Objetivos y táctica, a debate entre los marxistas mexicanos.[1]

Objetivos y táctica, a debate entre los marxistas mexicanos.[1]

Por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.[2]

En el fragmento anterior recordamos que, existiendo distintas opiniones entre los partidarios del socialismo en México sobre cómo y hacia dónde, con qué objetivos inmediatos y posteriores, y con qué tácticas habría que transformar la realidad de México, Vicente Lombardo Toledano los convocó a discutir colectivamente todas estas cuestiones. Así fue como se produjo la Mesa redonda de los marxistas mexicanos[3], realizada en enero de 1947, con la idea de que de esa discusión surgiera la unidad de todas las corrientes consecuentemente revolucionarias.

Los objetivos y táctica de los revolucionarios, se discutieron en la Mesa Redonda de los marxistas mexicanos.
Los objetivos y táctica de los revolucionarios, se discutieron en la Mesa Redonda de los marxistas mexicanos.

El tema que propuso Lombardo fue justamente: “Objetivos y táctica de lucha del proletariado y del sector revolucionario de México en la actual etapa de la evolución histórica del país”. La carta invitación fue enviada al Partido Comunista Mexicano, Acción Socialista Unificada, Grupo “El Insurgente” y Grupo marxista de la Universidad Obrera; también se les propuso nombraran hasta seis de sus miembros como sus representantes en la conferencia. Además, hubo otros invitados, sugeridos por los ya mencionados: Narciso Bassols, Víctor Manuel Villaseñor, José E. Iturriaga, Juan Manuel Elizondo, Agustín Guzmán, Francisco de la Garza, Gaudencio Peraza, Gontrán Nobel y Rafael Carrillo.

Finalmente, la lista de los integrantes del relevante evento quedó de esta manera: Vicente Lombardo Toledano, Enrique Ramírez y Ramírez, Miguel Mejía Fernández, Humberto Lombardo Toledano, Rodolfo Dorantes y Carmen Otero y Gama, por el Grupo marxista de la Universidad Obrera, como titulares, y Federico Silva, Estela Carrasco, Joel Marroquín y María Teresa Puente, suplentes. Por el PCM, Dionisio Encina, Jorge Fernández Anaya, Blas Manrique, Carlos Sánchez Cárdenas, Abel Cabrera L., y Prisciliano Almaguer, titulares, y como suplentes, Alberto Lumbreras y Estela Jiménez Esponda. Por el Grupo marxista “El Insurgente”, como titulares Leopoldo Méndez, José Revueltas, Luis Torres, Moisés Rogelio Díaz, Eduardo Alonso y Jesús Miranda, y como suplentes, Luz Salazar, José Alvarado y Abraham Gutiérrez. Acción Socialista Unificada designó a Alberto Bremauntz, Valentín Campa, Hernán Laborde, José María Téllez, Manuel Meza Andraca y Miguel A. Velazco, todos titulares. Además, asistieron los invitados ya antes citados, a título individual.  

Hace tiempo que se observa un abandono de la teoría por parte del movimiento obrero y campesino del país…

La intervención inicial, que además constituyó la base para la discusión, corrió a cargo del convocante. En una primera parte del documento, Lombardo, entre otras cuestiones, expresó las siguientes: A) Hace tiempo, se observa un abandono de la teoría por parte del movimiento

Vicente Lombardo Toledano, pintado por David Alfaro Siqueiros.
Vicente Lombardo Toledano, pintado por David Alfaro Siqueiros.

obrero y campesino del país, y esto ha repercutido en la aparición de múltiples problemas que afectan el desarrollo de la Revolución Mexicana. B) Se presentan divergencias de criterio sobre cuáles son las metas inmediatas y cuál es la forma de organizar las fuerzas para alcanzarlas. C) Se han observado dos desviaciones, una de izquierda y otra de derecha. D) La desviación de derecha plantea que el gobierno de México evite toda fricción con los monopolios extranjeros, y sigua una política de “interdependencia” con Estados Unidos para resolver los problemas domésticos de la nación. E) La desviación de izquierda, sin embargo, es hoy la más peligrosa: consiste en afirmar que llegó el momento de que el gobierno cumpla de manera inmediata y mecánica con los objetivos fundamentales de la Revolución Mexicana; que se vuelva un instrumento del proletariado, porque si no lo hace, se deberá considerar que se trata de un gobierno entregado a los enemigos de la nación. Esta desviación debilita la lucha e incurre en el oportunismo y en el sectarismo. Luego planteó y desarrolló los aspectos teóricos. A) La necesidad de estudiar la realidad con base en una teoría científica que no puede ser otra que la que sustenta la filosofía del proletariado. B) Explicó qué es y en qué consiste, en términos generales, la filosofía del materialismo dialéctico, como teoría y como método. C) Asimismo, qué es el materialismo histórico. D) Respecto de las maneras de negar el marxismo, señaló que unos lo hacen de manera abierta, como los idealistas filosóficos y los metafísicos. Pero otros, lo deforman, y también es una manera de negarlo. Y otros más, lo niegan convirtiéndolo en dogma. Explicó cada una de las formas de negación enunciadas. E) Desarrolló el tema de la obligatoriedad, para los marxistas, de aplicar el marxismo al análisis de la realidad, porque

“Si queremos, pues, tener un conocimiento marxista, científico, de la realidad de hoy, para inferir de este conocimiento las deducciones que necesitamos en la acción práctica, es indispensable analizar el medio concreto de nuestro tiempo; saber en qué consiste la realidad rica y viva de un hecho nuevo, diferente a la realidad de otro tiempo, conectada con las realidades de ayer, en virtud de la conexión, de la interacción, de las relaciones sociales, de todo el proceso del desarrollo histórico que hemos analizado, pero al fin y al cabo realidad nueva, concreta, que sólo se explica con los principios del Materialismo Dialéctico, del Materialismo Histórico, de la Economía Política.”[4]

El imperialismo en escala mundial surgió de la guerra debilitado…

A continuación, el ponente caracterizó al mundo en 1947. Aquí se ofrece a los lectores una síntesis muy apretada de esa rica exposición: A)

Examinar la realidad a la luz de la teoría del proletariado, formulada por Marx y Engels y enriquecida por Lenin.
Examinar la realidad a la luz de la teoría del proletariado, formulada por Marx y Engels y enriquecida por Lenin.

Estamos en la época de la transición entre capitalismo y el socialismo. B) El mundo está dividido en dos grandes sistemas: el capitalismo y el socialismo, “que existe en la sexta parte de la Tierra”. C) El capitalismo se halla en su última etapa, la etapa del imperialismo, que es el capitalismo en proceso de descomposición. D) Dentro de esta etapa del imperialismo hay una crisis general del capitalismo. E) El imperialismo  en escala mundial surgió de la guerra debilitado, porque Alemania, Japón e Italia, fascistas, también eran potencias imperialistas y perdieron su fuerza dominante. F) Aunque, si bien el imperialismo salió debilitado en escala mundial, se concentró, en cambio, en un solo país: Estados Unidos, donde los monopolios crecieron y se fortalecieron económica, política y militarmente, convirtiéndose en una grave amenaza para todos los pueblos del mundo. E) El socialismo en la URSS también se fortaleció de manera importante. A pesar de las enormes pérdidas materiales, a pesar del enorme sacrificio de hombres que ha tenido que sufrir, la guerra consolidó el régimen socialista. F) Hoy existen dos grandes potencias con sistemas sociales distintos, cuyo poder económico, político y militar es mayor al de todos los demás países, Estados Unidos y la Unión Soviética. G) Otra característica del mundo, luego de la guerra, es la inestabilidad de la paz, seriamente amenazada.

H) La liberación de los pueblos de Europa central y sudoriental, del nazismo, por la lucha de la clase obrera y otras fuerzas progresistas –con

China vivía una lucha intensa, que culminó con la victoria del Ejército de Liberación Nacional...
China vivía una lucha intensa, que culminó con la victoria del Ejército de Liberación Nacional…

la ayuda del Ejército Rojo—tuvo el alcance de una revolución triunfante, porque el imperialismo que intervenía en su vida económica y política, en muchos casos, era sobre todo el imperialismo alemán. Con la insurrección victoriosa de los pueblos contra el invasor, se detonó un movimiento de grandes transformaciones: las tierras fueron nacionalizadas y entregadas a los campesinos; las industrias fueron nacionalizadas; la banca fue expropiada. Si bien la propiedad privada no se ha suprimido, subsiste como minoritaria frente a la propiedad estatal, ahora mayoritaria. I) En contraste, al otro extremo de Europa sobrevive el régimen fascista, rezagado y opresor, en España y Portugal. J) El imperio británico entró en crisis en su industria, en su moneda y en su dominio imperial que se desquebraja. K) En Francia se vive una intensa lucha entre las fuerzas del proletariado y otras, progresistas, contra los remanentes del fascismo que pretenden restaurar su poder. El gobierno actual es de coalición progresista[5] y está tratando de enfrentar y controlar los monopolios, rehabilitar la economía y elevar el nivel de vida del pueblo. La batalla es ardua. L) En Italia hay una crisis semejante a la de Francia, con una lucha importante entre la reacción y los monopolios, y las nuevas fuerzas organizadas del pueblo[6]. M) China vive un combate agudo que se libra, también entre fuerzas de carácter progresista y popular, por una parte, contra las de la derecha proimperialista y ligada con los señores feudales.[7] N) En América Latina renace el deseo de emancipación en cada uno de los países que la integran. La contradicción que se da entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción ha llegado al grado en que sólo hay dos soluciones posibles: o bien se destruyen las formas artesanales y feudales de la producción, o se va atrás y se consolida el carácter neocolonial de las relaciones económicas y políticas, con la predominancia del imperialismo y las fuerzas reaccionarias. El desequilibrio mencionado explica la inestabilidad política tan extendida en la región. O) En la India, Indochina y Birmania; en los países árabes y en las colonias de África, se vive en estos momentos una insurrección contra el imperialismo colonial, lucha que toma diversas formas concretas.

Hay quienes, asumiéndose revolucionarios, hacen una interpretación simplista, no marxista, de la realidad.

Lombardo también se refirió a la amplia diversidad del desarrollo económico y de la vida democrática, de ese momento:

“…podría decirse que las formas del desarrollo histórico presentan hoy una variedad mucho más grande que en ninguna otra época, y que esta diversidad tan importante no es más que la confirmación del principio del desarrollo desigual en la historia, del principio del desarrollo diferente de las instituciones sociales, según el país y según el momento histórico en que se encuentren.”[8]

Enseguida, criticando el simplismo en que algunos incurrían en sus intentos de analizar la realidad, dijo:

“Una interpretación simplista del desarrollo histórico podría consistir en decir que el tránsito al través de la historia, el cambio de la sociedad humana, se ha caracterizado en pasar del régimen del comunismo primitivo al régimen de la esclavitud; de la esclavitud al feudalismo, más tarde al capitalismo y, por último al socialismo y que, en tal virtud, nuestra época de hoy es una época caracterizada por la instauración del régimen socialista…”[9]

Luego, habló sobre la existencia de grados diferentes en el desarrollo de las revoluciones, y de la variedad de objetivos inmediatos del proletariado; de cuáles son sus objetivos en el mundo colonial, y cuáles, en los países semicoloniales; de la diversidad de estrategia y táctica, y de las nuevas formas de organización del proletariado. Respecto de los propósitos de la clase proletaria en México y otros países semejantes, expresó:

“Nuestros países aún conservan, a pesar del desarrollo demográfico que en los   últimos años, en algunos de ellos, ha sido importante, a pesar de que el progreso general de la ciencia y de la tecnología ha tenido sus repercusiones en ellos también, conservan aún su fisonomía semifeudal, y la intervención de las fuerzas de los monopolios internacionales contribuye a mantener esta fisonomía en provecho no sólo de los detentadores del régimen atrasado, sino de los propios agentes del imperialismo.”[10]

¿Por qué, la Revolución Mexicana no se propuso el advenimiento inmediato del socialismo? ¿Qué objetivos y qué

los objetivos que correspondían al desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas del país ...
los objetivos que correspondían al desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas del país …

táctica, propuso Lombardo?

Al plantear los objetivos inmediatos de la transformación de México, Lombardo dijo que la Revolución Mexicana no se había propuesto como objetivo inmediato el advenimiento del socialismo –meta para la cual indudablemente no existían las premisas necesarias en una sociedad pre-capitalista como era la nuestra, en 1910 y ni siquiera se daban cuando se realizaba este debate, en 1947– sino que aspiraba a destruir la estructura semifeudal y esclavista y desarrollar las fuerzas productivas de la nación. También hizo notar que, al realizarse la mesa redonda, ese mismo seguía siendo un objetivo medular del proletariado y otras fuerzas progresistas.

Señaló que la Revolución además se había propuesto como objetivo medular la emancipación de la nación respecto del imperialismo, que de igual manera se mantenía vigente, y su otro propósito fue el establecimiento de un régimen democrático popular, por el que asimismo había que seguir luchando. Éstos eran los objetivos que correspondían al desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas del país en la etapa previa, y los que podían sentar las bases para nuevas transformaciones revolucionarias.

Otros fines más concretos, además, serían el de industrializar al país para romper el desequilibrio existente entre el desarrollo agrícola y el industrial, y como la fórmula principal para desarrollar las fuerzas productivas, sin lo cual sería imposible. Con ese mismo fin habría que orientar el crédito público y privado a propósitos reproductivos y no a finalidades especulativas, como de manera indebida se venía haciendo hasta entonces, incluso en tiempos de gobiernos tan progresistas como el de Lázaro Cárdenas. Estableció que para el avance ulterior del proceso revolucionario hacia sus objetivos, la clase obrera debería dirigir la Revolución Mexicana, y ya no la burguesía, porque ésta es una clase social muy débil e inconsistente frente al enemigo principal, el imperialismo y, sin la dirección del proletariado, los objetivos señalados no podrían alcanzarse. Planteados los objetivos, expuso que la táctica de lucha debería ser la unidad nacional; es decir, la construcción de un frente muy amplio, de carácter nacional, contra el imperialismo, porque en nuestro caso,

“la Revolución, además de ser una Revolución que conviene al proletariado, es una Revolución que conviene al resto de la nación mexicana”.[11]

Lombardo consideró que además había otro elemento táctico imprescindible: “la creación de un gran partido popular de las masas progresistas de México, para que sirva, al lado de los demás partidos progresistas que existan y al lado de las agrupaciones de carácter social, a la consecución de los objetivos inmediatos señalados”.[12]

Así quedó planteada la propuesta que se concretaría más tarde con el surgimiento a la vida pública del Partido Popular, tema que abordaremos más adelante. Los objetivos y el programa del proletariado y las fuerzas progresistas de México, ya señalados, se podrían resumir de manera apretada en tres puntos: a) la emancipación económica del país; b) la elevación del nivel de vida del pueblo, y c) la obtención de mejores condiciones democráticas.

En sus numerosas intervenciones, los participantes en la Mesa redonda de los marxistas mexicanos analizaron el documento que presentó Lombardo; la memoria del evento registra diversas apreciaciones sobre los temas abordados y valiosas coincidencias que dieron pie a futuras acciones conjuntas. Hubo discrepancias, de igual forma, e incluso debates entre unos y otros de los asistentes. Pero no hubo expresión alguna de rechazo al documento central ni de objeción a sus aspectos fundamentales.

Los oradores fueron: Jorge Fernández Anaya, del PCM; Valentín Campa, de Acción Socialista Unificada; Jesús Miranda, del Grupo “El Insurgente”; Víctor Manuel Villaseñor, como invitado, a título personal; Rafael Carrillo, también invitado, a título personal; David Alfaro Siqueiros, de la Sociedad Francisco Javier Mina –que solicitó participar en la mesa redonda cuando se había instalado y fue aceptada–; Miguel Mejía Fernández, de la Universidad Obrera; Dionicio Encina, del PCM; Luis Torres, del Grupo “El Insurgente”; Manuel Meza Andraca, de Acción Socialista Unificada; Narciso Bassols, como invitado, a título personal; Rodolfo Dorantes, de la Universidad Obrera; Juan Manuel Elizondo, como invitado, a título personal; Blas Manrique, del PCM; José Revueltas, del Grupo “El Insurgente”; Hernán Laborde, de Acción Socialista Unificada; Narciso Bassols, por segunda vez; Enrique Ramírez y Ramírez, de la Universidad Obrera; Leopoldo Méndez, del Grupo “El Insurgente”; Vicente Lombardo Toledano, por segunda vez, para hacer una proposición procedimental; Valentín Campa, por segunda vez; Carlos Sánchez Cárdenas, del PCM; David Alfaro Siqueiros, por segunda vez; Narciso Bassols, por tercera ocasión; Luis Torres, por segunda vez; Juan Manuel Elizondo, por segunda vez, y Vicente Lombardo Toledano, en la intervención final.[13]

[1] Quinto fragmento de mi investigación titulada “Lombardo y sus ideas. Su influjo en la vida política y social de México en los siglos XX y XXI”, recién concluida, y que próximamente será publicada por el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”.

[2] Maestro en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México. Investigador de tiempo completo. Coordinador de Investigación del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano”.

[3] Mesa redonda de los marxistas mexicanos, CEFPSVLT, México. 1982.

[4] Op cit., pág. 33.

[5] Gobernaba una coalición del Partido Socialista Unificado – Sección Francesa de la Internacional Obrera, más conocido por su abreviatura en francés, SFIO, con el Partido Comunista Francés, que tuviera una fuerza política y electoral muy importante.

[6] El primer ministro Alcide de Gasperi estaba al frente del gobierno. Fue un político antifascista, vinculado con la socialdemocracia y la democracia cristiana. El Partido Comunista Italiano era vigoroso como fuerza electoral y de masas, y consecuentemente, incidía de manera significativa en la vida nacional.

[7] En 1946 se había iniciado una nueva etapa de la guerra civil, que se denominó Guerra de Liberación, entre el Ejército de Liberación Nacional, compuesto sobre todo por los combatientes del Partido Comunista Chino, guerra que culminó con la victoria total, y la proclamación, el 1 de octubre de 1949, de la República Popular China, por Mao Zedong.

[8] Mesa redonda de los marxistas mexicanos, op cit., pág. 43

[9] Ibídem.

[10] Op cit., pág. 49.

[11] Op cit., pág. 58.

[12] Op cit., pág. 69.

[13] Los textos íntegros de las intervenciones se pueden consultar en la Mesa Redonda de los Marxistas, op cit.

Vicente Lombardo Toledano, Gobernador del estado de Puebla (segunda parte)

Vicente Lombardo Toledano, Gobernador del estado de Puebla (segunda parte)

Por Emilio García Bonilla

Como gobernador de Puebla, Vicente Lombardo Toledano se propuso demostrar que el Partido Laborista Mexicano y la Confederación Regional Obrera Mexicana, ambos organismos de la clase trabajadora, habían “meditado profundamente el verdadero programa de salvación y de organización social del país”, mismo que él contribuiría a realizar desde su ámbito de acción, estando sus primeras acciones de gobierno encaminadas en ese sentido: nivelación de los presupuestos del estado, corrección de los errores políticos de las leyes dictadas para perpetuar a un grupo de hombres en el poder, un programa educativo “que cambie el ambiente de incultura y de postración moral en que vive actualmente Puebla”.[1]

En todo el estado de Puebla, los boletines del gobierno informaron puntualmente de las actividades, reformas y logros de la administración de Lombardo, gracias a lo cual muchos de sus antiguos opositores le manifestaron simpBoletín del Gobierno del Edo. de Puebla 1924atía y sus partidarios se terminaron de convencer.[2] Entre las acciones a destacar del gobierno lombardista en Puebla podemos mencionar el reparto de tierras y dotación de ejidos beneficiando a trece poblaciones, entre ellas Esperanza, San Jerónimo Caleras, Chalma y Huaquechula, sumando 12 859 hectáreas repartidas en tres meses.[3]

El gobierno de Lombardo fue garante de los derechos de la clase trabajadora, estableció los primeros contratos colectivos del país, apoyó la creación de cooperativas, el crédito a trabajadores, la reorganización de la industria textil y se proyectó la creación de una universidad del obrero. En su administración los impuestos a los banqueros se incrementaron en 500% para que sirvieran de recurso para el Colegio del Estado, institución a la que modificó sus planes de estudio para modernizar la enseñanza, y por cierto, prohibió las corridas de toros, por considerarlas carentes de un valor constructivo.[4]

Gobierno de Intelectuales o Areópago Griego

Vicente Lombardo Toledano presentó una iniciativa para crear el Museo de Historia, Arqueología y Etnografía, primera institución de este tipo en el estado,[5] en ese documento argumentaba:

[…] he juzgado que uno de los deberes más altos que tiene el gobierno que en la actualidad tengo la honra de presidir, es el de crear cuanto antes un Museo […], considerado, no como un conjunto sin orden ni principio de objetos de estimación más o menos relativa, sino como un sitio que recuerde de un modo dinámico el pasado de nuestro terruño y la importancia que tuvo el espíritu privilegiado de los hombres y los pueblos, […] señalando el camino del porvenir.[6]

Luís Castillo Ledón, director del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, respaldó ese proyecto, ofreciendo enviar a Puebla las piezas arqueológicas duplicadas que no estuvieran exhibidas en los salones del Museo Nacional. Ante la solicitud de Lombardo de “vaciados en yeso de los más importantes objetos del Salón de Monolitos”, Castillo Ledón aceptó formar una colección “compuesta de veinte piezas de las más interesantes”, para lo cual se requerían 250 pesos en oro nacional.[7] Este proyecto daría lugar en 1926 al Museo Casa de Alfeñique, aunque lejos de la finalidad buscada por Lombardo.

Estando Lombardo al frente del gobierno de Puebla, Felipe Carrillo Puerto, el gobernador socialista de Yucatán fue fusilado, siendo este uno de los momentos más trágicos de la rebelión delahuertista. Al enterarse de este crimen, Lombardo Toledano declaró:

Carrillo tenía cualidades extraordinarias: su amor al pueblo, su conocimiento profundo de Yucatán, su fe sin desmayos, su energía infatigable. […] El trágico fin de Felipe Carrillo Puerto no debe desalentar, sin embargo, a ninguno de los que trabajamos por la renovación social de México. Antes bien, su ejemplo debe estar siempre delante de nosotros para animarnos y darnos energía en esta obra difícil, pero necesaria y salvadora.[8]

El gobierno del estado de Puebla organizó una velada dedicada “a la memoria del mártir revolucionCarrillo Puertoario” en la que intervinieron Pedro B. Limón, en representación de la Confederación Sindicalista del estado, Mariano Sánchez en nombre de los campesinos organizados, y el propio gobernador Lombardo.[9]

También destacó en este periodo la iniciativa de Lombardo Toledano, Alfonso Caso, Henríquez Ureña, y Loera y Chávez, para fundar la revista Puebla, la cual trataría “todos los tópicos de orden social que puedan interesar a los habitantes del Estado de Puebla”, pretendiendo además, hacer de esa publicación “un órgano de intensa difusión social ocupándose en todos los problemas nacionales y presentando las grandes corrientes dinámicas e ideológicas que inquietan al mundo.” Agustín Loera y Chávez sería el director de la publicación y entre sus colaboradores se mencionó a Antonio Caso, Diego Rivera, Genaro Estrada, Dr. Atl, Daniel Cosío Villegas, Javier Icaza, así como personajes de la vida política estatal como Lauro Camarillo, Pedro Limón, Crisóforo Ibáñez, Juan Andrew Almazán, entre muchos otros.[10] Esta publicación fue muy efímera pues su vida se limitó a un solo número: el primero y el último.

En ese único número de la revista Puebla, el gobernador Lombardo publicó un artículo titulado “Morfología de las organizaciones sociales en Puebla”, en el que luego de un análisis de las formas de opresión y dominación de las que eran víctimas los trabajadores urbanos y campesinos de Puebla, y de las ineficaces formas de organización sindical para hacerles frente, concluía declarando:

Es necesario conservar la organización comunal de los campos llevando hasta la conciencia de sus miembros la supremacía de ese sistema de vida como organismo moral y productor.

[…] Es necesario llevar a la conciencia de los obreros organizados de la gran industria la idea de que las organizaciones deben reposar de hoy en adelante en la concepción clara y perfecta de cada uno de sus miembros respecto de lo que es la organización sindicalista.

Es necesario llevar a la conciencia de los artesanos el concepto de su ruina moral y económica, así como la necesidad de que se organicen en asociaciones por comunidades de producción.[11]

Grabado de Alberto Beltrán
Grabado de Alberto Beltrán

En las anteriores líneas, ya podemos distinguir a un Lombardo preocupado por cambiar el pensamiento de los trabajadores, haciendo énfasis en una conciencia de clase que había que desarrollar, destacando la organización y la unidad del proletariado en oposición al individualismo para realizar sus objetivos, todo ello razonado sin conocer todavía a fondo el pensamiento marxista pues, según él mismo, el estudio sistemático de las obras de Marx y Engels lo comenzó en 1925.[12]

Sin embargo, como se mencionó en el artículo anterior, el estado de Puebla vivía un periodo de gran inestabilidad política, por lo que las condiciones para que esa entidad tuviera un gobierno ilustrado-progresista no estaban dadas. Las acciones de gobierno emprendidas hicieron que la reacción exigiera al gobierno federal la remoción del gobernador.

El presidente Obregón en vista de tales presiones, por medio del secretario de Gobernación, Enrique Colunga, le pidió a Lombardo que dejara la gubernatura a finales de marzo de 1924. Era evidente que se necesitaba la energía de un militar al frente del gobierno y no el talento de un intelectual, así que Lombardo se separó del cargo a finales de marzo de 1924 y el general Alberto Guerrero fue designado gobernador interino.

Ante su salida del gobierno, la Sociedad de Estudiantes de Derecho en el Colegio del Estado envío a Lombardo un emotivo mensaje de despedida en el que le expresaron:

A pesar de que usted ya está lejos de nosotros, su nombre ha quedado grabado en nuestro corazón, teniendo a honra reputarlo nuestro compañero, así mismo lo hemos anotado en el catálogo de nuestros amigos predilectos y por consiguiente quedamos incondicionalmente a sus órdenes para atenderlo en todo lo que podamos servir, pues usted es una persona que nos dispensó múltiples bondades a las que no fuimos acreedores.”[13]

Su experiencia como breve gobernador de Puebla le permitió a Lombardo conocer de cerca los problemas sociales existentes aun varios años después de haber concluido la revolución armada, comprendiendo que las pugnas políticas por llegar al poder continuaban y los sectores más numerosos seguían sin recibir beneficios. Pudo además poner en marcha algunas reformas y programas con la finalidad de impulsar el desarrollo del estado.[14] Años después, el propio Lombardo reconocería: “Mi experiencia como gobernador de Puebla fue muy interesante para mi formación política”.[15]

Vicente Lombardo Toledano regresó a la Ciudad de México y ocupó el cargo de regidor del Ayuntamiento, para el que había sido electo meses atrás.

[1] VLT, “Criterio de gobierno”, Declaración publicada en el Boletín del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Puebla, tomo 1, núm. 8, Puebla de Zaragoza, 7 de enero de 1924, en Obra histórico-cronológica, México, CEFPSVLT, 1994: T.I, Vol. 2, pp. 5-7.

[2] Carta de Benigno Campos a VLT, Teziutlán, 14 de abril de 1924, en CEFPSVLT, Fondo Vicente Lombardo Toledano.

[3] Relación que manifiesta los pueblos que han sido dotados de ejidos, 1923-1924, en Fondo Histórico Lombardo Toledano de la Universidad Obrera de México (FHUOM), Legajo 43.

[4] Martín Tavira Uriostegui, Vicente Lombardo Toledano. Rasgos de su lucha proletaria, México, Partido Popular Socialista-El Día en libros, 1990: pp. 134-142.

[5] Pedro A. Palou, “Vicente Lombardo Toledano, Gobernador de Puebla”, en Marcela Lombardo (coord.), Vicente Lombardo Toledano y la batalla de las ideas, México, CEFPSVLT, 2005, pp. 213-214.

[6] VLT, “Iniciativa para crear el Museo de Historia, Arqueología y Etnografía de Puebla”, Circular publicada en el Boletín del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Puebla, tomo 1, núm. 8, Puebla de Zaragoza, febrero 9 de 1924, en Obra histórico-cronológica, op. cit.: T.I, Vol. 2, p. 52.

[7] Carta de Luís Castillo Ledón a VLT, 14 de febrero de 1924, en FHUOM, Legajo 47.

[8] VLT, “El asesinato de Felipe Carrillo Puerto”, Declaraciones publicadas en el Boletín del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Puebla, tomo 1, núm. 8, Puebla de Zaragoza, febrero 9 de 1924, en Obra histórico-cronológica, op. cit.: T.I, Vol. 2, pp. 8-9.

[9] Programa de la velada que el gobierno del estado dedica a la memora del mártir revolucionario Felipe Carrillo Puerto, 25 de enero de 1924, en FHUOM, Legajo 46.

[10] Carta de los fundadores de la revista Puebla a Guillermo Toussaint, 21 de febrero de 1924, en FHUOM, Legajo 48.

[11] “Morfología de las organizaciones sociales en Puebla”, en Puebla, revista quincenal de asuntos sociales e ideas de interés general, núm. 1, Puebla de Zaragoza, marzo 15 de 1924, en Obra histórico-cronológica, op.cit.: T.I, Vol. 2, p. 17, cursivas en el texto consultado.

[12] VLT, en James Wilkie y Edna M. de Wilkie, Vicente Lombardo Toledano. Teórico y militante marxista [Entrevistas 1964-1965], México, Partido Popular Socialista, 1989: p. 32.

[13] Carta de Roberto Ochoa a VLT, 25 de marzo de 1924, en FHUOM, Legajo 53.

[14] Leonardo Lomelí Vanegas, Breve Historia de Puebla, México, El Colegio de México-Fondo de Cultura Económica, 2001: pp. 340-342 y Gustavo Abel Hernández Enríquez, Historia Moderna de Puebla. Tomo II, 1920-1924. El periodo de la anarquía constitucional, México, s.e., 1988: pp. 100-101.

[15] Wilkie, op. cit.: p. 38.

CEREBRUM ITAQUE CONDUCTA

CEREBRUM ITAQUE CONDUCTA

Raúl Gutiérrez Lombardo

Darwin (1809-1882)
Darwin (1809-1882)

Uno de los comentarios más interesantes de Charles Darwin sobre la naturaleza humana lo constituye, sin duda, el que escribió en su Cuaderno de Notas C (1838).

En este cuaderno, Darwin señala que es nuestra maquinaria mental lo que nos hace diferentes del resto de los animales, “éste es un reemplazo de la maquinaria mental”, utilizando sus propias palabras. Y, con el desarrollo de las neurociencias, hemos descubierto que, en efecto, Darwin tenía razón, pues los humanos tenemos ciertos rasgos mentales únicos; los valores éticos y estéticos, entre ellos. Pero, ¿cuál es el significado de nuestra tendencia a valorar lo justo de lo injusto y lo bello de lo feo de la vida?

En este trabajo voy a intentar contestar esa pregunta que, en realidad, no es otra cosa que aportar más datos a la famosa opinión de Thomas Huxley (Oxford, 1882) de que somos los únicos monos preocupados constantemente en averiguar qué clase de monos somos, o, dicho en términos técnicos: de explicar nuestra conducta.

Dada la complejidad de este problema, existen diferentes posturas filosóficas para el abordaje de su estudio, que, por razones de tiempo, no me voy a detener en ellas, pero sí mencionaré que por lo menos podemos reconocer tres grandes corrientes de pensamiento, evolucionistas las tres, que han intentado explicarlo sobre bases científicas. En primer lugar, está la llamada explicación adaptacionista, cuya idea principal, de acuerdo con autores como Antonio Diéguez (2011), es que en lo que toca a las capacidades cognitivas en los animales y en los seres humanos, éstas son un rasgo fenotípico que puede explicarse como una adaptación al medio, siendo, por tanto, el resultado de la selección natural; en segundo lugar, está la llamada explicación ex-adaptacionista, de acuerdo con la cual, las capacidades cognitivas en los seres vivos que las poseen serían un producto de la evolución, pero un producto derivado, es decir, no serían una adaptación a determinada presión del medio, sino un rasgo neutro que no se fijó para un uso específico, y, finalmente, la que podríamos llamar explicación trans- formacionista, que implica, desde luego, también la adaptación al medio, pero por la manipulación tecnológica del ambiente.

¿Soy un mono? de J. AyalaEn mi caso, voy a decantar por la tercera opción y no sólo porque siempre he estado convencido que en los seres humanos la evolución biológica se ha, como dice Francisco Ayala en su libro ¿Soy un mono? (2011), trascendido a sí misma produciendo un nuevo modo de evolución, la evolución cultural, sino porque el desarrollo actual de la neurobiología ha aportado nuevas respuestas a este respecto que así lo confirman.

¿Y por qué digo que ahora contamos con nuevas respuestas provenientes del campo de la neurobiología? Pues porque ahora sabemos mucho más acerca de los rasgos que nos distinguen del resto de los monos, como es no sólo el hecho de contar con un cerebro de mayor tamaño, sino por saber, por ejemplo, el índice de evolución de algunos genes, como los que están implicados en nuestro lenguaje.

Entonces, ¿qué nos hace ser tan diferentes del resto de los monos? ¿Nuestro cerebro? Sí, nuestro cerebro, y sobre todo su ran producto, nuestra cultura. Esa extraña carpa, como dice Francisco Mora en su libro Neurocultura (2007), que cubre a los seres humanos que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquirido en tanto que miembro de una determinada sociedad y transmitido de generación en generación.

Para este autor, está claro que las culturas no nacen de pronto como producto de un acuerdo intencionado o consciente llevado a cabo por un grupo de seres humanos. Nadie, sostiene, ha decidido nunca de modo consciente, crear cultura. Las culturas son un continuum, son productos sucesivos creados por grupos de seres humanos que han obedecido, primero, a las reglas impuestas por sus genes y, luego, a esa obediencia que persigue salvaguardar la supervivencia del individuo y de la especie. Tampoco, indica este autor, en su origen, las culturas arrancaron sin un antes y un después. Podría quizá pensarse que las primeras culturas nacieron con el origen del hombre de aspecto moderno, aquel que apareció hace unos 100,000 años, tiempo en el que, al parecer, cuajó casi definitivamente el proceso evolutivo del cerebro humano y con él se fraguó la argamasa principal de cualquier cultura: el lenguaje. No, no fue exactamente así. La cultura humana tuvo un origen y ha tenido un proceso de evolución de por lo menos tres millones de años, pero tras el último periodo de su proceso evolutivo, hace apenas entre 60,000 y 30,000 años, hubo una explosión que fue el verdadero amanecer de la cultura humana. Tal vez ese remplazo de la maquinaria mental del que hablaba Darwin.

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Grabados Ocre Cueva de Blombos (Sudáfrica, 76.000 años de antigüedad)

La discusión acerca del origen de los seres humanos nos dice, independientemente de cuántas especies y cuándo salieron de África, cuna de la humanidad, que tras millones de años de evolución, una de esas especies dio lugar al Homo sapiens, y la clave para entender ese proceso fue el desarrollo de su cerebro y con él el de la cultura y el lenguaje propiamente humanos. Esto ocurrió con la aparición de las primeras manifestaciones artísticas y la conciencia de sí mismo que produjeron el llamado pensamiento simbólico, que viene marcado por la última gran transformación del cerebro. Esta transformación consistió en un refinamiento de las asimetrías entre los hemicerebros izquierdo y derecho y, consecuentemente, un refinamiento en las especializaciones funcionales de cada mitad del mismo.

Pero, ¿qué no habíamos señalado al principio que lo que nos distingue del resto de los monos es que tenemos ciertos rasgos mentales únicos, o conductuales para ser más exactos, como los valores éticos?

Francisco Mora afirma que este es precisamente el núcleo de la cuestión, pues no obstante que la conducta moral humana es un producto del devenir de los mecanismos emocionales y sociales desarrollados por los antropoi- des primero, y por los homínidos después, la ética humana tiene un grado de complejidad, tal como señala Antonio Damasio, que la hace sólo humana. El refinamiento es humano y los códigos (cerebrales) por los que expresamos nuestra conducta ética son humanos.

NIA_human_brain_drawing400¿Qué conocemos hoy, se pregunta Mora, de la ética y el cerebro? Para empezar, sabemos que el cerebro no parece contener centros ni circuitos neuraíes <éticos o morales>, es decir, módulos cuyo funcionamiento esté dedicado, en exclusiva, a producir los pensamientos y la conducta ética. La conducta moral es la elaboración mental de un producto que requiere de la participación de múltiples sistemas neuronales ampliamente distribuidos en el cerebro y que unas veces elaboran conductas <morales> y, otras, distintos tipos de conductas. La elaboración de un razonamiento o juicio moral, y su consecuencia en la conducta, requiere la actividad de ciertos circuitos neuraíes en un reclutamiento que sigue patrones de tiempo y en el que participan muchas y diferentes áreas del cerebro, desde el sistema límbico con las emociones, la memoria en contextos específicos (hipocampo y corteza cerebral), hasta las áreas de asociación de la corteza prefrontal, con la toma de decisiones, la responsabilidad y la propia y final cognición moral.

Fragmentos de la ponencia presentada en 18 de agosto en el Congreso “¿Naturalizarla Cultura?” del Instituto Nacional de Antropología c Historia en Taxco, Guerrero.

 

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