Isidro Fabela, 1882 -1964

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Isidro Fabela nació en Atlacomulco, Estado de México, el 29 de junio de 1882. Destacó como abogado, académico, político, diplomático, escritor, literato y filólogo mexicano. Fue discípulo de Pedro Henríquez Ureña y amigo de Alfonso Reyes, Antonio Caso, José Vasconcelos, Martín Luis Guzmán, Julio Torri, Genaro Fernández McGregor, Carlos González Peña, Ricardo Gómez R. y del Mtro. Vicente Lombardo Toledano. Fundó el Ateneo de la Juventud (1909), los periódicos La Verdad, El Pueblo y Mundo Libre, y fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de la Academia Mexicana de Derecho Internacional y de la American Society of International Law. Desempeñó cargos en la administración pública federal y estatal, y fue representante diplomático en Europa y Latinoamérica. Su obra literaria se nutrió de su experiencia en el servicio exterior diplomático. Murió en la ciudad de Cuernavaca, Estado de Morelos (México), el 12 de agosto de 1964.

Con motivo de su aniversario, El Centro de Estudios Lombardo Toledano rinde homenaje a Isidro Fabela con la dedicatoria que el autor firmó para el Mtro. Vicente Lombardo Toledano en su obra “Los precursores de la diplomacia mexicana” y con las cartas que escribió al Presidente Cárdenas sobre Manuel Azaña.

Isidro fabela
FABELA, Isidro. “Los precursores de la diplomacia mexicana”. México: publicaciones de la Secretaria de Relaciones Exteriores, 1926. (Archivo Histórico Diplomático Mexicano, núm. 20)

Al Lic. Don Vicente Lombardo Toledano con la cordial estimación de su compañero y amigo afectísimo. Isidro Fabela

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Cartas de Isidro Fabela al presidente Cárdenas sobre Manuel Azaña

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Pedro Henríquez Ureña, 1884 – 1946

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Nació en Santo Domingo (República Dominicana), el 29 de junio de 1884. Crítico, filólogo, escritor, periodista, docente en educación superior universitaria en México y en Estados Unidos, en Argentina colaboró en la revista Sur de Victoria Ocampo. Henríquez se casó con Isabel Lombardo Toledano y mantuvo una relación fraternal con la familia de Lombardo Toledano, murió en Buenos Aires (Argentina), el 11 de mayo de 1946.

Recordamos al intelectual dominicano con una poesía, Íntima, y una dedicatoria del autor al Mtro. Vicente Lombardo Toledano manuscrita en la presente obra La cultura y las letras coloniales de Santo Domingo.

Henríquez
HENRÍQUEZ UREÑA, Pedro. “La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo”. Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Instituto de Filología, 1936.

A Vicente, su hermano Pedro. Buen año 1936.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Íntima

Desde el solar nativo
-el nido de los pálidos recuerdos,
la casa palpitante de memorias
que viven y se agitan como espectros,-
me llega tu palabra,
henchida de miríficos consuelos,
mensajera piadosa del terruño,
hasta el extraño techo,-
el techo que indolente me cobija,
mudo y escueto,
intacto por os fuegos de mis luchas,
intacto por las alas del ensueño.

En la isla, en lucha,
cuál sangra el corazón, cual llora el pecho!
¿Qué mucho que el postrado combatiente
destierre el sentimiento,
vulnerable talón que el dardo hiere,
y haga del estoicismo su remedio?

En la vida, en la lucha,
Cuán temprano sentí, lloré cuán presto!
Cuánto de penas sufre!
Solitario me encuentro,
sin patria, sin hogar, sin ilusiones,
-todas volaron con volar ligero-;
busco para las penas interiores
las aguas del Leteo,
y tiendo del espíritu la salas
al país irreal de invicto ensueño.

Todo cuanto fue amores,
luz de la edad y juveniles sueños,
yace entre los escombros del pasado,
apenas en las lindes del recuerdo.

Sobre esas ruinas la vista tiendo
con muda indiferencia.
No renace el extinto sentimiento
cual si el ansia de dulces efusiones
fuese muerta en el pecho.
El fatigado espíritu
no se enciende en la llama del deseo,
y contempla a través de las edades
como un campo vastísimo de hielo.

¡Ah! Que cuando resuena tu palabra
del letargo despierto,
y la nostalgia delator antiguo
dentro del alma siento.

¡Oh tu, la soñadora, la constante!
¡Oh tu, sacerdotisa del ensueño!
¿No sientes, bajo el cielo de la Paria
del ruiseñor parlero
cual se ha trocado el himno de esperanzas
por la canción macabrita de un cuervo?
¿No sientes que las vivas ilusiones,
la vieja tradición, el dulce sueño,
vuelan en el confuso torbellino
que azota el patrio suelo,
y hechos girones en la hoguera caen,
perecen de la patria en el incendio?

Que con tu fe radiante
que con tu amor perpetuo,
reconstruyes las muertas ilusiones
y guardas el altar de los recuerdos,
y en las frágiles notas de tus cartas
el alma envías del terruño entero!

En mi noche de amargo pesimismo
el instante aun espero
en que escuche, soñando,
tus palabras de nuevo
sobre las ruinas de la triste patria,
“sobre las ruinas del hogar deshecho”

VERSOS: Pedro Henríquez Ureña
New Cork, diciembre 1903.
Publicada en La Cuna de América, Santo Domingo.

Luis Cardoza y Aragón, 1901-1992

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Nació en la Ciudad de Antigua (Guatemala), el 21 de junio de 1901. Fue poeta, ensayista y periodista. Como político fue Secretario de Relaciones Exteriores, diputado y diplomático. Se exilió a México, formó parte del círculo de amigos del Maestro Vicente Lombardo Toledano y colaboró en el periódico El Nacional. Murió en la Ciudad de México el 4 de septiembre de 1992.

Con motivo del natalicio de Luis Cardoza y Aragón, el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano rinde homenaje a uno de los más importantes intelectuales del siglo XX. Recordamos al autor con una dedicatoria a su amigo Vicente Lombardo Toledano, un artículo político publicado en la revista Futuro y un poema del autor sobre Rafael Landívar.

Guatemala: Las líneas de su mano. Fondo de Cultura Económica- México - Buenos Aires
Guatemala: Las líneas de su mano. Fondo de Cultura Económica. México – Buenos Aires.

A Vicente Lombardo Toledano: Aquí, maestro, encontrá un capítulo sobre Rafael Landívar, y algo de mi fervor y mis cicatrices, de mi fervor y mis furias por servir a mi pueblo.
Con un abrazo de su viejo amigo L. Cardoza y Aragón.
Buen año de 1956.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Artículo para la revista Futuro: André Gide y el Comunismo (pág. 26).

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También encontrarás en esta edición de Futuro: El principio de la Orientación Socialista de la enseñanza ha triunfadoEn Congreso de Obreras y Campesinas, por Blanca Lydia TrejoEl nuevo texto para el Artículo 123 Constitucional, por Vicente lombardo ToledanoLa Danza de los Millones, por Agustín AcostaEl Dinero y el Mérito, por Bernard ShawUn Tipo de Ejido Comunal: Tarejero, por Miguel Othon de MendizabalLos Cuerpos Sanguíneos, por Daniel NietoFreud y la Revolución Sexual, por Verna CarletonLa Ley Federal del Trabajo desde el Punto de Vista Médico Legal, por Alfonso MillánLa Masa como Héroe, por Bertram D. WolfeLa Patria, por José MancisidorLas Amargas Realidades de México: Pulque, litro y cuatro por persona al día¿Cuáles han sido los Beneficios  de la Revolución Mexicana?André Gide y el Comunismo, por Luís Cardoza y AragónDisección de la Clase Media Mexicana, por Antonio Bernal, Jr.Cinematógrafo: Escenario y Dirección, por V. I. PudovkinDeporte: La política no debe intervenir en la Cultura Física del Pueblo, por Antonio Flores MazariLa Conferencia Panamericana de Montevideo: Leyendas, por Vicente Saenz – Caricaturas, por G. ToussaintFotografías, por Agustín Jiménez y de Tina Modotti – Reproducción de la Obra: Música de Cámara, por Klee – Dibujos, por Guillermo Toussaint, Dwight Franklin y Don Manuel Orozco y Berra.

A Rafael Landívar

Llamo y nadie responde.
Pregunto a la piedra y a los árboles.
Canta un pájaro y me doy cuenta
de que las casas no tienen ventanas:
demasiado débiles para tumbas,
demasiado fuertes para moradas.

Beso al leproso y a la niña con caspa.
Y a ti, violento geranio; y a ti, crepúsculo.
¡Se diría que va a llover sangre
de cómo se afanan las hormigas!

Volcán, ¡si supieras cómo te quiero
niño mío! ¡cómo suspiré al verte!
¡Qué ella también te hubiese visto
con ojos de mi niñez! ¡Por la que muero
de no soñar juntos sobre la misma almohada!

¿Dónde mis amigos? ¿Qué se fizieron?
Otra vez en tu reino, soledad.
Ya las estrellas enciendo y las espigas.
Perenne horror de caída sin término
y pirámide trunca y vena abierta.

Mi alma, leal, en ti se acendra
y fortifica, soledad. Despierto
y muero al recuperar mi cuerpo.
Así te imaginaba, con ruinas y volcanes
y una lluvia invisible en los cristales.

Desperté, y yo, Deseo, ya no estaba.
Había partido de nuevo en sueños.
Tú me reconociste por el anillo de mi dedo.
Sí, soy el legítimo. Y no encontré
la felicidad. ¡Diabólica es toda belleza!
¡Líbrame de la peor de las fiebres!
Ahora te sueño tan fuertemente
que le saco los ojos a la noche.
Ansias de ciegos pozos olvidados
encuentran con mi arado los luceros.

Sí, pero tu silencio de nocturna piedra.
Sí, pero tu voz de tan pura nunca oída.
Sí, pero tu sangre que deflagra
mi voz vencida, tu luz asunta: mi vida.

Partí por la puerta de atrás
y torné por la puerta señorial:
le di la vuelta al mundo y a mí mismo.
Llegué tarde para charlar con los hermanos.
Sordos estaban y hablaban ya otra lengua.
Desplomóse el roble. Nacieron tumbas
y el becerro cebado tuvo nietos.
Abracé fantasmas. Y los presentes
estaban más lejanos que los muertos.

Río de sueños siguió mis pasos
y borró mis huellas, padre Adán.
¿Cómo llegar si nunca me he marchado?
¿Qué hacer para quedarme si no he vuelto?
Desperté, y yo, Deseo, ya no estaba.
“Duerme y no reposa”, díjome el Hijo Pródigo.
“Deja lo que no tienes ni tendrás.
No hay casa, ni patria, ni mundo.
Somos de otra parte.
¡Al carajo!”

La voz del Hijo Pródigo era hermosa como el Deseo.
Vi el anillo de mi dedo. Soy el legítimo.
¡Oh, mi voz antigua, ígnea y vaticinante!
Yo quiero algo más que acciones y virtudes.

Y me marché por el portón trasero
para volver jamás.

Antigua Guatemala, 19 de febrero, 1945

Efraín Huerta, 1914-1982

Por el Lic. Javier Arias, editado por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Efraín Huerta nació el 18 de junio de 1914 en Silao, Guanajuato (México), y falleció el 3 de febrero de 1982 en la Ciudad de México. Huerta pronto destacó como poeta, y aunque quería dedicarse también a la abogacía y al arte, en cuanto comenzó a publicar se dedicó a la literatura completamente, compaginado su pasión por  las letras con el periodismo, colaborando con más de veinte periódicos y revistas. Su obra siempre estuvo impregnada de la ideología comunista, y escribió varias poesías en apoyo a la Unión Soviética y Cuba. También formó parte del Taller de Generación de Poetas Mexicanos y formó parte del Consejo Nacional de Partidarios de la Paz. Como periodista dio sus primeros pasos en El Nacional y después en El Figaro, hasta llegar a convertirse en el presidente de los Periodistas del Cine MexicanoA Huerta se debe el desarrollo del estilo poético “Poemínino”, coloquial y creativo, con una composición tan sencilla que es comparable a la de los los haikus. El poemínimo es un estilo de poesía que si bien parece fácil, se presenta como un estilo poético bastante difícil de dominar y que pronto fue reconocido e imitado por los contemporáneos a Efraín Huerta. Así define el autor los poemínimos:

…durante mucho tiempo, supuse con ingenuidad que estos breves poemas podían ser algo así como epigramas frustrados. Error. Mi hija Raquel (de 8 años), al leer algunos declaró lo siguiente: “Son cosas para reír”. Poco después, en la casa de un famoso pintor, Octavio Paz (58 años) lo definió de esta manera: ‘Son chistes’. Me alegró en extremo que, separados por medio siglo de experiencias y cultura, Raquelito y Octavio hubieran coincidido.

Efraín Huerta es considerado uno de los grandes literatos y periodistas mexicanos y recibió premios como: “Las Palmas Académicas” del gobierno de Francia en 1945, el “Premio Xavier Villaurrutia” en 1975, el “Premio Nacional de Lingüística y Literatura” en 1976, y el “Premio Nacional de Periodismo” en divulgación cultural en 1978.

El Centro de Estudios Lombardo Toledano rinde homenaje a tan distinguido intelectual mexicano con dos de sus poesías, cinco poemínimos, y dos dedicatorias manuscritas por el maestro Huerta, plasmadas en las obras cumbre de la poesía latinoamericana Los hombres del alba y Poemas de guerra y esperanza, para su amigo y compañero el Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Los Hombres del Alba
HUERTA, Efraín. Los hombres del alba: poesía. México, Géminis, 1944.

 Para el Maestro Lombardo, con el cariño de siempre.
Efraín Huerta, 1944.

Efraín Huerta 2
HUERTA, Efraín. Poemas de guerra y esperanza. México, Ediciones Tenochtitlan, 1943.

Para el Maestro Lombardo con cariño y respeto.
Efraín Huerta, 26 de junio de 1943.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Cinco poemínimos:

I. PEQUEÑO
LAROUSSE
Nació
en Silao.
1914.
Autor
de versos
de contenido
social.”Embustero
Larousse.
Yo sólo
escribo
versos
de contenido
sexual.
II. AY POETA

 Primero
que nada:
Me complace
enormísimamente
ser
un buen
poeta
de segunda
del
tercer
mundo.

III.TANGO 

Hoy
amanecí
dichosamente
herido
de
muerte
natural.

IV. CANDOROSO TESTAMENTO

Ahora
me
cumplen
o
me
dejan
como
estatua.

V. ALTURA

Estoy
exactamente
a
un metro
con 74 centímetros
sobre
el
nivel
del mal.

Otras poesías

Éste es un amor

Éste es un amor que tuvo su origen
y en un principio no era sino un poco de miedo
y una ternura que no quería nacer y hacerse fruto.
Un amor bien nacido de ese mar de sus ojos,
un amor que tiene a su voz como ángel y bandera,
un amor que huele a aire y a nardos y a cuerpo húmedo,
un amor que no tiene remedio, ni salvación,
ni vida, ni muerte, ni siquiera una pequeña agonía.

Éste es un amor rodeado de jardines y de luces
y de la nieve de una montaña de febrero
y del ansia que uno respira bajo el crepúsculo de San Ángel
y de todo lo que no se sabe, porque nunca se sabe
por qué llega el amor y luego las manos
– esas terribles manos delgadas como el pensamiento –
se entrelazan y un suave sudor de – otra vez – miedo,
brilla como las perlas abandonadas
y sigue brillando aun cuando el beso, los besos,
los miles y millones de besos se parecen al fuego
y se parecen a la derrota y al triunfo
y a todo lo que parece poesía – y es poesía.

Ésta es la historia de un amor con oscuros y tiernos orígenes:
vino como unas alas de paloma y la paloma no tenía ojos
y nosotros nos veíamos a lo largo de los ríos
y a lo ancho de los países
y las distancias eran como inmensos océanos
y tan breves como una sonrisa sin luz
y sin embargo ella me tendía la mano y yo tocaba su piel llena de gracia
y me sumergía en sus ojos en llamas
y me moría a su lado y respiraba como un árbol despedazado
y entonces me olvidaba de mi nombre
y del maldito nombre de las cosas y de las flores
y quería gritar y gritarle al lado que la amaba
y que yo ya no tenía corazón para amarla
sino tan sólo una inquietud del tamaño del cielo
y tan pequeña como la tierra que cabe en la palma de la mano.

Y yo veía que todo estaba en sus ojos – otra vez ese mar -,
ese mal, esa peligrosa bondad,
ese crimen, ese profundo espíritu que todo lo sabe
y que ya ha adivinado que estoy con el amor hasta los hombros,
hasta el alma y hasta los mustios labios.
Ya lo saben sus ojos y ya lo sabe el espléndido metal de sus muslos,
ya lo saben las fotografías y las calles
y ya lo saben las palabras – y las palabras y las calles y las fotografías
ya saben que lo saben y que ella y yo lo sabemos
y que hemos de morirnos toda la vida para no rompernos el alma
y no llorar de amor.

Esa sangre

No la veo; no me baña su doloroso color,
ni la oigo correr sobre las piedras,
ni mis manos la tocan,
ni mis cabellos se oscurecen,
ni siquiera mis huesos se ponen amarillos,
ni aun mi saliva es verde, amarga y pálida.

No la he visto. No. No la he sentido
en mi propia sangre revolotear
como pájaro perdido, llorando
o nada más en busca de descanso.

Es horrible que no llueva sangre española
sobre las ciudades de América
como sangre de toros embistiendo
o lágrimas de águilas.

Pero sí, sí la veo, sí corre
por el cielo de mi ciudad,
sí la tocan mis manos,
sí mis cabellos oscurecen de miedo,
sí mi boca es una herida espantosa
y mis huesos roja pesadumbre.

La he visto, la he tocado
con mis propios asustadizos dedos,
y todavía estoy quejándome de pena,
de noche, de nostalgia.

Yo soy testigo de esa sangre.

Puedo decir que hablé con ella
como un árbol ensangrentado
con una casa deshabitada;
puedo decir a los incrédulos
que en su corriente iban,
secos, mudos, ojos y ojos de jóvenes,
ojos y ojos de niños,
manos, manos de ancianos,
y vientres prodigiosos de muchachas,
y brazos prodigiosos de muchachos,
y mucho, muchísimo dolor,
y dientes españoles,
y sangre, siempre sangre.

Yo era. Yo era simplemente
antes de ver esa sangre.
Ahora soy, estoy, completo,
desamparado, ensordecido,
demasiado muerto para poder, después,
ver con serenidad ramos de rosas
y hablar de las orquídeas.

Yo soy testigo de esa sangre,
de esas palomas, de esos geranios,
de esos ojos con sal,
de aquellos mustios vientres
y sexos apagados.

Yo soy, testigo muerto, testigo de la sangre
derramada en España,
reverdecida en México
y viva en mi dolor.

Publicaciones

  • 1935 – Absoluto amor
  • 1936 – Línea del alba
  • 1944 – Los hombres del alba
  • 1943 – Poemas de guerra y esperanza
  • 1950 – La rosa primitiva
  • 1951 – Poesía
  • 1953 – Poemas de viaje
  • 1956 – Estrella en alto y nuevos poemas
  • 1957 – Para gozar tu paz
  • 1959 – ¡Mi país, oh mi país!
  • 1959 – Elegía de la policía montada
  • 1961 – Farsa trágica del presidente que quería una isla
  • 1962 – La raíz amarga
  • 1963 – El Tajín
  • 1973 – Poemas prohibidos y de amor
  • 1974 – Los eróticos y otros poemas
  • 1980 – Estampida de poemínimos
  • 1980 – Tranza poética
  • 1985 – Estampida de Poemínimos

Ensayos y prólogos

  • 1948 – Prólogo a Florecillas Silvestres de María Antonieta Muñiz.
  • 1956 – Maiakovsky, poeta del futuro
  • 1959 – La causa agraria
  • 1973 – “Explicaciones” en Poemas prohibidos y de amor
  • 1980 – Prólogo a Trece tiempos de Eros de Roberto López Moreno
  • S.a. – Prólogo a No olvides en tu sueño pensar que eres feliz, de Juan Manuel de la Mora
  • 1983 – Prólogo a Memorias de Hospital de Margarita Paz Paredes

Las hibridaciones con CTS

Las hibridaciones con CTS

Por Eduardo Vizcaya Xilotl

Seres mitológicos habitan las narraciones sobre el origen de la humanidad y de los animales, como es el caso de los titanes Prometeo y su hermano Epimeteo. En el Protágoras de Platón se cuenta que una vez que los animales y el hombre fueron creados por los dioses a partir de tierra y fuego, Epimeteo se encarga de la distribución de cualidades entre los animales, dotándolos para la lucha por la vida, pero al llegar al hombre se da cuenta que su provisión se ha agotado. Interviene entonces Prometo, quien roba el fuego del Olimpo y lo entrega a los hombres, para que éstos puedan desarrollar las artes y la técnica.

Si nos atenemos a la etimología de sus nombres, ya se ve un sesgo interesante, induciendo desde su mismo nombre características típicas de cada uno, pues Prometeo quiere decir el que piensa antes, el que prevé. Por su parte, Epimeteo significa retrospectiva, el que reflexiona más tarde, pensamiento tardío; y en tan mal concepto se le tiene, que hasta se habla del “síndrome de Epimeteo”, lo que se entiende como sinónimo

de falta de previsión, de improvisación, de no calcular las consecuencias de los propios actos y, en fin, de tomarse los asuntos serios con la trivial ligereza que suele garantizar casi siempre la propia ruina y, con frecuencia, no pocas calamidades ajenas. (Quintana, 2004: 17)

y ello se justifica, pues, como se sabe, las decisiones de Epimeteo acarrean posteriormente el castigo eterno para su hermano (eso sin profundizar, por ahora, en su relación con Pandora y su famosa caja).

prometeo
La “fuente de Prometeo” en la Facultad de Ciencias, UNAM (1994).

Aventurando otra posible interpretación, a estos hermanos titanes se les puede considerar como unos humanistas, pues en el caso de Epimeteo, aunque su respuesta es quedar pasmado ante lo sucedido de dejar inerme al hombre por haberse extralimitado otorgando capacidades a los animales, no es cínico ni indiferente. Al contrario, se le describe altamente preocupado, quizás con culpa, ante lo sucedido. Por su parte, Prometeo actúa rápido y es considerado por ello figura tutelar de la humanidad al otorgarle el fuego, que es entendido metafóricamente como conocimiento. El que se le asocie con la ciencia proviene de ahí.

La ciencia moderna, la que arranca a partir del siglo XVII, se construyó considerando al mundo como un rompecabezas que puede ser armado y desarmado a voluntad, algunas veces de manera literal, otras sólo a nivel conceptual, pero en ambos casos a partir del supuesto de que el conocimiento de los componentes -las partes de un sistema- puede dar una explicación cabal de la totalidad que se analiza. Bajo este enfoque se han alcanzado logros impresionantes, pero considerar que esa estrategia y sólo esa es suficiente es lo que se conoce como reduccionismo. Articulado a tal enfoque metodológico, se han decantado una serie de pares de conceptos que llaman la atención en su dicotomía aparente o porque parecen mantener una tensión entre sí: movimiento/reposo, sonido/silencio, determinismo/azar, vida/muerte, salud/enfermedad, mente/cuerpo, naturaleza/cultura, orden/desorden, permanencia/cambio, etc., en los que el pensamiento moderno usualmente ha privilegiado sólo uno de ambos extremos, negando categóricamente al otro o levantando barreras supuestamente impermeables entre ambos lados.

linaresAsociado a dicho enfoque moderno, se consideraba que más ciencia y más tecnología conducirían ineludiblemente al bienestar social, lo que usualmente se tradujo como progreso. En contraste con dicha visión, durante la segunda mitad del siglo XX (Cutcliffe, 2003) se configuró el campo interdisciplinar de Estudios CTS (ciencia, tecnología y sociedad), que estuvo motivado por diversos resultados adversos. Desde entonces:

La pretensión de que la aplicación del conocimiento científico habría de tener siempre consecuencias positivas ha cedido su lugar a la incertidumbre, al riesgo, y en muchos casos a formas novedosas de exclusión social. (Linares y Murguía, 2010: 12)

Actualmente se tiene una serie de efectos indeseados o paradójicos, donde la ciencia y la tecnología se encuentran altamente involucradas, por ejemplo: desechos tóxicos que son generados en cantidades industriales; riesgos asociados al manejo de la energía nuclear; propagación de cultivos transgénicos orientados en gran medida sólo por el lucro; ingente cantidad de ilícitos cometidos a través de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) a la par de las enormes posibilidades de construir sociedades educadas; retorno de enfermedades infecciosas que se consideraban erradicadas a la par del incremento en la esperanza de vida; crisis de cobertura y atención en los sistemas de salud, educación y de seguridad social en su conjunto. ¿Acaso se podrían haber anticipado todos esos efectos perniciosos?, ¿pudo Prometeo prever que al robar el fuego le esperaba un castigo eterno, pero que la decisión lo ameritaba? De manera similar, ¿acaso Epimeteo no podría haber usado su experiencia previa y por eso no otorgarle ningún don al ser humano?, en caso afirmativo, se puede argumentar que sus capacidades retrospectivas pueden ser muy útiles, e incluso necesarias, en la toma de decisiones, pues la memoria de lo ocurrido sirve para orientar, al descartar opciones que históricamente han sido inviables.

El tipo de preguntas anteriormente formuladas encuentran en el campo de CTS un lugar natural para generar respuestas, ya que como menciona Manuel Medina en el prólogo del libro Ideas, máquinas y valores: cutcliffe

la pertenencia al dominio general de CTS viene dado por: i) la comprensión constructiva y el estudio de la ciencia y la tecnología en su contexto social, político y cultural, ii) la valoración crítica de los desarrollos científicos y tecnológicos y iii) las formas democráticas de intervención en los mismos. (Medina en Cutcliffe, 2003: x)

Si bien cada inciso amerita una discusión aparte, por ahora se puede decir que el tercero nos llevará a las reflexiones sobre las experticias y las maneras en que se están modificando. Lo que aquí se propone es una hibridación entre las capacidades de ambos titánes, en el marco de CTS y por tanto con un espíritu fincado en el ejercio democrático, dado que las capacidades para prever de Prometeo como la visión retrospectiva de Epimeteo son necesarias para encarar los cambios sociales, culturales, ambientales, y que se dan tanto en escalas micro-locales como a nivel mundial; pero no son suficientes, porque los cambios socioambientales y culturales anteriormente señalados están generando, a su vez, reconfiguraciones profundas tanto de la ciencia y la tecnología como de los contextos en que se desarrollan, transformando las prácticas científicas cotidianas y convocando al encuentro de enfoques diversos y transversales, como es el caso de los estudios CTS.

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Coloquio en torno a la obra de T. S. Kuhn: “Revoluciones científicas y crisis sociales”, diciembre de 2012, Facultad de Ciencias, UNAM. Mesa inaugural: Pablo González Casanova, Rosaura Ruiz Gutiérrez, Manuel Peimbert Sierra, Ruy Pérez Tamayo y Germinal Cocho Gil. Moderador: Eduardo Vizcaya.

Un ejemplo paradigmático de lo anterior, que exhibe las limitaciones del reduccionismo y aboga por enfoques complejos, nos lo da Richard Levins (lamentablemente fallecido el 19 de enero de 2016) quien propugnaba lo siguiente:

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Rechacemos la separación entre el trabajo teórico y el trabajo práctico, entre explicaciones fisiológicas y explicaciones psicológicas, entre causas ambientales y causas genéticas, entre fenómenos aleatorios y fenómenos deterministas. Cada vez que dividimos el mundo en pedazos para colocarlos bajo diferentes disciplinas, estamos cometiendo no solamente errores intelectuales y científicos, sino haciendo daño también a las posibilidades de enfrentar los problemas grandes que afronta la humanidad actualmente. […] el científico es un trabajador, pero también es diferente a otros trabajadores, y la diferencia principal es que tiene interés en el producto de su esfuerzo. […] Entramos en la ciencia, en general, por dos razones: interés intelectual en la materia, más el deseo de hacer algo en beneficio de la humanidad. (Levins, 2015: p.19-20)

En el caso de las tecnologías contemporáneas, se hacen necesarias nuevas conceptualizaciones para comprender el tipo de valores (axiología) implicados, e intervenir con formas viables, pues “el demos se constituye solamente cuando se ve a sí mismo bajo la tensión del conflicto y la cooperación, de la diferencia de voces y autoridades, de agencias y planes de vida”. (Broncano, 2010: 45-46)

a-marcos Un caso importante se presenta en la informática, donde las barreras se difuminan y donde se tiene una transición que va de considerar “sistemas técnicos con consecuencias sociales” a “sistemas sociales técnicamente implementados” (Marcos, 2010: 19-20). Las consecuencias de dicha transición requieren la hibridación de al menos tres vertientes: a) la recuperación y actualización de algunos de los debates que se generaron desde la filosofía de la tecnología, comenzando, quizá, con alguna visión restrospectiva; b) conceptos originalmente acuñados o gestados en las ciencias sociales o en la filosofía política y ahora presentes en los debates tecnológicos, como los relativos a ciudadanía, democratización del conocimiento, participación ciudadana, gestión, equidad, etc. (Linares y Murguía, 2010); y c) los aspectos dinámicos y estructurales provenientes del estudio de las redes y sistemas complejos (físicos, biológicos y sociales), para discutir la robustez, la arquitectura organizacional, la diversidad, la tolerancia a fallos, etc. (Cocho, 2013).

Referencias

Broncano, F. 2010. “La autoridad (técnica) de la democracia” en Linares, J. E. y A. Murguía (coords.) 2012. Tecnociencia y democracia. Problemas y perspectivas hacia la participación ciudadana. México: UNAM, Seminario de Investigación sobre Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural.

Cocho Gil, G. 2013. “Complejidad, criticalidad y humanismo creativo”. En Vizcaya, E., Pacheco, L. y O. Miramontes (eds.), Ciencia y Sociedad: Pinceladas. [e-book] México: CopIt-arXives.

Cutcliffe, S. 2003. Ideas, máquinas y valores. Los Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Barcelona: Anthropos/UAM-Iztapalapa.

Levins, R. 2015. Una pierna adentro, una pierna afuera. [e-book] CopIt-arXives y EditoraC3.

Linares, J. E. y A. Murguía (coords.) 2012. Tecnociencia y democracia. Problemas y perspectivas hacia la participación ciudadana. México: UNAM, Seminario de Investigación sobre Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural.

Marcos, A. 2010. Ciencia y acción. Una filosofía práctica de la ciencia. México: FCE, Breviarios 567.

Quintana de Uña, D. 2004. El síndrome de Epimeteo: Occidente, la cultura del olvido. Santiago de Chile: Editorial Cuarto propio.

 

Lombardo, Diputado Laborista (1925-1928)

Lombardo, Diputado Laborista (1925-1928)*

Por Emilio García Bonilla

La labor parlamentaria de Vicente Lombardo Toledano está dividida en dos periodos, dos épocas distintas, separadas la una de la otra por casi cuarenta años. A pesar de esa particularidad, Lombardo fue en la Cámara de Diputados un representante de la clase trabajadora en las tres legislaturas de las que formó parte. Los discursos en intervenciones que aquí se presentan así lo demuestran, señalándonos la consecuente línea política que sostuvo durante toda su trayectoria.

En la década de 1920 participó muy activamente en la política electoral: en cuatro ocasiones consecutivas se presentó como candidato a diputado federal por el distrito de Teziutlán, Puebla, su tierra natal (1922, 1924, 1926 y 1928). Además, fue electo regidor del Ayuntamiento de la Ciudad de México en 1924. En esos años, asimismo ocupó el cargo de oficial mayor del gobierno del Distrito Federal (1921) y gobernador provisional del estado de Puebla (1924). Desempeñándose también como jefe del Departamento de Bibliotecas de la recién creada Secretaría de Educación Pública (1921) y director de la Escuela Nacional Preparatoria (1922).

Membrete de la CROM, 1925
Membrete de la CROM, 1925

Lombardo Toledano comenzó a relacionarse con los trabajadores organizados aun siendo estudiante, cuando fue invitado por Alfonso Pruneda a hacerse cargo de la Secretaría de la Universidad Popular Mexicana en 1917. Desde 1921 se integró a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), la central sindical más importante de la época, y en 1923 era ya miembro de su comité central, formando parte además del Partido Laborista Mexicano desde ese año. Su condición de dirigente sindical le permitió conocer de cerca los problemas de los trabajadores, relación que determinó su concepción política; en esta etapa fue destacable su influencia en su región natal donde se formaron los primeros sindicatos que quedaron incorporados a la CROM, siendo estas las organizaciones que lo respaldaron en sus candidaturas y defendieron su triunfo.

No fue fácil el ingreso de Lombardo a la Cámara de Diputados: ya en 1922 el colegio electoral le había negado el triunfo conseguido en las urnas sin siquiera revisar su caso. En la siguiente elección las cosas no fueron diferentes, a pesar de haber sido postulado por los dos principales partidos nacionales: el Partido Laborista Mexicano y el Partido Nacional Agrarista, las discusiones en la Cámara de Diputados para calificar los comicios del distrito de Teziutlán se trabaron y se fue posponiendo el caso una y otra vez hasta que finalmente se aprobó el 9 de octubre de 1925, quince meses después de la elección, por lo que en la XXXI Legislatura, Lombardo sólo fue diputado la mitad del periodo de dos años. En 1926, consiguió la reelección sin mayores problemas, por dos factores principalmente: una mejor organización de sus bases de apoyo en el distrito de Teziutlán,  y una correlación de fuerzas favorable en la integración de la Cámara de Diputados y en el consiguiente colegio electoral.

En la XXXI Legislatura, los diputados laboristas se integraron el llamado Bloque Revolucionario, mientras que en el siguiente periodo formaron parte de la Alianza de Partidos Socialistas, suscitándose interesantes debates en esa etapa de confrontaciones y definiciones políticas.  Las intervenciones de Vicente Lombardo Toledano como diputado del Partido Laborista Mexicano, del que en diferentes ocasiones desempeñó la función de portavoz, fijando la postura del mismo ante determinados temas, demuestran su claridad de ideas y su calidad como polemista, aclarando conceptos con la capacidad del catedrático universitario que era y del estudioso de la ciencia política que nunca dejó de serlo. Más allá del tema coyuntural que originaba el debate, Lombardo abordaba la tribuna para orientar y asumir una postura crítica pero fundamentada.

VLT en la Cámara de Diputados
VLT en la Cámara de Diputados

Son memorables las intervenciones del laborista teziuteco en debates trascendentes, como la discusión con motivo de la reforma constitucional que permitiría la reelección de Álvaro Obregón como presidente de la República, en la que reconoció estar contradiciendo uno de los principios que dieron lugar al movimiento revolucionario de 1910, pero las condiciones así lo exigían y era un acuerdo tomado por los partidos revolucionarios para frenar a la reacción, por lo que la legislatura tendría que asumir su responsabilidad histórica.[1]

Fue en la XXXII Legislatura en la que por primera vez se planteó que los servidores públicos tenían al Estado como patrón, debiéndoseles garantizar todos los derechos laborales consagrados en la Constitución. Una dramática huelga de maestros en el estado de Veracruz fue la que puso en el orden del día ese tema, siendo Lombardo Toledano uno de los portavoces del movimiento obrero organizado, a grado tal que él mismo realizó con su sombrero una colecta de fondos en el recinto legislativo en solidaridad con los huelguistas.[2]

Las pugnas políticas de esos años están reflejadas en los debates parlamentarios. En 1926, Lombardo y los diputados laboristas poblanos se enfrentaron desde la cámara al gobernador Claudio N. Tirado, que había declarado una ofensiva en contra de los trabajadores organizados, y en particular contra los cromistas, siendo especialmente violenta la represión en Teziutlán, por lo que en defensa de sus coterráneos, el laborista teziuteco se convirtió en un factor clave para que Tirado fuera destituido de su puesto. Este conflicto, además dio lugar a una crítica al principio del municipio libre, que había sido incorporado en la Constitución de 1917 pero que, en la práctica, los gobernadores convertidos en caciques estatales eran los primeros en trasgredir al controlar las elecciones municipales e intervenir en los ayuntamientos.[3]

Ya desde esos primeros años de su actividad política se hizo patente en Lombardo Toledano la convicción de la necesidad de transformar, de ampliar los horizontes de la Revolución Mexicana, modernizando las instituciones y marcando una clara diferencia con el pasado. Planteó desde la tribuna la urgencia de sentar las bases constitucionales para hacer de la Revolución Mexicana una revolución económica y no sólo de conciencias, pues señaló que “el verdadero problema de este país es el problema de la producción, y México no produce absolutamente nada. Somos esclavos del mercado extranjero, somos esclavos para comer lo indispensable, para vestir lo indispensable, para andar lo indispensable, es decir, para poder realizar la vida vegetativa somos absolutamente dependientes de la balanza internacional, y apenas nos basta nuestra exigua producción con el objeto de vivir pobremente, como en ciertas regiones de la República”.[4]

El tema educativo también fue abordado por Lombardo en varios momentos, lo mismo abogando para que los maestros de primaria pudieran ejercer sin un título académico, en el afán de llevar las letras a los mexicanos más humildes y necesitados de cultura, que pidiendo la supresión del examen profesional como requisito para graduarse, por considerarlo una farsa desde el punto de vista pedagógico e inútil como ceremonia social, permitiendo que cada escuela superior adoptara el procedimiento didáctico que valorara como el más adecuado para comprobar la correcta formación de los estudiantes.[5] Explicó también que la socialización de la ciencia no significaba rebajarla, sino que el gobierno diera oportunidad “lo mismo al pobre que al rico para llegar a adquirir la ciencia”.[6]

Expresó en varias ocasiones que había que poner fin al viejo liberalismo individualista, porque la Constitución de 1917 respondía a una nueva época en la que un nuevo régimen social se vislumbraba como una perspectiva alcanzable en el corto plazo. En este sentido es destacable su intervención en la primera sesión de la XXXII Legislatura, en la que afirmó:

Lombardo, Diputado. Grabado de Alberto Beltrán.
Lombardo, Diputado. Grabado de Alberto Beltrán.

“Mientras no cambie el estado actual social, así puedan morir todos los delincuentes, seguirán produciéndose más delincuentes, y la sangre de los que vengan será mayor que la sangre que corre actualmente. […] La delincuencia se acaba transformando a la sociedad”.[7]

Como diputado, Vicente Lombardo Toledano abogó por dignificar la labor legislativa. Así, señaló que un deber del parlamentario era informar al pueblo “cuáles son las razones de orden fundamental, de orden legal, de orden técnico, de orden filosófico” para reformar la Constitución o aprobar una iniciativa de ley. De la misma manera expresó que la Cámara de Diputados debía trabajar “de una manera seria, decorosa y respetuosa de su propio prestigio”. Hizo una crítica al Congreso de la Unión al considerar que fracasaba como institución revolucionaria y depositaria del Poder Legislativo porque prácticamente toda su labor se limitaba a cumplir indicaciones del Presidente de la República y discutir sus iniciativas de ley, “y no respondemos fielmente a los dictados del pueblo que nos ha traído hasta aquí, o que decimos que nos ha traído.”[8]

Lombardo Toledano participó en los primeros debates legislativos sobre la reglamentación del artículo 123 constitucional para todo el país, habiendo sido aprobado el proyecto por la Cámara de Diputados, el Senado puso trabas a su discusión en lo que Lombardo consideró una estrategia de un grupo de senadores opuestos a la Revolución Mexicana para intentar frenar su avance. A pesar de los obstáculos, se dijo confiado de que:

“El proletariado mexicano tendrá Ley Federal del Trabajo, quiéranlo o no lo quieran; el proletariado tendrá ley. Si esta legislatura no lo hace, la próxima lo hará, o la otra, o quién sabe cuándo, ¡pero se hará al fin! Esto que hoy es bandera, tendrá que ser realidad; y así como la federalización de la Ley del Trabajo, seguramente habrá un seguro obrero; seguramente habrá Secretaría del Trabajo; seguramente habrá toda una serie de principios y de propósitos y de leyes que encaucen a la Revolución”.[9]

Y en efecto, cuatro años después, en 1931 se promulgó la primera Ley Federal del Trabajo, habiendo participado activamente en las discusiones previas como representante de los trabajadores organizados.

En 1928, Vicente Lombardo Toledano buscó una segunda reelección, pero fue víctima de fraude frente a Benjamín Aguillón Guzmán, sobrino del entonces secretario de Gobernación, Adalberto Tejeda, concluyendo así en ese año la primera parte de su labor en el parlamento mexicano. Desde entonces estuvo alejado del Congreso de la Unión, pero tuvo como tribuna “la calle, el sindicato, la comunidad campesina, la cátedra, la prensa y los libros”, siendo un representante del pueblo de México, “en la lucha sindical, en la lucha agraria, en el campo de las ideas internacionales y como exponente de la cultura”.[10]

Fue gracias a la reforma electoral propuesta por el presidente Adolfo López Mateos, con la que se creó la figura de los diputados de partido como un primer paso hacia la representación proporcional, que Lombardo pudo regresar a ocupar un escaño en el Congreso de la Unión, formado parte de la XLVI Legislatura (1964-1967), la primera representación plural en décadas. Para entonces, México vivía una realidad muy diferente a la de los años veinte y Lombardo era ya un reconocido intelectual y un encumbrado dirigente político.

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*Presentación de la reedición del tomo I de la Obra Parlamentaria de Vicente Lombardo Toledano, México, CEFPSVLT, 2016. En imprenta.

[1] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 20 de octubre de 1926.

[2] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 23 de septiembre de 1927.

[3] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 21 de octubre de 1926 y 16 de noviembre de 1926.

[4] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXI Legislatura, 9 de diciembre de 1925.

[5] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 14 y 16 de noviembre de 1927.

[6] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 9 de noviembre de 1927.

[7] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 10 de septiembre de 1926. La intervención de VLT en esta sesión no había sido incluida en ninguna recopilación previa. Por primera vez la publica el CEFPSVLT.

[8] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 21 de noviembre de 1927, 22 de septiembre de 1927 y 28 de diciembre de 1927.

[9] Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Diario de los Debates, XXXII Legislatura, 30 de diciembre de 1926 y XXXII Legislatura, 28 de diciembre de 1927.

[10] VLT, “Mitin electoral en Zaragoza, Puebla”, 15 de marzo de 1964, en Obra histórico-cronológica, tomo VI, vol. 14, México, CEFPSVLT, 2012: pp. 130-131, 129.

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