El Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano celebrará el 17 de agosto del 2017 su XLV aniversario

área de investigación del Centro Lombardo

Este año, el Centro de Estudios festeja más de cuatro décadas de intensa labor en las que se han realizado numerosos proyectos, publicaciones y reuniones académicas institucionales e interinstitucionales. Los resultados de sus programas de investigación, edición y difusión han trazado una ruta que indica su participación en la formación de conocimientos y la prestación de servicios públicos que requiere toda sociedad que se propone una vida democrática. Qué mejor momento para recordar y destacar las actividades de las áreas que conforman esta institución: Investigación, Servicios Bibliotecarios y Difusión y Publicaciones.

Creado desde el año de 1972, este Centro desarrolla estudios sobre historia y filosofía tanto de las ciencias —en especial las ciencias de la vida— como de la tecnología y sus consecuencias sociales. El desarrollo de estos temas nos permite tener una perspectiva crucial en tanto las investigaciones sobre la vida son hoy en día un paradigma central del conocimiento, y el carácter innovador de la tecnología, que se inscribe necesariamente en límites y prácticas organizadas socialmente, nos obliga a considerar visiones del porvenir.

La labor de investigación del Centro se realiza en dos áreas: Estudios Filosóficos y Estudios Políticos y Sociales. En la primera, bajo la línea general de epistemología las ciencias cognitivas y de la vida, se investiga el estado actual y los fundamentos científicos y filosóficos del estudio de la evolución y la naturaleza humana. Algunos temas de los proyectos en curso son: el pensamiento evolucionista, la hominización, la evolución de la mente y el lenguaje, el psicoanálisis y la neurofilosofía. Vinculado a estos trabajos de investigación se realizan los proyectos editoriales: Ludus Vitalis y Eslabones en el Desarrollo de la Ciencia. En la segunda, su trabajo ha estado vinculado a tres proyectos editoriales: Obra de Vicente Lombardo Toledano (VLT), Estudio sobre VLT y Tópicos de nuestro tiempo. Esta área ha extendido sus actividades hacia los trabajos de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), incluyendo a disciplinas que se ocupan del impacto social de la cultura científica y tecnológica. Además, realiza estudios sobre industrias de la comunicación y la cultura y promueve estudios centrados en la prevención de la violencia.

La biblioteca del Centro de Estudios alberga más de setenta mil títulos integrados en cinco acervos: General, Metaciencia, Fondo VLT, Histórico/dedicatorias y Hemerográfico. Este último conformado por más de seiscientos títulos, históricos y actuales, de temáticas en Ciencias Sociales, Humanidades y Filosofía de las Ciencias y la Tecnología. Cuenta también con un programa de intercambio y donación de las publicaciones con instituciones de educación superior e investigación nacionales y extranjeras. Los servicios bibliotecarios abiertos al público son: consulta de base de datos en línea y en CD-ROM, consulta especializada y préstamo en sala e interbibliotecario.

Las actividades de difusión se realizan en dos direcciones: una, dirigida al gran público y otra, orientada a un público especializado. De manera impresa se publica trimestralmente un Boletín Informativo, así como folletos, trípticos y carteles que convocan e informan sobre las labores del Centro. Por medios electrónicos, la difusión se realiza mediante la página web enlazada al blog institucional, un repositorio con acceso libre y transmisiones por streaming.

A través de todas estas actividades, el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano contribuye al desarrollo humano, científico, tecnológico y social del país, y al fomento y consolidación de una cultura científica y humanística en nuestra sociedad.

 

 

Carta abierta al viento

De un error administrativo del pasado a una irregularidad que se ha prolongado hasta el presente.

Raúl Gutiérrez Lombardo
Secretario Académico

Cuando la Secretaría de Educación Pública recibió la biblioteca particular que Vicente Lombardo Toledano donó a la Nación, el Gobierno de la República consideró conveniente establecer un organismo que administrara ese valioso acervo bibliohemerográfico, y que a la vez de enriquecerlo, auspiciara el estudio y la investigación de las humanidades, en particular de la Filosofía.

En esta época de profundas transformaciones —se dijo en la argumentación del Decreto— se abren nuevos horizontes a la humanidad que demandan conocimiento, por lo que “el bien donado será de invaluable utilidad… pues a través del estudio del pensamiento humano, se logrará su constante renovación y una mejor comprensión del mundo contemporáneo”.

El 19 de agosto de 1972, el Presidente de la República expidió el Decreto que creó el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, con la finalidad de fomentar el estudio, la investigación, el intercambio y la difusión de las humanidades, en particular de la Filosofía.

En el Decreto se precisan tanto la sede del Centro (su domicilio hasta la fecha) como su patrimonio: la Biblioteca, el subsidio anual que por conducto de la Secretaría de Educación Pública le conceda el Gobierno Federal, las aportaciones de organismos públicos, privados y personas físicas, y los bienes destinados a su funcionamiento.

La gestión del Centro, originalmente encomendada a un Patronato y a un Consejo Directivo, por las dimensiones y condiciones operativas de la institución se compactó en un Órgano de Gobierno integrado por los titulares de la Secretaría de Educación Pública, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico Nacional, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de la Confederación de Trabajadores de México, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, presidido por el Secretario de Educación Pública.

El Órgano de Gobierno ha cumplido puntualmente todas las funciones colegiadas académicas y administrativas asignadas al Patronato y al Consejo Directivo, lo que ha permitido que el Centro cumpla sin falta alguna sus funciones y compromisos institucionales. Los resultados logrados así lo avalan.

Debe señalarse que hasta el año 2000 el Centro funcionó como una dependencia de la Secretaría de Educación Pública. Sin embargo, la llegada a la administración federal de funcionarios sin conocimiento y experiencia en el ramo, generó una irregularidad administrativa. Los encargados de la SEP en ese entonces no entendieron la naturaleza institucional del Centro y lo descolocaron de la estructura orgánica de la SEP, relegándolo a una condición externa a la Secretaría.

Y aunque los recursos se asignaron sin contratiempos mayores, se puso al Centro en un programa de apoyo a instituciones que no forman parte orgánica en la Secretaría, anomalía que se ha prolongado hasta el presente. Es de suponer que las administraciones que siguieron al cambio de 2012 han debido afrontar una intensa actividad en favor de la reforma educativa que ha de haber ocupado toda su atención.

Pero la notificación de que la SEP no apoyará de momento al Centro pone en evidencia que al no resolverse, la descolocación administrativa ha dado lugar a una confusión que pone a una dependencia de la Secretaría de Educación Pública al borde de su extinción sin que medie siquiera una explicación y que se anule por una vía a todas luces improcedente un Decreto Presidencial que creó una dependencia del Ejecutivo Federal.

La SEP se ha consagrado en una tarea por hacer de la evaluación un factor decisivo de la vida institucional, criterio que por supuesto, compartimos y asumimos en nuestro trabajo. Pero la decisión en curso no hace referencia alguna a la evaluación del desempeño del Centro y una anomalía originada en una incompetencia administrativa del pasado podría llevar a que la SEP actuara no sólo al margen sino en contra de un criterio de cuya prevalencia depende en buena medida la salud institucional en un momento en que la sociedad reclama la certidumbre que sólo puede dar la congruencia.

Pablo González Casanova

Por el Lic. Javier Arias, el Mtro. Josep Francesc Sanmartín Cava y el dedicado trabajo realizado por los Servicios Bibliotecarios del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano.

Pablo González Casanova nació el 11 de febrero de 1922 en la ciudad de Toluca, Estado de México. Es docente, investigador, politólogo, escritor, articulista, y destacado sociólogo y crítico mexicano. Durante su carrera ha ejercido en varios puestos administrativos de carácter universitario, entre los que destaca el de secretario general de la Asociación de Universidades, el de presidente del Consejo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el de director y docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (antes Escuela Nacional), el de director del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, y el de rector de la máxima casa de estudios en México, la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también ocupó diversos puestos administrativos. También fue presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, y profesor de la Facultad Latinoamericana en Ciencias Sociales y de la Universidad de Cambridge.

Como activista trabajó en el reconocimiento de las autonomías y los Derechos Humanos, colaborando con un estudio de las autonomías promovidas por el EZLN. Su trabajo es ampliamente estudiado, destacando su obra La democracia en México, publicación que se imparte en universidades de Ciencias Sociales, Historia, Economía y Ciencias Políticas. Su influencia en la educación mexicana es tan importante que ha recibido toda clase de distinciones, entre las que destaca el Premio Internacional José Martí, otorgado por la UNESCO, por la defensa de la identidad de los pueblos indígenas de América Latina. También La UNAM lo galardonó con las distinciones de “Investigador Emérito”, “Profesor Emérito” y lo nombró Doctor Honoris Causa, recibió del Premio Nacional de Ciencias Sociales, la Universidad Autónoma de Sinaloa también lo nombró también Doctor Honoris Causa, y El Colegio de México le concedió el Premio “Daniel Cosio Villegas” por sus aportaciones a las Ciencias Sociales. Fue tan importante su trabajo en el área de las Ciencias Sociales que su figura sirvió como inspiración para la creación de la Facultad de Sociología de la Universidad Autónoma de Querétaro (hoy Facultad de Ciencias Políticas y Sociales).

Pablo González Casanova es un autor prolijo, y la mayor parte de su obra está publicada por los institutos de investigación de la UNAM, en donde se desempeñó como investigador. También publicó para la Editorial Siglo XXI, la Universidad de las Naciones, la Secretaria de Educación Pública (SEP), El Colegio de México y Ediciones Era, entre otras editoriales. También escribió diferentes artículos para el periódico mexicano La Jornada.

Recordamos a Pablo González Casanova con tres dedicatorias al Mtro. Vicente Lombardo Toledano.

GONZÁLEZ Casanova, Pablo. La democracia en México. México: Era, 1965.

Para el maestro Vicente Lombardo Toledano con mi admiración y afecto. Firma Pablo González Casanova.

GONZÁLEZ Casanova, Pablo. Estudio de la técnica social. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1958.

Para el maestro Vicente Lombardo Toledano con aprecio y temor a su crítica. Firma Pablo.

GONZÁLEZ Casanova, Pablo. La ideología norteamericana sobre las inversiones extranjeras. México: Escuela Nacional de Economía, Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1955.

Para el maestro don Vicente Lombardo Toledano, con el aprecio y la admiración. Firma Pablo González Casanova.

Obras ubicadas en el acervo histórico: “Dedicatorias a Vicente Lombardo Toledano” en la biblioteca del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano.

Link del catálogo en línea: http://200.78.223.179:8388/LOMB
Correo electrónico: bibliolomb@hotmail.com

Trabajos

  • Misoneísmo y modernidad en el siglo XVIII en México (1948)
  • Estudio de la Técnica Social (1958)
  • La democracia en México (1965)
  • Las categorías del desarrollo económico y la investigación en Ciencias Sociales (1977)
  • Sociología de la explotación (1980)
  • El estado de los partidos políticos en México (1983)
  • Imperialismo y liberación en América Latina (1983)
  • La hegemonía del pueblo y la lucha centro-americana (1984)
  • Las Nuevas Ciencias y las Humanidades: De la Academia a la Política (Ed. Anthropos)(2004)

Artículos publicados en La Jornada

  • “Cuba y un hombre perverso”
  • Notas para un manifiesto de la izquierda en el siglo XXI”
  • “Un mensaje a la juventud”
  • “Los peligros del mundo y las ciencias prohibidas”
  • “El movimiento de los indignados empezó en la Lacandona”
  • “Por una nueva organización de los trabajadores”
  • “El diálogo de los movimientos Bienvenida a Camila Vallejo”
  • “Por la soberanía nacional de los trabajadores”
  • “Ellos son nosotros”
  • “Otra política, muy otra: los zapatistas del siglo XXI”

Arte y Sociedad

Por Vicente Lombardo Toledano.

Cuando el filósofo Augusto Comte creó el término sociología, concebida como la ciencia de la sociedad, creyó que había hecho una contribución permanente y sólida para el conocimiento de los fenómenos más ricos y complejos del mundo y de la vida; pero se equivocó porque las leyes de la sociedad no consisten, como él creía, en una estática y en una dinámica social como simple prolongación de la naturaleza física y biológica.

[rev_slider herbert]Tampoco Herbert Spencer acertó al considerar a la sociedad como un organismo y tratar de desentrañar su contenido aplicándole la teoría de la evolución mecánica que él concebía.

La sociedad, para mí, es ante todo un hecho histórico. Es decir, una comunidad integrada por seres humanos que nace, se desarrolla y desaparece para ser reemplazada por otra comunidad de tipo superior.

Para conocer las leyes que rigen el proceso de la sociedad es indispensable, en consecuencia, considerar a la comunidad en el tiempo. En cada etapa de su desenvolvimiento está gobernada por leyes objetivas que cambian cuando la sociedad se transforma.

La sociedad esclavista, el feudalismo y el capitalismo, tienen en común una forma de la producción económica que sirve de base a todas las manifestaciones de la comunidad: la propiedad privada de los instrumentos y los medios de la producción. Pero hay diferencias profundas entre cada uno de esos estadios del desarrollo histórico

Esas diferencias se deben a que no en todas sus etapas los factores determinantes de la sociedad son los mismos. ¿Cuáles son esos factores?

En primer lugar el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, de los instrumentos de trabajo y del grado de capacidad y eficacia del esfuerzo humano. Entre el uso de la piedra como único instrumento para aumentar el poder del hombre, y el de la energía atómica, puede quedar comprendida la historia humana, lo mismo que entre el brujo como intérprete de la naturaleza y el investigador actual, descubridor de las leyes que rigen, substancialmente, los fenómenos del universo, del mundo y de la vida.

Las fuerzas productivas, por su parte, crean relaciones entre los propietarios de los elementos técnicos y económicos dedicados a la producción y los que trabajan física e intelectualmente, de tal modo que cuando existe un desequilibrio o una contradicción entre ellos, surge la lucha entre ambos, que no se limita a demandas y resistencias de tipo material, sino que abarca a todos los órdenes de la vida social, desde el pensamiento filosófico hasta las diversas expresiones del arte.

El derecho –que comprende la organización jurídica de una nación, el Estado-, las relaciones entre los individuos y entre ellos y el Poder Público; la moral, el arte y las otras manifestaciones ideológicas de la comunidad humana, surgen y se desarrollan dentro de la sociedad dividida en clases diferentes y, por tanto, no constituyen una sola superestructura por su contenido y aun por su forma, porque no todos los integrantes de la sociedad tienen los mismos intereses, las mismas demandas y las mismas metas para el porvenir.

Es la clase social dominante, la propietaria de los medios de la producción económica, la que tiene el poder, y sus ideas son las que se imponen al resto de la comunidad. Sin embargo, del seno de ésta se engendran ideas distintas a las de la clase dominante en todos los órdenes del pensamiento, desde el campo de las ideas puras hasta las instituciones jurídicas y las costumbres.

Delacroix - La Libertad Guiando al Pueblo 300Parecería un desacato a los conceptos tradicionales y formulados por los ideólogos de la revolución democráticoburguesa, que tuvo su centro más dramático y luminoso en la revolución de 1789 en Francia, e hicieron del individuo la base y el objeto de las instituciones sociales, afirmar que en el mundo capitalista de nuestra época las formas que adopta la superestructura de la sociedad revisten el carácter de lucha de clases.

Pero el hecho es así. Hay un orden jurídico que no comparten las masas trabajadoras, porque está inspirado en una distribución desigual de la riqueza. Un régimen político que tiene como función principal mantener el orden establecido, que tampoco aceptan las mayorías. Una manera de entender la naturaleza y la historia que no corresponde al pensamiento de todos. Y un arte que no representa la conciencia de quienes tienen que dedicar casi todo su esfuerzo a mantener su existencia biológica.

Es necesario, no obstante, huir de la concepción vulgar acerca de los vínculos que existen entre la base de la sociedad y las manifestaciones de sus ideas, diferentes u opuestas, según las clases sociales que la integran, porque entre la estructura de la comunidad humana y la superestructura no hay una relación rígida de causa a efecto. En otras palabras, la estructura –las relaciones de producción- no influye de un modo directo en la superestructura, sino de una manera indirecta.

Algo más: todas las manifestaciones de la superestructura social influyen sobre su base, estableciéndose entre ellas una interacción que puede modificar la estructura, lo mismo en un sentido nuevo, revolucionario, que de una manera regresiva. Cuando se precisa esta acción recíproca, se puede entender claramente la dinámica del desarrollo histórico y el papel que desempeña en el proceso de la sociedad el arte, al igual que las otras manifestaciones ideológicas en todas sus formas: en la literatura, en la plástica, en la música y en la danza. Esto significa que la superestructura y, por consiguiente, el arte no es nunca pasiva, sino activa: o sirve para justificar, idealizándolo, el orden social establecido, o para intentar reemplazarlo por otro más avanzado.

Siguiendo este razonamiento lógico, se puede decir que el arte es el reflejo de la realidad transformada en imágenes por el pensamiento humano. No es un fruto de la imaginación que se nutre de sí misma, sino de la conciencia individual que valoriza, según la clase social a la que el artista pertenece o sirve, la realidad objetiva del mundo exterior.

Por este motivo el arte –hablo del arte superior, del arte que perdura- es siempre un mensajero de la vida, ya sea de la que existe o de una nueva. Porque al igual que el derecho, la moral, la educación y las otras formas del ser social, se refiere a la vida y no a la muerte, a lo que ya está construido o a lo que debe edificarse.

SIMPOSIO INTERNACIONAL “LA REVOLUCIÓN CUBANA, GÉNESIS Y DESARROLLO HISTÓRICO”.

SIMPOSIO “LA REVOLUCIÓN CUBANA, GÉNESIS Y DESARROLLO HISTÓRICO”.

Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

El Simposio Internacional “La Revolución Cubana. Génesis y desarrollo histórico” tuvo un señalado éxito científico.

Un aspecto de los trabajos del simposio.
Un aspecto de los trabajos del simposio.

Convocado por el Instituto de Historia de Cuba, se celebró en el principal recinto nacional, el Palacio de las Convenciones, en La Habana, durante los días 13 al 15 de octubre de 2015. El Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano” fue coauspiciador del evento, en virtud de que mantiene una añeja colaboración académica con el Instituto de Historia de Cuba, sustentada en un convenio suscrito años atrás. Coauspiciaron también el simposio la Universidad Autónoma de Chapingo, México, y ocho entidades científicas y culturales de Cuba: la Universidad de La Habana; la Academia de Historia de Cuba; la Unión Nacional de Historiadores de Cuba; la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo del Estado; la Asociación de Historiadores de América Latina y el Caribe; la Biblioteca Nacional José Martí; la Casa de Altos Estudios Fernando Ortiz, y el Archivo Nacional de Cuba.

Dada la importancia del simposio, despertó un extraordinario interés en el ámbito científico social internacional, lo que se refleja en el hecho de que asistieron más de setecientos académicos de 18 universidades y centros de investigación de Cuba y de 30 universidades y centros de estudios de otros países de Europa, Norteamérica, Asia, África y América Latina. Fue destacada la participación de la comunidad científica europea, con miembros, entre otras, de las universidades de Colonia y de Giessen Justus Liebig, de Alemania; la Universidad de Viena, Austria; la Universidad de Utrecht, Holanda; la Universidad de Lausana, Suiza; la University and College Union, de Londres, Reino Unido; la Universidad de Gotenburgo, Suecia, y por parte de España, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia).simposio-revolucion

Además, contra lo que se podría suponer por razones de geopolítica e incluso de prejuicios, relevantes académicos de prominentes universidades de Estados Unidos tomaron parte en este evento, entre otras, de la por muchas razones emblemática Harvard; así también de la Universidad de Nueva York (NYU); la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY); la Universidad de Texas, en Austin, y la Universidad de Nuevo México, entre varias más.

En el caso de nuestro país, además de este Centro de Estudios y la Universidad Autónoma Chapingo, que coauspiciaron el simposio internacional, participaron de igual forma profesores-investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México; la Escuela Nacional de Antropología e Historia; la Universidad Pedagógica Nacional; el Centro de Estudios Históricos del Colegio de Michoacán; la Universidad de Guanajuato; la Universidad Autónoma de Querétaro; la Universidad de Quintana Roo y el Instituto Mora, entre varias instituciones más.

Harvard, la UNAM, Pace University, New York University, la Universidad de Gotemburgo, Suecia, la de Colonia, Alemania, la de Viena, Austria, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de la Habana, la de Utretch, Holanda, la Universidad de Santiago de Compostela, España, la de Texas, en Austin, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Mora y la Universidad Pedagógica Nacional, son algunas de las numerosas, prestigiadas universidades representadas en el Coloquio, además del Instituto de Historia de Cuba, el Centro de Estudios Lombardo Toledano y la Universidad Autónoma de Chapingo.
Harvard, la UNAM, Pace University, New York University, la Universidad de Gotemburgo, Suecia, la de Colonia, Alemania, la de Viena, Austria, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de la Habana, la de Utretch, Holanda, la Universidad de Santiago de Compostela, España, la de Texas, en Austin, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Mora y la Universidad Pedagógica Nacional, son algunas de las numerosas, prestigiadas universidades representadas en el Coloquio, además del Instituto de Historia de Cuba, el Centro de Estudios Lombardo Toledano y la Universidad Autónoma de Chapingo.

El evento no solamente congregó a historiadores; también a polítólogos, sociólogos, economistas, antropólogos, juristas, filósofos sociales, comunicólogos, demógrafos, internacionalistas y bibliotecólogos, dado que se propuso analizar ese proceso del devenir de Cuba y con elevado impacto internacional, en sus más diversos ángulos, tanto con un enfoque riguroso desde la ciencia histórica como, a la vez, desde una óptica ampliamente interdisciplinaria, como lo logró, en efecto.

Por lo que se refiere a algunos aspectos de la temática desglosada, en una mesa se deliberó respecto a “La confrontación Cuba-Estados Unidos”, donde presentaron sus ponencias investigadores norteamericanos del Department of Intelligence Studies and Global Affairs, Embry-Riddle College of Security and Intelligence; también científicos de la American University, de Washington y la Universidad de Nuevo México, Albuquerque. Asimismo hubo contribuciones de académicos de España, de la Universidad Autónoma de Barcelona; de Alemania, de la Universidad de Colonia; de Colombia, de la Universidad de Caldas, y desde luego de Cuba, en este caso del Instituto Superior de Tecnologías de y Ciencias Aplicadas. En otra mesa se debatió sobre “Las raíces históricas de la Revolución Cubana”, tema en que participaron investigadores de la Universidad de Harvard; el Hamilton College, de Nueva York; la Universidad Nacional de Senegal; la Universidad de Filipinas; la Autónoma de Chapingo, México; del Instituto de Historia de Cuba y del Instituto Cubano de Antropología, entre otros.

También se analizó “El proceso nacional liberador en los años cincuenta”, en otra mesa, con la intervención de científicos de la University and College Union, Londres, Reino Unido; el Sarah Lawrence College, de Estados Unidos; la Universidad de Oriente, Cuba; la Academia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba; la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado de Cuba y el Instituto de Historia de Cuba, entre otros. En otra mesa más se reflexionó sobre los vínculos entre la “Cultura y la Revolución”, con la participación de panelistas mexicanos, de la Universidad Pedagógica Nacional y de la UNAM; norteamericanos, de la De Pace University, New York, y del país anfitrión, del Instituto de Historia de Cuba, entre varios más. Hubo un panel sobre “La historiografía y conservación de documentos de la Revolución Cubana” con ponencias de expertos de la Universidad de Harvard, Estados Unidos; la Universidad Nacional Autónoma de México; la Unión Nacional de Historiadores de Cuba; la Oficina del Historiador de Bayamo, Cuba; el Archivo del Instituto de Historia de Cuba; el Archivo Histórico y del Museo Casa de los Mártires de Guanabacoa, Cuba, entre otros participantes.

Por su parte, el Centro Lombardo presentó la ponencia “La actual etapa de la revolución socialista y los desafíos del siglo XXI para Cuba y América Latina”, a cargo del autor de esta reseña, dentro del panel titulado “Cuba y América Latina en los siglos XX y XXI”, habiendo compartido el panel con los prestigiados intelectuales cubanos Luis Suárez Salazar, del Instituto Superior de Relaciones Internacionales y Alberto Prieto Rozos, de la Universidad de La Habana, con la moderación de Tomás Diez Acosta, del anfitrión, Instituto de Historia de Cuba.diaz-canel-simposio

Cabe mencionar por último otro hecho que sin ser estrictamente académico, refleja de igual manera la significación del evento: se trata del hecho de que en una de las sesiones plenarias hizo presencia el Primer Vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel.

 

Emociones y Conducta Moral

Emociones y conducta moral

Raúl Gutiérrez Lombardo

Como he dicho en otras ocasiones, el ser humano posee dos naturalezas, una naturaleza biológica y una naturaleza cultural. Su naturaleza biológica es producto de la evolución biológica de la especie, la cual se sigue expresando claramente en la conducta del ser humano moderno. Su naturaleza cultural es el resultado de la adquisición y almacenamiento de información extrabiológica, hecha posible gracias al desarrollo de la ciencia, la técnica y la cultura en general, pero ambas son el producto de una actividad biológica: la actividad de nuestro cerebro.

Lo anterior explica por qué muchas formas del comportamiento humano siguen siendo biológicas a las que la cultura ha tratado de suavizar o atenuar, como son las pulsiones sexuales y la agresividad.

Uno de los problemas derivados de esta condición es que la cultura no ha sido totalmente exitosa en la disminución o en el control de los impulsos sexuales y agresivos de los seres humanos. Esto es, el ser humano es un animal sin señales apropiadas de inhibición de sus impulsos biológicos y, todavía más preocupante la relación entre la biología y la cultura en los seres humanos es una relación a la que la ciencia tiende a dar más valor al factor genético que al factor cultural.

Es verdad que el desarrollo tecno-científico ha sido extraordinario, pero, ¿ha sido igual de extraordinario el desarrollo moral del animal humano? No, porque no ha podido encontrar soluciones eficaces para controlar sus impulsos biológicos. La evolución cultural no ha llevado necesariamente a una evolución moral exitosa en los seres humanos; la cultura no ha podido contrarrestar las pulsiones biológicas y la agresividad innatas de la especie derivadas de la interdependencia energética para sobrevivir y reproducirse. El ser humano ha utilizado todos los recursos científicos y tecnológicos que ha logrado en su evolución cultural para apoderarse de los recursos de la biósfera, siempre desde una posición de poder, sea esta física o tecnológica, y, en el caso de otros seres humanos, psicológica, económica, militar y política.

[rev_slider CastrodezaFlujo]Una interpretación filosófica interesante de esta realidad, es la del filósofo de la ciencia darwiniano Carlos Castrodeza, quien en su último libro póstumo, El flujo de la historia y el sentido de la vida (2013), la llama la derivación posmoderna de la ética, donde todo lo “feo” se separa y se oculta o se trivializa o, incluso, se estetiza. El resultado, dice, es que perdemos madurez histórica, aunque en el fondo ésta solo ha valido para contemplar nuestras propias miserias etológicas o conductuales. Así que ya no es que podamos decir “esto es lo que hay”, sino que simplemente tendríamos que abandonar otras expectativas, como por ejemplo la que sostenía Darwin en El origen del hombre, donde postula que por selección natural la humanidad tendería a ser mejor, en un proceso civilizatorio creciente, el cual quedaría como un notable wishful thinking, porque la selección natural, en caso de que no fuera contrarrestada por el azar o por las condiciones del mundo físico, consigue lo mejor, pero puede que en el sentido social más peyorativo del término. Porque “el mejor” es también (si no únicamente) el que mejor explota al otro, ya sea con buenas o malas artes e intenciones.

Es pertinente traer aquí a colación, apunta Castrodeza, que en su famosa obra Dialéctica de la Ilustración (1947) Theodor Adorno y Max Horkheimer aseguran que, en contra de una creencia extendida, la Ilustración no acabó ni mucho menos con la fuerza del mito. Aunque la naturaleza ya no esté encantada, en los términos especificados por Max Weber, los humanos seguimos viviendo de ilusiones escatológicas. Los misterios que rodean el pensamiento teológico perviven, aunque no sea más que como órganos vestigiales en el cuerpo de la racionalidad científica moderna, lo que para los filósofos de Frankfurt, en términos sartrianos, no es solo una muestra de “mala fe”, sino algo peor, habida cuenta de que para ellos en esa pervivencia se encontraría el germen de futuros arrebatos totalitarios.

Y es que la mente humana, como por otra parte es bien sabido, cuando no tiene el suministro de “realidad” adecuado crea sus propias alucinaciones compensatorias, del mismo modo que “el hombre solo” (un náufrago, por ejemplo) se crea un compañero de fatigas imaginario para paliar su necesidad de socialización. La pelota Wilson es un ejemplo muy bien escogido.

Hoy, como señala el neurocientífico Francisco Mora, en su libro Neocultura (2007), la ciencia del cerebro irrumpe en esa misma problemática, pero esta vez, quizá, con una perspectiva distinta y de más calado. Aquella en la que se aportan conocimientos que permiten entender mejor las humanidades. Ya no se trata de crear puente entre dos cuerpos del saber que, avanzando en paralelo, aportan conocimientos distintos, sino de un proceso en serie, un continuum. Conocer cómo funciona el cerebro humano debe permitirnos entender mejor los productos de ese funcionamiento. Ciencia y humanismo se convierten así en una unidad, en solo un árbol de conocimiento desde las raíces y el tronco, hasta las ramas y las hojas.

La neurociencia, dice Mora, es una ciencia experimental, que con todas las herramientas técnicas disponibles, tiende a explicar cómo funciona el cerebro, particularmente el cerebro humano. Cerebro entendido como el órgano que recibe estímulos del medio ambiente y con los que elabora la realidad que nos circunda, gracias a los códigos de funcionamiento construidos en él a lo largo de cientos de millones de años. Realidad que refiere a la construcción, no solo del mundo que vemos, tocamos u olemos, sino la construcción y elaboración de las sociedades en las que vive y las normas y valores que las rigen.

Esta disciplina científica parte de una premisa básica, insoslayable. Todo cuanto existe en el mundo humano, objetivo o subjetivo, es concebido a través del cerebro, órgano por medio del cual se siente, piensa y ejecuta la conducta. Está claro que esta afirmación sorprende ya a muy poca gente porque todo el mundo sabe y tiene por cierto que sin cerebro ni se siente ni se piensa ni se realiza conducta alguna. Pero esto también requiere añadir que el cerebro solo no es el ser humano. El ser humano es un organismo completo en constante interacción con el medio. De hecho, el cerebro dedica una parte muy considerable de su trabajo a controlar y actualizar constantemente su relación con el organismo que lo alberga, que da como expresión visible la conducta, siendo ésta, a su vez, el producto de una sensación o percepción, una memoria o un pensamiento. No hay pues “fantasma” en la máquina. El cerebro opera fundamentalmente interpretando la información que recibe del medio ambiente y ejecuta la conducta correspondiente atendiendo esencialmente a la supervivencia del individuo y de la especie (Mora, 2007).

Elefantes comunicaciónLa emoción, los sentimientos, la abstracción, el lenguaje y el conocimiento son procesos cerebrales esenciales y básicos en la conducta de los mamíferos –y también en el hombre, como mamífero que es-, que vigilan y protegen la supervivencia. Las emociones señalan o tiñen los estímulos sensoriales de placer o castigo y sirven para defendernos o aproximarnos a ellos (agua, comida, calor, frío, sexo, juego o enemigos). Las emociones en consecuencia son los procesos que nos mueven o empujan a conseguir o evitar, de una forma flexible, lo que es beneficioso o dañino para el individuo. Además, las emociones generan ese mecanismo, también básico, que llamamos curiosidad (Mora, 2007). Con la curiosidad se expande el abanico de las conductas y con ello el interés por el descubrimiento de lo nuevo (nuevos alimentos, ocultación de enemigos, etc.). De esta manera, la curiosidad ensancha el marco de seguridad para la supervivencia.

Las emociones constituyen, además, un lenguaje de comunicación básico. De hecho, son el lenguaje más primitivo de los mamíferos. La manifestación de las emociones permite la creación de lazos (familia, amistad) que pueden tener claras consecuencias de éxito, tanto de supervivencia biológica como social. Y, finalmente, los sentimientos. Con la aparición de los sentimientos, el hombre se torna consciente de sus emociones. Y frente a la pura “reacción” ante un estímulo, con la huida o el ataque, el ser humano experimenta y “sabe” que tiene miedo o placer, alegría o pena, y conduce su vida de una manera “nueva”, nunca antes experimentada por ningún otro ser vivo. Las emociones y sentimientos, además, desempeñan un papel importante en el proceso de razonamiento y en la toma de decisiones, especialmente aquellas relacionadas con la persona y su entorno social más inmediato. Las emociones y los sentimientos constituyen de hecho, los pilares sobre los que descansan casi todas las demás funciones del cerebro.

(Fragmento)

Conferencia dictada en el V Congreso del Seminario de Antropología y Evolución “Antropología de las emociones”.

Taxco, Guerrero, 28, agosto, 2015. INAH.

Presentación del Libro Reflexiones sobre la Violencia

Presentación del libro Reflexiones sobre la Violencia

Reflexiones sobre la Violencia - SIGLO XXI (MÉXICO), 2012.
Reflexiones sobre la Violencia – SIGLO XXI (MÉXICO), 2012.

Por considerarlo un tema de gran actualidad, reproducimos las palabras que pronunció Raúl Gutiérrez Lombardo en la presentación del libro “Reflexiones sobre la violencia”, en Valencia, España, el 18 de octubre de 2010.

Me siento muy honrado de compartir esta mesa con tan distinguidos filósofos, me refiero a José Sanmartín, Jaime Labastida, José Luis Vera y Jorge Martínez, porque, además de ser filósofos, son escritores, a quienes siempre es un placer leerles.

Asimismo, quiero agradecer al Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia y a la Valencian International University por permitirme, en nombre del Centro de Estudios Filosóficos Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, estar aquí otra vez gracias a su generosa hospitalidad.

Quiero hacer una reflexión brevísima sobre este libro, el cual pienso es un libro muy bien logrado porque, al mismo tiempo, posee tres características difíciles de encontrar en una sola publicación.

Es un libro realista, esto es: está basado en la ciencia.

Es un libro racionalista, esto es: está fundamentado en la razón filosófica.

Y es un libro político, esto es: explica un problema, analiza sus causas, sus efectos, sus manifestaciones, busca formas de atacarlo, y da maneras de prevenirlo. Es decir, es un libro políticamente correcto, muy correcto.

Por esto último, quiero aprovechar la ocasión para añadir algo políticamente incorrecto, muy incorrecto. Bueno, no tan incorrecto como para hablar de lo que pasa en España, no me corresponde, pero con lo que pasa en México me basta y me sobra.

En el mes de mayo pasado que estuve aquí en Valencia invitado por el rector Sanmartín a la investidura de Doctor Honoris Causa del profesor Carl Mitcham, expuse unas palabras al equipo de trabajo de la VIU que terminé con una cita del filósofo francés, también escritor, Edgar Morin, tomada de una entrevista que le hizo el diario El País el 17 de enero de 2010 titulada “Elogio de la metamorfosis”, en donde Morin dice que el objetivo ahora es salvar a la humanidad, y que para ello urge cambiar nuestros modos de pensar y de vivir, para lo cual propone la idea de metamorfosis, más rica que la de revolución, porque aporta la esperanza de un mundo mejor. Su argumento es que cuando un sistema viviente es incapaz de resolver sus problemas vitales por sí mismo, se degrada, se desintegra, a no ser que esté en condiciones de originar un metasistema capaz de hacerlo y, entonces, se crea ex novo.

Hoy quiero citar también a otro filósofo, esta vez norteamericano, que, en una entrevista que le hizo el diario Público Internacional el 8 de agosto pasado en París, con motivo del estreno de su película “Conocerás al hombre de tus sueños”. Me refiero a Woody Allen, quien en dicha entrevista este genial director de cine dijo:

“La vida es una tortura a la que estamos enganchados… es una agonía continua, pero que si le atacaran en un callejón oscuro a punta de pistola se pondría de rodillas ante su ejecutor para que le dejara seguir viviendo”

La película empieza con una cita del Macbeth de Shakespeare:

“La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y de furia, y que nada significa”.

Y Allen, ante la pregunta de si así ve la vida, responde:

“La vida es un proyecto estúpido y sin ningún tipo de sentido. La única manera de sobrevivir es contarse mentiras… porque la felicidad depende del grado de habilidad que tengas para el autoengaño”.

Termino con otra cita de otro filósofo escritor francés, Albert Camus, citado a su vez por el filósofo escritor español amigo nuestro, Camilo José Cela Conde, en su libro “Ahora mismo, desde siempre”, editado por el Centro Lombardo Toledano, donde dice que tal vez habría que darle la razón a Camus cuando decía que el único asunto humano serio es el del suicidio. Con lo anterior quiero decir que vivimos una crisis de civilización que nos está llevando al suicidio, es más, creo que la vivimos desde que la cooperación que llevó a los seres humanos al uso progresivo de la inteligencia y el lenguaje, dejó de ser una ventaja adaptativa producto de la evolución biológica, porque es el egoísmo el que ha campeado a lo largo de nuestra evolución cultural, movido siempre por el culto a la violencia.

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EL IIS, 85 AÑOS DE PLURALIDAD, INNOVACIÓN Y COMPROMISO

El IIS, 85 Años de Pluralidad, Innovación y Compromiso

Ceremonia inaugural de los festejos por el aniversario del Instituto de Investigaciones Sociales

Laura Romero, 28 de mayo de 2015
Gaceta Digital UNAM

Manuel Perló CohenEn 1930, a iniciativa de Ignacio García Téllez, entonces rector de la Universidad, nació el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS). Primer organismo de esta naturaleza en México y América Latina, encargada de estudiar científicamente los asuntos y problemas sociales del país. Hoy, celebra 85 años de pluralidad, innovación y compromiso con la investigación.

“Es nuestro deseo poder entender, explicar y contribuir a la solución de los grandes problemas nacionales”, se estableció en el acta fundacional hace ocho décadas y media.

El escenario de su creación fue el Paraninfo de la Universidad, donde el entonces rector planteó el compromiso de que el Instituto se internara en el complejo iris de la vida real, propusiera fórmulas y las convirtiera en principios sociales de esta casa de estudios para transformarlas en reformas nacionales.

Como presidente fue designado el propio rector, y sus primeros directores fueron Alfonso Caso, Luis Chico Goerne, Narciso Bassols y Vicente Lombardo Toledano. En el periodo 1930-1938, Miguel Othón de Mendizábal se desempeñó como secretario del mismo, y el trabajo de indagación que se realizó fue producto de su empeño y dedicación.

En 1938, en el rectorado de Gustavo Baz, asumió la dirección de Investigaciones Sociales Manuel Gamio, quien planteó el análisis gradual de las necesidades y aspiraciones de la población. Cada uno de sus fundadores fueron actores protagónicos de la vida nacional y creadores de instituciones fundamentales de la vida de México.

También estuvieron al frente Lucio Mendietay Núñez, Pablo González Casanova, Raúl Benitez Zenteno, Julio Labastida Martin del Campo, Carlos Martinez Assad, Ricardo Pozas Horcasitas, René Millán Valenzuela y (primera mujer en el cargo) Rosalba Casas Guerrero.

En el Instituto, donde se elaboró la primera carta etnográfica de la República Mexicana y el primer censo nacional universitario, se creó en 1939 la Revista Mexicana de Sociología, que ha tenido como propósito fundamental ser un espacio para exponer trabajos de investigación que describan el pulso social de México, América Latina y el mundo.

En sus distintas etapas de vida, ha ocupado varios edificios: el número 92 de la calle República de Cuba, Justo Sierra 16, Licenciado Verdad 3, la Torre I de Humanidades en la Facultad de Filosofía y Letras, la Torre II de Humanidades, y finalmente, en 1996, su propia sede, ubicada en la Ciudad de las Humanidades. Hoy, se integra por 88 investigadores, 26 técnicos académicos y 122 trabajadores administrativos.

En la ceremonia en la que Iniciaron los festejos por el octogésimo quinto aniversario del Instituto, encabezada por el rector José Narro Robles, su director. Manuel Perló Cohen, recordó que esa instancia se fundó el 11 de abril de 1930.

Fue la primera entidad universitaria creada a raíz de la autonomía, y centro precursor de las ciencias sociales en la nación. “Desde entonces, se ha ganado un lugar destacado en la vida de la UNAM y, sin duda, en el panorama intelectual y académico de México y el mundo. Somos una institución de excelencia que ha dejado huella en las ciencias sociales del país y de América Latina”.

Estela Morales, Pablo González Casanova, el titular del US y el rector José Narro. Fotos: Juan Antonio López y Víctor Hugo Sánchez.

Perló Cohen anunció que en los próximos meses habrá conferencias, mesas redondas y debates en los que se recordará el pasado, se analizará el quehacer actual y se explorará el futuro.

Estela Morales, Pablo González Casanova, el titular del US y el rector José Narro. Fotos: Juan Antonio López y Víctor Hugo Sánchez.
Estela Morales, Pablo González Casanova, el titular del US y el rector José Narro. Fotos: Juan Antonio López y Víctor Hugo Sánchez.

La reconstrucción de la historia “permite acercarnos a la formidable labor que los investigadores han realizado a lo largo de muchos años. Por décadas, la comunidad académica ha cumplido ejemplarmente con las tres funciones fundamentales que postula nuestra Ley Orgánica: producir conocimiento, enseñar a nuevas generaciones y difundir la cultura”.

Así, muchos de los valores que movieron a los creadores de Investigaciones Sociales y a sus artífices se mantienen vivos: pluralidad, innovación, excelencia, compromiso con el estudio y la solución de los problemas nacionales. Los métodos pueden cambiar, pero muchos de los ideales y valores están vigentes y deben preservarse, señaló.

También, consideró que la tarea de construir el futuro del Instituto debe ser una labor permanente, en la que se Involucre toda su comunidad.

A su vez, Narro Robles dijo que el IIS ha dado a la Universidad numerosos motivos de satisfacción y orgullo. En ocho décadas y media, el país y esta casa de estudios han cambiado, pero no sus principios esenciales.

En la actualidad, esos valores que dieron origen a la entidad y le han dado la posibilidad de hacer aportes fundamentales al pensamiento, a las ciencias sociales, a los métodos de análisis y estudio de la realidad social, se reflejan y permiten hoy aportar diagnósticos y soluciones a los problemas nacionales y más allá de nuestras fronteras.

Agradeció y felicitó a la comunidad “por lo que se ha logrado consolidar del pensamiento en materia de las ciencias sociales, a partir del trabajo y la reflexión que han hecho grandes investigadores y estudiosos”.

No es un Instituto que sólo se refugia en su historia y en el pasado, sino también uno que hoy produce conocimiento, saber, análisis de la realidad y propuestas. Aquí se debaten los problemas de México y el mundo; aquí se siguen haciendo aportes a las ciencias sociales y a las humanidades. Su porvenir se apunta como fuerte y extraordinario.

Asimismo, reconoció al ex rector, ex director del Instituto e investigador emérito, Pablo González Casanova, presente en la ceremonia, quien “ha dado variadas, múltiples muestras de cómo un universitario puede tener congruencia, la enorme honestidad que traduce la consistencia a lo largo de los años”.

Repaso histórico

El IIS, 85 años de pluralidad, innovación y compromiso _ gaceta Digital UNAM-33Previo a la ceremonia, se inauguró una exposición fotográfica que muestra el largo y fecundo trayecto del Instituto. Su propósito es informar y compartir las experiencias de la memoria histórica de esa comunidad académica, desde una visión cronológica de acontecimientos en la vida interna de la entidad y en el contexto nacional e internacional.

Por medio de pabellones se presentan imágenes y textos como una línea del tiempo que se desplaza de 1930 a la fecha, con énfasis en las distintas administraciones en el curso de la historia de la entidad. Además, se presentó un video de TVUNAM alusivo al aniversario, se develó la placa conmemorativa y se entregaron diplomas a personal académico con 10 y hasta 40 años de servicio.

Asistieron, Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades, miembros de la Junta de Gobierno, ex directores del IIS, directores de facultades, escuelas e institutos, investigadores eméritos y la comunidad de Investigaciones Sociales.

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