Antropología integrativa y teoría evolutiva contemporánea: una propuesta teórico-metodológica

Escuela Nacional de Antropología e Historia

Los días del 14 al 18 de mayo de 2018 la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) se encargó de organizar el curso ‘Antropología Integrativa: abrazando la diversidad metodológica y una teoría evolutiva contemporánea’, a través del Posgrado y la Licenciatura en Antropología Física y a cargo de Agustín Fuentes, director del Departamento de Antropología de la Universidad de Notre Dame, EE. UU. El curso se dirigió a estudiantes de licenciatura, posgrado e investigadores y durante  las sesiones el profesor Fuentes expuso su propuesta teórica y metodológica; el curso contó en cada una de éstas con un taller en el que los asistentes pudieron intercambiar ideas, resultados e inquietudes. Como complemento del curso se dictó la conferencia magistral: ‘Raza, racismo, antropología y evolución,’ en el auditorio Fray Bernardino de Sahagún del Museo Nacional de Antropología, la cual contó con otros especialistas del tema para su discusión. En suma, se trató de una semana muy importante para esta disciplina ya que la propuesta del Dr. Fuentes, al margen de las posibles y esperables críticas, fue un elemento sumamente estimulante para todos los asistentes; algunos de los puntos a destacar los relataré a continuación.

El primer día del curso el profesor Fuentes pidió a los asistentes presentarse y compartir sus intereses académicos, actividad que le permitió ver la amplitud de temas e inquietudes abordadas por los antropólogos físicos/biológicos mexicanos en la actualidad. A partir de allí el investigador pudo darse una idea de cuáles serían los temas que mayor interés atraparían a lo largo de la semana. Dentro de la inquietud temática destacaron los estudios sobre genómica y ADN, la biología y antropología del desarrollo, la bioarqueología; además de enfoques como la primatología, el comportamiento, la demografía y la cognición. Muestra de que el abanico de posibles preguntas de investigación dentro de la antropología biológica mexicana es amplio y diverso. Creo que el profesor Fuentes fue capaz de capturar esta gran panorámica de intereses entre los antropólogos mexicanos.

Prof. Agustín Fuentes (Universidad de Notre Dame)

Durante la primera sesión se realizó un repaso enfocado al pensamiento evolucionista, por un lado, en el que destacó la propuesta de la Síntesis Evolutiva Extendida. Por otra parte, Fuentes retomó algunas de las ideas esgrimidas hace cerca de cien años por el destacado antropólogo Franz Boas. Este autor sentó las bases de lo que en su tiempo se dio por llamar el ‘particularismo histórico’, metodología antropológica que estableció desde un inicio que los diversos grupos poblacionales están adaptados a las condiciones y presiones particulares que su propio devenir histórico ha delineado. No hay en esta perspectiva sociedades más o menos desarrolladas, ni mentes ‘primitivas’ o ‘civilizadas’; estas son ideas muy relevantes del pensamiento boasiano, las cuales permitieron confrontar los postulados de los antropólogos ingleses que desarrollaron la corriente del ‘evolucionismo unilineal’ (ver: L.H. Morgan, E.B. Tylor, G.V. Childe).  De la propuesta de Boas surgió, asimismo, la ‘antropología-de-los-cuatro-campos; enfoque interesado por integrar las cuatro disciplinas antropológicas: arqueología, lingüística, etnografía y antropología física. A casi un siglo de esta propuesta, Agustín Fuentes es uno de los más claros exponentes de un enfoque ‘neo-boasiano’, en el que no sólo se postula una ‘antropología integrativa’, sino también la importancia del enfoque evolucionista.

Franz Boas

Dicho de otra manera, y retomando las ideas de Eric Wolf (1964), “la antropología –apunta Fuentes– es la más humanista de las ciencias, a la vez que es la más científica de las humanidades” (Wolf 1964; Fuentes 2016); este carácter dual de la antropología biológica ubica a ésta en un punto de intersección –o bisagra– entre las ciencias y las humanidades. Un artículo publicado hace apenas unos días por Susan Antón, Ripan Malhi y el propio Fuentes (2018) señala que la “antropología biológica estudia la variación y evolución de los humanos y primates no-humanos vivos, así como de nuestros ancestros, razón por la cual el campo debería encontrarse en una posición ideal para atraer científicos con formaciones diversas desde diferentes perspectivas y experiencias” (Antón et al. 2018), aunque no siempre sea así.

Durante la segunda sesión se profundizó particularmente en la Síntesis Evolutiva Extendida como un marco teórico ampliado respecto del neodarwinismo, en donde destaca herramientas teórico-metodológicas que constituyen una versión más completa y compleja del marco evolucionista contemporáneo (Laland et al. 2015). En este punto el ponente enfatizó la relevancia de la teoría de construcción de nicho, en particular, y del enfoque constructivista-humanista, en general; como el marco epistemológico sobre el cual debe ser estudiado el fenómeno humano. De cara a desarrollar su propuesta Fuentes apuntó la relevancia del concepto de ‘nicho humano’, el cual, de acuerdo con el autor, se trata de un contexto de posibilidades en el que las sociedades humanas por medio de una de las más distintivas características de la especie, la cultura, se desarrolla, evoluciona, se complejiza y transmite historias, experiencias, saberes, tradiciones y memorias. Dicho de otro modo, el concepto de ‘nicho humano’ es crucial en una perspectiva científico-humanista-constructivista sobre el estudio de la evolución humana, fundamentada en un enfoque bioantropológico. Una forma en la que esto puede resumirse es que la evolución humana debe estudiarse a partir de la comprensión de los procesos y patrones que subyacen a la variabilidad de los diferentes grupos humanos y que, a su vez, han derivado en lo que conocemos hoy como ‘Homo sapiens’; lo que contrasta claramente con el interés por estudiar únicamente el resultado –la(s) consecuencia(s)– de esos procesos y patrones.

Museo Nacional de Antropología

La tercera sesión, como ya lo apunté, fue la conferencia magistral y una mesa redonda en el Museo Nacional de Antropología –inmejorable recinto para discutir sobre temas de relevancia como la raza, el racismo y la evolución. Luego de una destacadísima presentación, el profesor de la Universidad de Notre Dame apuntó, entre otras cosas, que la raza es una categoría analítica que no da cuenta de la diversidad inmensa que existe en la especie humana de acuerdo a la distribución de las frecuencias alélicas. Según el investigador, “existen mayores diferencias entre dos grupos diferentes de chimpancés que en toda la especie humana”, lo que contrasta de manera notable con las diferencias fenotípicas que es posible observar en los diferentes grupos humanos. En otras palabras, todos los seres humanos –al margen de la apariencia, etnicidad, religión, etc.– contamos con los mismos genes –¡exactamente los mismos genes!– que componen nuestro genoma, lo que varía son las diferentes variantes en las que esos genes se expresan: las frecuencias alélicas; diferencias que responden a la historia evolutiva –migraciones, entrecruzamientos, cuellos de botella, efectos fundadores, y otros motivos y mecanismos– que ha ocurrido en los últimos millones de años de evolución homínida. El porcentaje de diferencia en el genoma de los humanos es únicamente del 1%, el resto (el 99%) es idéntico en los más de 7 mil millones de personas que viven hoy en este planeta. Otro punto valioso de rescatar fue el señalamiento de que “la raza y el racismo existen”, pero en ningún caso estas categorías tienen una base biológica; por el contrario, son resultado de construcciones sociales, históricas, políticas y económicas que responden a las experiencias propias del grupo en cuestión. No existen poblaciones aisladas o “puras” biológica o genéticamente, los seres humanos hoy día somos el resultado de la historia biológica y cultural de nuestros ancestros. Fuentes señaló que en su país –Estados Unidos– el tema de la raza juega un papel social importante, ya que si bien a su entender ésta no es una categoría biológica, no obstante su uso social tiene efectos que, de hecho, se expresan a nivel biológico. Por ejemplo, existen marcadas brechas sociales en las tasas de mortalidad, enfermedad, encarcelamiento, acceso a la educación, movilidad social, entre muchas otras, que no son consecuencia directa de las características propias del individuo, sino de los efectos secundarios que tiene esta perpetuación de estructuras sociales jerarquizadas con base en ciertos rasgos y apariencias físicas.

La discusión posterior incorporó la presencia de la Dra. María Nieves Colón (LANGEBIO-CINVESTAV)  y del Dr. Francisco Vergara Silva (Instituto de Biología-UNAM).

Dra. María Nieves-Colón (LANGEBIO_CINVESTAV)

En esta parte de la presentación los investigadores realizaron un intercambio de ideas sobre aspectos relevantes de las ciencias genómicas, que en ocasiones tienden a presentar sus resultados de tal manera que se revindican ciertas ideas y postulados racistas y raciológicos. La Dra. Nieves señaló la importancia de distinguir entre raza y ancestría, conceptos que tienen significados muy distintos entre sí. Como se dijo antes, la categoría de raza tiene su base en una construcción social; por su parte, la ancestría es, de hecho, el resultado de diversos procesos biológicos, culturales e históricos. En ese sentido, la investigadora señaló el sesgo de algunos estudios genómicos que cuentan con una sobrerrepresentación de las poblaciones europeas y norteamericanas, mientras que grupos humanos alejados de los centros económicos, políticos, culturales hegemónicos prácticamente no aparecen en dichos estudios, lo que genera resultados poco representativos de la variabilidad biológica humana.

Dr. Francisco Vergara-Silva (IBUNAM)

Por el otro lado, el Dr. Vergara recuperó el concepto de ‘mestizo’ utilizado por Fuentes durante su presentación. Este concepto es una categoría identitaria fundamental en la población mexicana en general y en la conformación nacional desde hace casi un siglo. Y aunque los tres investigadores coincidieron en que este concepto sí tiene una base biológica –a diferencia de la noción de raza–, es cierto que existe un espacio dentro de las ciencias sociales en el que resulta interesante para debatirse entre antropólogos, sociólogos, historiadores y filósofos.

En la cuarta y última sesión no hubo presentación por parte del profesor Fuentes, sino que consistió en la exposición del proyecto de investigación de los asistentes con respecto a cómo esta propuesta teórico-metodológica modificó o no algún aspecto concreto de la misma. Lo que más llamó mi atención fue la motivación que cada uno de los participantes mostró por compartir su trabajo. Considero que los días previos estimularon de manera importante la reflexión y revisión del trabajo individual tanto para estudiantes de posgrado y licenciatura como para los investigadores asistentes. Una frase que sintetiza la propuesta del Dr. Fuentes es que una antropología biológica contemporánea debe buscar la forma de estudiar e investigar la historia evolutiva humana, fundamentada en un enfoque biocultural preocupado por desgranar  aquellos elementos que constituyen las diferentes naturalezas humanas. En otras palabras, la principal misión de nuestra disciplina sería comprender la diversidad y variabilidad humanas.

Es preciso indicar que la propuesta aquí descrita no escapa de posibles críticas, las cuales, por supuesto, buscan robustecer los argumentos que la sostienen. En ese sentido, señalo dos de las que fueron destacadas por los asistentes durante las sesiones: i) la dificultad de financiar proyectos transdisciplinares ambiciosos; ii) que no en todos los casos una antropología integrativa es necesariamente la metodología más pertinente, por lo que no puede decirse que para todos los temas y preguntas de investigación debe ser empleada esta metodología. En este mismo sentido, es interesante reflexionar sobre el contraste entre el enfoque antropológico y el biológico/biomédico. En el primer caso se defiende la premisa de que la variabilidad es la condición hegemónica en las sociedades y grupos humanos, desde nuestros ancestros más remotos hasta hace unos cuantos cientos de miles de años. Mientras que las otras perspectivas –la biológica y la biomédica– tienen como punto de arranque la normatividad, por lo que todo aquello que escape del ‘patrón’ representa una desviación de la norma.

Finalmente destaco la organización de los estudiantes del posgrado y la licenciatura en antropología física de la ENAH, de manera particular reconozco públicamente a Andrés Gualito, Jani Galland y Paulina Ruíz Martín, por la excelente gestión del curso y por la amable atención con los asistentes. En suma, fue un evento que debe repetirse con otros investigadores y especialistas de nuestra disciplina.

 

Bibliografía

Antón, S., Mahli, R. y Fuentes, A. (2018) ‘Race and Diversity in U.S. Biological Anthropology: a decade of AAPA iniciatives’. American Journal of Physical Anthropology, vol. 165, pp. 158-180.

Fuentes, A. (2016) ‘The Extended Evolutionary Synthesis, Ethnography and the Human Niche’. Current Anthropology, vol. 57(13), pp. S13-S26.

Laland, K. et al. (2015). ‘The Extended Evolutionary Synthesis: its structure, assumptions and predictions. Proceedings of the Royal Society B 282:20151019. http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2015.1019.

Wolf, E. (1964) ‘Anthropology’. New York: Norton.

 

 

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA CTAL

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA CTAL[1]

Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

La CTAL, objeto de fuerte debate entre los historiadores y analistas del movimiento obrero.

2018, año de realización de este XII Taller, es también el del 80 aniversario de la fundación de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) Esto nos brinda un marco propicio para reflexionar sobre esta importante organización, que desarrolló sus actividades en una etapa singular de la historia latinoamericana y mundial y, durante los veinticinco años de su existencia, combatió, haciendo valiosos aportes a la teoría y la práctica de la lucha sindical y cosechando notables logros. En 1963 dejó de existir, al haber concluido su misión histórica.

Además, a pesar de que cumple ya ochenta años de fundada y cincuenta y cinco de haber concluido sus funciones, se trata de un corpus social vigente, por cuanto aún hoy enciende pasiones entre los historiadores y analistas del movimiento obrero. Sus detractores critican a la CTAL con lenguaje ácido, atribuyéndole culpas y defectos sin fin, porque, como bien señala la admirada investigadora cubana, doctora Dulce María O’Halloran:

“contra ella se concitaron los sectores más reaccionarios y las fuerzas del capital financiero, las cuales le declararon la guerra a muerte”[2];

Pero, por otra parte, numerosos y destacados estudiosos encomian los méritos de dicha central obrera. Es decir, el debate sobre la CTAL, que empezó hace ocho décadas, llega con fuerza a nuestros días; así sucede con todo lo que, por sus ideas y sus ejemplos, pervive.

En esta exposición, abordo el análisis solamente de algunos aspectos de su teoría y su práctica. En todos ellos encuentro ricas enseñanzas, y experiencias útiles para la lucha actual de la clase trabajadora y los pueblos, los latinoamericanos, sobre todo.

La CTAL, su perfil, ideales y objetivos

La CTAL se sustentó en los principios de la unidad de los trabajadores, la lucha de clases y el internacionalismo proletario: Entre sus objetivos, se propuso buscar los medios más eficaces para la unificación de la clase trabajadora de la región porque “sólo así, unidos, los obreros podrían constituir una fuerza capaz” de llevar adelante por sí mismos la lucha por sus objetivos históricos e influir de manera poderosa en el acontecer de sus países, de la región latinoamericana y el mundo.[3]

Defender los derechos laborales, pero no sólo eso, también transformar a la región y construir una democracia de tipo nuevo

Se trataba de defender sus intereses laborales, sí, pero no sólo eso, sino también luchar por la independencia de América Latina respecto del imperialismo, por la transformación profunda de la región en lo económico, político y social para el desarrollo de sus fuerzas productivas, la elevación del nivel de vida de los pueblos y por un nuevo tipo de democracia, más avanzada que la democracia representativa burguesa.

Contexto en que existió y luchó la CTAL

La Revolución Mexicana de 1910 fue una revolución antifeudal y antimperialista, como la definió Vicente Lombardo Toledano.

El contexto en que surgió, existió y combatió la CTAL, mexicano, latinoamericano y mundial, fue de intensa agudización de las contradicciones económicas, políticas y sociales y, por lo mismo, fue muy dinámico y rico en acciones de los pueblos y reacciones de los enemigos de los pueblos. Observaremos aunque sea de manera breve algunos elementos contextuales que incidieron en sus ideales, objetivos y acciones, como la Revolución Mexicana de 1910, la lucha de los pueblos de América Latina por su liberación respecto del imperialismo estadounidense, la amenaza del fascismo y la Gran Revolución socialista de Octubre.

La Revolución Mexicana de 1910

En México donde se fundó la central, ya había ocurrido la Revolución de 1910, que fue democrático burguesa y antimperialista, y, por tanto, la primera Revolución de Liberación Nacional. Ya se había promulgado la Constitución de 1917, la más avanzada del mundo en aquél momento. Gobernaba Lázaro Cárdenas del Río, un presidente nacionalista revolucionario, progresista y antimperialista. Y por serlo, era acosado constantemente por la clase social derrotada por la Revolución, integrada por una oligarquía terrateniente y por el capital extranjero, estadounidense en su mayoría, pero también inglés y alemán; por eso, contra Cárdenas no sólo conspiraba y actuaba la derecha local, sino también el imperialismo yanqui e inglés, y el ya emergente fascismo. Por eso, el movimiento sindical de la época, defendía con enjundia al gobierno cardenista, al mismo tiempo que le exigía dar pasos hacia adelante en el proceso de radicalización de la revolución.

Lombardo y la CTAL. Libro de Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

La liberación de América Latina respecto del imperialismo, un objetivo medular de la CTAL

América Latina en su conjunto estaba bajo el dominio casi total del imperialismo yanqui, pero luchando con energía, sus mejores fuerzas, por su emancipación. Y a esa batalla contra el imperialismo norteamaricano se habría de sumar la CTAL como una nueva y poderosa fuerza. Por eso, ya desde la convocatoria al Congreso Obrero Latinoamericano, que fundó la CTAL, se establece como objetivo de la reunión

“buscar los medios más eficaces para su unificación (se habla de la clase trabajadora de la región) con el alto propósito de defender mejor su causa y contribuir al logro de la completa independencia y progreso…”[5] de nuestras naciones.

En ese mismo sentido, el Congreso constitutivo de la CTAL se pronunció por el respeto a la autonomía económica y política de todos los países, es decir, por el respecto al derecho de nuestros países a la liberación, a la conquista de su plena independencia económica y política con respecto del imperialismo. En el Acta Constitutiva se dice que

…la tarea principal de la clase trabajadora de la América Latina consiste en conseguir la plena autonomía económica y política de [nuestras] naciones… y en liquidar las supervivencias semifeudales que caracterizan a [estos] países, con el propósito de elevar las condiciones económicas y morales en que se hallan las grandes masas de sus pueblos[6].

La CTAL y la lucha contra el fascismo

Pero también, cuando se fundó la CTAL era el momento en que surgía el fascismo en la Alemania Nazi, en la Italia de Mussolini, y en la España de Francisco Franco, apenas previo al desencadenamiento de su furia contra la humanidad entera. El fascismo era una fuerza peligrosa que hasta entonces había sido desconocida en América pero que ya empezaba a intervenir en la región. Por eso, la CTAL declaró una guerra frontal contra el fascismo.

Una democracia de trabajadores que aspira a crear un mundo nuevo, otro objetivo de la CTAL

Vicente Lombardo Toledano, en su calidad de dirigente de la CTM de México, central anfitriona del citado Congreso Obrero Latinoamericano, sintetizó los tres objetivos ya enumerados, al declarar que se trataba de luchar por la unidad de los trabajadores de América Latina que era urgente porque, sólo así, unidos, los obreros podrían constituir una fuerza capaz de enfrentar de manera victoriosa los viejos problemas derivados de las tiranías de la región y, a la vez, combatir al imperialismo –enemigo fundamental de nuestros pueblos- y combatir también con éxito a una peligrosa fuerza que hasta entonces había sido desconocida en América pero que ya empezaba a intervenir en la región: el fascismo. El dirigente sintetizó los tres objetivos señalados:

“combatir al fascismo y al imperialismo, a todas las formas de opresión”. Además, propuso luchar por la democracia; pero no la democracia liberal convencional , sino una “democracia de trabajadores que aspira a crear un mundo nuevo”..[7]

Objetivos e ideales democrática y colectivamente formulados.

Las intervenciones de los delegados al Congreso Obrero Latinoamericano aportaron, de la manera más democrática, a la elaboración conjunta de la definición definitiva de los ideales y propósitos de la nueva central unitaria. Provenían de distintos países, militaban en corrientes sindicales diversas, pertenecían a organizaciones distintas y se refirieron a las experiencias de sus respectivos lugares de origen; pero en su mayoría coincidieron a la hora de identificar los grandes problemas de la región: la dependencia neocolonial respecto del imperialismo, la explotación del pueblo y los trabajadores y la amenaza del fascismo. Por tanto, casi todos se pronunciaron por luchar por la independencia respecto del imperialismo, combatir la explotación de clase y contra el fascismo, objetivos que se fueron perfilando con nitidez.

Lázaro Peña, de Cuba, sus valiosas intervenciones

Extraordinario dirigente obrero cubano

Una intervención que refleja en buena medida las de la mayoría, fue la del dirigente obrero cubano Lázaro Peña:

“En Cuba –como en cualquier otro pueblo de Latinoamérica- el capital predominante no es precisamente el nativo. También allá la industria azucarera, que es la principal del país, se encuentra en manos de compañías extranjeras, principalmente norteamericanas. No hay banca nacional. El ferrocarril es propiedad de compañías inglesas. El 83 por ciento de las tierras laborables están en manos de grandes latifundistas y compañías extranjeras.[8]

Lázaro Peña también se refirió a la grave situación económica del proletariado y a la elevada importancia de la unidad amplia e incluyente de los trabajadores, que podría hacer cambiar las cosas a favor de la clase obrera y los pueblos, al adquirir el movimiento sindical una fuerza superior, nunca antes conocida.

La CTAL y la Revolución de Octubre

La CTAL también vivió la época en que la Gloriosa Revolución Socialista de Octubre alentaba con su ejemplo los anhelos, la imaginación y las luchas de los pueblos del mundo, al tiempo en que desarrollaba las fuerzas productivas de la Unión Soviética de manera vertiginosa, a pesar de las constantes y violentas agresiones por parte del imperialismo, y la CTAL defendió a la Unión Soviética y se solidarizó con sus luchas.

La CTAL, anticapitalista, partidaria del socialismo

Además, la CTAL, desde su Acta Constitutiva, se pronunció claramente por la desaparición del régimen capitalista de la faz de la Tierra y su sustitución por el sistema socialista, que expresa la aspiración del cambio revolucionario más profundo de la clase trabajadora en su conjunto: la desaparición de la burguesía como clase social dominante en el escenario del mundo, la emancipación de la clase obrera, y la trasformación de las relaciones de producción y de distribución en el seno de la sociedad, es decir, la transformación radical en las esferas de la economía, de la política y de las relaciones sociales propiamente dichas

La CTAL merece el reconocimiento de la clase obrera y los pueblos

Cuántas cosas más podrían decirse acerca de la CTAL y su gloriosa existencia; cuántos análisis, cuántos ensayos, cuántos libros están por escribirse al respecto. La CTAL, sostuvo principios avanzados y justos, y su práctica fue plenamente congruente con sus concepciones teóricas. Por eso merece el reconocimiento y el homenaje de la clase trabajadora y los pueblos.

 

[1] Tema expuesto en el XII Taller Científico Internacional Primero de Mayo celebrado del 23 al 26 de abril de 2018 en el Palacio de los Torcedores, La Habana, Cuba, bajo el auspicio del Instituto de Historia de Cuba y coorganizado por el CEFPSVLT y la Universidad Autónoma de Chapingo.

[2] O’Halloran González, Dulce María. La Confederación de Trabajadores de América Latina, 1938-1948. (Mimeo), pág. 65.
[3] Convocatoria para el Congreso Obrero Latinoamericano, en CTAL, 1938-1948. Resoluciones de sus asambleas. Ediciones de la CTAL. México, 1948.

[4] Ricardo Melgar afirma que la concepción de la CTAL sobre la democracia se limita “al ejercicio de los derechos fundamentales del hombre”, pero se equivoca. La organización se refiere al tema en numerosos documentos y en ninguno restringe su propuesta a lo que dice este autor, sino que siempre es mucho más rica, avanzada y profunda. (Ricardo Melgar, El movimiento obrero latinoamericano. Historia de una clase subalterna 1988, Alianza Editorial, Madrid, pág. 337)

[5] Convocatoria para el Congreso Obrero Latinoamericano, en CTAL, 1938-1948. Resoluciones de sus asambleas. Ediciones de la CTAL. México, 1948.

[6] Acta Constitutiva de la Confederación de Trabajadores de América Latina”, 8 de septiembre de 1938, en CTAL, 1938-1948. Resoluciones de sus asambleas. México, 1948.

[7] Obsérvese que no se refiere al concepto burgués de la democracia representativa liberal, sino a una con un contenido de clase distinto, una democracia de trabajadores que aspiran a construir un régimen de tipo nuevo; el concepto se iría enriqueciendo con el tiempo en otros documentos de la CTAL. Obsérvese también que el lenguaje que se utiliza en este caso, y en general en los documentos de la CTAL, no es uno que se limite a repetir formas anquilosadas, ni es dogmático, sino fresco y explicativo a la vez.

[8] “Sensacional discurso pronunciado por el líder Lázaro Peña”, en el periódico Hoy, La Habana, Cuba, 10 de septiembre de 1938, citado por O’Halloran, en Op. Cit. pág. 47.

 

CEDAR: Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista

El CEDAR: Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista, perteneciente a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y dirigido por el Dr. Jorge Martínez Contreras, colabora con el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano en cuestiones de evolucionismo, primatología y filosofía de la biología.

Dando inicio su actividad el 07 de diciembre de 2010, ha desarrollado diversas actividades académicas en estrecha colaboración con el Centro Lombardo Toledano. Entre sus actividades académicas destacan los Congresos y publicaciones realizadas entre ambas instituciones, que se pueden consultar en el Repositorio del Centro.

Entre las actividades académicas del Centro Darwin destaca el Congreso Internacional Cedar-V: Evolución Biológica y Cultural, que ya cuenta con dos ediciones.

Entre las publicaciones destacan los siguientes libros:

CULTURA Y EVOLUCIÓN

EN BUSCA DE LO HUMANO

VOL. I. ESTUDIOS EN HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BIOLOGÍA

VOL. II. ESTUDIOS EN HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BIOLOGÍA

NATURALEZA Y DIVERSIDAD HUMANA: ESTUDIOS EVOLUCIONISTAS

PRIMATES: EVOLUCIÓN, CULTURA Y DIVERSIDAD

SENDEROS DE LA CONSERVACIÓN Y DE LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA. EVALUACIÓN CRÍTICA Y ÉTICA

El principal objetivo del Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista es el estudio de la evolución para poder entender a la especie humana, como resultado de la selección natural y adaptado, en gran parte gracias a la tecnología, a ambientes específicos, así como una herramienta filosófica y científica indispensable para la compresión y explicación del origen y desarrollo de la cognición y de la cultura.

Del mismo modo, resulta imprescindible estudiar al resto de seres vivos, los ecosistemas que compartimos, así como la lucha por la conservación de los espacios naturales. En definitiva, el estudio del evolucionismo desde una perspectiva que también contemple la Filosofía de la Biología y de la Ciencia.

Entrevista realizada al Dr. Jorge Martínez Contreras para el Blog de la UAM

Objetivos del CEDAR:

  • Documentación en amplios temas relacionados con el evolucionismo.
  • Difusión de documentos y de eventos.
  • Creación de redes científicas y de difusión temática.
  • Organización de coloquios y congresos nacionales e internacionales.
  • Organización de cursos y de diplomados.
  • Publicación de trabajos tanto especializados como de divulgación.
  • Impulso de seminarios y de foros de discusión.

Contacto:

Telefono: (+5255) 5804 4600 / Ext 3505, 3506, 3507 y 3508.
cedarv@xanum.uam.mx.

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