un avance?— en el desarrollo de la humanidad.

La segunda. Los monolitos son recursos empleados por alienígenas desarrollados para ayudar a que asimismo progresen otras especies —con posibilidades— en diversos lugares del Universo. Ésta es la hipótesis que maneja Clarke en su novela 2001: A Space Odyssey (1968)[9]. Es una hipótesis de ciencia ficción, que el propio Clarke explotó ampliamente en relatos sucesivos.

La tercera y (por ahora) última. Los monolitos reflejan intervenciones de Dios en el proceso de humanización. De hecho, el propio Kubrick llegó a decir que:

El concepto de Dios está en el corazón de esta película. Es inevitable que lo esté, una vez que crees que en el universo hay formas avanzadas de vida inteligente […] Una vez que empiezas a hablar de tales posibilidades, te das cuenta de que las implicaciones religiosas son inevitables, porque todos los atributos esenciales de tales inteligencias extraterrestres son los atributos que le damos a Dios. Lo que realmente estamos tratando aquí es, de hecho, una definición científica de Dios. (Gelmis, 1969).

Imagen del nuevo hombre en 2001: una odisea del espacio
El Amanecer de la nueva humanidad (Infografía)

 

En conclusión, aunque la película es ambigua, nosotros pensamos que las escenas finales no lo son tanto como se ha repetido a menudo. Son secuencias en las que el movimiento del Niño de las Estrellas a través del espacio no es una llamada a la disolución tecnológica de lo humano.

Hay un nuevo amanecer. La mirada del nuevo ser humano es plácida. Expresa una inteligencia, una sensibilidad, una corporalidad y un corazón capaces de sentir y vivir armónicamente. Es hora de recorrer bien el nuevo camino que se abre ante nosotros. No hay que volver a perderse. Es nuestra auténtica Odisea. No la de Ulises, sino la de la humanidad del 2001. Perdón, del 2001 y siguientes. La de hoy, por tanto, también

Referencias bibliográficas

Ardrey, R. (1976). The Hunting Hypothesis: A Personal Conclusion Concerning the Evolutionary Nature of Man. New York: Atheneum [Hay versión en castellano: La evolución del hombre. la hipótesis del cazador. Madrid: Alianza, 1981. Hay múltiples rempresiones].

Bostrom, N. (2005). In Defence of Posthuman Dignity. Bioethics, 19(3), 202-214.

Clarke, A. (1984). Una odisea especial 2001. Barcelona: Salvat, Biblioteca Básica [Hay numerosas ediciones y reimpresiones].

Gelmis, J. (1969). An interview with Stanley Kubrick. Obtenido el 23 de abril de 2018 de http://www.visual-memory.co.uk/amk/doc/0069.html

Morris, D. (1967). The Naked Ape. Barcelona: Jonathan Cape [Hay versión en castellano: El mono desnudo. Plaza y Janés, 1971. Hay múltiples ediciones y reimpresiones].

Nietzsche, F. (1965). Así hablaba Zaratustra. Madrid: EDAF.

Ortega y Gasset, J. (1939). Ensimismamiento y alteración. Meditación de la técnica. Buenos Aires: Espasa-Calpe.

Sanmartín Esplugues, J. (1987). Los Nuevos Redentores. Barcelona: Anthropos.

Sanmartín Esplugues, J. (1990). Tecnología y futuro humano. Barcelona: Anthropos, Col. TECNAS.

Scheler, M. (1938). El puesto del hombre en el Cosmos. Buenos Aires: Losada.

NOTAS

[1] Se trata, realmente, de unos ortoedros negros, cuyas proporciones parece que encierran ya algún significado. Miden 1-4-9, que son los cuadrados de los tres primeros números naturales.

[2] Y, todavía más, puede fabricar elementos que —si se desconoce su origen— pueden pasar por ser perfectamente naturales. La biología sintética de nuestros días nos proporciona ya todo tipo de vegetales y animales ‘naturales’.

[3] Un año antes de 2001: Una Odisea del espacio, Desmond Morris publicaba su famoso libro El mono desnudo (The Naked Ape: A Zoologist’s Study of the Human Animal. Jonathan Cape, 1967).

Desde principios de los 60 Robert Ardrey —cuyas hipótesis (desarrolladas especialmente en 1976 en The Hunting Hypothesis: A Personal Conclusion Concerning the Evolutionary Nature of Man) confluyen con las de Morris—, había puesto las bases de lo que, en el libro Los Nuevos Redentores (Barcelona: Anthropos, 1987), Sanmartín llamó “antropología tremebunda”.

La idea clave de la antropología tremebunda es que el ser humano es un asesino por naturaleza, como delata su propio origen.

[4] En las escenas de 2001 a que acabamos de hacer referencia, nuestros ancestros viven atemorizados, esperando el ataque de un depredador que puede producirse en cualquier momento.

[5] Sanmartín ha presentado para su publicación en SCIO(15), noviembre 2018, un artículo que lleva por título “Crítica de la razón cruel”.

[6] Una sucesión de compases en los que una o varias notas se repiten exactamente en cada compás.

[7] En alemán, dice Nietzsche: “Der Mensch ist ein Seil, geknüpft zwischen Tier und Übermensch […]. Was groß ist am Menschen, das ist, daß er eine Brücke und kein Zweck ist: was geliebt werden kann am Menschen, das ist, daß er ein Übergang und ein Untergang ist”.

[8] El niño de las estrellas no hace apelación alguna a nuevos y revolucionarios desarrollos tecnológicos. Nosotros opinamos que, precisamente, significa el final de una humanidad cuyo motor ha sido la ciencia-tecnología. La muerte de Bowman —el símbolo de la humanidad— sobre el lecho de la ciencia, tras haber desconectado el super-ordenador (Hal) de su nave espacial, y su reemplazo por el niño de las estrellas parece señalar en esa dirección.

En cambio, los entes posthumanos, tal y como los entiende, por ejemplo, Bostrom (2005), son el resultado de aplicarle al hombre las nuevas tecnologías —ingeniería genética, tecnología informática, nanotecnología— para construir un ente libre de las lacras que afectaban a aquél y, en particular, la enfermedad, la vejez e, incluso, la muerte.

[9] Esta novela fue escrita por Clarke en paralelo al rodaje de la película de Kubrick. Tiene sus precedentes en algunos cuentos suyos, como “El centinela” (1948). En este cuento, el protagonista encuentra en la Luna una pirámide cristalina, claramente puesta allí por una inteligencia extraterrestre. Una vez descubierta —y alterada— el autor considera que se ha avisado a tal inteligencia que en la Tierra se ha evolucionado técnicamente ya lo suficiente para que su venida a nuestro planeta tenga los efectos beneficiosos de ayudarnos avanzar.

También en el filme de Kubrick se descubre un monolito enterrado en la Luna. Ése es el momento en el que se produce una señal que, partiendo del monolito, se dirige hacia un lugar lejano —en el que podría suponerse que tal inteligencia extraterrestre está aguardando el momento para ponerse en contacto con nosotros—.


ARTICULO ESCRITO POR

José Alfredo Peris Cancio

José Alfredo Peris Cancio, Doctor en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Director del proyecto de Investigación “La Mitología en la Narrativa Audiovisual”.

José Sanmartín Esplugues

Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la UCV “San Vicente Mártir”. Autor, entre otras obras, de “Los Nuevos Redentores” (Anthropos, 1987), “Tecnología y futuro humano” (Anthropos, 1990), “La violencia y sus claves” (Ariel Quintaesencia, 2013), Bancarrota moral (Sello, 2015) y “Técnica y Ser humano” (Centro Lombardo, México, 2017).


Presenta tu comunicación y/o póster en el Congreso: “La Mitología en la Narrativa Audiovisual: Cine“. 

En combate, la vida de Lombardo Toledano. Reseña crítica.

En combate, la vida de Lombardo Toledano. Reseña crítica.

Por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

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En combate, la vida de Lombardo Toledano es un libro organizado en cinco partes que se titulan: Parte I, Cambio de épocas e ideas. Parte II, Cruzadas. Parte III, La guerra: ¿umbral de un mundo mejor? Parte IV, Animadversiones y confrontaciones. Parte V, En los frentes de la paz fría. Contiene además una introducción y un epílogo. Consta de 567 páginas. La edición es pulcra, cuidada. Se trata de una obra biográfica muy ambiciosa, de la autoría de Daniela Spenser.

Aspira a llenar un vacío, porque, dice la autora, antes de ésta “Nunca se ha hecho una biografía de Lombardo Toledano de cuna a tumba”[1]. Otra aspiración, declara, consiste en “desmitificar a Lombardo, quien ha sido denigrado y vilipendiado, o ensalzado”[2], pero no valorado de manera adecuada. Para conseguirlo, se propone desarrollar “una investigación rigurosa”, que provoque una reflexión, y pretende también que su trabajo sea “una puesta en el contexto nacional e internacional, ponerlo en su justa dimensión”.[3] Loables propósitos, sin duda.

Imposible exagerar la importancia de las fuentes en que hurgó por diez largos años de arduo trabajo, archivos norteamericanos, soviéticos, británicos, suizos, checoslovacos, y holandeses, entre otros. Algunos de ellos se habían mantenido cerrados a cualquier escrutinio, como es el caso de la documentación de las agencias de inteligencia de Estados Unidos y la URSS. También hay que decir que esos materiales quedarán al alcance de todos los estudiosos que en lo sucesivo quieran consultarlos, porque, según me conversó la autora, ha decidido donarlos todos al Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”, acto generoso digno del mayor reconocimiento. Entre otros, Spencer cita en su obra el archivo del Federal Bureau of Investigation, FBI; de la Central Intelligence Agency, CIA; el Department State y la Office of Strategic Services, de Estados Unidos y el el Rossiiskii Gosudarstvennyi Arkhiv Sotsial’no-Politicheskoi Istorii (rgaspi, Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica)

Las dificultades que enfrentó la autora.

Me parece necesario asentar que Daniela Spenser, en quien reconozco a una excelente escritora, siempre bien documentada y dueña de un estilo ágil y ameno, tiene en claro que asumió un desafío muy elevado, que implicó arduos problemas a resolver[4], empezando, estimo, por los que ofrece por sí mismo el personaje que seleccionó para escribir sobre él, porque siendo Lombardo un gran tema, como lo es, resulta asimismo muy difícil de abordar y llevar adelante con éxito. ¿Por qué lo digo? Por dos razones principales:

La primera es la complejidad de la vida del personaje con sus múltiples facetas: intelectual de primer orden; teórico y pensador marxista; luchador por un futuro mejor para la humanidad; dirigente sindical, y político revolucionario, entre otras. Porque valorar los méritos de Lombardo Toledano en cada uno de esos campos exige un buen nivel de conocimiento en ellos, y no es frecuente encontrar quien pueda incursionar con decoro en tan variadas disciplinas y actividades.

Pero la segunda razón es la principal y radica en el carácter intensamente controversial que tiene su obra, característica común, por cierto, de todas las grandes obras ligadas con un compromiso social, sobre todo cuando esa causa es polarizante, como lo es la lucha de clases, que abre grandes expectativas a un gran sector de la población, pero toca y lastima muchos y poderosos intereses. Además, hay que tomar en cuenta que el tiempo de Lombardo fue uno de intensa agudización de las contradicciones económicas, políticas y sociales de la sociedad, nacional y mundial, y que en esa época concreta vivió, actuó y combatió con brillantez y sin tregua.

Lombardo, una figura naturalmente controversial.

Su vida y su obra son controversiales, como las de todo luchador con compromiso social.

En esas condiciones, era natural que un personaje como él generara discípulos y se ganara admiradores; pero también, de manera simultánea, numerosos enemigos; algunos, fanáticos prejuiciados; oportunistas y convenencieros, otros, y otros más, los dueños del gran poder económico que domina el mundo y que, por lo mismo, también controlan el poder político global. Son los que tienen la fuerza suficiente para lanzar contra el objeto de su ira una feroz campaña de descrédito y calumnias que, por cierto, en el caso de Lombardo mantuvieron activa por más de medio siglo, sólo para tender, después, un denso manto de desmemoria y olvido sobre tan descollante personaje y su muy valiosa obra. Es parte del costo que El combatiente[5], tuvo que pagar, y que ahora nubla densamente su figura y su obra para mayor dificultad de quienes tomamos a cuestas el trabajo de investigarlo desde un punto de vista académico.

Un combatiente en plena lucha hoy, como el Cid.

De allí que, como bien dice Spenser, Lombardo Toledano haya sido denigrado y vilipendiado, por unos, y ensalzado por otros, tantas veces; y también de allí que sea tarea virtualmente imposible la de forjar un amplio consenso respecto a lo que significaría “valorarlo de manera adecuada”, o ponerlo en su “justa dimensión”. Porque su tiempo no está tan distante del actual, ni los combates que libró, los principales, son querellas concluidas. Están presentes y se siguen librando hoy mismo. Así pasa con las batallas de ideas, como la de encontrar y dirimir cuál es la interpretación más adecuada del marxismo y su aplicación a la transformación de la sociedad en el mundo y en México, con rumbo a una sociedad superior, sin explotadores ni explotados, por ejemplo. Y así acontece también por cuanto hace a las contiendas prácticas, sociales y políticas, como la lucha por la liberación de los pueblos de México y América Latina respecto del imperialismo.

Sus principales combates son combates no finiquitados aún. Por eso está vigente y luchando hoy mismo, como el Cid.

Son combates vivos, no finiquitados, y Lombardo Toledano, hay que tenerlo en cuenta, es un personaje vivo también, porque sus ideas y experiencias están frescas y, por eso, a semejanza del Cid, ocupa un sitio destacado en la trinchera, hoy mismo, en nuestros días. Esto hace que el concepto de su “justa dimensión” en este caso no pueda ser unívoca, sino muy distinta para cada uno de los bandos en combate.

¿Con qué parámetros se valora una obra de esta naturaleza?

Siendo que reseño y analizo aquí de manera crítica el libro citado, debo emitir mi opinión valorativa al respecto. Para el efecto, debo reiterar que mi óptica no es ni puede ser “imparcial” respecto a Lombardo Toledano, nadie lo espere así, por dos razones: primera, porque, como ya quedó asentado creo que nadie puede serlo respecto a personajes como él; se está de un lado o de otro. Y segunda, porque como es bien conocido, soy su admirador consciente y me asumo su discípulo en tanto militante por un futuro superior, que soy y he sido en toda mi vida. Pero al mismo tiempo, dedicado profesionalmente a actividades académicas –entre ellas de manera destacada el estudio de la vida y la obra del mismo personaje—ejerzo estas tareas con el máximo rigor metodológico, puesto que estoy convencido de que la militancia en una causa superior no implica desapego a la metodología científica del conocimiento, sino que exige máximo apego, sobre todo en el caso de quienes profesamos la filosofía del materialismo dialéctico.

Procedo enseguida a fijar los parámetros en los que, estimo, debe sustentarse una opinión fundada respecto a la biografía de un personaje tan complejo, prolífico y controversial como Vicente Lombardo Toledano.

Parte de estos parámetros tienen que ver con los aspectos estético-literarios y con la amplitud y pertinencia de las fuentes investigadas, y son aspectos importantes que no deben desdeñarse.

¿Logró la autora desentrañar a su personaje en sus rasgos profundos?

Pero pienso que en estos casos interesa sobre todo dilucidar si el autor o autora logró desentrañar a su biografiado en sus rasgos profundos, en sus logros y caídas, en sus victorias y derrotas, en sus méritos y limitaciones, y en sus aportes y legado para la posteridad; todo lo anterior, viendo a la biografía, imbricada en la historia, como una disciplina rigurosa; o, parafraseando a un famoso historiador, como “una investigación racional sobre el curso de las transformaciones humanas”[6], realizada al margen de cualquier manipulación políticamente intencionada de los hechos. Bajo los parámetros establecidos, mi opinión respecto a la obra En combate: la vida de Lombardo Toledano es que la autora, en efecto, alcanzó su propósito de escribir la primera biografía de Lombardo Toledano de cuna a tumba. Que forjó una pieza de buena calidad literaria y que realizó una investigación diligente y mucho más amplia que cualquiera otra, hasta hoy, poniendo a la vista fuentes que hasta ahora permanecieron ocultas.

Los difíciles objetivos de la autora.

Pienso también que no alcanzó su objetivo de “desmitificar a Lombardo” para mostrarlo en su justa dimensión, por la sencilla razón de que ese propósito es inalcanzable respecto a un personaje como el indicado. Está vigente, en plena lucha, y sus malquerientes abundan, igual que sus seguidores. Un juicio valorativo válido para todos, no existe.

Además, pienso que, persiguiendo una meta quimérica, la doctora Spenser se perdió de la oportunidad de penetrar a profundidad en la personalidad de Lombardo Toledano y desentrañarlo. No logró reflejar en su libro la esencia del pensador marxista y teórico revolucionario, ni la del luchador por la emancipación de México respecto del imperialismo; tampoco del intelectual destacado, hombre de una cultura universal; ni del internacionalista, solidario con todos los pueblos del mundo; no pudo encontrar ni conocer a fondo al latinoamericanista profundo; al dirigente obrero vencedor de mil batallas; al político que dedicó su vida a luchar por una sociedad superior en México y el mundo, ni consiguió recoger y plasmar los resultados de su permanente e intensa interacción con la sociedad nacional e internacional.

La gran biografía de Lombardo, tarea pendiente.

Autora del libro En combate.
Daniela Spenser, autora del libro, historiadora.

En conclusión, me parece que la gran biografía de Vicente Lombardo Toledano, que incluya el análisis profundo de su vasta y compleja obra y su interacción con las distintas fuerzas de la sociedad, y su legado, sigue siendo una tarea cuya realización permanece pendiente. Toca pasar la estafeta a otros investigadores que, en este tema, puedan aportar al caudal infinito del conocimiento humano y su aplicación a la transformación de la sociedad hacia un futuro mejor.

[1] Daniela Spenser, “En combate, única biografía de cuna a tumba de Vicente Lombardo Toledano”, entrevista concedida a Ericka Montaño Garfias, Periódico La Jornada, lunes 19 de febrero de 2018, p. 8

[2] Ibídem.

[3] Ibídem.

[4] “Escribir la biografía de Lombardo Toledano no ha sido fácil”, dice la autora en la introducción de su obra.

[5] Así fue denominado Vicente Lombardo Toledano por numerosos escritores, artistas, hombres de ciencia y líderes obreros de México que le otorgaron la Condecoración del Combatiente, el 28 de Febrero 28 de 1946.

[6] Hobsbawm, Eric. El desafío de la razón. Manifiesto para la renovación de la historia. Discurso de cierre del coloquio de la Academia británica sobre historiografía marxista, 13 de noviembre de 2004. Se puede consultar en la página Web: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=8906.

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