María del Carmen Mondragón Valseca (Nahui Olin), 1893 – 1978

Retrato de Nahui Olin

María del Carmen Mondragón Valseca, conocida por su seudónimo Nahui Olin, nació el 8 de julio de 1893, en el pueblo de Tacubaya, Ciudad de México, y falleció el 23 de enero de 1978, en su casa de Tacubaya. Fue una destacada escritora, pintora y poetisa mexicana. También fue una activista feminista influenciada por la ideología de Mary Wollstonecraft, según indica Rubí de María Gómez. También formó parte del grupo “Las siete cabritas”, que activaron la vida cultural mexicana de 1920 a 1930.

Su madre, Mercedes Valseca, le enseñó a escribir y a tocar el piano, a muy temprana edad. Y tras trasladarse a París con su familia a la edad de cuatro años, donde vivió un total de ocho años, Carmen Mondragón ingresó en un internado donde aprendió arte, danza, pintura, literatura y teatro.

Tras su adolescencia, Carmen Mondragón volvió a la Ciudad de México, donde conoció a Manuel Rodríguez Lozano, con quien se casó en 1913. Tras esto, el matrimonio se trasladó a París, donde convivieron con artistas como Pablo Picasso, Georges Braque, Diego Rivera y Henri Matisse. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, la familia Mondragón huyó a San Sebastián (España), donde el matrimonio se dedicó a la pintura. Sin embargo, tras la muerte de su recién nacido, regresaron a México en 1921, separándose al poco tiempo, cuando Carmen Mondragón conoció al Doctor Atl (Gerardo Murillo). Fue en ese mismo año cuando pasó a llamarse Nahui Olin.

Ya en la Ciudad de México, Nahui Olin retornó a la pintura, conviviendo con artistas como Frida Kahlo, José Vasconcelos, Xavier Villaurrutia, Guadalupe Marín, Tereza Montoya, Dolores del Río, Tina Modotti, José Clemente Orozco, María Izquierdo, David Alfaro Siqueiros, Salvador Novo y Lupe Vélez. Carmen Mondragón también trabajó como modelo para Rosario Cabrera, y para el mural de Diego Rivera La creación (1922). Fue durante esta época, de 1921 a 1924, cuando Nahui Olin fue más prolífica en arte y poesía.

Carmen Modragón fue una de las dos únicas mujeres integrantes de la Unión Revolucionaria de Obreros, Técnicos, Pintores, Escultores y Similares, y en 1935 también fue fundadora de la Liga Feminista de Lucha contra las toxicomanías. También se unió a otros grupos feministas que demandaban el voto de la mujer, derechos iguales, la integración de las mujeres indígenas, el acceso a la educación de la mujer, acceso al trabajo con apoyo a la maternidad y el derecho a poseer tierras por parte de las mujeres.

Tras dejar al Doctor Atl y conocer al caricaturista Matías Santoyo, se trasladó a Hollywood, donde se enfrentó al papel sexual de la mujer en el cine. Ya con cuarenta años conoció al capitán Eugenio Agacino, con quien viajó a Cuba, España y Francia, participando en exposiciones, dedicándose a la pintura y al piano. Tras la muerte de Eugenio Agacino, Nahui Olin se retiró de la vida pública, para dedicarse al arte y a la escritura principalmente. Fue entonces cuando publicó Energía Cósmica (1930), un libro de poesía, reflexiones y asertos científicos contra la teoría de la relatividad de Einstein.

Durante sus últimos años de vida enseñó pintura en una escuela de primaria y disfrutó de una beca de Bellas Artes.

Carmen Mondragón descansa en el Panteón Español de la Ciudad de México.

Recordamos a Nahui Olin con cuatro de sus poesías y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Poesías de Nahui Olin, Carmen Mondragón

LA ARENA QUE CUBRE LA PIRÁMIDE DE BRONCE

La arena que cubre la pirámide de Bronce,
es la arena de un desierto que aterra
—y cuando se levanta, pesa como una ola inmensa que aplasta—
y va subiendo hasta cubrir el bronce de la pirámide
—que no tiene espíritu—
Y su materia va sepultándose sin defensa alguna
bajo la fuerza de la arena de un desierto que aterra.
—De un desierto que ocupa un ínfimo espacio
en un enorme continente,
de un desierto que quema la materia que no tiene espíritu.
—La materia que va sepultando la arena que cubre la pirámide de Bronce.

Oaxaca, 17 de abril de 1922.

BAJO LA MORTAJA DE NIEVE DUERME LA IZTATZIHUATL EN SU INERCIA DE MUERTE

Bajo la mortaja de leyes humanas, duerme la masa mundial de mujeres, en silencio eterno, en inercia de muerte, y bajo la mortaja de nieve– son  la Iztatzihuatl,
en su belleza impasible,
en su masa enorme,
en su boca sellada
por nieves perpetuas,–
por leyes humanas.–
Mas dentro de la enorme mole, que aparentemente duerme, y sólo belleza revela a los ojos huma- nos, existe una fuerza dinámica que acumula de instante en instante una potencia tremenda de rebeldías, que pondrán en actividad su alma encerrada, en nieves perpetuas, en leyes humanas de feroz tiranía.– Y la mortaja fría de la Iztatzihuatl se tornará en los atardeceres en manto teñido de sangre roja, en grito intenso de libertad, y bajo frío y cruel aprisionamiento ahogaron su voz; pero su espíritu de independiente  fuerza, no conoce leyes, ni admite que puedan existir para regirlo o sujetarlo bajo la mortaja de nieve en que duerme la Iztatzihuatl en su inercia de muerte, en nieves perpetuas.–

Óptica cerebral. Poemas dinámicos.

SUPREMO EGOÍSMO

El egoísmo supremo es el inagotable deseo, la ambición desmedida del vivirse en el aislamiento, supremo egoísmo–Satisfacción cerebral.–

No hay nada más interesante que el mundo que llevamos dentro–no hay nada más ilimitado que nuestro espíritu, y no debemos buscar ninguna otra fuerza o potencia para vivir o para producir: hay que fecundar en sus propias entrañas y dar a luz.–

Pretender obtener de todas las cosas fuerza, y expresarla, es impotencia, debilidad, nulidad.–

Bastarse a sí mismo es la eliminación de toda necesidad–la solución del problema intelectual.–

Soledad, magnitud donde sólo uno se escucha, donde no subleva el ruido de la matraca impertinente y absurda de la pobre humanidad que de uniformadas y mezquinas opiniones vive, aturdiéndose de trágicas risas nerviosas, nacidas del terror de mirar el propio vacío, la nada que cada uno significa,–cadáveres flotantes antes de la podredumbre misma del pellejo.–

Óptica cerebral. Poemas dinámicos

TOTALIDAD

La comprensión de la totalidad equivale a utilizar con la fuerza consciente, el cerebro la fuerza única, el misterio o problema de la existencia del infinito y hacer un infinito consciente en cada infinito de molécula, relacionado con una sola vibración vibro-eléctrica consciente de mi cerebro que sería la totalidad.–

La fuerza que podríamos utilizar para desencadenarnos de nuestra miseria y de nuestra impotencia, son ínfimas partículas de belleza, de movimiento que distraen la vista, el pensamiento, y absorben la materia de nuestro ser por decirlo así, son intrigas que cubren de un velo de misterio el porqué de nosotros mismos, es el instinto de conservación de esa totalidad, y como en cada cosa existe el infinito, nosotros nos desviamos queriendo seguir este infinito–inconscientemente hemos hecho la abstracción de esta cosa y nuestra imaginación le ha prestado la ventaja de existir aislada y el misterio se hace más indescifrable porque nosotros no tenemos toda la capacidad necesaria para comprender esta cosa y con esta cosa la totalidad, porque si nosotros movemos una ínfima pieza de este grande aparato–el universo–la totalidad ha tomado ese movimiento multiplicado al esfuerzo de la cosa que se mueve por nuestro movimiento más nuestro propio movimiento de vitalidad mecánica.–

Energía cósmica

 

Dedicatoria de Nahui Olin al Mtro. Vicente Lombardo Toledano

Portada del libro Olin, Nahui. Energía cósmica. México: Botas, [1930].
Olin, Nahui. Energía cósmica. México: Botas, [1930].

Para Sr. Lic. Vicente Lombardo Toledano con toda mi estimación y respeto (firmado) Nahui Ollin.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Artículo escrito por el Doctorando Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

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