El héroe de la clase trabajadora

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Como hemos aprendido a lo largo de estos programas, la figura del héroe mitológico se ha definido, desde tiempos ancestrales, como un ser que se enfrentaba a retos extraordinarios, gracias a sus capacidades excepcionales, que muchas veces le venían dadas por su carácter divino o de clase. Y en el caso de que no gozara de ningún privilegio de cuna, a lo largo de su camino, sería recompensado con privilegios y dones, que le harían progresar por encima del resto de los personas, del pueblo, que normalmente se presenta como una masa incapaz de salvarse a sí misma, y menos aún de autogobernarse.

El reflejo más cercano del héroe mitológico que podemos encontrar hoy, es el del superhéroe, que si bien sus poderes ahora pueden ser también conferidos por mutaciones o por su ascendencia alienígena, siguen representando las características del héroe mitológico, conservándose, además, la cuestión de clase, ya sea de forma real o simbólica. Básicamente, los superhéroes siguen representando la idea de que se necesitan seres superiores para salvar al pueblo indefenso e incluso peligroso para sí mismo.

Pero esta idea del héroe, no se da sólo en el cine de superhéroes. También, de alguna manera, se encuentra en estas películas tan populares del Hollywood que representan el sueño americano, que ha permeado el cine a lo largo del mundo, y cuyos protagonistas triunfan sobre los demás, alcanzando, en la mayoría de los casos, riquezas y puestos de poder.

Las metas de estos personajes, casi siempre, tienen que ver con superarse profesionalmente, mostrando el tan recurrido modelo del emprendedor; y algunas veces, imparten justicia, gracias a sus cualidades excepcionales que los asemejan a la idea del súper héroe. En cualquier caso, la idea de la individualidad superior impregna el contenido de prácticamente la totalidad de estas películas, asociadas a una idea de progreso social y económico.

Forrest Gump, no parecería un modelo a seguir si acabara en una clínica pública, asistido y sin recursos, aunque hubiera sido un héroe de guerra, jugado contra China al ping pong y ayudado a Jenny, o no se vería a Erin Brockovich como una auténtica triunfadora si al final de la película no le entregaran un cheque millonario. Por desgracia, la idea del éxito está muy vinculada a la idea de riqueza y poder en el imaginario colectivo.

Pero, ¿es ésa la realidad de nuestra existencia? ¿Cuántos superhéroes o héroes de una auténtica historia americana han venido a salvarnos de desahucios, del robo de los bancos, y de la injusticias de aquellos que se arrojan el poder de gobernarnos?

Alguno hay, como Snowden o Assange, pero ellos no representan la típica historia de Hollywood, sino que si la industria puede, los presentan como a villanos, aunque hayan tratado de traernos algunas libertades. Y a pesar de su esfuerzo, estamos muy lejos aún de que su sacrificio pueda servirnos de verdad para liberarnos. Porque hay un hecho inmutable que ha sucedido a lo largo de la historia, y que rara vez es representada por el cine, y es que toda revolución, toda conquista social, en la gran mayoría de los casos, se ha conseguido gracias a la lucha del pueblo. Nadie puede conseguir desde su individualidad cambiar al mundo, otra cosa es que se haya aprovechado sistemáticamente el poder popular para que unos pocos se sitúen en la cresta de la ola; y la mayoría de las veces, después de haber surgido el movimiento social.

Lo bien cierto es que hay millones de personas normales y corrientes, a lo largo del mundo, que sacrifican parte de su vida para ayudar a los demás. Hay ONGs y particulares que vienen ayudando, desde hace años, a nuestros hermanos saharauis; hay personas, que con su ayuda y poniendo en riesgo sus propios cuerpos, se enfrentan a los cuerpos de seguridad del estado en defensa de la vivienda de sus conciudadanos, y, en definitiva, defendiendo en derecho fundamental recogido en la constitución; hay médicos que se marchan al tercer mundo a ayudar, poniendo en riesgo sus propias vidas y sufragándoselo de su bolsillo; en estos momentos, hay ecologistas a lo largo del mundo que están siendo asesinados por defender las selvas de la tala ilegal; y hay madres, padres y hermanos, en muchos países, que buscan a sus familiares, a veces bajo amenaza de muerte, desaparecidos por el cártel, por políticos corruptos o dictaduras. Pero sobre todo, hay un poder popular, mayormente representado por la clase trabajadora, que es capaz de levantarse y luchar para cambiar las cosas sin superpoderes, ni riquezas, sino por un inquebrantable valor y sentido de la justicia.

Esta clase de personas, sacrifican lo poco que tienen, poniéndose en riesgo ante retos extraordinarios, sin esperar la recompensa propia del héroe mitológico. Estos héroes de la clase trabajadora, que son en realidad de carne y hueso y no producto de la ficción, ni seleccionados entre una gran minoría que representa más a las elites que a la mayoría, apenas tienen presencia en el cine. Si no fuera por cineastas como Ken Loach y Fernando León de Aranoa, para el cine contemporáneo en general, parecería que los problemas de la clase obrera no existen, y que sólo seres excepcionales, que en definitiva son producto de la fantasía, tienen la capacidad de solidarizarse y ayudar al pueblo incapaz. Es necesario reflexionar sobre por qué el cine perpetúa esta idea del héroe que está cada vez más alejada de la realidad, fortaleciendo el paradigma del poder que analizamos en el pasado podcast. Porque lo bien cierto, es que muy lejos de la ficción, la realidad nos muestra que es en el pueblo, en la clase trabajadora, donde se da el auténtico heroísmo. Por esta razón, este podcast es un homenaje para todos aquellos que luchan por los demás sin esperar nada más que un mundo más justo, que es en definitiva una de las cuestiones más importantes de la mitología.

 


    • Imagen del Caballo de Troya tal como aparece en la película Troya (2004), dirigida por Wolfgang Petersen, y producida por Warner Bros Pictures, Radiant Production, Plan B, Winston Azzopardi, Barbara Huber, Wolfgang Petersen, Diana Rathbun y Colin Wilson.
  • Imagen de portada de la película Germinal (1993), dirigida y producida por Claude Berri (infografía).

Xavier Icaza (1892 – 1969)

Portada del libro Trayectoria de Xavier Izaca
Pintor Jorge Enciso y los escritores Julio Torri y Xavier Icaza, de pie; los autores y diplomáticos Genaro Estrada y Francisco A. de Icaza, y el también escritor Mariano Silva y Aceves.

Xavier Icaza nació el 2 de octubre de 1892, en la Ciudad de Durango (México), y falleció en 1969, en la Ciudad de México. Fue un destacado escritor, docente, “retablista”, ensayista, periodista y poeta.

Como profesor, Xavier Icaza impartió docencia en la Universidad de Xalapa y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Xavier Icaza, como periodista publicó numerosos artículos para la revista Futuro, que se pueden consultar aquí. Sus publicaciones se componían de fragmentos literarios de sus propias obras, y artículos sobre arte, política, cultura, educación y temas fundamentalmente mexicanos.

En la literatura, Xavier Icaza se interesó por la Revolución Mexicana y la explotación petrolera nacional por empresas extranjeras. Entre las obras propias de esta temática, destaca Panchito Chapopote, también conocida como retablo tropical relación de un extraordinario sucedido de la heroica Veracruz (1928). Ésta es una obra realista y estridentista, donde se retrata el enriquecimiento, vida y muerte de un lugareño de Veracruz, al vender su tierra estéril, una “chapopotera” a unos estadounidenses buscadores de petróleo. También destacan tres obras que Xavier Icaza dedicó a temas religiosos populares: Retablo de Nuestra Señora de Guadalupe (1955), el poema Relación y prodigio del Santo Señor de Chalma (1963) y Tragedia y loa de Nuestra Señora de los Remedios (1936).

Recordamos a Xavier Icaza con dos de sus poesías publicadas en Marea Encendida y tres dedicatorias al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Poesías de Xavier Icaza

LA CANCIÓN DEL PANAL

Junto al nido, el panal,
donde se halla el trabajo y el taller,
donde se hace posible la vida para el nido,
donde se estudian nuestros hondos problemas,
donde se trata de alcanzar el ideal,
donde juntos
anhelamos construir nuestro destino,
colocar nuestra piedra en la casa de todos,
en la que sin distinción de clases ni de castas,
vivan los hombres de común bandera
cobijados.Lo que no acaba el uno, el otro lo termina,
lo que el uno hace mal, el otro perfecciona,
y todo lo importante,
lo que implica verdadera creación,
es obra de los dos,
en la que no se sabe
dónde acaba del uno su trabajo
ni el del otro en dónde comenzó.Tratar de resolver la tragedia de ahora,
ayudar a construir
de aquél mundo mejor que todos anhelamos
los cimientos;
colaborar en aquella obra intensa
que arranque la ignorancia y los prejuicios
y haga limpia la vida
y la transforme en digna y clara,
tal es lo que se incuba en el panal,
esta la obra que los dos perseguimos
y que también corona Amor. 

CON UN PUÑAL DE CANTOS

Presiento el colofón de nuestro libro.
Sólo faltan las hojas decisivas,
donde se canta del amor de fuego
y del que es un crepúsculo tenue.Ayer apenas, yo decía
las vidas de otras gentes,
sus problemas, sus odios, sus amores.
Y ahora he abierto
con un puñal de cantos
mi pecho adormecido,
y me enseño cual soy,
y a la luz ha surgido
nuestra marea encendida,
el amor a la amada y a la hija
y nuestro amor al nido.

Con mi sangre y mi anhelo queda escrito.
Brotó cual fuente de agua clara,
con ímpetu de fuerza retenida
largos años.

Brotó sin un anuncio,
sin que yo lo aguardara,
con ritmo atropellado,
com o nace un venero de agua hirviente.

Se apoderó de mí
com o amante celosa y absorbente,
sin dejarme ni com er ni pensar,
y cayó de mis manos
com o del risco se despeña
el agua torrencial.Y así voy a acabarlo,
así lo entregaré.
Es sangre de dos sangres,
es hijo del amor,
¡como tal vivirá!

Más allá de mi vida ha de quedarse,
com o mi testamento,
com o mi ensueño ardiente,
como el hijo mejor
y la espuma dorada
de aquella marea en flamas,
que montado en sus ondas
va a llevarlo
a la más alta roca,
donde el águila anida y es frío el sol!

Dedicatorias de Xavier Icaza al Mtro. Vicente Lombardo Toledano

Portada del libro: Icaza, Xavier. Magnavoz 1926: discurso mexicano. Xalapa, Ver.: Talleres Gráficos del Gobierno de Veracruz, 1926.
Icaza, Xavier. Magnavoz 1926: discurso mexicano. Xalapa, Ver.: Talleres Gráficos del Gobierno de Veracruz, 1926.

 

Para Vicente, con un abrazo y mis mejores deseos (firmado) Xavier, Xalapa-01 dic. 1926

Portada y dedicatoria del libro: Icaza, Xavier. Panchito Chapopote: retablo tropical o relación de un extraordinario sucedido de la Heroica Veracruz. México: Cultura, 1928.
Icaza, Xavier. Panchito Chapopote: retablo tropical o relación de un extraordinario sucedido de la Heroica Veracruz. México: Cultura, 1928.

 

Para Vicente, con el afecto de (firmado) Xavier, 1928

Portada y dedicatoria del libro: Icaza, Xavier. Trayectoria. México: Universidad Obrera de México, 1936.
Icaza, Xavier. Trayectoria. México: Universidad Obrera de México, 1936.

 

Para Vicente, con mi viejo afecto fraternal y admiración (firmado) Xavier, 1936

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Obras de Xavier Icaza

  • La hacienda (1924)
  • Gente mexicana (1927)
  • Magnavoz (1926)
  • Panchito Chapopote, retablo tropical (1928)
  • Trayectoria (1936)
  • Mitote de Toloacha (1955)
  • Retablo de Nuestra Señora de Guadalupe (1955)
  • Coloquio de Juan Lucero (1962)
  • La patrona (1962)
  • Relación y prodigio del Santo Señor de Chalma (1963)
  • La Revolución Mexicana y la literatura
  • Marea encendida
  • Dilema
  • De Chalma y de Los Remedios
  • El nuevo derecho obrero mexicano

Artículo escrito por el Doctorando Josep Francesc Sanmartín Cava, en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.


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