UN HOMBRE DE SU TIEMPO. Escritos sobre Lombardo en la revista Futuro

A pesar de las circunstancias difíciles por las que atraviesa este Centro de Estudios, se ha preparado la edición digital del primer libro para conmemorar el 125 aniversario del natalicio de Vicente Lombardo Toledano, trabajo que estuvo a cargo de Eduardo Vizcaya Xilotl y Emilio García Bonilla.

Futuro fue una publicación periódica editada en la Ciudad de México que existió entre diciembre de 1933 y octubre de 1946, fue fundada y dirigida por Vicente Lombardo Toledano y se concibió como una publicación de periodismo educativo dirigida a los trabajadores. Sus páginas sirvieron como fuente de información y análisis de temas políticos y culturales.

Dicha revista cobra importancia porque en ella colaboraron destacados artistas e intelectuales como Xavier Icaza, Narciso Bassols, Víctor Manuel Villaseñor, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Pablo Picasso, José Revueltas, Diego Rivera, Jesús Silva Herzog, Efraín Huerta, Leopoldo Méndez, Alfonso Guillén Zelaya, entre muchos otros.

Junto al diario El Popular, también fundado por Lombardo Toledano, son los mejores ejemplos de su contribución al periodismo revolucionario. Como resultado de un trabajo conjunto de las diversas áreas del Centro Lombardo, en el mes de marzo del presente año se terminaron de poner a disposición del público y de manera libre y gratuita los 139 números de Futuro completamente digitalizados.

En la presente recopilación se presentan de forma cronológica diversos escritos sobre Vicente Lombardo Toledano producidos al calor de los acontecimientos, con la viveza del periodismo que, a través de formas como la entrevista, la crónica, el reportaje y la nota editorial, cubren el periodo de 1941 a 1946, una de las etapas más fructíferas en la vida de Lombardo, enmarcada en el tiempo de la Segunda Guerra Mundial y la lucha internacional contra el nazifascismo, textos en los que podemos notar su trayectoria desde que concluyó su responsabilidad al frente de la Confederación de Trabajadores de México hasta la fundación y primeras reuniones de la Federación Sindical Mundial.

La parte central de este libro proviene del número 82 de Futuro, publicado en diciembre de 1942, en el que se hizo un homenaje al fundador y director de la revista con motivo de la gira que realizó por nuestro continente como máximo dirigente sindical latinoamericano. Esa faceta del líder continental es la que se destaca en la mayoría de los escritos de nuestra compilación. El “hombre de los cincuenta trajes idénticos a sí mismos, mandados a luir expresamente de las bocamangas para dar una impresión de pobreza implacable y diamantina”,[1] en palabras de Gonzalo Beltrán, ironizando uno de los mitos que todavía en la actualidad se cuentan sobre Lombardo Toledano, aparece en Futuro como el personaje público, el luchador antifascista, el embajador de la Revolución Mexicana, el intelectual respetado, el líder internacional, pero sobre todo como un hombre de su tiempo.

La mayor parte de los autores de los textos que presentamos fueron colaboradores recurrentes de Futuro, algunos de los cuales escribieron también en El Popular, entre ellos es posible identificar a un grupo de periodistas, escritores y artistas vinculados en esta época con Lombardo Toledano, como Enrique Ramírez y Ramírez, José Revueltas, Vicente Fuentes Díaz, José Alvarado, Rodolfo Dorantes y Juan Jerónimo Beltrán. Se recogen también escritos de destacados personajes, como Pablo Neruda, Martín Luis Guzmán y Juan Marinello, quienes dejaron interesantes testimonios y valoraciones que dan cuenta del reconocimiento y prestigio obtenido por Lombardo durante intensos años de lucha.

Esta selección de textos se suma a la que publicamos en el 2014, bajo el título Homenaje de El Popular a Vicente Lombardo Toledano, la cual presentó los escritos aparecidos en el mencionado diario en su edición especial del 16 de julio de 1950. La mitad de los textos de la presente compilación fueron publicados previamente en Vicente Lombardo Toledano y la batalla de las ideas. Testimonio de intelectuales (2005) y en Vicente Lombardo Toledano y el movimiento obrero. Testimonios de destacados dirigentes (2005), pero en esta ocasión se reúnen para mostrarlos en el contexto en que aparecieron: desde las páginas de Futuro, dando así una muestra de la diversidad de autores que participaron en esa revista, así como de la ascendente trayectoria de Lombardo reflejada en sus páginas.

Sirva esta publicación como sencillo homenaje a 125 años del natalicio de Lombardo Toledano y como un recordatorio de que el hombre es y sus circunstancias, como dijera Ortega y Gasset, por lo que sin comprender el contexto en el que vivió y actuó tal o cual personaje, jamás podremos hacer una justa valoración de su vida. Lombardo surgió con la Revolución Mexicana y a ella consagró su vida, por lo que sin entender el proceso histórico que marcó el siglo XX mexicano es imposible emitir opiniones válidas sobre su existencia. Como escribió acertadamente José Revueltas: “los hombres no se dan por accidente, y todo hombre histórico, tiene a su vez una razón histórica de nacimiento.”[2]

En mayo de 1922, siendo director de la Escuela Nacional Preparatoria con 27 años de edad, Lombardo enfrentó la primera campaña que intentaba desprestigiarlo por medio de calumnias en la prensa; años después como candidato a diputado por el distrito de Teziutlán, su tierra natal, los denuestos continuaron, y así durante más de cuarenta años, hasta el final su vida, pero siguió actuante con la convicción de un profeta. Su entereza y probidad le valieron el respeto y admiración del pueblo llano que le dio el título de maestro, y en las élites políticas e intelectuales no faltó el acompañamiento y la solidaridad, como los destacados mexicanos que, desafiando los improperios de la prensa al servicio del gran capital, se reunieron el 28 de febrero de 1946 para reconocer en Lombardo “al intelectual verdadero, al hombre cuya preocupación no lo lleva a la torre de marfil, sino a la lucha apasionada para cambiar el mundo”,[3] creando para él la Condecoración del Combatiente como un homenaje de lo más selecto del ámbito artístico, científico y cultural de ese momento en México.

Como ellos, los modestos editores de esta publicación nos unimos al homenaje de los tiempos, en el año del 125 aniversario de su natalicio, a quien dio nombre y razón de ser al Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”.


[1] Futuro, no. 110, México, D.F., abril de 1946: p. 38.

[2] Futuro, no. 82, México, D.F., diciembre de 1942: p. 14.

[3] Futuro, no. 109, México, D.F., marzo de 1946: p. 32.

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123 Aniversario del Natalicio de Vicente Lombardo Toledano

123° Aniversario del Natalicio de Vicente Lombardo Toledano

Por Emilio García Bonilla

Vicente Lombardo Toledano nació el 16 de julio de 1894 en la Posada Buenavista de Teziutlán, Puebla. Realizó sus primeros estudios en la escuela laica Liceo Teziuteco, posteriormente en la Ciudad de México ingresó al Internado Nacional y a la Escuela Nacional Preparatoria. Cursó de forma simultánea las carreras de Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional, donde formó parte de la Generación de 1915 o de Los Siete Sabios junto a Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, entre otros.

Destacó en los ámbitos cultural, sindical y político, logrando el reconocimiento nacional e internacional por sus ideas, obra y lucha.

En la Federación Sindical Mundial, grabado de Alberto Beltrán

Fue el mejor intérprete e impulsor de la Revolución Mexicana de 1910. Desentrañó su profundo significado y amplió sus metas. Fue una revolución popular –dijo–, democrática, nacionalista y antimperialista. La primera de ese carácter en el siglo XX. Que produjo la Constitución política más avanzada de su tiempo, al crear un nuevo concepto jurídico de la propiedad, considerándola como una concesión a los particulares, sujeta siempre a las modalidades que dicte el interés público, y no como un derecho natural del individuo. Esta concepción revolucionaria de la propiedad es la que permitió la reivindicación de los recursos naturales de la nación como los hidrocarburos; los minerales del suelo, del subsuelo y de nuestro mar territorial; las comunicaciones e industrias que se encontraban en manos extranjeras. Así, cabe recordar como ejemplo representativo la expropiación petrolera del 18 de marzo de 1938 decretada por el general Lázaro Cárdenas.

Su inteligencia y acción creadora lo llevó a ocupar, desde muy joven diferentes cargos públicos y responsabilidades políticas: fue gobernador de Puebla a los 29 años de edad; oficial mayor del gobierno del Distrito Federal  y regidor del ayuntamiento de la Ciudad de México; diputado federal en dos períodos legislativos por el Partido Laborista en los años veinte; candidato a la Presidencia de la República en 1952 y diputado federal en el período legislativo 1964-1967 por el Partido Popular Socialista, fundado, y dirigido por él desde su creación en 1948 y hasta el 16 de noviembre de 1968.

Fue conductor del movimiento obrero, militó en la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), organizó la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), fundó y presidió la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) de 1938 a 1963 y participó en la fundación de la Federación Sindical Mundial, de la que fue uno de sus vicepresidentes.

Fundó y dirigió medios impresos, como el diario El Popular y las revistas Futuro y Nueva Democracia. También inspiró, propició y creó instituciones educativas y culturales como la Escuela Nacional Preparatoria Nocturna, el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Obrera de México que hoy lleva su nombre; en 1972 se creó por decreto presidencial el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”, con base en su vasta y selecta biblioteca, teniendo como sede la casa que fue su domicilio particular y familiar.

Impulsó el muralismo mexicano, poniendo a disposición de los grandes pintores encabezados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco los muros de la Escuela Nacional Preparatoria de la que fue su director.

Nos legó por lo menos dos guiones cinematográficos: Ha caído una estrella y El nervio del mundo. Incursionó en la poesía con sus poemas “Presente y Futuro”, “El hombre ha encontrado su camino”, “Este mi afán”, entre otros. Fue un filósofo, sociólogo, periodista, ensayista, orador, polemista, conferencista, antropólogo, innovando la concepción del homo sapiens y postulando a éste como el homo creator. También es destacable su trabajo arqueológico, antropológico y lingüístico, sobre todo en su tesis doctoral Geografía de las lenguas de la Sierra de Puebla.

En 1964, en ocasión de su cumpleaños número 70 fue objeto de un gran homenaje en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en aquella ocasión señaló:

Quienes empezamos a meditar sobre lo que México era cuando estalló la Revolución, descubrimos la magnitud del drama en que vivía, y esta revelación decidió el curso de nuestra existencia. Se presentó entonces para los jóvenes de mi generación un dilema: labrar nuestro porvenir como individuos, buscando nuestra felicidad al margen de la profunda convulsión que sacudía al pueblo, o vivir dentro de ella y tratar de contribuir al logro de las metas que pretendía alcanzar. Yo opté por el segundo camino, después de dudas y vacilaciones, cuando salí de la escuela, porque son tentadores la riqueza y los bienes que proporciona. Pero hecha la elección, mi vida como mexicano y como hombre de mi tiempo no me ha dado sino alegrías, porque no puede haber un incentivo mayor que el de sentirse parte, aunque sea infinitamente pequeña, de la grandiosa batalla por el acceso de toda la humanidad a los beneficios de la civilización, de la cultura y de la verdadera libertad que consiste en hacer del pensamiento una palanca para mover el mundo y transformarlo.[1]

Al referido homenaje asistieron personalidades y representantes de instituciones culturales, educativas, de organizaciones políticas y sindicales, así como diplomáticos acreditados en México de las embajadas de la Unión Soviética, Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia. Se recibieron saludos y felicitaciones de organizaciones de una veintena de países de América, Europa y Asia. En representación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el profesor Donaciano Serna Leal destacó que Vicente Lombardo Toledano “que podía haber permanecido encerrado en su torre de marfil, mirando desdeñosamente la realidad como tantos otros, ha preferido el riesgo de la lucha y el peligro de la trinchera. Y pudiendo haberse filiado, como muchos que olvidan su origen proletario, a las clases poderosas, se decide por acaudillar a los humildes y guiar a los desheredados; su talento lo ha puesto íntegro al servicio de la causa del pueblo; su esfuerzo múltiple y fecundo lo ha dedicado al servicio de obreros, campesinos, maestros, burócratas y estudiantes, al lado de quienes ha librado rudas batallas.”[2]

En el Centenario de su Natalicio, el 16 de julio de 1994, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres de México “como un reconocimiento al ilustre mexicano, fiel defensor de las causas sociales y los ideales populares”. En el decreto del entonces presidente de la República se señaló que “hizo de su vida fecunda y destacada labor en beneficio de la patria, teniendo siempre como motivo fundamental de sus acciones el fortalecimiento de la justicia social en pro de los trabajadores mexicanos. Fue impulsor decisivo de la expropiación petrolera de 1938, con firme espíritu nacionalista en favor de la independencia económica del país.”[3] Se dijo además que:

El egregio mexicano promovió vigorosamente la vida política nacional, con plena convicción de que los postulados fundamentales de nuestra Constitución Política deben ejercitarse de manera permanente a partir del principio democrático rectoral que establece que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo y que todo poder público dimana del pueblo. […] Durante toda su vida política generó vertientes participativas en favor de las diversas clases sociales y muy especialmente para impulsar el uso de los derechos políticos por parte de los obreros y trabajadores del país, convencido de que la democracia como sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, es el único conducto legítimo para alcanzar los grandes objetivos del proyecto nacional.[4]


[1] Vicente Lombardo Toledano, “Lo que la vida me ha enseñado”, discurso pronunciado el 1° de agosto de 1964, en Obra Histórico-cronológica, tomo VI, volumen 15, México, CEFPSVLT, 2012: p. 98.

[2] “Discurso del profesor Donaciano Serna Leal en representación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación”, en Homenaje a Vicente Lombardo Toledano 1894-1964, México, Universidad Obrera de México, 1964: pp. 22-23.

[3] Decreto del Presidente de la República, 13 de julio de 1994, en Marcela Lombardo (ed.), Homenajes de la República a Vicente Lombardo Toledano, México, CEFPSVLT, 2005: pp. 102-103

[4] Ídem.

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