Un primate con apetito epistémico. Pensando la evolución humana con Hume y Boltvinik

detalle de la portada de el libro sobre el primate de Aura Ponce

Un primate con apetito epistémico. Pensando la evolución humana con Hume y Boltvinik

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“DESCARGA PDF”/ Artículo. 2008. Ciudad de México (México).

Editado por: Cooordinación Nacional de Antropología, ­INAH

Ciencias Naturales: Evolucionismo, Ciencias de la Vida, Antropología, Filosofía.
Palabras clave: naturaleza humana, Julio Boltvinik, David Hume, evolución humana

Autor/a:

Dra. Aura Ponce de Leon. Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano

Descripción:

Lo que se presenta a continuación son algunas reexiones acerca del papel que tuvo el trabajo junto con la existencia de una mente causal en el proceso de hominización. Llamo así a una mente que se orienta a percibir, comprender y utilizar la causalidad en el mundo. Para ello, analizo dos concepciones de gran interés sobre el ser humano. Una, expuesta por Julio Boltvinik (2005) en su obra Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque sobre la pobreza y el orecimiento humano1. La otra, expuesta por David Hume (1739) en su Tratado de la Naturaleza Humana.

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Artículo. 2008, Ciudad de México (México). Editado por: Cooordinación Nacional de Antropología, ­INAH

Ciencias Naturales: Evolucionismo, Ciencias de la Vida, Antropología, Filosofía.
Palabras clave: naturaleza humana, Julio Boltvinik, David Hume, evolución humana

Autores destacados:

Dra. Aura Ponce de Leon. Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano

Descripción:

Lo que se presenta a continuación son algunas reexiones acerca del papel que tuvo el trabajo junto con la existencia de una mente causal en el proceso de hominización. Llamo así a una mente que se orienta a percibir, comprender y utilizar la causalidad en el mundo. Para ello, analizo dos concepciones de gran interés sobre el ser humano. Una, expuesta por Julio Boltvinik (2005) en su obra Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque sobre la pobreza y el orecimiento humano1. La otra, expuesta por David Hume (1739) en su Tratado de la Naturaleza Humana.

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1er CONGRESO INTERNACIONAL CEDAR-V: Evolución biológica y cultural

Congreso, coloquio, simposio (vídeos). Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, la Universidad Veracruzana, la Université Paris 1 y CEDAR-UAM.. Xalapa (México)

Ciencias Naturales, Humanidades: Evolucionismo, Antropología, Sociología, Filosofía.
Palabras clave: antropología, evolucionismo, ciencias de la vida, filosofía de la biología, primatología

Autores: Jean Gayon (Director IHPST-Paris 1)

Descripción:

El Primer Congreso Internacional Cedar-V: Evolución biológica y cultural, fue organizado por el Cedar, la Universidad Veracruzana y el Centro Lombardo Toledano con la colaboración de la Universidad Autónomo da México, la Université Paris 1 y la Universidad Autónoma del Estado de México.rnEstos fueron los simposios del Congreso: Evolución humana. Evolución biológica. Evolución y economía. Evolución y libre albedrío. Evolución y neurociencias. Ecología y evolución de primates humanos y no humanos. Pensamiento evolucionista y complejidad.

CONFERENCIAS:


¿SE PUEDE TODAVÍA HABLAR DE REINOS ORGÁNICOS?

Jean Gayon (Director IHPST-Paris 1)


¿Existe libre albedrío en la evolución? (Español)

01/09/2015. 11:30 - 12:00

/ Dr. Raúl Gutiérrez Lombardo. Secretario Académico del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano

Descripción: Para la ciencia, llámese reduccionista, realista, empirista o, si se quiere, objetiva, el concepto libre albedrío es una cuestión carente de sentido. Ahora bien, desde una perspectiva evolucionista habría que matizar un poco la cuestión, porque la evolución humana, a diferencia de la de los demás seres vivos, tiene dos dimensiones: una biológica, otra cultural, la cual no se da, al menos en sentido estricto, en ninguna otra especie. Este tipo de evolución trajo consigo un modo metaorgánico de . . . evolución de la especie, mucho más rápido que el biológico, no regido por mutaciones genéticas al azar, porque las innovaciones culturales son producto de propósitos intencionales para optimizar su situación en el ambiente. Esta conducta en los seres humanos, determina la capacidad de anticipar las consecuencias de sus acciones, la capacidad de hacer juicios de valor, y la capacidad de escoger entre líneas de acción alternativas. Es decir, tener conciencia de sus actos y la voluntad para llevarlos a cabo. En este contexto teórico podríamos abordar el problema del libre albedrío o voluntad del ser humano para elegir determinadas acciones, porque si el libre albedrío no es una apomorfia innata o instintiva del ser humano, ¿posee algún valor evolutivo?
Palabras clave: voluntad, evolución humana

No somos libres, pero podríamos serlo menos. (Español)

01/09/2015. 12:00 - 12:30

/ Antonio Javier Diéguez Lucena. Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia Universidad de Málaga (UMA)

Descripción: El problema del libre albedrío se ha convertido en un auténtico rompecabezas filosófico, especialmente para los enfoques naturalistas. No hay, ciertamente, una respuesta fácil para el desafío teórico que representa, pero lo que está claro es que las aportaciones de las ciencias cognitivas y de las neurociencias son fundamentales para su clarificación. Sin embargo, algunas disputas filosóficas pueden ayudar también a cambiar el enfoque predominante. El reciente debate acerca de si el mejoramiento . . . moral por procedimientos biomédicos limita o no la libertad de los individuos es un buen ejemplo. Se puede argumentar que no tiene por qué producirse esa limitación.
Palabras clave: libre albedrío, libertad

Evolución humana y tecnología. (Español)

01/09/2015. 13:00 - 13:30

/ José Antonio Hernanz Moral


Palabras clave: tecnología

La capacidad de reflexión en la evolución. Preguntas y comentarios (Español)

01/09/2015. 13:30 - 14:00

/ Jorge Martínez Contreras


Palabras clave: evolución, reflexión

Mesa magistral. Primates; evolución cognitiva y cultural (Español)

01/09/2015. 16:00 - 18:00

/ Alba L. Pérez Ruiz. Centro de estudios Filosóficos, Políticos y Sociales vicente Lombardo Toledano / Vicente M. Claramonte Sanza. Universidad de Valencia / Dairon Rodríguez Ramírez / Laura V. Cuaya

Descripción:

Sociedades de primates: conflicto intra-grupo y los factores que influyen en su resolución.
Hitos en la evolución de la moralidad: las conductas de consuelo, reconciliación y mediación entre primates no humanos.
¿Son los grandes simios capaces de aprender sobre relaciones causa-efecto?
Percepción de caras humanas en perros mediante resonancia magnética funcional.

Coordina: Domingo Canales


Palabras clave: primates, evolución, simios

¿Son las especies entes naturales? (Español)

02/09/2015. 09:00 - 10:00

/ Ernesto Rodríguez Luna. Universidad Veracruzana


Palabras clave: especies, entes naturales

Mesa magistral. Evolución humana (Español)

02/09/2015. 10:00 - 12:00

/ Aura Ponce de León. Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano / José Luis Vera Cortés / Bernardo Yáñez. Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano / Antonio Rodríguez Puente

Descripción:

Antropogénesis y arte paleolítico: enfoques teóricos.
Homo simbolicus: el origen de la mente y la cultura humana.
Hacia una hipótesis sintética de los modelos emergente y gradualista de la evolución y origen del simbolismo.
Evolución y esencialismo.

Coordina: Antonio Diéguez


Palabras clave: trabajo, evolución, egoísmo

Mesa magistral. Darwinismo contemporáneo (Español)

02/09/2015. 12:30 - 14:30

/ Eugenio Andrade / Á. K. Ávila Hernández / J.M. Rodríguez Caso / J. Quartim de Moreas

Descripción:

La propuesta del “darwinismo cuántico” de W. H. Zurek, y su controvertido aporte a las teorías de la evolución biológica.
Egoístas, Altruistas y Simbiontes: La reciprocidad en el marco de la Evolución Ambiental.
La explicación de la moralidad en los arquitectos de la Síntesis Moderna.
Trabajo y evolución.

Coordina: Gustavo Caponi


Palabras clave: trabajo, evolución, egoísmo

Mesa magistral. Problemas evolutivos biológicos (Español)

02/09/2015. 16:00 - 18:00

/ F. J. Serrano Bosquet / M. L. Bacarlett Pérez / Oscar D. Caicedo Machacón / A. J. Montiel Castro

Descripción:

Teoría y práctica en la producción de trigo estadounidense.
Enfermedad, comportamiento y creación en las obras de Maurice Merleau-Ponty y de Georges Canguilhem.
La evolución biológica, la cultura y el continuum animal-humano.
Origen evolutivo de la Moral.
Ideas acerca de la cooperación y la ayuda mutua como fuerzas evolutivas en la obra de P. Kropotkin (s. 19).

Coordina: Ricardo López-Wilchis


Palabras clave: moral, enfermedad, cultura

La explicación causal biológica dentro de un marco fisicalista.

03/09/2015. 09:00 - 10:00

/ Gustavo Caponi. Profesor del Departamento de Filosofía en Universidad Federal de Santa Catarinaa

Descripción: Reconocer la clausura causal del dominio físico no le quita valor epistémico a las explicaciones causales de procesos y fenómenos biológicos que aluden a propiedades sobrevinientes a las propiedades físicas; y para reconocer ese valor epistémico no es necesario romper con el fisicalismo. Esto queda claro cuando se admite la concepción experimentalista de la explicación causal conforme ella fue presentada por James Woodward. Según esta perspectiva, las explicaciones e imputaciones causales no . . . suponen enunciados nómicos, sino invariantes estables bajo manipulaciones; y hay invariantes que sólo valen para propiedades sobrevinientes a las propiedades físicas: sin aludir a esas propiedades sobrevinientes, tales invariantes serían invisibles. Como también serían invisibles las tramas causales que ellos permiten descubrir; aun cuando, una vez individualizadas, esas tramas causales puedan ser eventualmente reconstruidas y explicadas en términos puramente físicos. La hybris fisicalista podría cegar a la Biología, impidiéndole su avance en el conocimiento del mundo y yendo en contra de su integración conceptual. Esto ya lo había comprendido Claude Bernard cuando sentó los fundamentos de su programa para la Fisiología Experimental. Presenta: Eugenio Andrade
Palabras clave: fisiología experimental, explicación causal

Mesa magistral. Evolución y cognición (Español)

03/09/2015. 10:00 - 12:00

/ J. García Campos. UJED / Paola Hernández Chávez. Centro de Estudios Filosóficos políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano / A. C. Morales Mendoza. CEDAR-UAM / María Lourdes Ramírez Argonza / M¡V. M. Romero Sánchez

Descripción:

¿Qué tipo de consideraciones evolutivas es valioso incorporar en las ciencias cognitivas?: el caso de los módulos de razonamiento social.
Evolución estética: neurociencia, subjetividad y el hueco explicativo.
Automatismo frente al no-automatismo: imitación y emociones, casos relacionados.
Dos argumentos para el análisis del problema de la identidad personal.

Coordina: Michel Bourdeau


Palabras clave: automatismo, identidad personal, estética

Mesa magistral. Animalidad: aspectos históricos y contemporáneos (Español)

03/09/2015. 12:30 - 14:30

/ Michel Bourdeau. IHPST (CNRS- Université Paris 1-ENS) / Antonio Javier Diéguez Lucena. Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia Universidad de Málaga (UMA) / Rosario Pérez Bernal / R. López Wilchis

Descripción:

La concepción positivista del animal.
La animalidad. Sobre lo que somos y lo que nos limita.
Borges y la clasificación de los seres fantásticos.
¿Qué se siente ser murciélago 40 años después de Nagel?


Palabras clave: positivismo, animalidad, Nagel

El Homo duplex de Buffon y sus sucesores: comentarios en torno al libro Buffon’s Primates de Jorge Martínez Contreras.

03/09/2015. 16:00 - 18:00

/ Jean Gayon. Director IHPST-Paris 1 / Michel Bourdeau. IHPST (CNRS- Université Paris 1-ENS) / Gustavo Caponi. Profesor del Departamento de Filosofía en Universidad Federal de Santa Catarina / María Luisa Bacarlett. Universidad Autónoma del Estado de México

Descripción:

Coordina: Joao Quartim de Moraes


Palabras clave: Buffon, evolución humana



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CEDAR: Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista

El CEDAR: Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista, perteneciente a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y dirigido por el Dr. Jorge Martínez Contreras, colabora con el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano en cuestiones de evolucionismo, primatología y filosofía de la biología.

Dando inicio su actividad el 07 de diciembre de 2010, ha desarrollado diversas actividades académicas en estrecha colaboración con el Centro Lombardo Toledano. Entre sus actividades académicas destacan los Congresos y publicaciones realizadas entre ambas instituciones, que se pueden consultar en el Repositorio del Centro.

Entre las actividades académicas del Centro Darwin destaca el Congreso Internacional Cedar-V: Evolución Biológica y Cultural, que ya cuenta con dos ediciones.

Entre las publicaciones destacan los siguientes libros:

CULTURA Y EVOLUCIÓN

EN BUSCA DE LO HUMANO

VOL. I. ESTUDIOS EN HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BIOLOGÍA

VOL. II. ESTUDIOS EN HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BIOLOGÍA

NATURALEZA Y DIVERSIDAD HUMANA: ESTUDIOS EVOLUCIONISTAS

PRIMATES: EVOLUCIÓN, CULTURA Y DIVERSIDAD

SENDEROS DE LA CONSERVACIÓN Y DE LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA. EVALUACIÓN CRÍTICA Y ÉTICA

El principal objetivo del Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista es el estudio de la evolución para poder entender a la especie humana, como resultado de la selección natural y adaptado, en gran parte gracias a la tecnología, a ambientes específicos, así como una herramienta filosófica y científica indispensable para la compresión y explicación del origen y desarrollo de la cognición y de la cultura.

Del mismo modo, resulta imprescindible estudiar al resto de seres vivos, los ecosistemas que compartimos, así como la lucha por la conservación de los espacios naturales. En definitiva, el estudio del evolucionismo desde una perspectiva que también contemple la Filosofía de la Biología y de la Ciencia.

Entrevista realizada al Dr. Jorge Martínez Contreras para el Blog de la UAM

Objetivos del CEDAR:

  • Documentación en amplios temas relacionados con el evolucionismo.
  • Difusión de documentos y de eventos.
  • Creación de redes científicas y de difusión temática.
  • Organización de coloquios y congresos nacionales e internacionales.
  • Organización de cursos y de diplomados.
  • Publicación de trabajos tanto especializados como de divulgación.
  • Impulso de seminarios y de foros de discusión.

Contacto:

Telefono: (+5255) 5804 4600 / Ext 3505, 3506, 3507 y 3508.
cedarv@xanum.uam.mx.

LOS PRIMATES DE BUFFON / BUFFON’S PRIMATES / LES PRIMATES DE BUFFON

LOS PRIMATES DE BUFFON / BUFFON’S PRIMATES / LES PRIMATES DE BUFFON

SAMBA Y YOLibro escrito por Jorge Martínez Contreras

Profesor distinguido de la UAM y honorario del Centro Lombardo Toledano, así como director del Centro Darwin de Pensamiento Evolucionista (CEDAR-UAM), es especialista en filosofía y antropología evolucionistas. Sus investigaciones se centran en lo que significa ser humano desde una perspectiva que combina a la filosofía occidental —donde nunca hubo monos nativos, aunque sí un prejuicio antropocentrista negativo hacia ellos— con las ciencias empíricas de la evolución del comportamiento, en especial la paleoantropología, la primatología y la psicología comparada. Sus trabajos comprenden también reflexiones sobre la finitud de los fenotipos (los individuos) humanos desde una perspectiva existencialista.

Contraportada

Buffon fue el gran naturalista ilustrado del siglo XVIII. Publicó 36 volúmenes sobre geología, mamíferos y aves. Presentamos aquí, apoyados en publicaciones originales, una edición trilingüe de su obra primatológica, obra que no sólo interesará a primatólogos, antropólogos y filósofos, sino a lingüistas también. “Limpiamos” y reproducimos además aquí sus bellas imágenes originales. Como naturalista, Buffon clasificaba a las especies respetando sus nombres vernaculares, pero también estableciendo la existencia de especies “intermediarias” —propuso tres en el caso de los primates— que manifestarían rasgos de diferentes grupos, y que no podrían ser por ello encapsuladas, como con los fijistas. Fue en consecuencia un precursor del evolucionismo pues creía en la “degeneración” (salida de género) de las especies, no en su inmovilidad. Si en los ejemplos primatológicos se equivocó, sus propuestas aparecen como más cercanas a la idea de cladograma de lo que lo fueron las de sus rivales del siglo . Su sistema clasificatorio perdió históricamente frente al binario de Linneo, pero Buffon surgió como un ilustrado que defendió la universidad de la especie humana frente al racismo del sueco. En el caso de los primates, se interesó en monos y simios, en su naturaleza, relaciones y, en especial, en su semejanza con los humanos. Inspirado en el padre de la primatología, Tyson, quien demostrará en 1699 que los chimpancés son más cercanos a los humanos que a los otros monos, dio un paso paleoantropológico adicional al comparar a su chimpancé —el Jocko aquí reproducido— con hotentotes y europeos.

Primatología y antropología en el estudio de la evolución humana

Irven DeVore / 1934 –2014.
In memoriam.

El martes 23 de septiembre de 2014 falleció Irven DeVore, etólogo, antropólogo, gran investigador de la conducta primate, por ejemplo de babuinos y humanos. Profesor de la Universidad de Harvard, de celebrada capacidad docente y conferencista, fue también curador del área de primatología del Peabody Museum of Archaeology and Ethnology de la misma universidad.

Niños del Kalahari
Niños del Kalahari

Irven DeVore fue uno de los pioneros en la investigación de la conducta primate a partir de métodos y perspectivas de la antropología y también lo fue en la realización de trabajos etnográficos con fines comparativos para entender la evolución humana, a través de un proyecto de investigación de largo plazo entre los !Kung San del desierto del Kalahari, uno de los últimos grupos de cazadores recolectores del mundo. Fue motivado y auspiciado en sus trabajos iniciales por su mentor, Sherwood L. Washburn, a quien puede señalarse como uno de los padres de la antropología física moderna; a ellos se deben algunas de las principales líneas de investigación que hoy en día se siguen en el estudio de la evolución humana. En lo que sigue, se describirá brevemente el contexto en el que nacieron esos estudios.

Ernst Mayr señala que la síntesis moderna de la biología, que podría ubicarse entre 1936 y 1950 fue, más que una revolución del conocimiento, la fusión de distintas disciplinas que hasta ese momento se encontraban dispersas, para el establecimiento de un campo. Áreas de la biología que hasta 1936 se habían desarrollado de manera independiente, sobre todo la genética, la sistemática y la paleontología, establecieron un diálogo y un intercambio de información y conocimientos que condujo a sus principales exponentes a la incorporación a sus análisis de conocimientos desarrollados en las otras disciplinas. Mayr describe que hacia 1920 la comunicación entre estos especialistas, cuando se realizaban reuniones, era mínima o inexistente, puesto que prácticamente no compartían enfoques. Se trataba de campos tan separados de conocimiento como si pertenecieran a disciplinas completamente distintas. Sin embargo en pocos años, a partir de que algunos de los científicos naturalistas, principalmente taxónomos y paleontólogos, se adentraran en las complejidades de la genética, se efectuó una unificación. Entre los logros fundamentales que Mayr refiere estuvieron: a) el descarte de teorías que competían con la selección natural, como el neolamarckismo, la ortogénesis y las teorías saltacionistas; b) el reconocimiento de la distinción entre genotipo y fenotipo, c) la incorporación del pensamiento geográfico a la síntesis, con lo que se abordaron los problemas de diversificación de especies, el concepto biológico de especie y la especiación en la macroevolución, d) la incorporación del pensamiento poblacional a la genética, y e) la introducción de un enfoque holístico para la comprensión de la evolución. La evolución para los naturalistas de la síntesis, señala Mayr, consistía en un conjunto de procesos de los que había que estudiar muchos aspectos: genes, órganos, relaciones, conductas, entre otros, y ello en distintos niveles, por ejemplo en el nivel individual y el poblacional. Era este el panorama que la biología en su conjunto presentaba a los científicos a mediados del siglo pasado. [1]

En 1951 Sherwood L. Washburn, entonces profesor de la Universidad de Chicago, publicó un interesante texto en el que reflexionó sobre la antropología física como un caso particular del estudio de la evolución. En “The New Physical Anthropology” mostró que el objeto de estudio de la antropología física era, en ese momento, la comparación de lo que podrían considerarse productos o resultados de la evolución y no, como quizá debería y podría ser, el análisis de los procesos ocurridos. Así, la antropología física se dedicaba a describir, tomar medidas, hacer estadísticas, clasificar. Tomaba como objetos de estudio temas considerados vigentes en ese tiempo, tales como las razas, el crecimiento, los criminales, los tipos constitucionales. Tal orientación de la antropología física, concluía Washburn, debía cambiar: el objeto de estudio debía ser la búsqueda de la comprensión de los mecanismos del cambio evolutivo. ¿Cuáles habían sido, por ejemplo, los procesos de selección que tuvieron como resultado a la especie humana? Se sabe, señalaba, que la modificación de las frecuencias genéticas “resulta en evolución […] pero la selección del fenotipo, la adaptación de los animales a su ambiente, es la causa primaria de alteración en sus frecuencias genéticas” [2]. Por tanto, llegaba a la conclusión de que lo que había que estudiar eran aquellos elementos que podría conjeturarse que se habían seleccionado.

Propuso entonces que para comprender el cuerpo humano como conjunto habían de considerarse los tres “complejos funcionales” [3] de que se componía, que probablemente habían evolucionado de forma separada: a) el cráneo y el cerebro, b) el tórax y los brazos, y c) la pelvis y las piernas. Para entender la evolución de cada complejo funcional había que empezar por identificarlo y describir sus variaciones posibles y tratar de descubrir cuál era el soporte genético de estas variaciones. Para sopesar debidamente el valor de la información que nos proporcionan los fósiles, había que comparar esos hallazgos con lo que sabemos de primates vivos, entre los que se encuentran grandes diferencias incluso al interior de la especie. Un fósil puede con facilidad conducir a confusiones, pensaba, pues en muchas ocasiones no es claro si se trata de un macho y una hembra de una misma especie, o dos miembros de distintas especies, o miembros de distintos rangos de edad dentro de una misma especie. Puesto que estas confusiones pueden encontrarse en el estudio de primates vivos, con mayor razón era posible el error cuando se trataba con fósiles [4], que podemos considerar muestras incompletas de piezas no necesariamente diagnósticas.

Washburn proponía, pues, utilizar distintos conjuntos de información, provenientes de distintas disciplinas y de distintas metodologías de análisis para producir hipótesis o conjeturas sobre los caminos que había tomado la evolución humana. Señalaba: “El cambio es esencialmente de énfasis. Si la Antropología Física tradicional era 80 por ciento mediciones y 20 por ciento se dedicaba a la herencia, al proceso, a la anatomía, entonces en la nueva Antropología física las proporciones deben ser aproximadamente las contrarias”. [5]

El estudio de los primates.

En “The Analysis of Primate Evolution with Particular Reference to the Origin of Man” [6], Washburn amplía su crítica a los enfoques tradicionales –“la tradición descriptiva”, le llamaba. Si el problema era cómo había de estudiarse la evolución humana, entonces había que estudiar la evolución primate. El campo de la paleontología humana estaba sumergido en un estado de confusión y de grandes discrepancias. Había una abundancia artificial de especies propuestas a partir de pocas piezas fósiles y no se proponían vínculos entre estos especímenes y una explicación evolutiva general en su conjunto. El trabajo estaba orientado a describir los datos que se suponía eran relevantes, por ejemplo capacidad craneal, sexo, parte del organismo al que pertenecía, probable pertenencia a una especie, entre otros datos, sin enmarcarlos en una interpretación general de los procesos evolutivos. Predominaba la anatomía comparativa, de la que no necesariamente podían obtenerse conclusiones confiables, y la tipología de los restos fósiles.

Entender al humano como miembro del orden Primates implicaba tratar de identificar cuáles fueron los principales procesos adaptativos que condujeron a su aparición a partir de la aparición del orden. Para Washburn, en los grandes grupos taxonómicos de los primates podían identificarse esas radiaciones. La primera, que separó al orden de otros mamíferos, fue la adquisición de una capacidad de asimiento en las extremidades, principalmente en los miembros anteriores. Esta radiación está representada por los lemures que, pese a ser tan distantes filogenéticamente del hombre pertenecen al orden pues conservan esta especialización. La siguiente fue un desplazamiento de la dominancia del sentido del olfato al sentido de la vista, representada taxonómicamente por los monos. Humanos, antropoides y monos, compartimos esa dominancia de sentido. La tercera fue una adaptación a la locomoción braquiadora, representada por los simios, y presente tanto en ellos como en el hombre, si bien subutilizada, aunque debe señalarse que algunos monos también poseen este rasgo, y, por último, el bipedismo o bipedalismo, una adaptación homínida y prácticamente humana si se considera en su forma más acabada. Ya dentro del linaje humano otros rasgos específicamente nuestros, como el gran cerebro, fueron favorecidos por la selección natural. [7]

Así pues, la idea de acudir a datos provenientes del orden Primates para comprender la hominización fue fortaleciéndose.

A finales de los años cincuenta Washburn gestionó fondos para la investigación de primates en libertad e invitó a sus alumnos Irven DeVore y Phillys Jay, a iniciar trabajos de investigación. Así, DeVore inicia un trabajo pionero con babuinos en el Parque Nacional de Amboseli en Kenya y Phillys Jay (posteriormente Phyllis Jay Dolhinow) se orienta a trabajar langures en la India. Como resultado de este trabajo, DeVore estableció rutas novedosas para estudiar la conducta primate que se han continuado por largo tiempo. Documentó audiovisual y fotográficamente su trabajo, de lo cual surgió un filme premiado, Baboon Behaviour, en1963. Él y Washburn escribieron “The Social Life of Baboons” (1961), un artículo que impulsó muchas investigaciones y al que siguieron muchas otras publicaciones. En este artículo propusieron el que llegó a conocerse como el “modelo babuino” de la evolución humana –el inicio de la aparición de numerosos modelos. Ya desde ese estudio se conceptualizan diversos fenómenos que aún hoy en día se utilizan de forma amplia en la primatología, por ejemplo el papel del grupo como protector, el establecimiento de grupos masculinos, la dominancia, los lazos sociales, todo ello en una perspectiva evolutiva, es decir, ponderando el valor adaptativo de cada conducta. En otro artículo abordaremos los interesantes estudios que DeVore, junto con Richard Lee, impulsaron entre los !Kung San del Kalahari.

Aura Ponce de León, octubre de 2014.


Notas.

[1] Mayr, 1992: 142-149.

[2] Washburn, 1951a.

[3] El concepto de “complejos funcionales” debe haber sido tomado por Washburn de W. Le Gros Clark, quien lo utilizó en sus estudios sobre fósiles humanos. Le Gros Clark fue su profesor en un curso que tomó en Inglaterra durante su etapa de doctorado que fue de gran influencia en su formación.

[4] Washburn, 1951a.

[5] Íbidem, p. 303).

[6] 1951b.

[7] (Washburn, 1951b, 1963.


Referencias.

Howell, C. (s/f) Sherwood Larned Washburn, Biographical Memoirs, National Academy of Sciencies, USA.

Mayr, E. (1992) Una larga controversia. Darwin y el darwinismo, Barcelona, Crítica [original: One Long Argument. Charles Darwin and the Genesis of Modern Evolutionary Thought, Cambridge, Mass., Harvard University Press].

Washburn, S. L. (1951a) “The New Physical Anthropology”, en: Transactions of the New York Academy of Sciences, Series II, Vol. 13, No. 7, pp. 298-304, mayo.

(1951b) “The Analysis of Primate Evolution with Particular Reference to the Origin of Man”, en: Strum, S. C., Lindburg, D. G. y Hamburg, D. (eds) (1999) The New Physical Anthropology. Science, Humanism, and Critical Reflection, New Jersey, Prentice Hall, pp. 7-17, [original: (1951) The Cold Spring Harbor Symposia on Quantitative Biology, 15: 67-78].

(1963) “Behavior and Human Evolution”, en: Strum, S. C., Lindburg, D. G. y Hamburg, D. (eds) (1999) The New Physical Anthropology. Science, Humanism, and Critical Reflection, New Jersey, Prentice Hall pp. 261-269, [original: Washburn, S. L., (ed.) (1963), Classification and Human Evolution, New York, Wenner Gren, Viking Fund Publications in Anthropology, pp. 190-203].

(1973) “The promise of primatology”, en: American Journal of Physical Anthropology, Vol. 38, no. 2, marzo, pp. 177-182.

(1983) “Evolution of a Teacher”, en: Annual Review of Anthropology 12, pp. 1-24.


Parte de la información de este texto proviene del artículo “El aporte de Sherwood L. Washburn al pensamiento paleoantropológico moderno”, de la autora, publicado en: El saber filosófico. Sociedad y ciencia, Vol. II, 2007, Martínez Contreras J. & A. Ponce de León, coords., México, Siglo XXI Editores – Asociación Filosófica de México, A.C., pp. 473-480.

  • Imagen de “Niños del Kalahari”, por Sara Atkins albergada en wikipedia.
  • Imagen de babuinos, Aura Ponce de León, 2005.

Mirada deíctica y contacto ocular. Función social de la mirada en los primates.

Mirada deíctica y contacto ocular. Aspectos relevantes para la función social de la mirada en los primates.

Bernardo Yáñez

rhesusAlgunos estudios experimentales sobre reconocimiento facial en monos han revelado la importancia que tienen los ojos para algunas especies. Keating y Keating (1982)[1] estudiaron los movimientos oculares de dos monos Rhesus mientras se les presentaban diferentes rostros de primates (monos Rhesus, chimpancés y humanos). Los resultados mostraron que los sujetos tienen una clara tendencia a mirar a los ojos y la región facial que los circunda comparada con la nariz y la boca. En otro estudio, Nahm et al. (1997)[2], apuntan que los ojos y la boca son los principales atributos que captan la atención de los sujetos. A partir de estos estudios podemos concluir que para los primates los ojos son estructuras morfológicas relevantes en las interacciones sociales.

Los primates cuentan con excelentes habilidades para discriminar si una mirada es dirigida hacia él o si la mirada de otro individuo se dirige a otro punto. Esto tiene que ver con que la mirada sostenida en algunas especies de primates representa una afrenta o agresión. Sobre todo en los primates del viejo mundo –los cercopitecos- se puede observar como el contacto ocular generalmente es evitado. Thomsen (1974)[3] describió el comportamiento ocular de algunas especies de primates no humanos. Midió la frecuencia media del contacto ocular dirigido por los animales a un humano que mantenía la mirada sostenida hacia ellos. La observación más interesante –a mi juicio- fue que el tiempo de contacto ocular tuvo diferentes significados dependiendo de su duración; un contacto visual frecuente sugirió que el individuo estaba inspeccionando la dirección de la mirada del experimentador; mientras que mantener el contacto ocular por un periodo prolongado significó frecuentemente un gesto de amenaza o de afiliación. Una interpretación es que la mirada puede tener diferentes usos sociales dependiendo del contexto y la modalidad en que se presente. Otro resultado interesante fue que el contacto visual no tuvo la misma relevancia para los monos jóvenes que para los adultos; de lo cual se desprende que se trata de un comportamiento aprendido socialmente (en otro momento analizaremos esta misma conducta pero desde una perspectiva ontogenética). Otro estudio realizado por Linnankoski y colaboradores (1993)[4] encontró que cuando las hembras mostraban sus cuartos traseros a algún macho en particular éste se masturbaba y eyaculaba, pero solamente cuando se establecía contacto ocular entre el macho y la hembra. Otras señales visuales u olfativas, como la inspección de la región perineal, no fueron tan efectivas como el contacto ocular que desencadenaba la eyaculación. Nuevamente la mirada y algunas de sus diferentes funciones sociales.

Juan Carlos Gómez. Universidad de St. Andrews
Juan Carlos Gómez. Universidad de St. Andrews

A partir de lo anterior se establece que el comportamiento visual  es un componente importante de las interacciones sociales de los primates. Para ahondar en ello, me centraré en un tipo de comportamiento visual que parece tener una relevancia particular en la interpretación de estados mentales: mirar a los ojos de los demás. Existen dos modalidades básicas en las que se pueden mirar los ojos de los demás: la primera, monitorear la mirada o la mirada deíctica, que consiste en mirar los ojos de un individuo que está viendo hacia otro lado; la segunda, la mirada compartida o contacto ocular, en la cual se requiere de dos individuos mirándose a los ojos mutuamente (Gómez, 1991)[5]. Ambos patrones suelen combinarse secuencialmente dando lugar a la conducta llamada “alternancia de la mirada”; en la cual, un individuo observa alternativamente un objeto o evento y los ojos de otro individuo para de esta manera establecer lo que se denomina la “atención conjunta”.

La mirada compartida en sus diferentes versiones –monitoreo de la mirada y contacto ocular- han sido estudiadas exhaustivamente en la comunicación no verbal; ya que se consideran un componente fundamental de las interacciones sociales. Además, el contacto ocular se ha identificado como un patrón comportamental en el desarrollo de las incipientes interacciones sociales de los infantes humanos. Así, la manera en que los niños comienzan a formar parte de la vida social de los adultos es por medio de sus interacciones cara-a-cara fundamentadas en el contacto ocular. Bretherton y Bates (1979)[6] han definido el contacto ocular como un criterio de comunicación intencional de los infantes hacia los adultos. Incluso algunos etólogos alegan que el contacto ocular juega un papel crucial en ciertas interacciones sociales de los chimpancés como la reconciliación o resolución de conflictos. En cualquier caso, el análisis del seguimiento de la mirada y el contacto ocular pueden dar luz del desarrollo y evolución de las complejas interacciones sociales de los primates humanos y no humanos.

Gorilla-gorilla
Gorilla-gorilla

Goméz (idem) realizó un experimento para tratar de profundizar en estas cuestiones. La situación fue la siguiente: se presentó un gorila en una habitación con la puerta cerrada por un pasador que se encontraba fuera del alcance del animal; dentro de la habitación había un experimentador –que registraba el comportamiento del animal– y una caja. Hay tres posibles soluciones:

  1. Desplazar o arrastrar la caja para treparla y así alcanzar el seguro de la puerta y poder abrirla. No hay interacción con el experimentador.
  2. Utilizar al experimentador como un objeto; es decir, arrastrarlo o desplazarlo en una posición cercana a la puerta donde puede trepar encima de éste y así abrir el seguro de la puerta. Nótese que formalmente no hay interacción social con el experimentador.
  3. Alternar secuencialmente el contacto ocular con el monitoreo de la mirada del investigador. Es decir, mirar hacia los ojos del experimentador y posteriormente observar hacia la dirección donde está el seguro de la puerta; al tiempo de tomar la mano del investigador. En ningún momento hace uso de su fuerza para modificar la posición del experimentador. Simplemente por medio de esta alternancia en el comportamiento visual se establece una comunicación interindividual. Evidentemente hay una interacción social entre el experimentador y el animal.

Algunos apuntes interesantes del autor en relación al comportamiento observado nos permite hacer una interpretación de la función social de la mirada en primates (olvidémonos de la primera solución donde no hay interaccion). En la segunda posible solución el humano juega el papel gramatical de objeto para la acción de “mover” que es llevada a cabo por el animal; mientras que en la tercera juega (el experimentador) el papel de sujeto de la acción de movimiento. Nos dice Gómez: “la diferencia gramatical aparente en estas descripciones refleja la diferencia psicológica subyacente a ambos comportamientos” (idem). La tercera posible solución es una solicitud, es decir, un comportamiento comunicativo dirigido a otro organismo (en este caso el experimentador). En este aspecto, la esencia de los comportamientos comunicativos es que las acciones de los actores se adaptan al receptor como sujeto. Es decir, “toman en cuenta y explotan las propiedades subjetivas de otros organismos y no únicamente las propiedades físicas (objetivas) que comparte con los objetos” (idem). Esto es, precisamente, lo que se observa que hace el gorila que resuelve la situación con la tercera posible solución.

De lo anterior se puede concluir que los gorilas utilizan el comportamiento visual combinando la mirada deíctica, el contacto ocular y la atención conjunta para interactuar socialmente con otros individuos; es decir, para comunicarse intencionalmente y socialmente. O sea que la mirada, al menos entre los primates, no se reduce a la posibilidad de observar sino que también funciona como un medio de interacción social. En los seres humanos este hecho es evidente y es llevado hasta sus últimas consecuencias en las complejas relaciones sociales humanas.

Referencias

[1] Keating, C.F. y E.G. Keating (1982) “Visual scan patterns of rhesus monkeys viewing faces”. Perception, 11, pp. 211-219.

[2] Nahm, F. et al. (1997) “How do monkeys look at faces?” Journal of Cognitive Neuroscience, 9, 5, pp. 611-623.

[3] Thomsen, C. (1974) “Eye contact by non-human primates toward a human observer” Animal Behaviour, 22, pp. 144-149.

[4] Linnankoski, I. M. Gronroos y A. Pertovaara. (1993) “Eye contact as a trigger of male sexual arousal in stumped-tale macaques (Maccaca arctoides)”. Folia Primatologica, 60, pp. 181-184.

[5] Gomez J.C. (1991) “Visual behavior as a window for reading the mind of others in primates”. En Whiten A (ed), Natural Theories of Mind. Oxford: Basil Blackwell.

[6] Bretherton, I., y Bates, E. (1979). “The emergence of intentional communication”. En: I. Uzgiris (Ed.), New directions for child development (pp. 81-100). San Francisco: Jossey-Bass.

Pensamiento simbólico en chimpancés

Una breve exploración al pensamiento simbólico en chimpancés

Por Bernardo Yáñez

Darwin pensaba que la primera etapa o la más primitiva en la evolución del lenguaje fue una expansión de la inteligencia prelingüística en los primates, lo cual dio como resultado una capacidad de representar el mundo simbólicamente. Aunque él en realidad no declaró explícitamente las implicaciones de esta afirmación, está claro que se refería a que la intencionalidad en humanos (nuestra habilidad para representar y hacer proposiciones acerca del mundo) debió surgir de manera prelingüística. Lo anterior implica necesariamente formas de cognición homínina arcaicas. Darwin no especificó la forma precisa en la que pudieron darse los cambios en la cognición, no obstante, esto pudo darle a los homíninos una habilidad para formular intenciones y comunicarlas de forma simbólica.

Charles Darwin
Charles Darwin

En el presente artículo se pone a consideración del lector la decisión –en términos de la evidencia que se presenta– sobre si la descripción anterior del proceso evolutivo (que en realidad no es más que una caricatura del mismo), que llevó al pensamiento simbólico en los humanos según Darwin, es plausible o no incluso para los chimpancés. En relación a esto, existe un trabajo que se refiere a las capacidades simbólicas en la comunicación entre los chimpancés, en vida libre, realizado por Christophe Boesch y sus colaboradores (1991). En este estudio, los investigadores afirman que los chimpancés son capaces de producir y transmitir información de forma simbólica. Para comprobar la afirmación anterior lo que hicieron fue seguir el camino de los chimpancés mientras forrajeaban. Es importante mencionar que el tipo de organización social y la dinámica de la misma entre los chimpancés se conoce como fisión-fusión; la cual consiste en estar fusionados o agrupados durante la noche y dispersados durante el día. Se ha establecido por los primatólogos que ésta estrategia aminora los riesgos de la depredación durante la noche mientras que, durante el día –es decir, en la fase de dispersión–, se optimiza la obtención de recursos alimenticios. Durante el forrajeo, además de comer, los chimpancés deambulan por el suelo del bosque emitiendo vocalizaciones y golpeteando los árboles. Se ha interpretado que las vocalizaciones y el golpeteo en los árboles emitidos por los chimpancés tienen un significado específico para los demás integrantes del grupo, dependiendo del contexto en el que se presenten.

Una descripción breve de las observaciones y del trabajo se relata a continuación: lo que se obtuvo en este estudio fueron tres tipos diferentes de llamados particulares. Estos llamados eran emitidos únicamente por los machos dominantes del grupo. La primera observación fue que cada chimpancé tiene un modo particular, tanto en volumen como en tono, para ejecutar sus vocalizaciones. Sin embargo, fue la asociación de las vocalizaciones con los golpeteos en los árboles lo que se consideró como mensajes con contenido. El primero de los llamados se refiere, según los investigadores, al cambio en la dirección del viaje. A partir de que los demás individuos del grupo escuchan un primer golpe en un árbol y después (menos de 2 minutos) otro golpe en otro árbol, ellos interpretan que deben realizar un cambio en la dirección que llevan. La ejecución del chimpancé que indica el cambio de dirección es de la siguiente manera: el primer golpe se da en el árbol que guarda la misma orientación que la que llevan los chimpancés en su camino, a continuación se da un golpe en otro árbol que se ubica fuera del eje en el que van dirigidos los chimpancés. Según el autor, este segundo golpe indica en qué dirección deben cambiar su camino los chimpancés. Las observaciones hechas ante este llamado sugieren que, efectivamente, los chimpancés pueden interpretar esto como un mensaje con contenido que los hace modificar su comportamiento.

chimpanzee-314270_640El segundo llamado que fue documentado en este estudio hace referencia a un momento de descanso. Este llamado consiste de dos golpeteos en el mismo árbol. Pero no nada más se indica un tiempo de reposo sino que también se comunica la duración que tendrá el mismo. Éste se da de la siguiente manera: se golpea en un árbol que se encuentra en la misma dirección del grupo dos veces en un tiempo menor a dos minutos. Una vez concluido el tiempo de descanso los chimpancés retoman su camino. El tiempo de descanso de los chimpancés silvestres suele aproximarse a una hora (Boesch 1991). El autor piensa que este llamado indica el momento en el que se detendrán a descansar, mas que indicar la duración del mismo. Este llamado, asociado a su respuesta que sería detenerse a descansar, pudo observarse en 14 casos distintos. En una ocasión se escuchó al macho dominante del grupo golpetear cuatro veces seguidas en el mismo árbol. La respuesta ante este llamado fue que los chimpancés permanecieron durante 2 horas con 16 minutos descansando; en lugar de sólo una hora. Un ejemplo aislado como éste no es suficiente para demostrar el pensamiento simbólico en estos animales; sin embargo, éste sugiere que el número de golpes en los árboles podría indicar la duración que tendrá el periodo de reposo.

Finalmente, tenemos el tercer llamado. Esta última evidencia no solamente nos habla de la capacidad que tienen los chimpancés para representar símbolos en su mente, sino que además, nos dice que pueden combinar mensajes. Esta vocalización ejecutada por los chimpancés ha sido nombrada por el autor como “cambio de dirección y tiempo de reposo”. Es decir, combinan los dos mensajes anteriormente expuestos en uno que contempla ambos referentes. La forma en que fue transmitido este mensaje fue la siguiente: el macho alfa del grupo golpeteó una sola vez en un árbol que se encuentra en el mismo eje en el que dirigen su camino y después golpeó dos veces (en menos de dos minutos) en otro árbol hacia donde pretenden dirigirse. De manera alternativa pudo observarse esta misma secuencia pero invertida; es decir, primero un doble golpeteo en el árbol que se encuentra en el mismo eje y luego otro golpe indicando la dirección que se tomará después del receso. En ambos casos, la información concerniente al tiempo de reposo tuvo un efecto inmediato, mientras que el otro mensaje sólo se tomó en cuenta habiendo concluido el descanso.

Por último, es importante mencionar que el contexto juega un papel en la interpretación de los demás ante estos llamados. Por ejemplo, cuando hay excitación social estos llamados parecen no tener ningún tipo de información. Asimismo, golpetear en los árboles después del periodo de reposo se usa y se interpreta de otra manera. En este caso los demás sub-grupos golpetean en los árboles a manera de anunciar que continúan con su camino. No puede hablarse de este estudio como una evidencia contundente de que los chimpancés tengan un pensamiento simbólico, no obstante, puede considerarse como un ejemplo de que los animales comparten información y utilizan ciertas formas de comunicación que no están conectados de manera directa con el referente.

Una vez descrita la evidencia detengámonos en la definición de Boesch para el pensamiento simbólico. El símbolo en este contexto consiste de tres elementos: primero, como una disociación entre el referente y la señal que refiere a este; segundo, al uso generalizado de la señal en la ausencia de dicho referente; y, tercero, que la señal que se comunica tenga un contenido de información para el comportamiento inmediato del emisor y en consecuencia pueda modificar su conducta o la de los receptores. Tomando en consideración lo anterior, el autor sugiere que el sistema de comunicación de Brutus (el macho dominante de la comunidad) informa a los demás integrantes del grupo sobre eventos externos y que al compartir dicho código por el resto del grupo tiene un valor importante en el aspecto comunicativo. Esto se pudo observar al registrar que otros chimpancés de una comunidad distinta no reaccionaban de la misma manera ante los mismos llamados. También fue posible observar que uno de los sub-grupos, donde se encontraban solamente machos jóvenes, no pudo seguir el camino de los demás animales, quizá, por la falta de comprensión del llamado. Por tanto, ¿puede hablarse de un “código simbólico” compartido por, al menos, esta tropa de chimpancés? Y, en todo caso, ¿qué repercusión podrían tener estas evidencias en relación a la evolución del lenguaje humano?

Referencia

Boesch, C. (1991) Symbolic communication in wild chimpanzees? Human Evolution.

Vol. 6 N 1 pp. 81-90.

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