Germán List Arzubide, 1898 – 1998

Retrato de Germán List Arzubide

Germán List Arzubide nació el 31 de mayo de 1898, en la ciudad de Puebla, estado de Puebla (México), y falleció el 17 de octubre de 1998, en la ciudad de México. Fue un destacado poeta, escritor, periodista, político y revolucionario mexicano.

Banner comentario de apoyoHabiendo estudiado en la Escuela Normal y el Antiguo Colegio del Estado, Germán List muy pronto se incorporó a la Revolución. En 1913, siendo apenas un adolescente, se incorporó al batallón Paz y Trabajo como secretario particular del coronel Gabriel Rojano, quien estaba al mando de obreros y campesinos. Ya en 1920, cayó prisionero cuando acompañaba al presidente Carranza; y tras esto, en 1921 volvió a Puebla.

El desempeño revolucionario de Germán List lo llevaría de nuevo, en 1924, a trabajar junto al gobernador Vicente Lombardo Toledano, combatiendo la sublevación huertista. En 1929 llevó la bandera, que Augusto César Sandino arrebató a los intervencionistas norteamericanos en el combate de El Chipote, al Congreso Antiimperialista de Frankfurt del Main. Este acto le valió para compartir la dirección de la asamblea con Henry Barbusse, madame Sun-Yat-Sen, San Katayama y Nehru, y ser invitado a la URSS por los sindicatos soviéticos, donde permaneció hasta 1930. En 1932, viajó a los Estados Unidos, con Leopoldo Méndez, tras esto volvió a México donde denunció la discriminación estadounidense de los mexicanos.

Trabajando para el gobierno, Germán List Arzubide, en 1934 trabajó como inspector para la SEP de las escuelas particulares. En 1936 creó el Teatro Infantil de la SEP, junto con Méndez, Germán y Lola Cueto, Elena Huerta y Angelina Beloff. También ese mismo año formó el Ala Izquierda de Empleados Federales, antecedente de los sindicatos de trabajadores al servicio del Estado, mientras trabajaba para la Secretaría de Hacienda. Ese mismo año, en representación popular, acudió al congresos de la paz en Bruselas. También acudiría al congreso de paz de Wroclaw en 1946.

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Como periodista, en 1921, Germán List fundó las revistas Vincit, dedicada a los maestros del modernismo, y la revista Ser, dedicada a los poetas del simbolismo. En 1926 fundó la revista Horizonte. Desde 1941 a 1953, fue redactor de la revista Tiempo, y fue miembro del consejo de redacción de la revista Ruta. También colaboró con las revistas Excélsior, La Opinión y Siempre!. Su trabajo periodístico le valió para que, en 1983, le otorgaran el Premio Nacional de Periodismo Cultural.

Como docente, en 1926 Germán List Arzubide enseñó en la escuelas Preparatoria y Normal de Jalapa. En 1927, quedó a cargo de la Oficina de Extensión de la Universidad Nacional. Años más tarde, impartió historia para los obreros, por encargo del secretario López Mateos, y enseñó literatura a los maestros en el Instituto Federal de Capacitación. Esto le llevó a fundar, en 1957, la Academia Mexicana de la Educación.

Como poeta, artista y literato, Germán List escribió y publicó el Manifiesto N°2 del movimiento estridentista el 2 de enero 1923, junto a Maples Arce, Gallardo y Aguilón Guzmán. En 1935, junto con su hermano Armando, escribió sesenta dramatizaciones históricas, con narraciones que comprendían desde Quetzalcóatl hasta Cárdenas. Su obra comenzó a ser conocida a finales del siglo XX. Por esta razón, en 1994 recibió por su trabajo el Premio Rosete Aranda, y en 1997 el Premio Nacional de Lingüística y Literatura. Ese mismo año, el Instituto Nacional de Bellas Artes realizó un homenaje al Estridentismo.

Recordamos a Germán List con tres de los poemas publicados en su libro Esquina (1923), y seis dedicatorias al Mtro. Vicente lombardo Toledano.

POEMAS DE GERMÁN LIST

ESQUINA

Un discurso de Wagner
es bajo la batuta del
ALTO—Y—ADELANTE
La, calle se ha venido toda tras de nosotros
y la sonrisa aquella, se voló de mis manos
El sol te ha desnudado.

La ciencia se perfuma de malas intenciones
y al margen de la moda
se ha musicado el tráfico.
10.000 para mañana con la última quiebra
han bajado las lágrimas.

Lazaró—Lazaró
el viaje a Marte al fin se liará en camión.

Contra los Académicos la mañana
se ha levantado en armas
y reparte protestas en los programas.

Ahora los relojes adivinan la suerte
mientras las hojas secas usan ventilador
y sobre la sonrisa final de los retratos
se ha detenido un sueño 1902.

El cielo está agotado en los últimos discos
los escaparates hablan del amor libre
su nombre es un relámpago de tarjeta
postal Si no estuviera triste….

Se vende y se canta por 5 centavos
A Villa lo inventaron
los que odiaban al gringo

Me han robado los ojos que traía en el chaleco
¿sabe usted para dónde se ha mudado el correo?

Para hablar en inglés es necesario
cortarse la mitad de la lengua

Los teléfonos sordomudos
han aprendido a hablar por señas.

Quién halará los cables
que arrastran los eléctricos?

Los periódicos pagados
callan el asesinato de los perros.

La oratoria es el arte de saquear los bolsillos
y el recuerdo se vende de papel recortado
el trabajo es un grito amarillo
¿será un juego de bolsa lo del tiempo barato?

En todas las ventanas ya se venden cigarros

Sobre la incubadora
asoleada
están piando las horas.

Aquel amor lejano
era de la Secreta

todas las pantorrillas
viven de exhibición
y mientras los eléctricos
murmuran de mi pena
con sus banderas rojas
van pasando mis novias
en manifestación.

ESTACIÓN

Artículo lo.
hay que tocar el piano
en la balsa de los andenes.

Mientras las locomotoras bufan su impaciencia
las arañas tejen
su tela con hilos de música
para apresar la mariposa eléctrica.

La mecedora
sube por los peldaños de las notas
y un pájaro se deshila
en una obertura fascista
me perdí en la noche lamida de sus medias.

¡Cómo pesa este techo!!
Allá fuera una rosa está pidiendo auxilio
y pensar que los postes se mueren de fastidio,

Einstein no ha descubierto
quién inventó las moscas.

Era tan jugosa
de imposibles su boca.

Al fin sus manos se hicieron pedazos.

Pero a pesar de todo
un grillo da su conferencia
interceptando
el mensaje
crispado
de las estrellas.

SILABARIO

Mutt y Jeff no sabían
que ella se extravió en mis brazos
por esto la Academia
no la puso en su diccionario.

El otoño imprudente
nos espió por el ojo de la chapa
y el silencio iba en zancos.

Será el muerto el que chifla
la Adelita
en la esquina?

Esto de las traiciones
son chismes de la luna.

GRAN CONCURSO
junte los trozos de humo de su cigarro
y le daremos un premio
la noche se ha caído de mis manos.

Si la vida hablara!!!!

Se gratificará sin averiguación
a quien devuelva
una lista de nombres extraviada
entre Chapultepec y el cine UFA.

¿En 1950 las mujeres llevarán anclas?

Hay que tirarse de 40 pisos
para reflexionar en el camino.

En esta hora de calcomanía
desilvanada las manos de la risa
están sembrando alas.

DEDICATORIAS DE GERMÁN LIST

Portada List Arzubide, Germán. El Movimiento estridentista. Jalapa, Ver.: De Horizonte, 1927.
List Arzubide, Germán. El Movimiento estridentista. Jalapa, Ver.: De Horizonte, 1927.

Para el culto y laborioso luchador revolucionario don Vicente Lombardo Toledano. Muy afectuosamente, German List Arzubide.

Portada del libro de List Arzubide, Germán. Plebe: poemas de rebeldía. Puebla: Germán List Arzubide, 1925.
List Arzubide, Germán. Plebe: poemas de rebeldía. Puebla: Germán List Arzubide, 1925.

Para el Sr. Lic. Vicente Lombardo Toledano, con la más grande estimación de Germán List Arzubide

Portada del libro de List Arzubide, Germán. Esquina (poemas). México: Librería Cicerón, 1923.
List Arzubide, Germán. Esquina (poemas). México: Librería Cicerón, 1923.

Al Lic. Vicente Lombardo Toledano, con la alegría de que Teziutlán ya mero se salía de Puebla. Germán List Arzubide

Portada del libro de List Arzubide, Germán. El México de 1910: el maderismo. México: Ediciones Conferencia, 1963.
List Arzubide, Germán. El México de 1910: el maderismo. México: Ediciones Conferencia, 1963.

Para el Sr. Lic. Vicente Lombardo Toledano con mi afecto. Germán List Arzubide

Portada del libro de List Arzubide, Germán. La batalla del 5 de mayo. México: Margen, 1962.
List Arzubide, Germán. La batalla del 5 de mayo. México: Margen, 1962.

Para el Sr Lic don Vicente Lombardo Toledano con mi profunda admiración por su larga, clara y tenaz lucha revolucionaria. Afectuosamente. Germán List Arzubide Junio de 1962

Portada del libro de List Arzubide, Germán. Ramón López Velarde y la Revolución Mexicana. México: Ediciones Conferencia, 1963

List Arzubide, Germán. Ramón López Velarde y la Revolución Mexicana. México: Ediciones Conferencia, 1963

Para el Sr Lic Vicente Lombardo Toledano con la admiración por su lucha de Germán List Arzubide

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Obras de Germán List Arzubide

  • Plebe poesía anarquista (1925).
  • Esquina poesía estridentista (1925).
  • Mueran los gachupines (1926).
  • El movimiento estridentista (1926).
  • Emiliano Zapata (exaltación) (1927).
  • El viajero en el vértice (1927).
  • Lenin, un técnico de la revolución social (1929).
  • Práctica de educación irreligiosa (1933).
  • Troka, el poderoso (1939).
  • Es la revolución (1955).
  • Giuseppe Garibaldi. Héroe de dos mundos (1960).
  • La batalla del 5 de mayo de 1862 (1962).
  • Ramón López Velarde y la Revolución mexicana (1963).
  • Madero, el México de 1910 (1973).
  • Poemas estridentistas (1986).
  • Arco iris de cuentos mexicanos (1991).
  • Teatro guiñol comedias completas (1997).

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


Enrique González Rojo, 1889 – 1939

Enrique González Rojo nació el 25 de agosto de 1889, en la ciudad de Sinaloa de Leyva, estado de Sinaloa (México), y falleció el 9 de mayo de 1939, en la Ciudad de México. Fue un destacado abogado, docente, editorialista, literato, diplomático y poeta mexicano.

Ya estudiando en la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México, entró en contacto con intelectuales tan importantes como Bernardo Ortiz de Montellano, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza y Carlos Pellicer, con los que mantendría una extensa relación a lo largo de su vida. Años más tarde, se tituló como abogado por la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional, donde conoció a Antonio Caso, Ramón López Velarde y Enrique González Martínez, por medio del Ateneo de la Juventud. Fue entonces cuando él y sus compañeros comenzaron a publicar en las revistas Pegaso y San-Ev-Ank.  

En 1919, Enrique González Rojo, junto con José Gorostiza, dirigió la Revista Nueva, llegando a publicar dos números ese mismo año. Pero su trabajo editorial más importante será cuando en 1928, Rojo funde la revista Contemporáneos junto con Bernardo J. Gastélum, Ortiz de Montellano y Torres Bodet. Esta revista, con 43 número publicados, estuvo en funcionamiento desde 1928 hasta 1931. A día de hoy, está considerada como «una de las más notables revistas literarias de México»[1]. Rojo también dirigió la sección literaria de El Heraldo de México y colaboró en Antena, México Moderno, Ulises y La Falange.

Como académico, Enrique González Rojo impartió clases en la Universidad Nacional y dirigió el Departamento de Bellas Artes del Gobierno de México.

Como autor literario, aunque Enrique González Rojo no fue prolífico, su obra gozó de una buena crítica, destacando la de Salvador Elizondo. De manera póstuma, sus escritos fueron editados por Guillermo Rousset Banda y Jaime Labastida, y publicados en 2002 bajo el título de Obra completa: versos y prosa, 1918-1939.

manejó con maestría todas las grandes innovaciones […] sin perder ninguna habilidad para emplear las formas tradicionales. (Salvador, 2017)[2]

Recordamos a Enrique González Rojo con tres de los poemas publicados en su libro Espacio (1926), y una dedicatoria al Mtro. Vicente lombardo Toledano.

POEMAS

LOS CUATRO MARES

1. MAR DEL AMANECER

Alegre, tranquilo,
acaricias La nave.
Tan sereno

como el monte,
tu guardián eterno.

La leve música del agua,
se confunde con el silencio.
Claro murmullo,
como el lento
pasar de pájaros
en vuelo.

La espuma de tus ondas
bañan la luz y el fuego
del sol, que las adorna
con los colores del espectro.

Una banda de peces voladores,
como una procesión de puntos negros,
te arroja su mancha de tinta…
Al golpe, repentinamente ciego
chocas contra los flancos de la nave,
que regocijas con tu juego.

Mar del amanecer, mar que eres niño,
rosado por la aurora, movido por el viento.
cantado por los hombres
V acari-ciado por el pensamiento!…

II. MAR DEL MEDIODIA

El sol tocó las aguas y acrecentó su canto.
Esta ola viajera
despavramó su música
sobre la arena.

La brisa y el calor mueven las hojas
de la palmera.
Los pájaros marinos
vallan, abochornados, sus confidencias.

Una familia de tortugas
sale a tomar el fresco a la ribera.
Y tú, delfín que asomas
entre la espuma la cabeza,
escuchas el rumor de dos mares
aspiras el olor de la floresta?

III. MAR DE LA TARDE

Lo que antes era fino concierto,
hoy es una sinfonía:
cobre de los intrumentos
en las cuerdas de oro del día.

La marcha heroica de la tarde
los sones del mar harmonizan;
mas la batuta del sol desaparece
y la confusión se inicia
con sonidos falsos de rocas-oboes
y apresuramiento en las olas flautistas.

Bajo el incendio de las nubes
el desorden se precipita,
y la vanguardia de las sombras
calla ¡los cantos y rompe la lira.

IV. MAR BAJO LA LUNA

Bajo la noche, de la nave
han salido las mismas preguntas:
—¿Acaso sabemos hacia dónde vamos?
—¿Nos habremos equivocado de ruta?

Hace tiempo que dejamos la tierra,
y por el mar de la aventura
arribaremos esta noche
a la capital de la luna…

 MAR DE LAS QUIETAS LATITUDES
(A Gerardo Estrada)
En el mar de las quietas latitudes,
navegábamos
sobre las ondas azules
y en compañía de los pájaros.La mañana era clara y el pensamiento claro
en el mar de las quietas latitudes,
porque era nuestro el canto
de la brisa, y el perfume
delas ondas, y el espectáculo
de las luces.

Como las horas inútiles,
no se marcaba nuestro paso
en el mar de las quietas latitudes,
y nuestros deseos fantásticos
morían contra las inmunes
corazas de los trasatlánticos,
contra el vuelo apacible de las nubes
y contra los rayos
del sol de octubre,
descoloridos y románticos…

EL BUZO

Valga fosforescencia luminosa
entibiaba
la curva superficie de las ondas.

Llamaba el mar,
y yo solté mis manos de la borda
y comencé a bajar…

Lento era el baño de la luz. Absorta
mi alma se cubría de oro y sol.
Antes pesaba el cuerpo, pero ahora
el mar volviómelo ligero,
tal como el aire y la canción.

Llamaba el mar,
y yo seguía… hundiéndome
cada vez más y más…

De Repente apagáronse las luces
como lámparas eléctricas rotas.
Sentí la detonación en mis oídos
amarga, contenida y sorda.

Llamaba el mar.
La cuerda se alargaba y yo seguía
bajando más, bajando más…

 

Portada del libro Espacio de Enrique González Rojo.
Enrique González Rojo. Espacio (poemas). Madrid: Mundo Latino, [s.f.].

A Vicente Lombardo Toledano, cordialmente (firmado) E. González Rojo.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

PUBLICACIONES

  • En el puerto y otros poemas (1923)
  • Los cuatro mares, La pajarita de papel (1924)
  • Espacio (1926)
  • Viviendo en el mar (1927)
  • Romance de José Conde (1939)
  • Elegías romanas y otros poemas (1941)
  • Obra completa: versos y prosa (1918-1939) (2002)

[1] Martínez, José Luis (31 de marzo de 2000). «El momento literario de los contemporáneos»Letras Libres. Consultado el 16 de julio de 2017.

[2] Elizondo, Salvador. «Los “Contemporáneos” y sus Contemporáneos»La Máquina del Tiempo. Consultado el 16 de julio de 2017.

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


Serafín J. García, 1905 – 1985

Serafín José García nació el 5 de junio de 1905, en Cañada Grade, Treinta y Tres, y falleció el 29 de abril de 1985, en Montevideo. Fue un destacado escritor y poeta uruguayo de proyección internacional.

La única educación formal que recibió Serafín J. García fue escolar, en la localidad de Vergara, el resto de su educación fue autodidacta. Esto no le impidió formarse como tipógrafo en 1917, lo que le sirvió para publicar su primeras rimas, narraciones y composiciones literarias poco tiempo después. Además, gracias a su trabajo en la biblioteca del club social, se inspiró en autores clásicos españoles y otros autores como Leónidas Andreiev, Henri Barbusse, Romain Rolland y Máximo Gorki. Su desempeño literario, también le sirvió para trabajar como periodista local.

En 1936 publicó su primera obra poética, Tacuruses, con prólogo de Ledo Arroyo Torres. Esta obra tuvo tal éxito que Serafín J. García fue premiado por el Ministerio de Instrucción Pública. El 18 de febrero de ese mismo año, el presidente Gabriel Terra firmó un decreto presidencial por el cual se distribuyeron 300 ejemplares de la obra en distintas Jefaturas Policiales del País y se ascendió a García al grado de sub-comisario en Santa Clara de Olimar, aunque siguió trabajando en la jefatura de Treinta y Tres hasta 1940.

En 1968, Serafín J. García publicó Piquin y Chispita, obra que fue catalogada como una de las diez mejores obras nacionales de este género publicadas entre 1967 y 1968. También recibió por esta misma obra la Mención de Honor del Premio «Hans Christian Andersen» de Literatura Infantil Universal, el 4 de abril de 1970, en Bolonia (Italia).

En 1983 pasó a formar parte de la Academia Nacional de Letras del Uruguay, tras ser nominado en 1974.

La proyección literaria de Serafín J. García, le valió para ser reconocido internacionalmente, con obras traducidas al inglés, al portugués, al francés, al yidis y al italiano.

Recordamos a Serafín J. García con dos de sus poesías y una de sus dedicatorias al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

ROMANCE DEL LABRADOR
SIN CANCIONES
Hala que hala la yunta.
Corta que corta la reja.
Brilla que brilla la escarcha
sobre la negra paniega.Va el ancho tajo del surco
despanzurrando la tierra,
que paga en buenos olores
al hierro que la penetra.Las palomas y los tordos
—bruma y sombra, noche y niebla—
­desanillan las lombrices
enroscadas en la gleba.Hala que hala la yunta
sobre la tierra morena.
Brilla que brilla el azúcar
de la escarcha mañanera.Y el labrador —ceño adusto,
manos rudas, tez cobreña—
crispa que crispa los puños
obre la tosca mancera.Va sin palabras ni cantos
—silencio de hierro y piedra—,
curvado el enjuto cuerpo,
cansina y gacha la testa.En tanto la aurora exprime
la pulpa de sus cerezas,
y el hornerito alfarero
su laborar recomienza.En tanto los herbazales
trascienden a primavera,
y el aire limpio se endulza
con el olor de las yemas.Se irán las blancas heladas.
Se irá la negra tristeza.
Ya está setiembre aniñando
de brotes las arboledas.

Ya se ha encendido la brasa
del churrinche en la pradera,
y anda cardando vellones
de nubes una cigüeña.

Ya el sol acuesta brazadas
de luz jugosa en la hierba,
y el día surte su alforja
con zumos de espliego y menta.

Hala que hala la yunta
sobre la negra paniega,
mientras setiembre reparte
su carga de vida nueva.

¿Nada le trae al labriego
que está binando la tierra?
¿Ni el verde de una esperanza?
¿Ni el rosa de una promesa?

¡Ay!, labrador sin canciones
—silencio de hierro y piedra—:
empozada en tus pupilas
se quedará la tristeza…

Labrador de callos duros
como raíces resecas,
como terrones sin lluvia,
como carozos sin tierra.

Oro de espigas candeales
dará otra vez la paniega,
mas no irán a tu granero
los granos de la cosecha.

Parvas de rubias gavillas
perfumarán esa tierra.
Con sus rimeros de trigo
se marcharán las carretas.

Y tú a limpiar los rastrojos
y a rejar para otra siembra,
que ofrecerá nuevos granos
para las nuevas moliendas…

Hala que hala la yunta.
Ya está setiembre en las yemas
y en el verdor del herbajo
que trasciende a primavera.

¡Ay!, labrador sin canciones
que labras la tierra ajena:
tanto trigo que has sembrado
¡y ni un pan blanco en tu mesa!

 ROMANCE DE LA LLUVIA TRUNCA

Alégrate, labrador,
que el cielo se está cubriendo,
y antes que cierre la noche
tendrás la lluvia en tu huerto.

Esas nubazas buchonas
traen en sus odres repletos
el cantarino y gozoso
milagro del aguacero.

Ya están las píricas ranas
sus ocarinas tañendo,
y hay una prisa de hormigas
camino del hormiguero.

Alégrate, labrador,
que el cielo se está cubriendo,
y en júbilo de cristales
vendrá la lluvia a tu huerto.

Se dará en trémolos claros
a los tallos macilentos.
Se filtrará en las raíces
y en los cogollos enfermos.

Y verdeará el alfalfar,
y el trigal se pondrá bueno,
y tendrás choclos lechosos
para dorar en el fuego…

Alégrate, labrador,
que ya redoblan los truenos
y los relámpagos rayan
de viborones el cielo.

¡Ya caen las primeras gotas!
¡Aleluya, compañero!
¡Ya repican en las hojas
del maizal amarillento!

¡Con qué avidez las absorbe
la tierra! ¡No es para menos!
¡Lo que ha sufrido la pobre
con estos soles de enero!

Alégrate, labrador,
que ya está aquí el aguacero,
y habrá pororó sabroso
para las noches de invierno.

¿Por qué esa cara de angustia?
¿Por qué esos ojos de miedo?
¿Por qué esas manos mesando
los cenicientos cabellos?

¡Ah, compañero, qué pena!
¡Se está levantando viento,
un seco viento del Norte
que viene a barrer el cielo!

Arreará todas las nubes
ese maldito tropero,
camino del mar distante
que no necesita riegos.

Volverán los soles largos
a chupar la savia al huerto,
y no habrá ni una espiguita
para el hambre del invierno…

Ya se marcharon las nubes,
ya está despejado el cielo,
y el viento perverso canta
su triunfo en los tallos secos…

¡Qué dura es tu suerte, amigo!
¡Qué dura! ¡Recién comprendo
por qué se han encanecido
tus cabellos a destiempo!

García, Serafin J. Tierra amarga: romances. Montevideo: Impresora Uruguaya, 1938.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Para el prestigioso intelectual Vicente Lombardo Toledano, con mi admiración y mi simpatía más
cordiales. (Firmado) Serafín J. García, XI – 16 – 1935, s/c Bacaray, Montevideo, Uruguay

Catálogo bibliotecario en línea
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

OBRA

  • Tacuruses (1936)
  • En carne viva (1937)
  • Tierra amarga (1938)
  • Burbujas (1940)
  • Barro y Sol (1941)
  • Asfalto (1944)
  • Raíz y ala (1949)
  • Romance de Dionisio Díaz (1949)
  • Las Aventuras de Juan el Zorro (1950)
  • Agua Mansa (1952)
  • Flechillas (1957)
  • Los partes de Don Menchaca (1957)
  • El Totoral (Recuerdos de mi infancia) (1966)
  • Piquín y Chispita (1968)
  • Leyendas y supersticiones (1968)
  • Blanquita (Nuevos relatos de “El Totoral”) (1969)
  • La vuelta del camino (1970)
  • Estampas uruguayas (1971)
  • Romance del 25 de agosto (1977)
  • Milicos, contrabandistas y otros cuentos (1986)

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


Jorge de Lima, 1893-1953

Jorge Mateus de Lima, conocido como Jorge de Lima, nació el 23 de abril de 1893, en Río de Janeiro (Brasil), y falleció el 15 de noviembre de 1953. Destacó como escritor, poeta, pintor, político y médico.

En 1909, con apenas 16 años, se marchó de Maceió, donde había estado viviendo desde 1902, al Salvador, para estudiar medicina. Tras licenciarse, volvió a Brasil, a Río de Janeiro, y publicó su primer libro XIV Alexandrinos, por el que recibió el título de “Príncipe de los poetas de Alagoas”. Tras esto, volvió a Maceió en 1915 para dedicarse a la medicina, la literatura y la política.

Luego de la Revolución de 1930, un golpe de estado liderado por los estados de Minas Gerais y Río Grande del Sur, Jorge de Lima se trasladó a Río de Janeiro para establecer un centro médico en Cinelândia, la Plaza Floriano. Esta plaza, a principios del siglo XX concentró gran parte de la vida política y cultural de Brasil, con una serie de edificios monumentales dedicados al teatro, al arte y la educación. El centro médico de Mateus con el tiempo se convirtió también en un taller de pintura y escultura al que acudían intelectuales como Murilo Mendes, Graciliano Ramos y José Lins do Rego.

Se le recuerda como unos de los poetas más importantes de Brasil. La composición de su poesía compuesta originalmente en formato alejandrino, evolucionaría a un estilo modernista. Un hecho significativo que también definió su obra poética, fue su conversión al catolicismo en 1935.

Como político, fue miembro de la Asamblea Legislativa de Alagoas de 1918 a 1922, en 1926. Jorge de Lima también llegó a diputado estatal, y a edil en 1946.

En 1952, Jorge de Lima publicó el poema Invenção de Orfeu (Invención de Orfeo), una de las obras más importantes de la lírica brasileña. Un año después falleció a la edad de 60 años.

Recordamos a Jorge de Lima con dos de sus poesías y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

TRECE DIAS A CAMINO DEL DESIERTO

La cabellera de las nebulosas había emblanquecido,
ninguna estrella temporaria existía más en el catálogo general de las constelaciones,
una comprensión unánime envolvía la tierra, de oriente a occidente.
Entonces, en el desierto, donde nunca medrara simiente,
nacieron flores jamás vistas, que las Virtudes
o las Potestades habían sembrado.
Y, como el perfume y el polen fuesen traídos por el viento hasta los pueblos de las playas del mar,
en el primer día,
las abejas y los escarabajos dorados habían emigrado para allá;
y, en el segundo, los pájaros-moscas transportaron sus nidos
a camino del desierto;
y, en el tercero, pastores, magos y jardines se juntaron,
y, en el cuarto y quinto, el cortejo era inmenso y más numeroso que las estrellas del cielo;
y venían en él mujeres de cabello suelto y de senos fecundos,
y otras, ya fecundadas, que iban a fin de que sus hijos naciesen puros bajo el polen sagrado;
e iban millares de vírgenes que habían sentido desde lejos
la presencia de las flores, y querían dormir junto a ellas para despertar más lindas;
El hálito de la gran masa era tan poderoso que producía las mareas, la oscilación de las palmeras la caricia de las brisas,
y cuando llegaba a las orillas del mar, las olas se entreabrían y el cortejo pasaba;
en el sexto día, la tierra se agrietó y millones de cabezas decapitadas se incorporaron al desfile,
y esas cabezas, que pertenecieron a grandes alucinados y a grandes precursores, conservaban delante de ellas visiones nunca vistas y muchas cosas que apenas comenzaban a nacer;
y después de las cabezas venía la nación de los videntes, de los tocantes y de los oyentes,
viendo, tocando y oyendo seres que no vemos,
pensamientos envueltos de nubes,
y gritos que se interrumpieron desde las primeras generaciones;
ruedas de fuegos de artificio distribuían mensajes y alimento a los hombres de buena voluntad,
grandes águilas lentamente volaban sobre la procesión llevando amazonas doncellas
o dejando quietas las alas para dar sombra a los cansados;
en el séptimo día, el cortejo pasó a través de grandes cascadas, y niñas de largas trenzas se juntaron a los nuestros,
cantando y danzando bajo un bello arco iris;
y en el octavo día, grandes máquinas redimidas de los crímenes en que fueron cómplices de los hombres,
automáticamente rodaban cubiertas de flores, obedientes y mudas;
muchos perfumistas avergonzados y orgullosos ingerían venenos de plantas;
y serpientes verdes de los bosques vírgenes y de las aguas nunca alumbradas, se arrollaban a las cinturas de las doncellas o les adornaban los tobillos y los cuellos para ir también hacia el desierto;
y en el noveno día, hortelanos plantadores de mirra, de cinamomo, y fabricantes de bálsamos sagrados, nos buscaron tan ávidos que no vieron al rey que quedó solitario en su trono
porque todas las mujeres y favoritas
y donceles y eunucos y doncellas del harén habían venido
con nosotros, con sus candiles y sus adornos;
y muchos generales quedaron sin comando porque las tropas los abandonaron por el gran cortejo;
a la menor señal de los conductores de las tribus,
codornices y otros manjares
bajaban sobre la multitud.
Y no había tiempo para armar las tiendas,
y acampar el varón con su amada,
pues al segundo toque de trompeta
las noches se disipaban y las profecías
eran accesibles a todos;
en el décimo día, ordenamos que se abriesen pozos
junto a los labios de todos los sedientos
y que viniesen los náufragos a aumentar el cortejo;
y en el undécimo: “i venid, pájaros, a cantar en nuestras madrugadas!
y júntense las aguas madres y sepárense de nuevo
de las aguas del diluvio y nos acompañen también para el desierto”;
y en el duodécimo, vio Dios que todo era bueno;
y en el décimo-tercero toda la infinita multitud divisó,
al subir la montaña desde la que se avista el desierto,
que el poeta iba en la frente, conduciendo su pueblo.
Y a la sombra de las grandes flores
los hombres crecieron y se multiplicaron;
y el resto del mundo estaba vacío y vano
y era como el antiguo desierto.

EL POETA QUE DENTRO DE VOS DUERME

Él poseía largas manos
y ojos acariciadores.
Él era duro, áspero y triste
y algunas veces dichosísimo.
Si alguien lo mirase de cerca
ciertamente que vería
que venía de muy lejos
y que había lunas extintas
esparcidas por su cuerpo.
Él era puro como un niño
y sabio como un profeta;
más ligero que cualquier flecha
iba de un siglo a otro siglo.
Y a través de las cosas veía;
mas rápido se enternecía
pues era la vida que adivinaba
con sus desastres sucesivos.
Él se acordaba de cuando
dormía en los tiempos sin fin.
En sus manos existía
un halo que se ignoraba
si era celeste o infernal.
Y sus espaldas poseían
el ruido de alas que vuelan.
Sufría mucho el ser extraño
con la iniquidad de los hermanos,
con la opacidad de los hombres.
El mundo era muy lento
para sus pasos de gigante.
Muchas mujeres lo escarnecieron,
pues no escuchaba sus llamadas
si eran sucios sus apelos.
A nadie este hombre temía;
sólo de sí tenía miedo
y a los seres que en él vivían
y a los túmulos que en él había.
Cuando la mano en un hombre posaba
este hombre se retraía;
sólo quedaban los huesos,
pues lo demás él comía
con su memoria legendaria,
con su pura inteligencia.
Le placía ir todas las tardes
a andar por las playas del mar;
hablaba con las algas y las conchas
e iba a dormir en la pleamar
acunado en las móviles aguas.
Sus mareas eran diversas,
su sombra iba a los desiertos.
Él había llegado antes,
antes de ser creado el mundo:
era un ser duplo, triple, cuádruplo,
era sin tiempo y sin espacio,
y al mismo tiempo realísimo.
En las florestas negras e inmensas
andaba,vagabundo, muchas veces.
Varias princesas lo llamaron:
llegó siempre a ellas procurando
el ser ideal que imaginó.
Y no hallándolo nunca en el mundo
reposa, reposa, reposa
dentro de cada uno de nos.

Poemas (1927). Río de Janeiro: Gráficas del Norte.

A Vicente Lombardo Toledano, con mi más alto aprecio. (Firmado) Jorge de Lima, 27-9-39.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Catálogo bibliotecario en línea
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

OBRA

Poesía

  • XIV Alexandrinos (1914)
  • O Mundo do Menino Imposible (1925)
  • Poemas (1927)
  • Novos Poemas (1929)
  • O acendedor de lampiões (1932)
  • Tempo y Eternidade (1935)
  • A Túnica Inconsútil (1938)
  • Anunciação y encontro de Mira-Celi (1943)
  • Poemas Negros (1947)
  • Livro de Sonetos (1949)
  • Obra Poética (1950)
  • Invenção de Orfeo (1952)

Novela

  • Salomão e as Mulheres (1927)
  • O anjo (1934)
  • Colunga (1935)
  • A mulher obscura (1939)
  • Guerra dentro do beco (1950)

Ensayo

  • A Comédia dos Erros (1923)
  • Dois Ensaios: Proust e Todos Cantam sua Terra (1929)
  • Anchieta (1934)
  • História da Terra e da Humanidade (1937)
  • Vida de São Francisco de Assis (1942)
  • Vital (1945)
  • Vida de Santo Antonio (1947)

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


Ramón Guirao, 1908 – 1949

Ramón Guirao nació el 11 de octubre de 1908, en Pinar del Río (Cuba), y falleció el 17 de abril de 1949. Destacó como poeta, siendo uno de los primeros en escribir poesía sobre el tema negro. Una de sus primeras obras negristas fue Bongó.

Sus primeros escritos datan de 1928, cuando publicó para el Diario de La Marina el poema La bailadora de rumba. Otras obras con las que destacó el autor fueron Poemas negros y Órbita de la poesía afrocubana. Dejó inéditos los poemarios Cuadrante y Seguro secreto.

Como periodista, Guirao colaboró con la Revista Avance, Alerta, La Prensa, Orbe, Carteles, Social, Línea, Revista Bimestre Cubana, Bohemia, Espuela de Plata, Verbum y Orígenes. En 1937, llegó a jefe de redacción de la revista Grafos gracias a que ganó el premio nacional de ensayo de tema cubano del Concurso de la Secretaría de Educación.

Ramón Guirao también fue uno de los fundadores de la Sociedad de Estudios Afrocubanos.

Recordamos a Ramón Guirao con seis de sus poesías y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

BAILADORA DE RUMBA

Bailadora de guaguancó,
piel negra,
tersura de bongó.
Agita la maraca de su risa
con los dedos de leche
de sus dientes.
Pañuelo rojo
—seda—,
bata blanca
—almidón—,
recorren el trayecto
de una cuerda
en un ritmo afrocubano
de

guitarra,
clave
y cajón.

«¡Arriba, María Antonia,
alabao sea Dió!»
Las serpientes de sus brazos
van soltando las cuentas
de un collar de jabón.

Diario de la Marina, abril 8 de 1928.

ESTAMPA DE SAN LAZARO

Este día de San Lázaro
tiene olor a estampas viejas,
a cirios y llagas frescas.
Ruedan alegres de aire
sonidos de cueros secos,
mil Locas están hablando
de ron, sudor y monedas.
Mil corazones latiendo.
Mil pies arañan el suelo
y otros mil lo pulen luego.
¡Cómo bailan sus trompos
redondos las caderas!
¡San Lázaro pide vela!

Alboroto de camisas,
banderas de callejón,
los negros están soñando
lentos caminos de son.
De negro es la sombra
que enciende el altar,
saluda y se vuelve a sentar.
De negro es la sombra
que entra, que sale,
que «traga», canta y se va.
Negro que «etá claro y sabe
ata adonde pué yegá».

Este día de San Lázaro
tiene olor a estampas viejas,
a cirios y llagas frescas.
¡Cómo sienten los vecinos
negras cosquillas de cuerdas!

1928.

CANTO NEGRO DE RONDA
Para Raulín Blanco

¡Quiquiriquíii!

Los caminos
de alas grises
en el Oriente
se esconden
sin preguntas
de haciadónde.

¡Quiquiriquíii!

—¡Jongolojongo
del Rey Congo,
mi puchunguito:
quita manito,
cabesa e guayo,
que la gayo
ba pica a tí!

¡Quiquiriquíii!

—¡Ba pica a tí, nengrito!
Quiquiriquíii,
conguito,
quiquiriquíiii.
¡Babalú pa mí!

—¡Jongolojongo
del nengricongo!
¡Babayú-ayé !
La gayo se fué.
¡Babayú-ayé!
La gayo se fué.

1931 (inédito).

E NEGRO ETA BASILON
A Eusebia Cosme

Pique, repique e bongó,
repique, pique e bongó,
que e negro etá basilón.

—¿Meto mano o piro?
Quiero guaguancó
y una sintura que siga
e pasiyo que doy yo.

Pique, repique e bongó,
que e negro etá basilón.
—Se dio un codcorrón de grifa
y no sabe, cheche,
lo chébere que soy yo.
Pa ebitá la bronca, toca;
no tengo arriba la fioca.

Pique, repique e bongó,
repique, pique e bongó,
que e negro etá basilón.

Se mueve un ciclo de bembas
sobre una esfera de sol:
mitad sombra, mitad ron.
En las Antillas Mayores
un son, a lágrima viva,
llora llorando sudor.

—¡Quiero guaguancó
y una sintura que siga
e pasiyo que doy yo!

Pique, repique e bongó
que e negro etá basilón…

1933

 DECIMAS
Para Alberto Delgado Montejo1
Porque al ritmo de la conga
se muevan nubes de nalgas:
pez vivo bajo las algas…
¡Asunción, Niña Bitonga,
Remigio André, Pepe Longa !
Plateado cristal quebrado,
gallo y plumas, desplumado,
sin redoble de atabales.
Santo negro de los males
por el aire, desalado…2
Muerte ya tan cerca y sola:
que no hable Tula de changa
con risa de Ña Bundanga,
envuelto en flecos de ola
su vientre de caracola.
Que sí, dijo la culebra
al golpe que no la quiebra.
Que no, dijo la matamba,
pasito a paso de zamba.
¡Ñata, yamba, ñeque, yebra!…3
Cera amarilla de altares,
jengibre y escoba amarga
cuando la sombra se alarga
tostada sobre los mares.
Filo mellado de ijares,
canto nuevo bajo el ala;
el dolor todo lo iguala
en las cuerdas de mi tres.
¡Sin voz, pero del revés,
llanto de la vida mala!SEXTETO
A Fernando García Mora, maestro impresor.1 (guitarratres)
Boca, lágrima, madera,
cuerda de acero y espina
al dedo que no te afina
clavándose en tu cadera.
Amante de larga espera,
espera larga de amante.
Jacinto, nata, flamante
galope de cal y plata,
diapasón de agua escarlata
para mi sangre quemante.2 (maracas)

Quien por el aire te ve,
china furiosa de fibra,
revuelo de mangas vibra
en ademán que yo sé…
Aquí dentro te clavé,
por dolorosa empuñada,
fruta de mano morada.
Nueva pared para el tope:
al ritmo de tu galope
vieja canción recordada.

3
(bongó)

Que no te escuche el rumbero
caliente de llama entera,
que dentro de ti no muera
el látigo del negrero.
Cara y cruz, tú, bongosero:
risa blanca y piel morena
cuando mi cuero resuena
la bóveda de tu mano.
El blanco repita: hermano,
brazo a brazo, voz serena.

(clave)
Cerca de mí, contra el viento,
la tibia garganta sabe
la negra voz de la clave.
Detrás de mí, sin lamento,
la guitarra, por momento,
se queda desamparada;
ceñida no, desligada
del seco llanto de cruz
que a gotas hiere de luz
la larga bata rosada.

(contrabajo)
Si aquí la fama derrama
virutas sobre tu caja,
sencilla fue la mortaja:
polvo, sombra, seca rama.
Oculta mano de grama
resbala por tu cordaje.
Hoy, olvidando moblaje
en casa del cumbanchero;
con plata no, sin dinero,
pero con mucho coraje.

(cornetín)
Llaves, caracol de cobre
en el azul trompetero,
hacia lo alto viajero
en espera que te nombre,
con ansias de lo que sobre
para tu gloria futura.
Cornavoz de punta dura
clavado en el firmamento
del son, imagen del viento
en fijo salto de miura.

1936

 

 

 

 

 

Carátula del libro Órbita de la poesía afrocubana, 1928-37 (Antología). La Habana: Ucar, García, 1938.
Órbita de la poesía afrocubana, 1928-37 (Antología). La Habana: Ucar, García, 1938.

A Vicente Lombardo Toledano con un afectuoso saludo Ramón Guirao, 1938.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Catálogo bibliotecario en línea
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


 

Jaime Torres Bodet, 1902-1974

Fotografía de Jaime Torres Bodet

Jaime Torres Bodet, originario de Barcelona (España), nació fruto del matrimonio de Alejandro Torres Girbent y Emilia Bodet, el 17 de abril de 1902, en la Ciudad de México, donde cometió suicidio el 13 de mayo de 1974. Apodado como Celuloide y Sube y Baja, compartió el seudónimo de Marcial Rojas con Bernardo Ortiz de Montellano. Destacó como diplomático, escritor, ensayista y poeta mexicano, llegando a pertenecer al grupo de Los Contemporáneos.

Banner comentario de apoyoEstudió primaria en la escuela Normal de Maestros, donde se graduó a la edad de 11 años. Tras esto ingresó en las Escuela Nacional de Preparatoria, terminando el bachillerato a la edad de 15 años. Estudió la carrera de Filosofía y Letras en la Facultad de Jurisprudencia y en la de Altos Estudios de la Universidad Nacional de México. Fue secretario de José Vasconcelos en 1921, y de Bernardo Gastélum. También fue director del Departamento de Bibliotecas de la Secretaría de Educación Publica de 1922 a 1942, secretario de Salubridad en 1925 y profesor de literatura francesa en la Escuela de Altos Estudios de 1925 a 1929.

Jaime Mario Torres Bodet, fue alentado en la escritura de la poesía por Enrique Pérez Granados, entre otros, quien eligió uno de sus versos como ejemplo de la exaltación de un estado de alma decadentista[1]. Esto sucedió cuando Bodet tenía apenas doce años, lo que le serviría para destacarse como poeta en posteriores años. Publicó sus primeros poemas en el periódico El Pueblo (1916), en 1917 publicó una poesía para revista Pegaso: A través de la onda, y en 1918, a la edad de 16 años, publicó su primer libro de poesía: Fervor (1918).

Tras su reconocimiento poético, entabló amistad con Carlos Pellicer y José Gorostiza, entrando a formar parte del grupo de los Contemporáneos. Dirigió, junto con Eduardo Ortiz de Montellano, la revista Falange, centrada en recoger textos mexicanos que sirvieran como enlace entre culturas, colaboró con la revista Ulises de 1927 a 1928 y dirigió la revista Contemporáneos de 1928 a 1931. Se relacionó con las generación del 27 gracias a su amistad con Benjamín Jarnés, cuando colaboró con la Revista de Occidente de 1929 a 1931.

En 1960, Jaime Torres Bodet había publicado 15 libros de poesía. Su obra poética comprende dos periodos marcados por su estilo. De 1916 a 1930, Bodet se caracterizó por un estilo anacrónico, definido por una estructura simétrica y clásica. De 1930 a 1971, Bodet escribiría mezclando su estilo anacrónico con el estilo vigente. Fue en este último periodo cuando Bodet alcanzó su máximo reconocimiento como poeta.

Jaime Torres Bodet, también destacó como diplomático, llegando a director general de la UNESCO de 1948 a 1952, donde se caracterizó por el desarrollo de las relaciones exteriores durante los inicios de la Guerra Fría. También fue Presidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional y embajador de México en Francia de 1954 a 1958.

Otro hecho destacable de la vida de Bodet, fue su preocupación por la alfabetización, lo que le llevó a ser Secretario de Educación Pública de 1943 a 1946, y de 1958 a 1964, impulsando el Plan de Once Años para la Extensión y el Mejoramiento de la Enseñanza Primaria, Fundó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, entregando los primeros libros gratuitos en 1960.​ Impulsó la construcción del Museo Nacional de Antropología y del Museo de Arte Moderno. También impulsó la construcción de numerosas escuelas, entre las que destacan la Escuela Normal para Maestros, la Escuela Normal Superior, el Conservatorio Nacional y la unidad profesional de Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional, inaugurada en 1964.

‹‹Estos son un regalo del pueblo de México para el pueblo de México››. Palabras de Bodet en la entrega de los libros de texto gratuitos en 1960.

Recordamos a Jaime Torres Bodet con ocho de sus poesías y dos de sus dedicatorias al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

POESÍAS

AGOSTO

Va a llover… Lo ha dicho al césped
el canto fresco del río;
el viento lo ha dicho al bosque
y el bosque al viento y al río.

Va a llover… Crujen las ramas
y huele a sombra en los pinos.

Naufraga en verde el paisaje.
Pasan pájaros perdidos.

Va a llover… Ya el cielo empieza
a madurar en el fondo
de tus ojos pensativos.

LA PRIMAVERA DE LA ALDEA

La primavera de la aldea
bajó esta tarde a la ciudad,
con su cara de niña fea
y su vestido de percal.
Traía nidos en las manos
y le temblaba el corazón
como en los últimos manzanos
el trino del primer gorrión.

A la ciudad la primavera
trajo del campo un suave olor
en las tinas de la lechera
y las jarras del aguador…

PATRIA

Esta piedad profunda es tierra mía. 

Aquí, si avanzo, lo que toco es patria:
presencia donde siento a cada instante
el acuerdo del cuerpo con el alma.

Esta voz es mi voz. Pero la escucho
en bocas diferentes. Y aunque nada
de cuanto dice pueda sorprenderme,
oírla me cautiva porque canta
en ella un corazón siempre distinto
que nos lo explica todo sin palabras.

Aquí, si avanzo, el mundo se detiene.
Todo es verdad primera y espontánea:
¡día, hasta fallecer, hecho de aurora!
¡vida, hasta concluir, hecha de infancia!

PAZ

No nos diremos nada. Cerraremos las puertas.
Deshojaremos rosas sobre el lecho vacío
y besaré, en el hueco de tus manos abiertas.
la dulzura del mundo, que se va, como un río…

RÍO

¡Río en el amanecer!
¡Agua en tus ojos claros!
Caer —¡subir!— en lo azul
transparente, casi blanco.

Cielo en el río del alba
—mi amor en tus ojos vagos—
oh, naufragar —¡ascender!—
¡siempre más hondo! ¡Más alto!
…Río en el amanecer…

AMBICIÓN

Nada más, Poesía:
la más alta clemencia
está en la flor sombría
que da toda su esencia.

No busques otra cosa.
¡Corta, abrevia, resume;
no quieras que la rosa
dé más que su perfume!

CIVILIZACIÓN 

Un hombre muere en mí siempre que un hombre
muere en cualquier lugar, asesinado
por el miedo y la prisa de otros hombres.

Un hombre como yo; durante meses
en las entrañas de una madre oculto;
nacido, como yo,
entre esperanzas y entre lágrimas,
y —como yo— feliz de haber sufrido,
triste de haber gozado,
Hecho de sangre y sal y tiempo y sueño.

Un hombre que anheló ser más que un hombre
y que, de pronto, un día comprendió
el valor que tendría la existencia
si todos cuantos viven
fuesen, en realidad, hombres enhiestos,
capaces de legar sin amargura
lo que todos dejamos
a los próximos hombres:
El amor, las mujeres, los crepúsculos,
la luna, el mar, el sol, las sementeras,
el frío de la piña rebanada
sobre el plato de laca de un otoño,
el alba de unos ojos,
el litoral de una sonrisa
y, en todo lo que viene y lo que pasa,
el ansia de encontrar
la dimensión de una verdad completa.

Un hombre muere en mí siempre que en Asia,
o en la margen de un río
de África o de América,
o en el jardín de una ciudad de Europa,
Una bala de hombre mata a un hombre.

Y su muerte deshace
todo lo que pensé haber levantado
en mí sobre sillares permanentes:
La confianza en mis héroes,
mi afición a callar bajo los pinos,
el orgullo que tuve de ser hombre
al oír —en Platón— morir a Sócrates,
y hasta el sabor del agua, y hasta el claro
júbilo de saber
que dos y dos son cuatro…

Porque de nuevo todo es puesto en duda,
todo se interroga de nuevo
y deja mil preguntas sin respuesta
en la hora en que el hombre
penetra —a mano armada—
en la vida indefensa de otros hombres.
súbitamente arteras,
las raíces del ser nos estrangulan.

Y nada está seguro de sí mismo
—ni en la semilla en germén,
ni en la aurora la alondra,
ni en la roca el diamante,
ni en la compacta oscuridad la estrella,
¡cuando hay hombres que amasan
el pan de su victoria
con el polvo sangriento de otros hombres!

NUNCA

Nunca me cansará mi oficio de hombre.
Hombre he sido y seré mientras exista.
Hombre no más: proyecto entre proyectos,
boca sedienta al cántaro adherida,
pies inseguros sobre el polvo ardiente,
espíritu y materia vulnerables
a todos los oprobios y las dichas…

Nunca me sentiré rey destronado
ni ángel abolido mientras viva,
sino aprendiz de hombre eternamente,
hombre con los que van por las colinas
hacia el jardín que siempre los repudia
hobre con los que buscan entre escombros
la verdad necesaria y prohibida,
hombre entre los que labran con sus manos
lo que jamás hereda un alma digna,
¡porque de todo cuanto el hombre ha hecho
la sola herencia digna de los hombres
es el derecho de inventar su vida!

Carátula y dedicatoria del libro Discursos: 1941-1964. Torres Bodet. México: Porrúa, 1965.
Torres Bodet, Jaime. Discursos: 1941-1964. México: Porrúa, 1965.

A Vicente Lombardo Toledano, que ha luchado tan esforzadamente en defensa de muchos de los principios invocados en estos textos. Su amigo (firmado) Torres Bodet.

Carátula del libro Tolstoi: su vida y su obra. México: Porrúa, 1965. de Torres Bodet
Torres Bodet, Jaime. León Tolstoi: su vida y su obra. México: Porrúa, 1965.

A Vicente Lombardo Toledano, con más de 47 años de amistad y sincero aprecio. Su amigo (firmado) Torres Bodet. México, D. f. Octubre de 1965.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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OBRA DE JAIME TORRES BODET

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Poesía

  • Poemas juveniles (1916-1917)
  • Fervor (1918)
  • Canciones (1922)
  • El corazón delirante (1922)
  • Nuevas canciones (1923)
  • La casa (1923)
  • Los días (1923)
  • Poemas (1924)
  • Biombo (1925)
  • Destierro (1930)
  • Cripta (1937)
  • Sonetos (1949)
  • Fronteras (1954)
  • Sin tregua (1957)
  • Trébol de cuatro hojas (1958)
  • Poemas recientes (1965-1966)

Narrativa

  • Margarita de niebla (1927)
  • La educación sentimental (1929)
  • Proserpina rescatada (1931)
  • Estrella de día (1933)
  • Primero de enero (1934)
  • Sombras (1935)
  • Nacimiento de Venus y otros relatos (1941)

Ensayos

  • Lecturas clásicas para niños (1925)
  • Contemporáneos (1928)
  • Coordinación interamericana (1941)
  • Misión del escritor (1942)
  • Mensaje a la juventud (1944)
  • Educación y concordia internacional (1948)
  • La misión de la UNESCO (1949)

Autobiografía

  • Tiempo de arena (1955)
  • Artículos publicados
  • Muerte de Proserpina, en Revista de Occidente, 1930.

Otros títulos

  • Balzac (1959)
  • Memorias (cinco volúmenes) (1961)
  • Tolstoi (1965)
  • Rubén Darío (1966), Premio Mazatlán de Literatura 1968
  • Proust (1967)

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


[1] Torres Bodet, Jaime (1967). «Noticia biográfica». Obra poética. Porrúa. pp. 30-32.

Emilio Frugoni Queirolo, 1880 – 1969

Retrato de Emilio Frugoni

Emilio Frugoni Queirolo nació el 30 de marzo de 1880, en la ciudad de Montevideo (Uruguay), y falleció el 28 de agosto de 1969 en esta misma ciudad. Fue un destacado abogado, escritor, poeta, docente y político uruguayo.

Como soldado, luchó bajo las órdenes del General Muniz defendiendo el gobierno de Batlle, durante la Guerra Civil de 1904 en Uruguay. Tras esto, nunca más volvería a ejercer como militar. Así expresó el mismo esta decisión:

no prestarme más a la sanguinaria rivalidad de las divisas (…) para abrir una nueva ruta al criterio político de nuestro pueblo para apartarlo de la arcaica costumbre del tradicionalismo de blancos y colorados, siempre prontos a dirimir sus rivalidades en los campos de batalla.

Como político, inició su carrera en diciembre de 1904 cuando realizó su conferencia “Profesión de fe socialista” en el Teatro Stella d´Italia, lo que le serviría, sumado a su talento oratorio y político, para impulsar la fundación del Partido Socialista de Uruguay  en 1910, del cual sería su primer Secretario General. Como parlamentario, logró ser el primer diputado socialista de Uruguay, y destacó por su labor fuertemente combativa y en denuncia de la corrupción. Tanto es así que estuvo a punto de batirse en duelo con el diputado colorado Pelayo, cuando este le dijo: “El diputado Frugoni da más en la herradura que en el clavo”; y Frugoni le respondió: “No es mi culpa que el Señor Diputado se mueva tanto”.

Cuando el Partido Socialista se convirtió en el Partido Comunista de Uruguay, asumiendo las 21 condiciones planteadas de la Tercera Internacional, Emilio Frugoni decidió abandonar el partido, pues no estaba de acuerdo con ninguna de las condiciones. Tras refundar el Partido Socialista, volvió a ser diputado en 1929. A los pocos años, Frugoni no puede evitar enfrentarse al régimen de Terra (1933-1938), y fue detenido y desterrado. Sin embargo, volvió como diputado electo en 1934, protagonizando de nuevo un enfrentamiento con Terra en el Parlamento en el día de su juramento para asumir el gobierno. Así le replicó Frugoni a Terra cuando éste se proponía jurar:

Ese juramento no tiene valor, porque el doctor Terra ha demostrado que no cumple lo que jura.

Esto le costó a Emilio Frugoni que lo expulsaran del Parlamento y que la policía le golpeara hasta que se pudo refugiar en la Casa del Pueblo.

En 1942, el mismo año en que falleció su mujer, María Rosa Barreto, es mandado, por el gobierno del presidente Juan José de Amézaga, a la Unión Soviética como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Uruguay. Sin embargo, en 1946 volvió de la URSS desencantado y muy crítico. Tanto es así que publicó el libro La Esfinge Roja (1948), donde criticó al gobierno soviético.

En 1963 abandonó el Partido Socialista, debido, principalmente, a la oposición de Enrique Erro, quien promovió la llamada Unión Popular que contradecía los principios democráticos y marxistas de Frugoni. Es por esto que decide impulsar el Movimiento Socialista basándose en su “Declaración de fe socialista”.

Emilio Frugoni se presentó en 1966 a las elecciones, con 86 años de edad. Un año más tarde, Jorge Pacheco Areco suprimió el valor jurídico del partido Socialista, y clausuró su sede y la Casa del Pueblo. Es entonces cuando insinuó que podría entregar la sede al Movimiento Socialista de Frugoni, a lo que éste se negó respondiendo:

Tenemos clara y definida orientación política. No es esta oportunidad para ventilar discrepancias con las otras fuerzas en el campo de la izquierda ni admitiremos que de ella sea árbitro el Poder Ejecutivo ni ningún otro órgano de gobierno. No aceptaremos ventajas provenientes de medidas represivas ni toleraremos ningún atropello atentatorio contra el ejercicio de derechos esenciales. (Semanario Marcha 22-12-67)

De su labor política destaca también la defensa del voto secreto en la Asamblea Constituyente de 1916, la defensa de los derechos de la mujer, la defensa de la capacidad política de las autonomías municipales, la entrega de la carta de ciudadanía para los extranjeros y la creación del Instituto de Colonización y Reforma Agraria.

Recordamos a Emilio Frugoni con una poesía y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

LAS PLAYAS

I

Montevideo tiene un aire de pereza.
Tendida cabe el río, sobre colinas gayas,
aburrida bosteza
hacia el espacio, por sus cinco playas.

¡Oh, las graciosas playas de Montevideo!
Abren sus blancos brazos, como con el deseo
de estrechar todo el río en sus arenas,
y el río les regala el cabrilleo
de sus aguas serenas.

Ramírez y Pocitos, y Carrasco y Malvín
y Capurro, hospitales que curan el esplín.
En ellas tiende el Río de la Plata
sus sábanas de espuma para la conjunción
de sus aguas azules con la arena de plata
en que lento se acuesta el río, como un león.

Con esas cinco playas, que son bocas divinas,
sonríe en el estío a las auras marinas
que la perfuman al pasar,
dejando en esas bocas un ósculo del mar.

Montevideo tiene un aíre de pereza. . .
Al descender los días estivales
sobre sus costumbres casi coloniales,
es como una criolla joven, pero algo obesa,
que al sol se despereza
con movimientos lentos y sensuales.

Sus pupilas se encienden de un fulgor repentino,
sus labios reflorecen con dulzor de pitanga,
y su garganta arroja al aire cristalino,
como una piedra, el grito de su risa guaranga.

Hacia las cinco playas vuela el aburrimiento
de la ciudad, en automóviles y tranvías,
y allí lo contemplamos, en aquel somnoliento
desfile por las ramblas, igual todos los días.

II

¡Playas armoniosas! En su blanco seno
Yo sorbo de bruces, junto al mar sereno,
con labios voraces,
la savia esencial de la vida,
que hierve en las ondas y flota en el viento.
En ellas mis ojos audaces
gustaron visiones de carnal belleza
que me depararon un deslumbramiento,
y también un poco de vaga tristeza
como deshojarla como flor al viento…

Yo adoro esas playas,, y en ellas adoro
a las mil ondinas de cabellos de oro
o de bronceados o negros cabellos,
que muestran sus cuerpos flexibles y bellos
ante el mar sonoro.

Yo adoro
los muslos pulidos, los brazos, los cuellos
de mujer desnudos, en la arena llena
de chispazos de oro.
¡Playas! las sirenas
cantan a los ojos sobre las arenas
que el día rescalda,
ofreciendo al aíre los senos, la espalda,

las carnes morenas
que el sol les madura con su beso gualda.
Playas deliciosas que adoro y envidio;
sobre vuestro seno aventan su fastidio
voluptuosamente divinas ondinas;
¡oh, playas divinas!
Yo envidio las ondas que abrazan y tumban
los cuerpos de diosa, tal como en un lecho;
con mil dientes blancos les muerden el pecho,
y, al fin, jadeando, a sus pies se derrumban. .
¡Playas, playas, playas! bocas sonrientes.
¡Playas, playas, playas! brazos en que veo
mecerse confiadas mil formas vivientes
que admiro o deseo.
¡Playas, playas, playas de Montevideo…

Portada del libro La lección de México con una dedicatoria de Emilio Frugoni
Frugoni, Emilio. La lección de Méjico (sic.). Montevideo: Tip. Augusta, 1928.

A Vicente Lombardo Toledano, homenaje a su alta intelectualidad y valiente espíritu, en compañero de ideales. Firmado por Emilio Frugoni. Marzo de 1931

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Publicaciones de Emilio Frugoni

  • Poemas montevideanos (1923)
  • Los himnos (1927)
  • La revolución del machete: panorama político del Uruguay (1934)
  • La elegía unánime (1942)
  • Las tres dimensiones de la democracia (1944)
  • De Montevideo a Moscú: crónicas de viaje en misión diplomática (1945)
  • La esfinge roja memorial de un aprendiz de diplomático en la Unión Soviética (1948)
  • Ensayos sobre marxismo (1985)
  • Génesis, esencia y fundamentos del socialismo, Volumen 1. (1989)

Artículo escrito por el Doctorando Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.


Julián López Pineda, 1882 -1959

Caricatura de Julián López Pineda extraída junto a algo de texto del artículo Mano a Mano

Julián López Pineda nació en el poblado de Gracias, departamento de Lempira (Honduras), el 18 de octubre de 1882; y falleció el 5 de marzo de 1959, en Holanda. Fue un ilustre literato, periodista y diplomático hondureño, que llegó a destacar como uno de los más grandes exponentes del modernismo en Centroamérica, y como uno de los escritores hondureños más representativos de la literatura universal. De su vida familiar, se sabe que fue hijo de Feliciana Pineda y del general Julián López García, y que se casó con Juanita Echevarría.

De 1899 a 1902, estudió en la Universidad de Honduras, y al acabar, continuó sus estudios en la Universidad de San Salvador (1905). Se doctoró en Derecho y consiguió una cátedra en la Universidad de Honduras en Derecho Internacional, Economía Política y Sociología. En 1929, ingresó en el Colegio de abogados de Honduras, y en 1948, fue uno de los miembros constituyentes de la Academia Hondureña de la Lengua, llegando a ser académico de número y secretario perpetuo de la misma.

Durante su labor como periodista, Julián López Pineda, fundó y dirigió diversos periódicos en diversos países centroamericanos. En el Salvador dirigió el Diario Nacional, en 1905 y El Diario, en 1909. En Guatemala dirigió El Excélsior, en 1921, Diario de Guatemala, 1924 y El Mundo, en 1927, y en Honduras dirigió El Día.

Como político y militar, fue secretario privado del Presidente y General Terencio Sierra, quien le nombró Secretario de la Comandancia General de la República con el grado de Teniente Coronel.

Como diplomático, en 1915, Julián López Pineda se convirtió en Secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, así como del Ministerio del Interior en 1928. De 1933 a 1936, como subsecretario de Relaciones Exteriores, fue el encargado de los Negocios de Honduras en Francia (París). Del año 1933 al año 1939, fue Representante Permanente de la Liga de las Naciones en Ginebra, donde Nahum Goldman gozaba de exequátur (autorización) como cónsul de Honduras. De 1936 a 1937, fue uno de los delegados autorizados para las negociaciones de desarme en Londres. Y del año 1938 al año 1939, encabezó la delegación hondureña de la 8 º Conferencia Panamericana en Lima.

Julián López Pineda también fue ministro plenipotenciario en las conferencias de mediación de los gobiernos hondureño y nicaragüense, y el primer presidente de la Alianza Patriótica Hondureña (APH). A partir de 1941, se convirtió en el embajador en Managua y en el embajador local de los Estados Unidos. En 1959, Pineda fue miembro de la Legación de la Corte Permanente de Arbitraje, en La Haya, donde falleció. Este organismo, presidido por Helge Klaestad, negoció los conflictos territoriales del Asunto de Honduras-Nicaragua.

Recordamos al autor con un poema, una entrevista y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

Tus manos

Son tus manos nenúfares de milagroso río.
lotos del ignorado Japón de la Purezas.
o sedas del Imperio Celeste del Rocio
o lirios del sonado Jardín de las Bellezas.

Candores esculpidos en came, como en frío
mármol las blancas manos de las blancas princesas:
o cirrus desprendidos de los cielos de estío
o castas azucenas de las níveas cabezas.

Manos de una Gioconda por Vinci suspirada;
manos que le faltaron a la Venus de Milo;
manos de una María de Nazaret, pintada

en un lienzo de ensueño, para perpetuo asilo
de la belleza. Manes perfectas y sencillas
hechas para besarlas—con unción—de rodilla.

Artículo de Julián López Pineda para Mano a Mano realizada el miércoles 16 de mayo de 1956 y una caricatura de Pineda

 

Portada del libro Democracia y redentorismo y una dedicatoria del autor Julián López Pineda
López Pineda, Julián. Democracia y redentorismo. Managua: Guardián, 1942.

 

Para Vicente Lombardo Toledano, Admiración y simpatía. Firmado Julián López Pineda. Managua, 30 de noviembre 1942

 

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

OBRA DE JULIÁN LÓPEZ PINEDA

Poesía
Ritmos dispersos (1907)
Ánforas (1936, 1950)

Novela
Marina (1906).
Alba, novela revolucionaria (1910)

Teatro
La virgen mártir (1915, 1917)

Ensayo
Matrimonio (1905)
Ritmos (1909)
Democracia y redentorismo (1942)
Algunos escritos de Julián López Pineda (1956)

Biografía
El general Morazán (1944)

Crónica
Cosas sin alma (1904)

Otros
Verdadera libertad (1906)
Lecciones elementales de gramática castellana (1909)
Los tres Soriano (1919)
Problemas de Honduras en el Congreso Nacional (1929)
La Reforma constitutional de Honduras (1936)

Artículo escrito por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos.


Alfonso Espriú Herrera, 1909-1962

Fotografía de Alfonso Espriú dando una conferencia

Alfonso Espriú Herrera nació en la Ciudad de México, el 11 de febrero de 1909, y falleció en esta misma ciudad el 17 de abril de 1962. Fue un importante poeta, autor lírico y escritor de canciones. Realizó varias giras artísticas en Cuba y Argentina, donde su primo el Dr. Alfonso Ortiz Tirado, las hermanitas Águila y José Mojica interpretaron sus canciones. También acompañaron sus versos con música Miguel Prado, Alfonso Esparza Oteo, Gonzalo Curiel, José Sabre Marroquín y Pedro Vargas, entre muchos otros. Entre sus canciones destacan Dime que sí, Siempre viva, Visión, Sorpresa, Temor, Dime, Calla Tristeza, Anoche, Mañanita fría, Temor y Caminos de ayer. De todas ellas, Dime que sí posiblemente es la más famosa, puesto que ha pasado a ser una de las canciones populares mexicanas con mayor trascendencia y proyección internacional, conocida en toda Latinoamérica, y a la que puso voz y música Alfonso Esparza Oteo. A Alfonso Espriú, también se le reconoce como a uno de los intelectuales fundadores de la XEW, “La voz de la América Latina desde México”.

Recordamos a Alfonso Espriú con la interpretación y la letra de Dime que sí, su poesía Adiós… viejo edificio, su conferencia Alegría de ser mexicano, y una dedicatoria a Vicente Lombardo Toledano.

DIME QUE SI

Dicen que tú no me quieres,
Quiero escucharlo de ti,
Si tienes otros quereres
Quiero saberlo por ti.

Cuentan que en tu cara morena
Tiemblan otros besos de amor
Nada me importa la vida
Sabiéndote ajena,

Diles que mienten que nunca
Tendrás otro amor.

Deja que mis labios te nombren
Quedo como se nombra a Dios.

Dime que si y un pedazo de cielo tendré
Y si tú me lo pides
Mi cielo y mi vida también te daré.

Leer poema completo Adiós… viejo edificio.

Dedicatoria de Alfonso Espriú a Vicente Lombardo

Espriú, Alfonso. Adiós… Viejo edificio: poema imperfecto en tres estrofas y un exordio. México: The Old Guard, 1950.

Con mi antigua y renovada admiración, al Lic Vicente Lombardo Toledano, insigne soldado de la paz.
Nov – 20 – 50 (1950) Firma de Alfonso Espriú

Leer conferencia completa Alegría de ser mexicano.

Dedicatoria

Espriú, Alfonso. Alegría de ser mexicano. [s.l.]: [s.n.], 1949.

Al Lic. Vicente Lombardo Toledano, quién justifica con su vida ejemplar, la alegría de ser mexicano.
Nov – 17 -50 (1950) Firma de Alfonso Espriú

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Efemérides con fines de difusión cultural e histórica.

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Fabián Timoteo de Jesús Rodríguez Dobles, 1918 -1997

Fotografía de Fabián Dobles en color

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Fabián Timoteo de Jesús Rodríguez Dobles, conocido como Fabián Dobles, nació el 17 de enero de 1918, en San Antonio de Belén, Heredia (Costa Rica); y falleció el 22 de marzo de 1997, en San José. Fue un destacado abogado, editor, escritor, periodista y poeta.

Estudió primaria en la escuela de Atenas en Alajuela, luego pasó al Colegio Seminario y terminó la secundaria en el Liceo de Costa Rica, donde años después impartiría la asignatura de inglés (1958-1960). Aunque Fabián Dobles cursó derecho en la Universidad de Costa Rica, ejerció poco. Apenas destaca el trabajo que realizó para la sección legal del patronato Nacional de la Infancia en 1936, y labor posterior en la sección de ahorros y subsidios de la Caja Costarricense de Seguro Social.

Comenzó su carrera como escritor publicando poesía en un periódico estudiantil y en la revista Repertorio Americano de Joaquín García Monge. Aunque sería en la prosa, en la narración, donde alcanzaría el mayor reconocimiento. Entre sus obras más destacadas se encuentran Ese que llaman pueblo (1942), Una burbuja en el limbo (1946), en El sitio de las abras (1950) e Historias de Tata Mundo (1955).

Como literato, a Fabián Dobles se le asocia a la generación del 40, junto con intelectuales de la talla de Carlos Luis Fallas, Joaquín Gutiérrez, Aquileo Echevarría, Carmen Lyra y Anacristina Rossi. Junto a ellos, participó en numerosas actividades que denunciaban las injusticias sociales de Costa Rica, que se daban principalmente en el campo, lo que dio origen a diversos movimientos sociales de carácter popular que reivindicaban una reforma agraria. Esto le llevó a ingresar en el Partido Comunista Costarricense en 1943, que ese mismo año cambió su nombre por Vanguardia Popular. A causa de su militancia acabaría en prisión.

Tras salir de la cárcel, Fabián Dobles pasó a trabajar en la Agencia de Prensa Nóvosti, soviética, lo que le sirvió para ser corresponsal de la agencia cubana Prensa Latina. También fue corrector y editor. A este respecto, destaca la labor que ejerció como miembro del consejo directivo y jefe de producción de la editorial Costa Rica.

Por último, también destaca su presidencia al frente del Instituto Cultural Costarricense-Soviético.

Recordamos al autor con tres de sus poesías y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

LA ESPERA
Te hemos estado esperando.
Yo, y el agua y el reloj.
Yo, la fruta y el silencio.
El agua para que encuentres tu forma pura de arpegio.
El reloj para que mires tu corazón hecho tiempo.
La fruta, madura ya, porque vayas al encuentro de tu sabor, que esta de su corazón pendiendo.
Y el silencio te ha esperado, porque yo soy el silencio.

 

LA LIRALADA
Sonetina
Sol tú lo sed, contina, larilada,
gulfa de sol seroco, balpalura,
en munos olcipiedos altagura,
muerde si vid, y vid si tu en tu fada.
Muerco e lo vil, meramo, casi nada,
de li y de lamprisuza ferazura,
loralunca silpada ni emprecura,
porque almohasida de neser timada.
Nora cotún te encuentre, que encolodre
el nun al munde en sa se si se suto,
y enconsidre tu alquífero panodre,
como la soz que muece a soz y acuto
tu sinfúlfica hiel ya xin poluto,
en tu poluto azul yo me acimodre.

 

LA CAROLA
Del melón colorán capacerola
con la lonja ferón ferín desliza
la tetrafulca que descocoliza
mastarán masatrando la pirola.
¡No hay más tren que lalí laló y lalola!
porque aprieta la pata de tu tiza
y te amarilda el continenteriza
por orden de la pérfida carola.
Entonces ¿para qué larinlarinca
sin plumas ni oriflama en la espelunca
cuando se pierde el catapín tapinca?
Que desde allí vendrá quien deje el nunca
la carcajada que por más tretrunca
¡para siempre será vinca pervinca¡

Obra:

Dobles, Fabián. Ese que se llama pueblo. San José de Costa Rica: Letras Nacionales, 1942.

“Para Lombardo Toledano, cordialmente, (Rúbrica del autor). Costa Rica, 1942”.

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Obras

  • Ese que llaman pueblo, novela, Talleres Gráficos Trejos Hermanos, San José, 1942
  • Aguas turbias, novela, Editorial Letras Nacionales, San José, 1943
  • Tú, voz de sombra, poesía, Editorial Letras Nacionales, San José, 1945
  • Una burbuja en el limbo, novela, Editorial L’Atélier, San José, 1946
  • La rescoldera, cuento, Editorial L’Atélier, San José, 1947
  • Verdad del agua y del viento, poesía, Editorial del Ministerio de Educación Pública, Guatemala, 1949
  • El sitio de las abras, novela, Editorial del Ministerio de Educación Pública, Guatemala, 1950
  • Antes que nada, cuento, 1952
  • Historias de Tata Mundo, 25 cuentos, Talleres Gráficos Trejos Hermanos, San José, 1955
  • El jaspe, cuento, Editorial Aurora Social, San José, 1956
  • El maijú y otras historias, Talleres Gráficos Trejos Hermanos, San José, 1957
  • El targuá, cuentos, 1960
  • Los leños vivientes, novela, Editorial Costa Rica, 1962
  • Yerbamar, sonetos, con Mario Picado, Tormo, San José, 1965
  • La Barrilete, teatro, 1965
  • El violín y la chatarra, cuentos, Presbere, San Jos 1966
  • En el San Juan hay tiburón, novela, Editorial L’Atélier, San José, 1967
  • Cuentos de Fabián Dobles, Editorial Universitaria Centroamericana, San José, 1971
  • Cuentos escogidos, Editorial Educativa Costarricense, 1982
  • La pesadilla y otros cuentos, Editorial Costa Rica, 1984
  • El abuelo cuentacuentos, 1987
  • Los años pequeños días, novela, Editorial Costa Rica, 1989
  • Obras completas, tomos 1-5, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1993
  • “¡Alerta Ustedes!”, 1993

Paul Eluard, 1895 – 1952

Fotografía en blanco y negro de Paul Eluard con la mano al frente

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava en colaboración con los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Eugéne Émile Paul Grindel, conocido por el seudónimo de Paul Eluard, nació el 14 de diciembre de 1895 en Saint-Denis (Francia), donde también falleció el 18 de noviembre de 1952. Aunque no pudo terminar sus estudios debido a una tuberculosos, llegó a convertirse con los años en un prestigioso poeta, tras servir en la Primera Guerra Mundial como camillero y tras casarse con Gala.

Al año siguiente de su primera publicación, El deber y la inquietud (1917), conoció a Jean Paulhan, quien lo ayudo y le presentó a André Breton y a Luis Aragón. Más tarde, entró en el grupo dadaista de Toulon y de París.

Inició una vuelta al mundo, huyendo de una crisis conyugal con Gala, quien se convertirá en la musa de Dalí. Esto, y sus problemas de tuberculosis, le inspiraron a escribir L’Amour la poésie, al final de su viaje en 1924. Pero será en 1926 cuando se consagre como poeta, gracias a la publicación de Capitale de la douleur, y es en ese mismo año cuando se afilia al Partido Comunista Francés, aunque en 1933 será excluido del partido. En 1934 se casó con Nush, modelo de los surrealistas Man Ray y Pablo Picasso. Aunque políticamente no congenirará con los surrealistas.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue movilizado y se unió a la resistencia, pero su actuación se centró, sobre todo, en el uso de la palabra. Así, con la publicación de su poema Liberté (1942) se ve obligado a entrar en la clandestinidad. Su comprimiso con la lucha, le llevará a recopilar junto con Pierre Seghers, François Lachenal y Jean Lescure poesía de otros miembros de la resitencia y a publicarlos bajo el título de L`honneur des poètes.

Se casó con Dominique tras la muerte de Nush. Es entonces cuando publica Le Phénix, inspirado en la muerte prematura y trágica de Nush, y el despertar del nuevo amor con Dominique.

Publicamos uno de los poemas de Paul Éluard, en francés y en castellano, y una dedicatoria al Mtro. Lombardo Toledano.

LA ENAMORADA
Ella esta de pie sobre mis párpados
Sus cabellos están entre los míos,
Tiene la forma de mis manos,
Y el color de mis ojos que la miran,
Ella se hunde entre mi propia sombra
Como una piedra en el azul del cielo.
Ella tiene los ojos siempre abiertos
 Y no me deja dormir con su mirada.
A plena luz sus sueños luminosos
Hacen evaporar todos los soles
me hacen reir,
llorar y reír,
Y hablar sin tener nada que decir…
L’AMOUREUSE

Elle est debout sur mes paupières
Et ses cheveux sont dans les miens,
Elle a la forme de mes mains,
Elle a la couleur de mes yeux,
Elle s’engloutit dans mon ombre
Comme une pierre sur le ciel.

Elle a toujours les yeux ouverts
Et ne me laisse pas dormir.
Ses rêves en pleine lumière
Font s’évaporer les soleils,
Me font rire,
pleurer et rire,
Y parler sans avoir rien à dire…

 

ÉLUARD, Paul. Poémes politiques. Francia: Gallimard, 1948.

“A Lombardo Toledano en temoignage d´ admiration pour tont ce quil incarne si magnifiquement,” (rúbrica de) Paul Élauard. Mexico      le 8 – 9 – 49 (1949)”

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

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Mario Briseño Perozo, 1917-1995

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Mario Briceño Perozo nació el 22 de julio de 1917, en la ciudad de Trujillo (Venezuela), y falleció el 19 de noviembre de 1995 en Caracas. Fue un destacado jurista, docente, político, escritor, historiador poeta y archivero.

Comenzó sus estudios de primaria en la Escuela Federal Cristóbal Mendoza, y la secundaria en el Colegio Federal, donde se graduó como bachiller en 1937. En 1937, en Mérida, comenzó sus estudios de derecho en la Universidad de Los Andes, donde se doctoró en Ciencias Política en 1943. Ejerció como docente en primaria, secundaria, normal y superior. Como profesor universitario impartió docencia en la Escuela de Ciencias Políticas de Trujillo, en la Universidad de Los Andes y en la Universidad Central de Venezuela. También impartió cátedra de Archivos Históricos en la Escuela de Bibliotecología y Archivología, y de Diplomática la Universidad Central de Venezuela.

Como jurista, en 1943, la Corte Suprema del estado de Mérida lo habilitó como abogado de la República, lo que le llevaría a ser Juez de Primera Instancia, Juez Superior y Ministro de la Corte Suprema del Estado de Trujillo. Como funcionario, destacó su labor como Gobernador del estado de Trujillo de 1958 a 1959.

Como escritor, colaboró con el periódico La Idea Juvenil y dirigió una publicación periódica titulada Preludios. Sin embargo, su obra destacó en el terreno de la investigación y la divulgación histórica. Como ejemplos sobresalientes de su trabajo están las biografías de Francisco de Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Antonio Anzoátegui, Rafael Urdaneta y Simón Rodríguez. También dedicó gran parte de su trabajo historiográfico al Venezuela, sus ciudades, e historia. En 1959, comenzó su labor como director del Archivo General de la Nación, lo que le sirvió para rescata, catalogar y difundir miles de documentos de gran valor histórico. Como poeta, destacan sus obras Trilla (1949), Pretérita Inquietud (1949) y Sones de Tiorba (1960).

Otros cargos que desempeñó fue como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia , Primer Vice-director y Director de la Academia Venezolana de la Lengua, presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela y director de la Comisión Editora de los Escritos del Libertador.

Recordamos a Mario Briceño Perozo con una de sus poesías y una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

El Libertador

¡Oh! capitán del viento y de la estrella
con las huestes ardidas de volcanes.
A su empuje se rinden los titanes
Y una antorcha se alza en cada huella.

Un ciclo de la historia se sella
con su verbo anudado de huracanes;
su mismo afán fatiga los afanes
y en su espada se mira la centella.

Nada escapa a su genio pluriforme,
en todo excelso, como el mar, enorme,
y como el mar ciclópico en su impulso.

Griego y latino, y español e indiano,
con el sol en la palma de la mano
y un enjambre de pueblos en el pulso.

BRICEÑO Perozo, Mario. Bases para una paz definitiva. Trujillo, Venezuela: Ediciones Presente, 1945.

Al ilustre y admirado dirigente de las masas latinoamericanas, Lic. V. Lombardo Toledano. Humilde y sincero homenaje del autor. Rúbrica del autor, Mérida (Venezuela) 11 – 7 – 46 (1946)

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com


Enrique Fernández Ledesma, 1888 – 1939

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Enrique Fernández Ledesma nació el 15 de abril de 1888, en los Pinos, estado de Zacatecas (México); y falleció el 9 de noviembre de 1939, en la Ciudad de México. Fue un destacado poeta, narrador, ensayista, escritor de crónicas literarias, comentarista de arte y periodista. De muy joven, se trasladó a Aguascalientes a estudiar, donde conoció a Saturnino Herán, Manuel M. Ponce y Ramón López Velarde. En 1910, fue director del periódico El Noticiero y dirigió el semanario Zig Zag, donde también publicó poemas, crónicas literarias y comentarios sobre arte. También colaboró con El Universal, México Moderno, Pegaso y Revista de Revistas. Más tarde, se trasladaría a la Ciudad de México, donde desarrollaría su profesión como escritor y crítico literario. De 1929 a 1936, fue subdirector y director de la Biblioteca Nacional de México, lo que le sirvió para promover la lectura a través de la radio donde emitía “Mensajes bibliográficos y críticos de la Biblioteca Nacional de México”. También fue responsable de la instalación de la Hemeroteca Nacional en la capilla de la Tercera orden y fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Por último, fue director de la reimpresión de Los mexicanos pintados por sí mismos.

Recordamos a Enrique Fernández Ledesma con uno de los capítulos del libro Viajes al siglo XIX (1933). En este pasaje el autor narra la llegada del poeta Zorrilla a México, y los versos recitados por varios de los poetas que acudieron al encuentro, como José Sebastián Segura y Lacunza, y también por el propio Zorrilla. También encontramos una dedicatoria al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

El poeta Zorrilla y la hospitalidad mexicana.

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Texto: Don José Zorrilla, con sus treinta y ocho años mozos, su optimismo peninsular, hecho a las sonrisas del éxito y su carga lírica , briosa y resonante, tuvo, en aquella mañana del 14 de enero de 1855, la primera sonrisa para el grupo de mexicanos que esperaban su llegada. Empujado por tales impresiones, saltó, agilísimo, del carruaje.

Era éste la diligencia de Puebla que acababa de detenerse en la garita de San Lázaro; vasta, pesada y
chirriante, con sus mulas cascabeleras y su sotacochero maldiciente…

La garita era, entonces, menos que el suburbio de esa parte oriental de México. Era sólo la casa del guarda, la oficina fiscal de Derechos de Peaje y el yermo, en torno.

De la comitiva de escritores que había ido a recibir al poeta, desprcndióse uu caballero y con visibles muestras de emoción se acercó a la diligencia.

—¿Sin duda el señor don José Zorrilla y Moral?
—Servidor de usted. Y yo, acaso tengo el gusto de hablar con el señor Conde de la Cortina?
—Si, señor.
—Pues venga usted a mi pecho.
Y Zorrilla se echó en brazos del prócer.
—Traigo estas cartas de presentación para usted, Conde.
—Inútiles del todo, ilustre amigo. Hombres como usted no necesitan presentaciones. Su solo Hombre basta para abrirse paso en todas partes… Y para dictar órdenes, añadió obsequioso.

Don José Gómez de la Cortina, Conde dc la Cortina y Castro, tenia entonces cincuenta y seis años. Su prognatismo se le había acentuado y la nariz de aguilucho se agravaba con el subrayado vivaz y fulgurante de sus ojos. La urbanidad irreprochable, pero un poco fría, le daba aires inequívocos de señor. Y lo era.

Con ademán amistoso indicó al grupo de poetas y literatos que esperaban. E hizo las presentaciones. Zalemas, Cortesías, hipérboles de la emoción, vivas a la gloria peninsular, en pleno campo. Y algunas estrofas de bienvenida, llenas de entusiasmo y de ripios.

La entrada de Zorrilla a la ciudad fue como una apoteosis. Se abandonó la diligencia y el poeta subió al carruaje del Conde. Coches y jinetes rodeaban al  viajero. Y voces enronquecidas ululaban aclamaciones. El 16 se promovió un brillante agasajo para el Píndaro Moderno, según se llamaba ya al poeta en las
columnas de los periódicos. Gómez de la Cortina se consideró el representante de la intelectualidad mexicana y el índice de etiquetas y honores. Un rumboso banquete, en el hotel del Bazar, dio cuenta de la solemnidad con que se acogía al viajero. Los poetas de entonces, temblorosos de entusiasmo, anhelantes, sonadores, resplandecían de pura emoción romántica.

Estaban allí, generosos, modestos, ofreciendo noblemente su pleitesía, los miembros de la falange intelectual más avanzada: Moreno y Jove, Lacunza, Pesado, Algara, de la Portilla, Segura y Argüelles, don José Sebastián Segura, Roa Bárcena, Baldovinos, Arróniz, Bello, Barreda, Anievas, don Agustín Sánchez de Tagle, González Bocanegra y otros numerosos representativos de la poca.

Al caer de las siete aparecieron, entre murmullos de impaciencia, aplausos y vivas, el anfitrión y el poeta. Se presentaban como si acabasen de escalar el Pindo: solemnes, conmovidos… pero sonrientes.

El Conde, ocultando su emoción bajo Sus hábiles maneras de gentleman, dijo unas sobrias palabras al presentar a sus compañeros de letras… Cada invitado llevaba una buena provisión de metáforas para lanzarlas a la hora oportuna. Zorrilla, malicioso y mundano, tenía también su reserva de tropos y parábolas, que distribuía a discreción. Pero aquello no era nada para lo de la hora del brindis. De los brindis, porque cada visitante se creyó en el deber de disparar el arco simbólico. Y empezó el tiroteo.

Las saetas cruzábanse por encima de los inocentes manteles. Sin embargo, no respondemos de que todas se hayan clavado en el pecho del poeta…

Lacunza, recordando sus éxitos de la Academia de Letrán, soltó unos alejandrinos exaltados, llenos de pasajes pedestres que se escurrían por este final: bendito el que quiere amigos se puede siempre ver…! Con todo, tal pobreza de expresión alternaba con ciertas nobles vibraciones de la poca:

…y vive todavía del mundo en los confines
la lengua en que el Rey Carlos gustaba hablar a Dios…

Pesado renovaba su modesto Siglo de Oro en estancias ‹‹de arte mixto››. Su homenaje era, en realidad, un apreciable embutido que concluía así:

¡Oh, Musas: dadme flores, dadme rosas,
dadme el laurel divino
con que ciña las sienes victoriosas
del Vate peregrino…!

Don José Sebastián Segura se personificaba en un soneto, no se sabe si con los atributos del Garcilaso, capitán y poeta, o con los del Inca historiador. De cualquier modo, remataba así su cumplido:

…quo el joven y animoso Garcilaso
cantar debe las glorias de Zorrilla…

El mismo don José Sebastián, quizá en quiebra con su conciencia literaria y como un puntal para prevenir las arremetidas de Gómez de la Cortina —que habían sido implacables en su periódico satírico El Zurriago— saludaba, a la vez, al prócer y a su crítico en esta octava real, aunque no regia:

¡Oh, tú, que eras también lustre y decoro
del templo de la sacra poesía,
enséñame a vibrar el plectro de oro!
Y en otro dulce y placentero día,
por ti, en verso magnífico y sonoro,
gozosa brindar la musa mía,
cual brinda ahora, con ardiente halago,
¡aunque la asusta el inmortal ‹‹Zurriago››!

Dispararon sus dardos, unos medianamente afortunados y otros fallidos, don Joaquín Sánchez de Tagle, don Casimiro del Collado, el dean poeta Moreno y Jove, Roa Bárcena, Barreda y algunos más.

Zorrilla estaba positivamente emocionado. A tal punto que, cuando agradeció en breves palabras (breves e incoloras, como un discurso diplomático) los honores que se le hacían, apuntó a sus ojos, en varios pasajes de la lectura, un llanto indiscreto que le anudó la garganta:

‹‹…Confío en Dios que México, esta madre adoptiva, no se avergonzará jamás de haberme tenido por hijo. Y que el recuerdo que de mi la deje, la probara que yo tengo en más la reputación de hombre honrado que la vanidad de la gloria mundana…››

FERNÁNDEZ Ledesma, Enrique. Viajes al siglo XIX, señales y simpatías en la vida de México. México: [s.n.], 1933.

A Vicente Lombardo Toledano, ilustre pensador y encumbradísimo espíritu. Con mis respetos a gran y noble talento. Firmado Enrique Fernández Ledesma. México 1933.
Nota del autor: Las aguafuerte de este ejemplar han sido tocadas a mano

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8292/LOMBARDO
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Obras publicadas

  • Con la sed en los labios, poesías, 1919.
  • Viajes al siglo XIX, 1933.
  • Historia crítica de la tipografía en México, 1935
  • Galería de fantasmas, publicación póstuma, 1939.
  • 19 monedas de cobre, obra inédita que contiene cuentos.
  • Colección de corridos, 1942-1947.
  • Espejos antiguos, 1968.
  • Autógrafos de la Biblioteca Nacional, 1974.

José Attolini, 1916 – 1957

Por el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

José Attolini nació en la ciudad de México, el 9 de marzo de 1916, donde murió el 15 de octubre de 1957. Fue un destacado dramaturgo, ensayista, narrador, poeta y economista. Se licenció en economía por la UNAM,  y se sacó la Maestría y se doctoró en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ejerció docencia en la Escuela Normal Superior y en la Facultad de Economía de la UNAM. También fue miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Colaboró en las revistas América Indígena, Ruta, Investigación económica, Crisol y Letras de México.

Recordamos a José Attolini con siete de sus poesías incluidas en su obra Desamor (1938), y que dedicó a Vicente Lombardo Toledano.

DESAMOR

Sangre de ti distante
que acudes y aconteces
hasta dejar de ser

Ya no soñar soñarte
dulce núbil inútil
regida desde símbolos
tan sólo escudriñar
mi soledad tan tuya
por ver si encuentro en ella
tu más rotunda ausencia

Lirios y tornasoles
han de cruzar su sangre
para teñir tu olvido

HELENA

Siempre recién de tálamo
hembra diosa entre diosas
mujer nacida crimen
tan distante y distinta
que mientras más se acerca
más se aleja y completa
como sueño de esfinge

Sin antes ni después
extraña conocida
que vence vencedores
tan solemne gentil
que se tiende y se cubre
con su propio desnudo
como virgen perpleja

Mortal desde inmortales
se desenvuelve y cumple
de simples hombres héroes
porque mata lo que ama
y en todos sus amantes
no se ama más que a sí
como sangre de espejo

ESPEJO

Nunca Clavé
los ojos en el cielo

Sólo he visto estrellas
en las charcas podridas

ACASO

Fuimos un desconcierto
de tu tez y mi tez
para nuestra tristeza

Como próspera proa
precisa en su defecto
surte mi voz en vano
por desplegar tu espera
desde el barco sin rumbo
que envidia litorales
porque no es más que viaje

Que se nuble mi tarde
presagio de llamo
para que m renazcas

 POSTUMO

Ni recuerdo de olvido
acaso anticipado
medirme inmensurable

Par tan caos y tremendo
sin extender mi voz
más que para callarme
y devenir exacto
hundido an el adiós
del abrazo sin brazos
que tú desconociste

Segregado el quizá
por siempre desprovisto
acude mi distancia

EUFORION

Ese querer ser todo
de pubertad sin púber
que taladra doncellas
desde danzas y ritos
y exige lo imprevisto
acosado de sombras
como esclavo entre trinos

Rendido de distancias
principiadas apenas
fallidas de tal modo
que maduran dispuestas
a morir inconclusas
y terminan desde antes
como una viuda virgen

Cuando polvo los huesos
porque el tacto distante
como nunca tan cerca
se persuade de escombros
descubrir la respuesta
a todas las preguntas
y encontrarse perdido

REMOTO

Clasificado incluso
en el trámite ajeno
de mi muerte y mi olvido

Junto a mi más derrota
muy aislante del tacto
de tus guantes y lirios
sin pavor de recuerdos
impedído de dudas
esperarán mis labios
sus voces y tus besos

Mi soledad tan sola
expuesta para el tiempo
me volverá ninguno

ATTOLINO, José. Desamor. México: [s.n.], 1938.
“Para el Lic. Vicente Lombardo Toledano de la manera más atenta. (rubríca del autor) Julio de 1938.”

Obra ubicada en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” de la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Publicaciones

  • Desamor (1938).
  • Subirbio (1938).
  • Saudades (1939).
  • Vagido (1941).
  • Mito (1942).
  • Fundamentos para una nueva interpretación de la historia de arte y la literatura (Tesis de Maestria en Letras, 1944).
  • Kupra (1944).
  • Vertedero (1944).
  • Problemas econñómico-sociales de Veracruz (1947).
  • Breve historia de la lingüístrica (Tesis de Doctorado en letras, 1948).
  • Economía de la cuenca del Papaloapan: agricultura (1949)
  • Economía de la cuenca del Papaloapan: bosques, fauna, pesca, ganadería e industria (1950).
  • Las finanzas de la Universidad a través de tiempo (1951).
  • Testimonio (1957).
  • Honor y gloria (1957).
  • Premoniciones (1958).
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